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Full text of "Poema de mio Cid. 2.a edición corregida y notas por Ramón Menéndez Pidal de la Real Academia Española"

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POEMA 

DE MIO CID 


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4 


CLASICOS CASTELLANOS 


POEMA 


DE MIO CID 


3. a EDICIÓN CORREGIDA Y NOTAS POR RAMÓN MENÍNDEZ PIDAL 

de la Real Academia Española. 


MADRID 

EDICIONES DE “LA LECTURA” 

1923 


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INTRODUCCION 


FECHA DEL POEMA Y ESTADO EN QUE 

LLEGÓ A NOSOTROS 

El Cantar de Mió Cid es el primer monu¬ 
mento de la literatura española que ha llegado 
hasta nosotros; pero, naturalmente, no es pro¬ 
bable que este primer documento conservado 
sea el primero que se escribió. Además es esto 
improbable si atendemos a otra consideración. 
Pertenece el Cantar a un género, el de la poe¬ 
sía épica castellana, que vivió hasta el siglo xv 
y produjo otros cantares dedicados al mismo 
Cid, a Fernán González, a los Infantes de La- 
ra, a Bernardo del Carpió, a Carlomagno y a 
otros héroes, así españoles como franceses. La 
casi totalidad de estos poemas se ha perdido, 
quedando de ellos tan sólo extractos en prosa u 
otras secas noticias. Claro es que, dentro de 
una literatura que tantas pérdidas ha sufrido, 
«s increíble que el primero y casi único texto 
conservado sea precisamente d primero que 
se escribió. En fin, hay motivos muy poderosos 


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8 FECHA Y TRANSMISIÓN DEL POEMA 


para creer que ciertos cantares dedicados al 
rey Rodrigo, a los Infantes de Lara y al in¬ 
fante García, precedieron al del Cid. Este, se¬ 
gún todos los indicios, fué escrito hacia el año 
1140. 

Este Cantar de Mió Cid, resto casi único de 
la poesía heroico-popular castellana, se conserva 
en un manuscrito, único también, copiado en el 
año 1307 por un tal Pedro Abad. Para hacer su 
copia, este amanuense se sirvió de un texto muy 
antiguo, el cual contenía ya ciertos yerros que 
nos permiten asegurar que no era ciertamente 
el primitivo original escrito hacia 1140 (1). A 
la copia de Pedro Abad le falta una hoja en 
el comienzo y dos en el interior del códice. 

En el mismo siglo xiv, en que vivió Pedrc> 
Abad, cierta Crónica de Veinte Reyes de Cas¬ 
tilla prosi fico nuestro poema para incorporarlo 
a la narración del reinado de Alfonso VI. El 
manuscrito del Cantar que sirvió para esta tarea 
no fué el de Pedro Abad que hoy poseemos, y, 
por tanto, el concurso de la Crónica nos es 
inestimable para conocer el texto primitivo del 
Poema; aun a través de la prosa de la Crónica 
se descubren restos de frases y versos del ori- 

(1) Véase para todo esto R. Meníndez Pidal, Can¬ 
tar de Mió Cid, texto, gramática y vocabulario, I, 1908, 

P* 3 *. • ’ 


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ARGUMENTO DEL POEMA 


9 


ginal que nos proporcionan muy útiles variante» 
y, sobre todo, gracias a esta Crónica podemos 
conocer el relato del Poema en la parte corres¬ 
pondiente a las hojas perdidas del manuscrito* 
de Pedro Abad. 

ARGUMENTO DEL POEMA 

El asunto tratado en el Cantar de Mió Cid 
es el siguiente: 

Cantar primero: El destierro. Rodrigo Díar 
de Vivar, el Cid, es enviado por su rey Al¬ 
fonso a cobrar las parias que los moros del 
Andalucía pagaban a Castilla. Al hacer esta re¬ 
caudación de tributos, el Cid tiene un encuentro* 
con el conde castellano García Ordóñez, a la 
sazón establecido entre los moros, y le prende- 
afrentosamente en el castillo de Cabra. Cuando- 
el Cid vuelve a Castilla es acusado por envidio¬ 
sos cortesanos de haber guardado para sí gran¬ 
des riquezas de las parias, y el rey le destierro. 
Alvar Fáñez, con otros parientes y vasallos det 
héroe, se van con él al destierro. (Este relato co¬ 
rresponde a la parte perdida del códice.) El Cid 
parte de Vivar para despedirse de su mujer que, 
con sus dos hijas, aún niñas, está refugiada en 
el monasterio de Cardeña, y al dejarlas allí aban¬ 
donadas, el héroe pide al Cielo le conceda llegar 


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IO ARGUMENTO DEL POEMA 

a casar aquellas niñas y gozar algunos dias de 
felicidad familiar (versos 1-284). El plazo de! 
destierro apremia, y el Cid tiene que acortar su 
despedida, para salir de Castilla a jomadas con¬ 
tadas; otra preocupación le apremia más de 
cerca: la de poder en el destierro sostener su 
vida y la de los que le acompañan (v. 2S5-434). 
Los éxitos del desterrado son al principio pe¬ 
nosos y lentos. Primero gana dos lugares mo¬ 
ros : Castej ón, en la Alcarria, y Alcocer, orillas 
del Jalón, y vende a los mismos moros las ga¬ 
nancias hechas (v. 435-861). Luego se interna 
más en país musulmán, haciendo tributaria suya 
toda la región desde Teruel a Zaragoza, mien¬ 
tras Alvar Fáñez va a Castilla con un presente 
para el Rey (v. 862-950). El desterrado prosi¬ 
gue su avance sobre las montañas de Morella v 
tierras vecinas, que estaban bajo la protección 
del Conde de Barcelona, y prende a éste, deján¬ 
dole generosamente en libertad al cabo de tres 
días de prisión (v. 951-1086). 

Cantar segundo: Las bodas de las hijas del 
Cid. Desde las mismas montañas de Morella. 
el Cid se atreve ya a conquistar las playas del 
Mediterráneo, entre Castellón y Murviedro, lie- 

é 

gando en sus correrías hasta Denia (v. 1085- 
1169) y logrando, al fin, tomar la gran ciudad 
de Valencia (v. 1170-1220). El Rey moro »le Se- 


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ARGUMENTO DEL POEMA 


II 


villa, que quiere recobrar la ciudad perdida, es 
derrotado, y del botín de esta victoria el Cid 
toma cien caballos y los ,envía con Alvar Fáñez 
al rey Alfonso, para rogarle permita a doña 
Jimena ir a vivir en Valencia. En ésta queda 
establecido sólidamente el cristianismo, pues 
el Cid ha hecho allí obispo a un clérigo, tan le¬ 
trado como guerrero, llamado don Jerónimo 
(v. 1221-1307). Alvar Fáñez, previo el permiso 
del Rey, lleva a Valencia la mujer-y las hijas 
del Cid; éste las recibe con grandes alegrías y 
les muestra desde el alcázar la extensión de la 
ciudad conquistada y la riqueza de su huerta 
(v. 1308-1621). El rey de Marruecos, Yúcef, 
quiere a su vez recobrar a Valencia, pero tam¬ 
bién es derrotado por el Cid; del inmenso botín 
de esta batalla, el Cid envía doscientos caballos 
al Rey, siendo Alvar Fáñez el encargado tercera 
vez de este mensaje (v. 1622-1820). Tan repeti¬ 
dos y ricos regalos del Cid al Rey producían en 
Castilla gran admiración hacia el desterrado 
héroe; pero, al mismo tiempo, mortificaban la 
envidia del conde García Ordóñez, el vencido 
en Cabra, y despertaban la codicia de unos pa¬ 
rientes de! Conde, los Infantes (o jóvenes no¬ 
bles) de Carrión que, para enriquecerse, quie¬ 
ren casar con las hijas del conquistador de Va¬ 
lencia. El Rey mismo, estimando muy honroso 


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ARGUMENTO DEL POEMA 


para el Cid el casamiento, se lo propone a Alvar 
Fáñez (v. 1821-1915). El Cid y el Rey se avis¬ 
tan a orillas del Tajo; el Rey perdona solemne¬ 
mente al desterrado y éste accede a casar sus 
hijas con los Infantes de Carrión, pues aunque 
le repugna el orgullo nobiliario de los novios, 
no quiere negarse a la petición del Rey, por 
quien tanta veneración siente (v. 1916-2155). 
El Cid se vuelve a Valencia con los Infantes y 
allá se celebran las bodas (v. 2156-2277). 

Cantar tercero: La afrenta de Corpes. Los 
Infantes de Carrión dan muestra de gran co¬ 
bardía, sobre todo en la batalla que el Cid tie¬ 
ne contra el rey Búcar de Marruecos, que nue¬ 
vamente viene a recobrar Valencia (v. 2278- 
2491). El Cid, después de vencer y matar a Bú- 
car, se siente en el colmo de su gloria: ya no 
es el pobre desterrado de antes : se halla rico, 
poderoso, temido; piensa someter a tributo to¬ 
do Marruecos, y hasta se enorgullece de sus 
nobles yernos, cuya cobardía ignora (v. 2492- 
2526). Estos, empero, que no podían sufrir las 
burlas de que eran objeto por su falta de valor, 
quieren vengarse del Cid afrentándole en sus 
hijas, y le piden permiso para irse con ellas a 
Carrión. El Cid, sin sospechar la maldad de 
sus yernos, accede, y los despide colmándolos 
de riquezas; pero, al bendecir a sus hijas, siente 


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ARGUMENTO DEL POEMA 


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el ánimo abatido por malos agüeros y tristes 
presentimientos (v. 2527-2642). Los Infantes 
emprenden su viaje, y en cuanto entran en tie¬ 
rras de Castilla, en el espeso robredo de Corpes. 
azotan cruelmente a sus mujeres y las dejan 
allí medio muertas (v. 2643-2762). Al saber tal 
deshonra, el Cid envía a Alvar Fáñez a recoger 
a las hijas abandonadas, y despacha a Muño 
Gustioz que pida al Rey justicia: “el Rey fue 
quien casó mis hijas; toda mi deshonra es tam¬ 
bién de mi señor” (v. 2763-2919). Condolido 
el Rey, convoca su corte en Toledo. A ella acu¬ 
den los Infantes; aunque van de mala gana, van 
confiados en un poderoso bando de parientes, a 
cuya cabeza está el conde García Ordóñez, el 
antiguo enemigo del Cid. Éste llega a Toledo 
el último (v. 2920-3100). Al abrirse la sesión 
de la corte, el Cid expone sus agravios, pidien¬ 
do a los Infantes, primero la devolución de las 
dos preciosas espadas Colada y Tizón, después 
la entrega de la dote de las hijas, y a ambas 
cosas tienen que acceder los demandados (ver¬ 
sos 3101-3249). Pero el Cid demanda tercera 
vez, y ahora exige la reparación de su honor 
mediante un lid. En vano los Infantes se ala¬ 
ban de su conducta, despreciando a las hijas 
de un simple infanzón como indignas de em¬ 
parentar con los Condes carrionenses. El Cid 


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ELEMENTO HISTÓRICO 


responde al conde García Ordóñez recordán¬ 
dole su prisión en Cabra, pero a los Infantes 
no se digna contestarles; los parientes del hé¬ 
roe son los que les echan en cara su cobardía 
y les retan de traidores (v 3250-3391). En esto, 
dos mensajeros entran en la corte a pedir las 
hijas del Cid para mujeres de los Infantes de 
Navarra y de Aragón, países de donde serán 
reinas. El Rey accede a este tan honroso casa¬ 
miento, y reanudando el reto interrumpido, or¬ 
dena que la lid se haga en las vegas de Camón 
(v. 3392-3532). Allí, en su misma tierra, los 
Infantes quedan vencidos por los del Cid y de¬ 
clarados traidores (v. 3533-3706). Las hijas del 
Cid celebran su segundo matrimonio, mucho 
más honroso que el primero, pues por él los Re¬ 
yes de España se hicieron parientes del héroe 
de Vivar (v. 37 ° 7 - 373 o)* 

ELEMENTO HISTÓRICO DEL POEMA 

Este poema tiene un fondo histórico consi¬ 
derable. El rey Alfonso VI, durante los pri¬ 
meros años de su reinado, distinguió mucho a 
Rodrigo Díaz de Vivar, hasta el punto de ca¬ 
sarlo con Jimena Dias, hija del Conde de Ovie¬ 
do, mujer de sangre real, pues era nieta de Re¬ 
yes, prima hermana del Rey. Rodrigo fué en- 


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ELEMENTO HISTÓRICO 15 


viado por Alfonso a cobrar las parias del Rey- 
moro de Sevilla, y en esta excursión hubo de 
prender en Cabra al conde García Ordóñez y 
a otros nobles cristianos que, ayudando al Rey 
de Granada, atacaron al moro tributario de Al¬ 
fonso VI. Este, a poco, enojado por cierta in¬ 
cursión que Rodrigo hizo contra el reino mu¬ 
sulmán de Toledo, desterró al héroe, en et 
año 1081. 

El Cid se refugió al servicio del Rey moro 
de Zaragoza, y sobre éste ejerció durante va¬ 
rios años una especie de protectorado. Enton¬ 
ces el Rey moro de Lérida estaba, a su vez, 
bajo la protección del Conde de Barcelona , Be- 
renguer Ramón, d Fratricida, y ambos, con 
varios otros condes catalanes y los señores de 
Rosellón y Carcasona, sitiaron el castillo za¬ 
ragozano de Almenar. El Cid les atacó y venció, 
y aun tuvo prisionero al Conde de Barcelona 
con otros muchos caballeros, dejándoles des¬ 
pués ir en libertad (1082). Venció también al 
rey Sancho Ramírez de Aragón, otro aliado 
del Rey de Lérida, y en el reino de éste devastó¬ 
la comarca de Morella. 

Entre tanto, el rey Alfonso devolvió su gra¬ 
cia al desterrado, y en los años 1087 y 1088 et 
Cid estuvo en el reino de Castilla y recibió do¬ 
naciones reales. Pero en 1089, con motivo de 


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ELEMENTO HISTÓRICO 


4 a excursión de Alfonso al castillo de Aledo, en 
Murcia, a la cual no llegó a tiempo el Cid, fué 
'éste de nuevo acusado por los envidiosos. El 
Rey ahora le confiscó heredades y riquezas, sin 
-querer oír el juramento que en disculpa el Cid 
-quería hacerle, y consintiendo sólo en dejar li- 
■bres a la mujer e hijos del héroe, que había apri¬ 
sionado cruelmente. El Cid entonces volvió a 
pelear contra el Rey de Lérida, corriendo las 
montañas de Morella, en las cuales aprisionó 
■segunda vez al Conde de Barcelona. De nuevo 
éste probó la generosidad de su vencedor, y 
trabó con él íntima amistad. Berenguer renun¬ 
ció al protectorado de las tierras de moros, cu¬ 
ya defensa tan cara le costaba, y lo confió al 
Cid (1090-1091). Aún más: el sobrino de Be¬ 
renguer, Ramón Berenguer III, llamado el 
Grande, conde también de Barcelona, se casó 
con María, hija del Cid (h. 1098). 

Seguro ya por esta parte, el Cid se dedicó a 
■conquistar el litoral valenciano. Otra vez, a 
instancias de la Reina de Castilla, intentó con¬ 
graciarse con Alfonso, auxiliando a éste en una 
■excursión que hacía contra los almorávides en 
Andalucía, y otra vez el Rey se mostró receloso 
y airado (1091). El Cid tuvo que volverse a ale¬ 
jar de su Rey, y para vengarse de otro agravio, 
escogió la persona de su antiguo enemigo el con- 


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ELEMENTO HISTÓRICO 


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de García Ordóñez. El Cid le desafió y saqueó 
su condado terriblemente, sin que el Conde se 
atreviese a pelear. Vuelto a sus conquistas, 
puso sitio a la ciudad de Valencia, la cual tomó 
en 1094. El emperador de los almorávides, Yú- 
suf, que a partir de 1090 venía apoderándose 
de la mayor parte de la España musulmana, 
intentó repetidas veces despojar al Cid de sus 
conquistas; pero sus ejércitos fueron dispersa¬ 
dos o vencidos. El Cid afirmó aún más su domi. 
nio en las playas levantinas con la conquista de 
Almenara y de Murviedro, en 1098, tanto, que 
restauró allí la antigua diócesis, haciendo que 
el Metropolitano de Toledo ordenase obispo de 
Valencia al clérigo francés don Jerónimo de Pé- 
rigord. 

Después de la muerte del Cid (1099), doña Ji- 
mena mantuvo a Valencia contra los ataques 
de los almorávides, casi por espacio de tres 
años; pero tuvo, al fin, que pedir auxilio a su 
primo el rey Alfonso, el cual acudió a socorrer¬ 
la, llevándosela consigo a Castilla, juntamente 
con el cadáver de Rodrigo, e incendiando a Va¬ 
lencia antes de abandonarla (1102). Ya hemos 
dicho que una hija del Cid, María, estuvo ca¬ 
sada con el Conde de Barcelona; la otra, Cris¬ 
tina, casó con el infante de Navarra Ramiro 
(v. nota a 3420). 

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ELEMENTO HISTÓRICO 




Como vemos, el Cantar concuerda en hechos 
fundamentales con la historia averiguada del 
Cid; la enemistad del Cid con el conde García 
Ordóñez y la prisión de éste en Cabra; el des¬ 
tierro del Cid; la prisión del Conde de Barce¬ 
lona; las campañas en tierras de Zaragoza, en 
las montañas de Morella y en las playas de Va¬ 
lencia; la conquista de esta ciudad y el ataque 
rechazado de Yúsuf de Marruecos; el episco¬ 
pado de don Jerónimo en Valencia; el casamien¬ 
to de una de las hijas del Cid con un Infante 
de Navarra (v. nota a 3420). Hasta en menudos 
pormenores coincide el Poema con los datos his¬ 
tóricos : la estancia del Cid en Barcelona, a que 
alude en los versos 962-963, consta por la His¬ 
toria latina (1); y si el Cid en el Cantar consulta 
frecuentemente los agüeros (11-13, 859, 2615), 
sabemos que el Cid histórico era muy dado a 
esta superstición, tan arraigada entonces entre 
gentes de guerra, pues el Conde barcelonés se 
lo echa en cara en la carta de desafío que le di¬ 
rigió, diciéndole que más confiaba en los agüe¬ 
ros que en Dios (2). 

(1) “lile autem de regno Castellae exiens Barcino- 
mm venit, arricia suis in triaticia relictis. Deinde vero 
ad Caesarauguatam venit." (Risco, La Castilla, p. xix.) 

(a) “Montea et corvi, et cornellae, et nisi et aquilae, 
et fere omne gemía avium sant dii tui. quia plus confidis 
in auguriia eorum quam in Deo.“ (Risco, La Castilla, 
p. xxxvi). Véase Cantar, p. 486 . 


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ELEMENTO HISTÓRICO 


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Pero no sólo el héroe, sino casi todos los 
personajes nombrados en el Cantar son riguro¬ 
samente históricos y fueron coetáneos del Cid 

Comencemos por la familia real. Los dos 
condes don Anrrich (y. 3002, etc.) y don Re - 
mond (v. 3109, etc.) son los yernos del Rey; 
los primos Enrique y Ramón de Borgoña, con¬ 
de aquél de Portugal (1094 a 1114), y éste de 
Galicia (1090 a 1107) (1). 

Después también son históricos los amigos 
y vasallos del héroe. 

El conde don Fruela (v. 3004) es Fruela 
Díaz, hermano de doña Jimena, conde de León 
y Astorga, mayordomo del citado conde Ra¬ 
món de Galicia. 

Alvar'Fáñez que Corita mandó (v. 735) figu¬ 
ra realmente como señor de Zorita en documen¬ 
tos de 1097 y 1107. Fué uno de los más nota¬ 
bles caballeros de la corte de Alfonso VI, de- 
belador de los almorávides y reconquistador de 
la Alcarria. En el reinado de doña Urraca, la 
hija de Alfonso VI, fué gobernador de Toledo 
de 1109 a 11 14» fecha en que fué muerto por 
los de Segovia, defendiendo los derechos de su 
Reina contra los partidarios del rey aragonés 
Alfonso el Batallador. El Cantar llama a Alvar 
Fáñez sobrino del Cid (v. 2858, 3438), paren- 

t 

(1) Véanse sus retratos, ps. tío y m. 


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ELEMENTO HISTÓRICO 


tesco confirmado por la carta de arras de doña 
Jimena, del año 1074, y supone que el Cid le 
tiene siempre a su lado, nos le parte de so brago 
(1244). No obstante, las vidas del tío y del so¬ 
brino corrieron más apartadas de lo que el 
Cantar supone, tanto, que la Historia latina del 
héroe pudo escribirse sin nombrar una sola vez 
a Alvar Fáñez. Este pudo salir con su tío al 
destierro, según dice el poeta, pues su firma 
falta por esos años en los documentos de Cas¬ 
tilla, y sólo reaparece entre 1085 y 1087, poco 
más o menos cuando se repatría el Cid; en este 
tiempo es cuando Alfonso VI encargó a Alvar 
Fáñez de entronizar en Valencia a Alcadir, el 

t 

rey moro desposeído de Toledo (1085-1086). 
Después, de 1090 a 1095, vuelve a figurar en 
los documentos reales, cuando el Cid andaba 
ocupado en la conquista del reino de Valencia. 
Luego, pudo estar Alvar Fáñez con su tío en 
Valencia; pero en 1099, poco antes de morir 
el Cid, Alvaro peleaba separadamente contra 
los almorávides y era derrotado en Cuenca. 

Martin Muñoz , el que mandó a Mont Mayor 
(v. 738), fué un caballero que gobernó efectiva¬ 
mente esa ciudad portuguesa con el título de al¬ 
guacil, y luego fué nombrado por Alfonso VI 
conde de Coímbra. Ejerció este alto cargo de 
1091 a 1094, año en que le sustituye el conde 


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HISTÓRICO 




don Ramón de Galicia, yerno del Rey: acaso 
tal sustitución fue violenta, pues el nombre 
de Martin Muñoz no figura más en los docu¬ 
mentos reales, y sólo volvemos a saber de él 
en 1111, en que pasa de Aragón a Castilla p^ra 
guerrear a la reina Urraca, la viuda del citado 
conde don Ramón. Podemos suponer, en vista 
de esto, que, enojado con el Rey por su destitu¬ 
ción, se fué en 1094 con el Cid a Valencia, aun¬ 
que no es fácil que se hallase con el héroe cas¬ 
tellano al comienzo de su destierro. 

Alvar Alvarez y Alvar Salvadores, vasallos 
del héroe, aparecen citados en la carta de arras 
de doña Jimena; aquél, como sobrino del Cid. 

Muño Gustios, criado del Cid y su vasallo de 
pró, consta por documentos históricos que era 
cuñado de doña Jimena y que acompañaba a ésta 
en Cardeña, durante su viudedad, el año 1113. 

Pero Vermúdes, sobrino del Cid y su porta¬ 
estandarte, según el Cantar, también fué per¬ 
sonaje real que ejercía cargos en la corte de 
Sancho II y figuraba en la de Alfonso VI por 
los años 1069 y 1085. 

Sólo quedan Félez Muñoz, otro sobrino del 
Cid; Martin r Antolínez, el burgalés, y Galindo 
Garda, el de Alragón, cuya existencia no consta 
en historias ni documentos. 

La misma historicidad tienen los enemigos 


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ELEMENTO HISTÓRICO 


del Cid en la corte. El conde García Ordóñez, 
llamado el Crespo de Grañón (v. 3112), fué 
realmente gobernador de Grañón, en la Rioja, 
por lo menos desde 1094, así como de Nájera 
lo era desde 1077. Los documentos y crónicas 
le llaman "don García de Grañón”, o “don 
García el Crespo de Grañón”, y los historiado¬ 
res árabes nos transmiten otro apodo de don 
García, “Bocatorcida”. Comenzó siendo amigo 
del Cid, ya que éste le escogió por fiador de sus 
arras a doña Jimena, en 1074. La enemistad en¬ 
tre ambos debió surgir con ocasión de la refe¬ 
rida prisión del Conde en el castillo de Cabra, 
castillo que debía poseer el Conde, pues llevó 
también otro sobrenombre: “ don García de Ca- 

1 

bra”. No consta que después el Conde trabajase 
en la corte contra el Cid, como dice el Cantar; 
pero nada más natural que así fuese, dada la 
situación preponderante del Conde en la corte 
(donde el Rey le honraba sobremanera hasta 
confiarle la crianza del Príncipe heredero) y 
dado también que el Cid mostró claramente es¬ 
tar agraviado del Conde cuando le desafió, de¬ 
vastándole su condado de Rioja en 1092. El 
poeta, empero, es de creer falsease la realidad 
cuando hace al Rey pronunciar una frase des¬ 
pectiva respecto del Conde (v. 1349), pues nos 
consta que el Rey no escaseaba las mayores 


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ELEMENTO HISTÓRICO 


*3 


muestras de afecto hacia García Ordóñez, a 
quien llama en sus diplomas “gloriae nostri 


regni gerens”. 

Alvar Días (v. 2042, 3007 b) figura también 
en la corte entre 1068 y mi, frecuentemente 
con el título de gobernador de Oca, vieja ciu¬ 
dad próxima a Burgos. 

Per Ansúrez, cuyo nombre se conserva en el 
verso 3008 b (olvidado por el copista Per Abat, 
pero impuesto por la Crónica de Veinte Reyes) 
como uno de los personajes del bando de los 
Infantes de Carrión, es el famoso Conde leones 
que engrandeció a Valladolid hacia 1095; su 
gobierno se extendía sobre un vasto condado 
entre los ríos Esla y Pisuerga, en el cual se in¬ 
cluían, además de aquella ciudad, las de Zamo¬ 
ra, Carrión, Saldaña y toda la Liébana. Este 
Conde, como principal vasallo de Alfonso VI 
de León, debió ser rival del Cid, principal va¬ 
sallo de Sancho II de Castilla, cuando estos dos 
Reves hermanos sostuvieron entre sí encarnizada 
guerra. Sabido es que esta lucha terminó con la 
derrota de los leoneses. A principios del año 
1072 Alfonso VI era derrotado en las inmedia¬ 
ciones de Carrión, la capital del condado de Per 
Ansúrez, y aunque se refugió dentro de la igle¬ 
sia de la ciudad, allí fue hecho prisionero por 
Sancho II y el Cid. El vencedor se apropió el 


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ELEMENTO HISTÓRICO 


24 

reino de León, y Alfonso fué obligado a expa- 
triarse entre musulmanes, marchándose a vivir 
con el Rey moro de Toledo. En este destierro 
le acompañaron los dos nobles y fidelísimos 
hermanos Pedro y Gonzalo Ansúrez. 

Este hermano de Per Ansúrez es el que el 
Cantar llama Gong alvo Ansuórez (v. 3008 y 
3690) o conde don Gongalo (v. 2268, 2441), 
padre de los Infantes de Carrión (1). 

Se comprende bien que la‘epopeya castellana, 
cuyo espíritu es frecuentemente hostil a León, 
mirase con antipatía a estos nobles leoneses que 
habían militado en el partido opuesto al del 
Cid. Después, cuando la rivalidad entre Cas¬ 
tilla y León fué olvidándose con la unión de 
ambos reinos, el nombre de Per Ansúrez, gene¬ 
ralmente respetado, desapareció de entre los 
enemigos del héroe castellano en las refundi¬ 
ciones posteriores del Cantar, y hasta se borró 
del original que copió Per Abat. En cambio, el 
nombre de Gonzalo Ansúrez, como de perso¬ 
naje desconocido de todos, pudo quedar sin difi¬ 
cultad. 

Los hijos de este conde don Gonzalo, Diego y 
Femando González, los infantes de Carrión del 
Cantar, que son mucho urgullosos e an part en 

__1 . - . 

( 1 ) Para toda esta cuestión véase Cantar de Mió Cid, 
ps. 544-55». 


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ELEMENTO HISTÓRICO 


*5 


la cort (v. 1938), y cuyo matrimonio con las hi¬ 
jas del Cid el Rey mismo gestiona, también son 
personajes históricos, pues aparecen al lado de 
los otros enemigos del Cid, Pedro Ansúrez, con¬ 
de de Carrión, Alvar Díaz y García Ordóñez, 
como confirmantes en diplomas reales, entre los 
años 1090 y 1109, titulándose ambos “hijos de 
conde” y “del séquito del rey” (filius comitis; 
de scola regis). El Cantar dice que eran de na¬ 
tura de condes de Carrión (v. 2549, 3296), y, 
efectivamente, si estos Diego y Fernando Gon¬ 
zález de los diplomas eran, como el patronímico 
indica, hijos del Gonzalo Ansúrez histórico, re¬ 
sultan sobrinos de Per Ansúrez, Ca r r i o n e n- 
sium comes. Dice también el Cantar que 
son de natura de los de Vanigómez (v. 3443). y, 
en efecto, hallamos que los historiadores árabes, 
desde el siglo x, llaman Beni-Gómez, o sea “hi¬ 
jos de Gómez”, a la familia del conde de Ca¬ 
rrión, Saldaña, Liébana y Zamora, dándole este 
nombre a causa de un antepasado, Gómez Díaz, 
que había sido alférez y yerno del famoso con¬ 
de de Castilla Fernán González, y conde, a su 
vez, de Saldaña y Liébana (1). Cierto es que la 

(1) Los que combaten la historicidad del Poema, desde 
Yepes (1616) hasta Milá (1874, véase Cantar, p. 555) y 
Menéndez y Pelayo (1903, Antología, XI, 313), lo hacen por¬ 
que, desconociendo el Gonzalo Ansúrez histórico, creían que 
los Infantes de Carrión no podían ser sino los hijos de un 
Gómez Díaz, conde de Carrión, uno de los cuales habla 


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• > v- • . /•«/»* 




26 


ELEMENTO HISTÓRICO 


historia nada sabe de un primer matrimonio de 
las hijas del Cid con estos Infantes o jóvenes 
nobles de Carrión; sólo puede decirse que tal 
matrimonio no es imposible, a pesar del matri¬ 
monio histórico de aquéllas con el Infante de 
Navarra y con el Conde de Barcelona, pues en 
la Edad Media abundan los casos de segundas 
nupcias viviendo aún el cónyuge de las prime¬ 
ras (1), y aun cabe añadir que, dada la histori¬ 
cidad general del Poema, es muy arriesgado el 
declarar totalmente fabulosa la acción central 
del mismo. Más razonable es admitir que debió 
existir algún trato matrimonial fracasado entre 
los sobrinos de Pedro Ansúrez y las hijas del 
Cid, pues hubo un tiempo en que el noble leonés 
era amigo del héroe castellano: en 1074 Pedro 
Ansúrez fué fiador de las arras que el Cid dió 
a doña Jimena. 

La parte histórica referente a personajes mu¬ 
sulmanes es en el Poema mucho menor. Sólo 

muerto antes que el Cid ganase a Valencia, y, por lo tanto, 
no podía haberse casado con la hija del Cid, como dice 
el Poema. Además, negaban que los Beni-Gómtz fuesen 
condes de Carrión cuando el Cantar supone, pues ya 
entonces poseía a Carrión el famoso Per Ansúrez. Ahora 
bien: éste era hijo de Asur Díaz, hermano del citado 
Gómez Díaz, condes ambos conjuntamente en Saldaña. 
hacia 1056, y, por lo tanto, Pedro Ansúrez y sus sobri¬ 
nos eran tan Beni-Gómez como Gómez Díaz y sus hijos. 

(1) Véase Berganza, Antigüedades de España. I, 1719. 
ps. 5*8 y siga., y Cokstkr, Rev. Hispaniqve, XV, 194. 


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ELEMENTO HISTÓRICO 


27 


Yúcef, de Marruecos, es un personaje real; Yú- 
suf ben Texufin, primer emperador de los al¬ 
morávides (1059-1116). Para identificar a Bli¬ 
cor con alguno de los Abu Béker coetáneos del 
Cid hay dificultades. Tamin, rey de Valencia 
(verso 636), es fabuloso, y no hay la menor noti¬ 
cia histórica de sus dos vasallos Fáriz (Háriz) y 
Galve (Gálib); probablemente Fáriz, herido por 
el Cid (v. 760), es recuerdo del moro Háriz, 
vencido en combate singular por el Cid en Me- 
dinaceli. De Abengalbón tampoco se sabe nada. 

En suma: a pesar de algunos pocos persona¬ 
jes ignorados o fabulosos, el Cantar tiene un 
carácter eminentemente histórico. Es mucho 
más histórico, sin comparación, que las chansons 
francesas. 

La geografía del Poema tiene todavía mayor 
carácter de exactitud. No hay en ella ningún 
lugar fabuloso, como los que abundan en las 
chansons francesas, y su estudio atento sugiere 
una observación importante. 


CARÁCTER LOCAL DEL POEMA 
TRADICIONES LOCALES QUE ACOGE 

Aunque el juglar menciona ciudades de toda 
la Península y describe itinerarios, que en par- 


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CARÁCTER LOCAL 


28 

te coinciden con grandes vías romanas, única¬ 
mente da pormenores reiterados en el camino 
muy de segundo orden que une a Valencia con 
Burgos. Y en este camino, varias veces recorrido 
por los héroes del Poema, sólo da pormenores 
topográficos, de esos que revelan tm conocimien¬ 
to especial del terreno, entre Medinaceli y Lu- 
zón, y también, aunque ya menos, en dos regio¬ 
nes vecinas a ésa: la del robledo de Corpes, al 
Noroeste, y la de Calatayud, al Nordeste. Con¬ 
sidérese además que en esa tierra entre Medina¬ 
celi y Luzón, tan repetidas veces presentada al 
lector por el poeta, no ocurre ningún incidente 
esencial de la acción épica, salvo que los perso¬ 
najes del Cantar, en sus idas y venidas, pasan 
por allí, como pasan por otras muchas regiones 
de España que el juglar no conoce ni describe. 
Evidentemente ri juglar idea la obra en Medi¬ 
naceli o en sus inmediaciones. 

Entre las varias tentativas de localización del 
Cantar, una de las últimamente formuladas es 
la de Rodolfo Beer, quien lo supone escrito en 
el monasterio benedictino de Cardeña, junto a 
Burgos. Pero si el examen atento de los itinera¬ 
rios descritos por el poeta nos sugiere la conclu¬ 
sión que dejo apuntada, ella se nos impone con 
fuerza al examinar el fondo mismo de la obra. 

No muestra ésta un especial carácter monás- 


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CARÁCTER LOCAL 


29 


tico (1), pero sí lo tiene muy marcado de poe¬ 
sía fronteriza. 

Lo mismo que la geografía, también la acción 
del Poema converge bastante artificiosamente 
en tomo de Medinaceli, ciudad a la sazón situa¬ 
da en la frontera de Castilla. Toda la verdadera 
historia del / Cid como reconquistador, esto es, 
el largo y penoso asedio de Valencia, con la 
toma de Jérica, Onda, Almenar, Burriana, Mur- 
viedro y Peña Cadiella, la despacha el juglar en 
130 veíaos; en cambio gasta 450 en referimos 
la toma y abandono de dos lugarejos fronteri¬ 
zos como Castejón y Alcocer, suceso ni siquiera 
mencionado en la Historia latina del Cid, y que, 

(1) El poeta no conoce a Cardefia más que como un mo¬ 
nasterio famoso de Castilla. Hasta equivoca el nombre del 
abad coetáneo del destierro del Cid, poniendo un fabuloso 
don Sancho (verso 237), en vez del histórico San Sisebuto 
que rigió el convento durante veinticinco años y dejó en la 
casa, como es natural, memoria imborrable. Además, un 
poeta afecto a Cárdena no hubiera dejado de decir, al 
hablar de la traerte del Cid, que el héroe estaba enterrado 
en el monasterio. V. Cantar , ps. 39 7 sigts. Bebtoni, II 
Cantare del Cid, 191a, p. 160, si bien acepta mi localización 
del Cantar (p. 17), cree, a propósito del v. xa86, que nues¬ 
tro poema tiene un carácter clerical más acentuado que las 
Chansons de geste. “L'autore del Cantare fu, parmi, un 
ehierico, com’é del resto naturale, il quale miró ad instilla- 
re negli aacoltatori e nei lettori, oltre che il rispeto per la 
religone, l’ossequio per il sacerdocio in generale.” No creo 
que esta observación tenga bastante apojo en los tipos del 
obispo 7 del abad que figuran en el Poema. Este, en cam¬ 
bio, por su factura 7 por su metro, revélase como obra 
de un juglar lego. 


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30 


CARÁCTER LOCAL 


aunque lo supongamos cierto, es enteramente 
insignificante. La importancia'que el juglar con¬ 
cede a este doble episodio de frontera, sólo se 
explica teniendo en cuenta que Castejón y Al¬ 
cocer están situados en dos regiones próximas 
a Medinaceli, donde se contaría por tradición 
oral la hazaña del Cid en ambos lugarejos. De 
igual modo puede notarse que mientras el Can¬ 
tar no menciona una sola vez a Almutamín ni a 
Almostaín de Zaragoza, ni a Aben Jahaf, los 
Beni Ucgib o Aluacaxí de Valencia ni otros 
notables musulmanes íntimamente relacionados 
con el Cid histórico, tiene como uno de sus prin¬ 
cipales personajes al alcaide Abengalbón, des¬ 
conocido de la historia, pero familiar al poeta 
porque vivía a una jornada de Medinaceli, en 
Molina, ciudad musulmana frontera con Casti¬ 
lla. I-a afrenta de Corpe9, episodio central de 
toda la acción del poema, es también descono¬ 
cida de la historia y pertenece a la tradición 
local de San Esteban de Gormaz, pueblo situado 
a jomada y media de Medinaceli. En fin: el 
localismo se muestra aún en forma más aguda; 
el poeta alude otra vez de pasada y un poco im¬ 
pertinentemente a una tradición de hacia San 
Esteban, extraña al Cid y desconocida no sólo 
para nosotros sino para todos los antiguos que 
no eran de aquella región (v. 2694): 


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ELEMENTOS FICTICIOS 


3* 


a siniestro dexan a Griza que Alamos pobló 
allí son caños do a Elpha encerró. 

El Poema de Mío Cid está, pues, compuesto 
en la frontera de Castilla, la cual en el siglo xn 
era, al parecer, foco de una producción poética, 
lo mismo que la nueva frontera en el siglo xv lo 
continuó siendo con la producción de los últimos 
romances fronterizos salvados del olvido gra¬ 
cias a la imprenta. Ahora bien: Medinaceli fue 
reconquistada definitivamente hacia 1120, y el 
Cantar se escribió sólo una veintena de años des¬ 
pués. Podemos suponer que el juglar nació allí, 
ora después de esta última reconquista, ora 
después de la anterior de 1104, o que, nacido 
hacia San Esteban de Gormaz, compuso su obra 
para ser recitada en la plaza de Medina, impor¬ 
tante punto de concurrencia y mercado. Aten¬ 
diendo a alguna particularidad de lenguaje, aca¬ 
so podríamos sospechar también que el poeta 
era un mozárabe de Medina. 

ELEMENTOS FICTICIOS EN El. CANTAR 

Lleno de los recuerdos locales de Medina y 
de San Esteban, el poeta concibió la vida del hé¬ 
roe, según hemos ya apuntado, bajo un aspecto 
muy particular y con cierta desproporción. Pero 
si dió demasiada importancia al episodio fronte¬ 
rizo de Castejón y Alcocer, supo aprovecharlo 


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ELEMENTOS FICTICIOS 


3* 

para lograr un efecto artístico, realzando con 
él el trabajoso engrandecimiento del héroe des¬ 
terrado; si acogió la tradición de San Esteban, 
omitida por las historias especiales del Cid, supo 
hacer de ella una escena trágica de duradero va¬ 
lor, y con acierto la escogió para planear en tor¬ 
no de la misma todo el Poema. En suma, acertó 
a idealizar esos recuerdos locales, uniéndolos 
para siempre a la historia poética del héroe y 
haciéndolos brillar en ella aún más que las ha¬ 
zañas que interesaban a toda España. Y asi el 
poema que originariamente representó la tradi¬ 
ción particular de un rincón fronterizo de Cas¬ 
tilla, pudo ser recibido por la nación como de¬ 
positario de recuerdos e ideales comunes, de tal 
manera que ese particularismo primitivo sólo se 
descubre hoy gracias a un detenido análisis crí¬ 
tico. 

De igual modo, el poeta tuvo acierto para en¬ 
tresacar de las múltiples noticias que corrían so¬ 
bre la compleja vida del Cid aquellos rasgos que 
más armónicamente podían componer su figura 
heroica. Por ejemplo, redujo a una las dos pri¬ 
siones del Conde de Barcelona y las dos contien¬ 
das con García Ordóñez, y simplificó con ver¬ 
dadero arte las bruscas alternativas de enojo y 
favor de Alfonso VI, reduciéndolas a una sola 


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ELEMENTOS FICTICIOS 


33 


y trabajosa progresión en que el desterrado va 
ganando el favor real (i). 

Para esta elaboración poética de los elementos 
históricos o tradicionales el juglar echó mano 
también, como era natural, de episodios pura¬ 
mente ficticios. 

Uno de ellos es la aparición del ángel Ga¬ 
briel al Cid cuando, caminando éste para el des¬ 
tierro, va a abandonar el territorio castellano 
(v. 405-410); fugaz y único elemento maravi¬ 
lloso del poema. 

Otro episodio ficticio es el de las arcas llenas 
de arena que el Cid deposita en casa de dos 
judíos burgaleses, diciéndoles que están henchi¬ 
das de oro, para obtener en ellos un préstamo 
a cuenta de tal depósito. En multitud de cuentos 
aparece el ardid de las arcas de arena que se 
hacen pasar por un tesoro (2). Pero quien más 
que nadie contribuyó a popularizar este tema 

(1) Véase Cantor de Mió Cid, ps. 68-75, y L’Epopée 
castillane á travers la litterat. espagnole, ps. 111-112. 

(a) Por ejemplo, según Herodoto, III, 123, el persa 
Oretes tienta la codicia de Policrates de Samos con ocho 
arcas llenas de piedras y rellenas por cima de oro. Según el 
Epitome de Justino, XVIII, 4, Dido, para engañar a su her¬ 
mano, arrojó al mar fardos llenos de arena, como que 
eran los tesoros de su marido (tradúcelo la Primera Crón. 
Gen., p. 34 a 7). Otra caja de arena en el Portacuentos 
de Timoneda, núm. 26 (Revue Hispanique, XXIV, 19x1). 
Dos baúles con piedras dentro, confiados en depósito co¬ 
mo que están llenos de riquezas, en Gusmán de Alfara- 
ehe, II.», 2.*, 8. # (Bibl. Aut. Esp., III, 3U-3M*) 

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ELEMENTOS FICTICIOS 


novelesco en Europa fué el judío converso es¬ 
pañol Pedro Alfonso, coetáneo del Cid. En su 
Disciplina clericalis incluye Pedro Alfonso un 
cuento de origen árabe, donde se refiere cómo 
un peregrino a la Meca se hace pagar una deuda, 
despertando nueva codicia en el deudor median¬ 
te el engaño de diez cofres llenos de piedras, 
bien pintados por fuera y con herrajes platea¬ 
dos. Este cuidado en el buen aspecto exterior 
de los cofres es algo semejante al que el Cid 
pone en el de sus arcas, cubiertas de guadame¬ 
cí bermejo y con clavos dorados (v. 88), y no se¬ 
ría difícil que el juglar conociese el cuento de 
la Disciplina, dada la gran difusión que ésta 
tuvo (i). Por lo demás, el engaño se practicaba, 
efectivamente, pues lo vemos descrito en las 
Partidas: “ engañadores hay algunos homes de 
manera que quieren facer muestra a los homes 
que han algo, et toman sacos e bolsas e arcas 

(i) Disciplina clericalis, XIII, copiado por la Gesta Ro~ 
manorum, 118; por el Libro de los Enxemplos, 92, y por 
multitud de autores medievales, incluso Boccaccio, Deca- 
merón, VIII, 10. La* gran difusión de la Disciplina nos 
muestra que el tema de las arcas de arena pasó princi¬ 
palmente de Oriente a Europa por intermedio de España: 
pero no apoyaremos esta opinión, como hace Landau ( Die 
Quellen des Dekameron, 1884, P- 264), en el hecho de que 
e! idioma español tenga una voz especial, manlieve, para 
designar el engaño de la riqueza fingida, pues tal voz no es 
más que una errada fantasía del Diccionario de Autoridades 
sobre una variante de manlieva, error arrastrado a los Dic¬ 
cionarios posteriores de la Academia. 


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ELEMENTOS FICTICIOS 


35 


cerradas, llenas de arena o piedras o de otra cosa 
cualquier semejante, et ponen desuso, para fa¬ 
cer muestra, dineros de oro o de plata o de otra 
moneda, et encomiendan las et danlas a guardar 
en la sacristanía de alguna eglesia o en casa de 
algunt home bueno, faciéndoles entender que 
es tesoro aquello que les dan en condesijo, et 
con este engaño toman dineros prestados...” (i) 
Nuestro poeta quiere hacer resaltar cuán fal¬ 
sas eran las acusaciones, que sobre el héroe pe¬ 
saban, de haber robado parte de los tributos del 
Rey; el Cid parte al destierro pobre; necesita 
un préstamo y no tiene garantías que ofrecer 
a los prestamistas obligados, que eran los ju¬ 
díos. No creo deba mirarse este episodio como 
una manifestación del antisemitismo medieval, 
según hacen Bello y Bertoni. El poeta no cae 
en la vulgaridad jurídica que inspiraba las bu¬ 
las de los Papas y los privilegios de los Reyes 
absolutorios de las deudas contraídas con los 
judíos, pues anuncia que el Cid pagará larga¬ 
mente el pasajero engaño (v. 1436). Después 


(1) Partidas, VII*, i6. # 9,* La Crónica del Cid, parece 
que toma de las Partidas el detalle de que las arcas del 
Gd tenían encima de la arena M oro e piedras preciosas”, 
detalle muy impropio de la pobreza del héroe y del pequefto 
préstamo intentado. Claro es que el engaño descrito en las 
Partidas es sólo una variante del moderno “timo de los 
perdigones”, que tan frecuentemente se practica. 


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ELEMENTOS FICTICIOS 



de este anuncio poco importa que el poeta no 
se acuerde más de decimos cómo el Cid recom¬ 
pensa a los judíos (i). Esta omisión se subsanó 
en la Refundición del Cantar, conocida en el 
siglo xm por las Crónicas, suponiendo que el 
Cid, al enviar a Alvar Fáñez a Castilla (v. 1286), 
envía con él a Martín Antolínez, el mismo que 
había negociado el préstamo sobre las arcas de 
arena, para que pague a los judíos el mismo que 
les engañó; el Cid al despedir a ambos mensaje¬ 
ros, les encarga que pidan perdón a los judíos 
por el forzoso engaño, “pero loado sea el nom¬ 
bre de Dios por siempre, porque me dexó quitar 
mi verdad” (2). Estas nobles palabras, ajenas a 
todo antisemitismo, son las mismas que más bri¬ 
llantemente redacta el Romancero: 

rogarles heis de mi parte 
que me quieran perdonar, 
que con acuita lo fice 
de mi gran necesidad; 
que aunque cuidan que es arena 


(1) Una de tantas omisiones del autor que, comparada 
con las otras que señalamos en las ps. 84-85, ni siquiera re¬ 
vela un gran desprecio por los judios, como cree P. Coromt- 
kas en la Rev. general de Legislación, sept.-oct, 1900, p. 347. 
—Mejor F. Schlkgrl, Geschichte der alten und neuen Li - 
teratur, cap. VIII, considera el episodio de las arcas de arena 
como uno de los frecuentes rasgos cómicos que se pro¬ 
ducen en las figuras heroicas, por el choque de su ideal 
superioridad con los obstáculos de la realidad ordinaria. 

(3) Primera Crónica General, p. 593 b 6; Crónica par¬ 
ticular del Cid, cap. 313. 


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ELEMENTOS FICTICIOS 


37 


lo que en los cofres está, 
quedó soterrado en ella 
el oro de mi verdad (i). 


Otro elemento novelesco del Poema es el epi¬ 
sodio del león. Un león que el Cid tenia enjau¬ 
lado se escapa por el alcázar de Valenda; mien¬ 


tras los Infantes de Carrión se esconden asus¬ 
tados, el Cid se dirige a la fiera, y ésta se le 
humilla, dejándose conducir a la jaula (v. 2278, 
333 o » 33 ^ 3 )- el poema de Adenet, Berte 
aus gratis piés, escrito hacia 1275, se refiere 
algo semejante: un león del rey se escapa 
de su jaula, asustando a todos (os del palado; 
pero Pepino, que entonces tenía veinte años, 
mata al animal. Comparando ambos episodios, 
Pío Rajna no cree “muy improbable” que la 
leyenda del Cid deba a la de Pepino su león (2); 
mas esta suposición, ni aun expresada con tanta 
cautela, me parece aceptable. Primeramente, aun¬ 
que el poema de Adenet es muy posterior al del 
Cid, tenemos alusiones muy antiguas a la leyen¬ 
da de Pepiho, en las que también se dice que ma¬ 
tó al león. Entonces, como el mismo Rajna reco¬ 
noce, las semejanzas entre ambas anécdotas 
son demasiado vagas. En el Cid no se trata del 


(1) Romancero del Cid publicado por Carolina Michaelis, 
Leipzig, 1871, p. 22 S- 

(a) P. Rajna, Orioini delPepopea francései Firenxe. 

1884, p. 463. n. a. 


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ELEMENTOS FICTICIOS 


héroe que mata al león, asunto ÍJue es también 
un lugar común de la poesía épica germánica, 
ni se pretende tanto revelar el valor del héroe, 
según el episodio de Pepino y sus afines, cuanto 
descubrir la cobardía de los Infantes de Carrión. 
Acaso más significativa semejanza podríamos 
ver en la novela de la tabla redonda Ider, donde 
el protagonista vence un oso escapado de la ca¬ 
dena y lo lleva cogido por el cuello, como el 
Cid al león (i). En fin, en la realidad misma 
podían repetirse algunas de las circunstancias 
del episodio del Poema, dada la costumbre de 
mantener fieras enjauladas en los palacios de 
los grandes (2). El fastuoso y vano don Diego 
Hurtado de Mendoza, tercer duque del Infan¬ 
tado, “tenía para ostentación de su grandeza 
una casa de fieras, donde criava leones, tigres, 
ongas y otros animales deste género”, y cuando 
festejó al prisionero Francisco I de Francia, a 
su paso por Guadalajara, en 1525, un león se 
soltó de noche por el palacio; pero el mayordo¬ 
mo del Duque tomó un hacha encendida, se di¬ 
rigió al animal y encandilándole con la luz, le 
cogió de la melena y lo encerró en la leonera (3). 

(1) Histoire litter. de la France, t. XXX, p. 203. 

(2) J. Yancuas, Dice, de antigüedades de Navarra, III, 
1840, p. 131 .—Cantar, p. 731.—A. Schultz, Das hófische 
Leben sur Zeit der Minnesinger, Leipzig, 1889, I, 452. 

(3) A. Núñez de Castro, Hist. eclesiástica y seglar de 
Guadalaxara, Madrid. 1635, ps. 173-174. 


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IMITACIÓN FRANCESA 


39 


IMITACIÓN FRANCESA 


Si no en el pasaje del león, la imitación fran¬ 
cesa aparece clara en otros. Desde luego, parece 
una moda francesa la repetición del indefinido 
tanto en las enumeraciones descriptivas (v. 1783, 
1987, 2114), las cuales además suelen ir enca¬ 
bezadas por el verbo “veríais”, con que el ju¬ 
glar se dirige a sus oyentes y procura sugerirles 
una viva representación de lo que va a narrar: 

Veriedes tantas langas, premer e migar, 
tanta adágara foradar e passar, 
tanta loriga falssar e desmanchar, 
tantos pendones blancos salir vermejos en sangre, 

' tantos buenos cavallos sin sos dueños andar. 

(v. 726-730, y casos menos característicos en 
1141, 1966-1971, 2400-2406, 3242-3244). Es¬ 
tas formas de describir, que se repiten en El 
Rodrigo o Poema de las Mocedades del Cid, y 
en los romances, son muy usadas por los poemas 
franceses. El “allí veríais tanto escudo horada¬ 
do, tanta loriga rota, tanta silla de caballo 
vacía...” es un verdadero lugar común de las 
chansons; sirva de ejemplo el Girará de Vienne : 

La veíase* lante lance brandie... 
ce jor y ot meinte selle vuidie, 
et mainte targe et perciée et croissie, 
ct mainte broine rompue et desarcie, 
cil destrier fuyent parmi la praierie (i). 


(t) Véanse más ejemplos en A. Bello, Oleras, II, p. 226: 
D. Hinard, Poema du Cid, p. 275; Milá, De la poes. her. 


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40 


IMITACIÓN FRANCESA 


La oración narrativa de doña Jimena; pidien¬ 
do al cielo protección para el Cid desterrado 
(v. 330-365), está imitada asimismo de los poe¬ 
mas franceses; y no ya sólo de los más viejos, 
como el Roland, donde las oraciones son breves, 
sino, además, de poemas posteriores, donde el 
tema está amplificado. 

Citaremos como muestra estos versos de la 
oración de doña Jimena: 

Ya señor glorioso, padre que en cielo estás... 
prisist encarnación en santa María madre, 
en Belleem aparegist, comino fo tu veluntad, 
pastores te glorificaron, ovieron te a laudere... 

Por tierra andidiste xxxn años, Señor spirital... 
Longinoa era ciego, que nunqua vido alguandre; 
diot con la langa en el costado dont yxió la sangre, 
corrió la sangre por el astil ayuso, las manos se ovo de untar, 
algolas arriba, llególas a la faz, 


pop., p. 470. Además, Cantar, p«. 336 *.; 363,.; 893 
Añadiré el ejemplo más análogo que hallo en el Rolana, 
xó 22 (el tercer verso no se halla en el ms. de Oxford): 


La veíssez si grant dulur de gent, 
tant hume mort e naffret e sanglent... 
tant bon cheval par le camp vunt fuiant 


Comp. 3483. Otfo ejemplo. ’ Et tante targe affreinte, tante 
‘broigne faussee, Et tant pie et tant poign, tante teste 
coupee.” Destruct. de Rome (Romanía, II, 6 , etc., v. 34, 
Comp. 38a). En el poema francoitaliano de Berta de li gran 
pie : M Doncha verisi mante robe mostrer...” (Romanía, IV, 
104, verso 51.) En Florence de Rome (ed. Wallenskóld, 
v. 1788-9:, comp. i3ao-aa): 


La veissiez estor de fraiz renovelé; 
la ot tante hanste frainte et tant escu troé, 
tant habert desmaillié et tant davaín faucé, 
tant cop feru d'eapee desús hiauxne gemé. 


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IMITACIÓN FRANCESA 




abrió so» ojos cató a todas partes; 

en ti crovo al ora por end es salvo de mal. 

Compárese ahora la oración de Carlomagno 
en Fierabrás (v. 1169), poema cuya redacción 
conservada es de hacia el año 1200, pero que 
debió tener otra forma anterior: 

Gloríeos Sire peres, qui en crois fu penés, 
et en la sainte Virge et concóus et nés, 
en Bethléem, biaus Sire, nasquis en povretés... 
et li pastour des cana en ont leur cors sonnés... 

Puis alaste» par terre xxxxx ans passés... 

Et Longis vous feri de la lance es costé»: 
il n'avoit ainc véu de l'eure qu’il fu nés; 
li sans fu par la lance duques as puin» coulés; 
il en terst a ses ex tantost fu alumés; 

Sire merchi cria; tu séus son pensé. 

Otras semejanzas por el estilo pueden bus¬ 
carse en las demás oraciones de los poemas 
franceses (1); en vista de ellas no puedo com¬ 
partir la opinión de Ríos y de Milá, quienes, 
entre la oración de doña Jimena y la de las 
chansons descubrían tan sólo semejanzas lige- 

(1) He aqui en las oraciones francesas algunos mila¬ 
gros comunes con los de la de doña Jimena: Daniel, Joñas 
y Lázaro, en Roland, 2384, 3100; Jonás, Daniel y resurrec¬ 
ción; Gaydon, 2334, 10006, Jonás, Daniel, Susana; en Amis 
et Amile, 1764; Susana, los ladrones crucificados con Cris¬ 
to, Longinos, Ogier, 11645; nacimiento, magos, Lázaro; 
Longinos y resurrección, Cu* de Bourgogne, 2543, 1892; na¬ 
cimiento, magos, Longinos, Siége de Narbonne (comp. Can¬ 
tar, p. 2o w ). Véase Gautier, La Chevalerie, ps. 542-546 
7 38, y J. Altona, Cebe te und Anruf ungen in den altfran- 
sosischen Chansons de geste, Marburg, 1883, P». 13-14 
(Ausgaben und Abhandlungen de Stengel, IX). 


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42 


IMITACIÓN FRANCESA 


ras de esas que pueden producirse por analogía 
del estado social en que vivian los poetas caste¬ 
llanos y franceses (i). Es evidente la imitación 
inmediata. Además se trata de una imitación in¬ 
sistente. El Poema del Cid no debió ser el pri¬ 
mero que copió estas oraciones narrativas, y 
tampoco fué el último. Siglos después hallamos 
otras oraciones por el estilo en el Poema de 
Fernán González, 105-113, y en el Arcipreste 
de Hita, 1-7, es decir, en obras no debidas ya 
a juglares, sino a clérigos, y ambas acusan un 
nuevo patrón común, pues, incluyendo milagros 
iguales a los del Poema del Cid (Daniel. Jonás, 
Susana) concuerdan en añadir otros nuevos 
(san Pedro, Ester, santa Marina, los tres niños 
del horno). Cuando la oración reaparece en la 
obra de un juglar, en la Gesta del abad Juan 
de Montemayor, no es ya imitada de Francia, 
sino del mismo Poema del Cid. 

En fin, debemos admitir asimismo como imi¬ 
tada del francés la manifestación del dolor de 
los personajes por medio de lágrimas. Las cir¬ 
cunstancias en que éstas se vierten no tienen 

(1) A. d* los Ríos, Hist. crític. de la literat. esp., 
III, 1863; p. 140, n.; Milá, De la poesía heroico-pop., pᬠ
gina 467. Las coincidencias casuales son «nás vagas. Por 
ejemplo, la absolución de don Jerónimo (v. 1703), “el que 
aquí muriere lidiando de cara”, etc., 7 la del papa, en el 
Couronnement de Louis, 426-430, “qui en cest jor morra 
en la bataille En paradis avra son herberjage”, etc 


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IMITACIÓN FRANCESA 


43 


nada de especialmente francés. £1 dolor se ma¬ 
nifiesta habitualmente con llanto en los* héroes 
griegos, germanos o románicos, mientras la có¬ 
lera es un motivo arcaico que hace llorar en 
pocos poemas romances; así el Cid llora en mul¬ 
titud de ocasiones; pero cuando sabe la felonía 
que cometieron sus yernos, sólo prorrumpe en 
un juramento, y al abrazar a sus abandonadas 
hijas, se sonríe; por otra parte, los personajes 
antipáticos, los infantes de Carrión, Ganelón, 
los pretendientes de la Odisea, tienen sus ojos 
secos ante la desgracia. Mas aunque las lágrimas 
aparezcan lo mismo en los personajes de Home¬ 
ro que de Ariosto, las expresiones consagradas 
del llanto en nuestro Cantar son iguales a las 
de la epopeya francesa, que es especialmente 
lacrimosa. En el Roland y chansons más anti¬ 
guas, plorer des oilz es la fórmula corriente del 
dolor, que va haciéndose escasa en las chansons 
posteriores; llorar de los ojos es dominante en 
el Cantar, y como forma rara reaparece en al¬ 
gunos romances de gusto francés (i). Las ex¬ 
presiones que ocurren escasamente en nuestro 


(i) Por ejemplo, en el del Marqués de Mantua, “lloran¬ 
do de los sus ojos sin poderse conortar" ( Primavera , de 
Wolf, II, p. 184). Véase Cantar, ps. 92 ^ a , 380^ 
y 736^, ahí se verá que la expresión es también fre¬ 
cuente en los poemas de clerecía. También en la literatura 
'francesa, la expresión ocurre fuera de las Chansons: en 


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IMITACIÓN FRANCESA 


44 


Cantar, competaron de llorar (v. 856) y lloran 
de coraron (v. 2632) ocurren también, en mu¬ 
chas chansons aquélla, y en el Girará de Rous- 
sillon ésta (1). 

En vista de estos tres casos de imitación fran¬ 


cesa (2) sin duda se queda corto Milá al creer 


Saint Alexis, 222 var.; en las Altfransósische Romaneen, 
her. von K. Bartsch. 1870, p. 8, etc.: en la Passion varia, 
pues es “de ssos sanz ola fort lagrimcz”. 

(1) Véase L. Beszakd, Les larmes dans l’épopée, en la 
Zeitschrift für román. Pkilologie, XXVII, 1903, ps. 666- 
668, 531, 651. No trata de la imitación. Nota que la frase 
pleurer du catur parece meridional, pues sólo se halla en el 
poema provenzal y en el español; la analogía de estas dos 
fiases es evidente, pero nótese que el uso de la preposición 
de es diferente en una y otra expresión. 

(2) Pudieran señalarse otras frases del Poema del Cid 
análogas a las de las chansons, pero que no revelan imi¬ 
tación inmediata, siendo resultado general de la fraternidad 
de las dos lenguas y literaturas. Alvar Fáñez es el diestro 
brago del Cid (810, 753), o su brago mejor (3063), y Roland 
es para Carlos le destre brax de /' cors (597); pero es frase 
corriente “ser el brazo derecho de uno”. = “Crebantó la 
bloca del escudo apart gela echó, Passógelo todo, que nada 
nol valió (363a), “todas sus guarniciones nada non les 
valieron” Fernán González, 315, ninguna not ovo pro 
(3639); prov.: “Pelme ni la cofa no li vale ", fr.: u ne luí 
garit halbercs ne akemons stoffes”. Araadis: “fino al uno 
dellos de manera que armadura que trajese no le aprove¬ 
cho”. = “j Quien vio por Castiella tanta muía preciada” 
(1966); u Qui dont veist ces espées saichier” (Raoul de 
Cambrai); u Qui dont véist les povres escuiers...’’ (Li Char- 
roi de Nimes), etc., etc., = sin falla (523, 1963, 1806), 
fr. sent faille, sans falseté. = alto es el poyo (864), pu¬ 
diera tomarse como reminiscencia del famoso verso halt 
sunt li pui del Roland, 814, 1755 (según me indica M. Vil- 
motte), pero la semejanza es poco significativa, no tra- 


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f 


IMITACIÓN FRANCESA 


45 


que no se puede afirmar del autor del Poema 
que hubiese necesariamente oído un poema fran¬ 
cés, sino sólo que conocía descripciones de ba¬ 
tallas que mediata o inmediatamente provenían 
de la epopeya francesa (i). Un juglar de gesta 
castellano, en el siglo xn, no podía ignorar el 
Roland y otras gestas anteriores referentes a las 
guerras de Carlomagno en España, cuando ha¬ 
cia ii io el monje de Silos se molestaba en pro¬ 
testar contra ellas (2), y cuando los dos héroes 


tándose en Mío Gd de Poyo como nombre común en 
plural, sino como nombre propio en singular, aun hoy sub¬ 
sistente: El Poyo, el cual, en realidad, es muy alto; 
la coincidencia, parcial solamente, parece efecto de la ca¬ 
sualidad. = por ti cobdo . a yus o ¡o sangre destellando, 
véase Cantar, pág. 91 , es expresión ponderativa análoga 
a la que «ja el Roland de Venecia, v. 1767; li sangue ver- 
mtil envola entresque al broa (edic. Kólbing, pág. 5 2 ; var. 
de P.: li sans vermaus jusqu’as poings en coula; de T.: que 
le sane cler sur les bras li vola ; de C y V : li sans ver- 
meill jusqv'as pies li cola. edio. Fórster. Altfr. Bibl., 
VII, ps. 76-77, y VI, p. 145); pero la analogía es par¬ 
cial; la frase castellana es más enérgica que la francesa, 
y tuvo continuidad en la literatura española medieval ( Cantar, 
página 579 19 ) I y aún hoy en Aragón se usa en otras apli¬ 
caciones (hasta el codo, es calificación elíptica de la fru¬ 
ta que destila jugo abundante al ser mondada con el cu¬ 
chillo); la semejanza del verso castellano y del francés 
no indica, pues, imitación sino cierta comunidad vaga de 
fraseología románica. 

(1) MilA, De la poesía her. pop., p. 470. Véase tam¬ 
bién De los Trovadores en España, Obras, II, ps. 538-540. 

(2) Silense, 18 ( España Sagrada, XVII, 271). Resulta 
evidente que el Silense alude a chansons francesas cuan¬ 
do se comparan sus palabras (“franci falso asserunt**) 


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46 


IMITACIÓN FRANCESA 


Roldán y Oliveros representaban el ideal caba¬ 
lleresco para el poema de Almería, hacia 1150; 
otras chansons' de esta centuria, como la de 
Ogier, la Mort Aimeri, Amis et Amile, debían 
también ser conocidas en Castilla, a juzgar por 
los rastros que de ellas quedan en los ro¬ 
mances. Obsérvese que desde fines del siglo xi, 
a lo largo del camino francés que conducía a 
Santiago, había barrios enteros poblados de 
franceses, principalmente del mediodía de Fran¬ 
cia, en Logroño, Belorado, Burgos, Sahagún, 
y fuera de aquella gran vía de peregrina¬ 
ción, en Silos, en Toledo y en otras muchas ciu¬ 
dades. Por fuerza los juglares peregrinos, o los 
franceses principales que a veces traían sus ju¬ 
glares consigo, harían conocer a sus compatrio¬ 
tas establecidos en España los poemas franceses, 
sobre todo aquellos que contaban con traducción 
provenzal, como el Fierabrás, cuya oración se 
parece tanto a la de doña Jimena. Pero tampoco 
exageremos la influencia extranjera en el Poe¬ 
ma del Cid hasta el punto de los que lo creyeron 
escrito en una jerga medio provenzal o medio 
francesa (1), o tle los que en cada episodio, en 


con el capitulo u del libro IV de Rodrigo de Toledo, 
que manifiestamente es una refutación del Roland o de 
la versión española del mismo (“histrionum fabulae*'); 
v. Rev. Fitol. Esp., IV, 1917. ps. 151-152 y 155-156. 

(1) Cítanse en el Cantor t ps. 35 y 36. 


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IMITACIÓN FRANCESA 


47 


cada pormenor, en cada frase del Poema sienten 
latir la vida de las chansons (i). En los tiempos 
de Wolf, en que se desconocía la épica castellana 
y hasta se negaba la posibilidad de su existencia, 
era natural que, apareciendo el Poema del Cid 
como nota aislada de la literatura española 
frente a la rica producción épica francesa, se le 
calificase de simple remedo semi-erudito de mo¬ 
delos franceses (2). Pero hoy que vemos ese 

- - - -- —m% 

(1) G. Bertoni, II Cantare del Cid, Barí, 191a, p. 15.— 
Aunque más templado. Bello exagera también al establecer 
esta comparación: “tan cierto es para nosotros que el 
autor del Poema del Gd imitó las jestas o historias rimadas 
de los troveres, como que Moratín, Quintana, Genfuegos i 
Martínez de la Rosa han adoptado en sus composiciones 
dramáticas las reglas, el gusto i estilo del teatro francés 
moderno. I aun nos atrevemos a decir, después de un atento 
examen, que es mayor i más visible esta influencia france¬ 
sa en la antigua epopeya española.* Bello (Obras, VI, 260) 
escribe estas palabras en 1834 para contradecir el supuesto 
influjo árabe, y preocupado con su nueva y entonces muy 
rara erudición relativa a las chansons, de las cuales había 
leído muchas manuscritas en el Museo británico.—E. di 
Saint-Albín, La Léaende du Cid, 1866, I, p. 223, desearía, 
“como francés*, hallar pruebas en favor de la opinión bas¬ 
tante corriente de que el Poema está imitado del Roland, 
pero no halla la más mínima. Véase también p. 59, n. 

(2) Esto dice Wolf en cuanto a la métrica, Studien, 
ps. 4*5 «ig. D. Hinard ve la influencia francesa en cada por¬ 
menor de lenguaje (p. lxx) y de métrica del Poema, fun¬ 
dándose en puntos de vista que no creo sean hoy acep¬ 
tados por nadie (v. Cantar, ps. 35 y 7gr); ve también in¬ 
fluencia en las costumbres caballerescas, armas y trajes, lo 
cual me parece evidente; pero no trata en especial de la 
imitación literaria.—Es increíble que, después de escrito 
el libro de Milá, F. Kórbs siente como tesis algo más 


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4 & 


DIFUSIÓN Y ÉXITO 


Poema como parte de una completa poesía he¬ 
roica castellana de carácter muy diferente de 
la francesa, no puede menos de reconocerse que 
los pormenores, el argumento y el espíritu gene¬ 
ral del Poema no pueden ser más diversos del de 
las chansons; el estilo sólo en muy pequeña par¬ 
te es semejante (i); el verso mismo, con set anᬠ
logo, es muy diferente en aquella y en estas 
obras literarias (2). De modo que la cuestión 


categórico que las afirmaciones anteriores: “Das P. C. ist, 
eine von einem spanischen juglar verfasste Nachahmung 
einer a. fr. chanson de geste." (Untcrsuchung der sprachli- 
chen Eigentümlichkeiten des altsp. P. del Cid, Frankfurt, 
a. M., 1803, p. 63.) 

(1) Como complemento a nuestra nota 2 de la p. 44 
y como resumen referente al estilo del Poema, copiaré las 
atinadas observaciones de Bertoni (ps. 24-25), quien ya he¬ 
mos visto no regatea la influencia francesa: “Dal confronto 
del “Cantare" con altri monumenti spagnuoli concernenti 
l’antica epopea (per es. la Cronaca rimada) risulta, com’ é 
del resto naturale, che lo stile épico ebbe una speciale 
fraseología contesta di locuzioni giá fatte e molto care, 
senza dubbio, ai giullari e al pubblico. Cosí, trovia- 
mo sovente il cavallo che fugge “senza padrone". e 
i pennoni che “s’ innalzano e si abbassano”, e il “sangue 
"che cola giú dal gomito", ecc. ecc. In genere, non pare 
que questa speciale fraseología. che soesso ritorna e costi- 
tuisce uno degli interessanti caratteri del “Cantare", siasi 
formata sotto 1 * influsso della Francia, benché anche lo 
stile, qua e lá, risenta non poco, come si é avuta occasione 
di vedere, della moda letteraria francese. Ma, anche nella 
forma, molto di indígeno resta—ed é, per il rispetto sti- 
listico, ció che é piü importante e curioso!” 

(2) Aún creo poco exacta la fórmula de J. Val** a, 
Discurso sobre el “Quijote 1 *, en la Academia Española, 25 
sept. 1864, p. 21 : “poco importa que el metro y la es- 


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DIFUSIÓN Y ÉXITO 


49 

puede quedar en terreno firme, reconociéndose 
en d Cantar un fondo de tradición poética in¬ 
dígena y una forma renovada por la influencia 
francesa (i). 

DIFUSIÓN Y ÉXITO DEL POEMA 

El Poema del Cid, compuesto principalmente 
sobre tradiciones locales de hacia Medinaceli, 
se hizo pronto popular fuera de su tierra (2). 
Acaso no habían pasado diez años de su com¬ 
posición y ya alude a él como famoso el autor 
del poema de Almería. Los juglares posteriores 
se inspiraron en él repetidas veces. En el si¬ 
glo xiii, el poema de Fernán González imitó (3) 
la cortés e irónica despedida que el Cid hace al 
Conde de Barcelona cuando le devuelve la liber¬ 
tad (v. 1064-1076). En el siglo xiv, el juglar 

tructura del Poema del Cid estén imitados de las can¬ 
ciones de gesta; el espíritu es puro, original y castizo en 
toda .la extensión de la palabra.” 

(1) Asi lo reconoció ya Huber en 1857; comp. MilA, De 
la potsia her.-pop., p. 88. 

(a) En el artículo de A. P. Lopes de Mendovca, In¬ 
fluencia del Poema del Cid sobre las costumbres, carácter 
y Poesía de la Península hispana (publ. en La América. 
8 dic. 1860, p. ix), no hallará el lector sino la irás in¬ 
substancial declamación. 

(3) En el pasaje perdido de la libertad que Fernán Gon¬ 
zález da al rey García, al menos en la redacción conocida 
por el abad de Arlanza, Arredondo. Puede verse el pasaje 
de Arredondo en C. C. Mardix, Poema de Fernán Gonpálee, 
1904, p. 189. 

4 


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DIFUSIÓN Y ixrro 



dd Abad Juan de Montemayor imitó la huida 
del rey Búcar (v. 2408-242 1 ) y la oración de 
doña Jimena (v. 330-365), aludiendo a loa 
mismos milagros que ésta y cayendo en el 
mismo error cronológico de colocar la bajada de 
Cristo a los infiernos después de la resurrección. 
Pero ya en esa imitación de la huida de Búcar 
se descubre que el Poema del Cid no circulaba 
en el estado primitivo que hoy conocemos, sino 
con ciertas alteraciones (1). 

Cierto que, en el mismo siglo xiv. Per Abbat 

# 

y la Crónica de Veinte Reyes propagaban toda¬ 
vía el texto viejo, pero esto lo hacían por un 
espíritu arcaizante opuesto al de la mayoría de 
sus coetáneos. 

En los siglos xiii y xiv el Poema circulaba, 
no en su estado primitivo, sino refundido. En 
efecto: la Primera Crónica General , hacia 1289, 
prosifica todo el Cantar de Mió Cid, y en esa 
prosi ficación se observa que si bien el Poema en 
su primera parte no había sufrido apenas mo- 


(x) Véase R. Meníndex Pidal, La leyenda del Abad don 
Juan de Montemayor, Dresden, 1903, ps. xvi y xxvn.— 
Tickhor, Hist. de la literatura esp., I, a8, descubre en el 
Rodrigo una imitación del Cantar, pero se trata de una 
descripción de batalla que arriba hemos explicado por 
imitación francesa, independiente en ambos poemas espa- 
fioles. Otras semejanzas entre el Rodrigo y el Cid nota 
C. G. Estlakdes, Poema del Cid, I svensk dfversSttning, 
Helsingfors, 1863, p. 6a, pero son inexpresivas. 


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DIFUSIÓN Y ÉXITO 


51 


dificacianes, las había sufrido abundantes a 
partir de la conquista de Valencia por el héroe. 
La nueva redacción de la obra repara los olvidos 
del autor primitivo (véase un ejemplo en la pᬠ
gina 36), tiende a hacer más complicada la 
trama y a agrandar sus proporciones, dando al 
relato cierto tono de libro de caballerías, con 
merma de la antigua sencillez heroica (1). 

Posteriormente, la Crónica del año 1344 y la 
Crónica particular del Cid incluyen también la 
prosi ficación del Poema y nos revelan otro arre¬ 
glo del texto, donde los cambios son aún mayo¬ 
res: el comienzo del Poema, antes dejado casi 
intacto, sufre ahora modificaciones; y nuevos 
personajes toman parte en la acción, como un 
Martín Peláez el Asturiano, que logró vida dra¬ 
mática en el teatro de Tirso de Molina. 

(1) Pudiera creerse que los redactores de la Crónica no 
seguían en estas mudanzas una redacción en verso del 
Cantar, sino tradiciones orales o propias invenciones. Así 
piensan Beer y Coester ( Cantar , ps. 128^ y U 75 4n * 
Coester cree que se deben admitir las fuentes no poéticas, 
•obre todo desde la parte correspondiente al verso 3337, 
en que las divergencias son más considerables. Pero en 
esta parte está la buida del rey Búcar, cuyo final modi¬ 
ficado (Búcar, según la Crónica, no es muerto por el Cid, 
sino que huye con vida), tuvo descendencia poética en 
los romances populares que hoy se cantan conformes con 
esa modificación, y no es nada probable que un romance 
popular derive de una Crónica. Además, la fuente poética 
de las Crónicas resulta evidente por hallarse en ellas tro- 
sos rimados, uno de los cuales aprovechamos en la pᬠ
tina 133 . 


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52 


DIFUSIÓN Y ÉXITO 


Por medio de estas refundiciones sucesivas 
la vida del Poema se prolongaba a través de los 
siglos, poniendo su relato en armonía con los 
gustos de cada época. En el siglo xv, de las 
refundiciones entonces en uso se derivaron di¬ 
versos romances populares, en los cuales siguie¬ 
ron viviendo algunos versos del Cantar, rela¬ 
tivos a la corte de Toledo, y, sobre todo, al epi¬ 
sodio de la huida del rey Búcar, que aún hoy 
puede oírse de boca del pueblo en oscuros can¬ 
tos de España, Portugal y Marruecos. 

Mas, a pesar de estos romances y de aquellas 
Crónicas, el Poema ni aun por ellos de un modo 
indirecto inspiró a ninguno de los grandes poe¬ 
tas dramáticos del siglo xvn. Nuevas y más 
brillantes aventuras con que se había enrique¬ 
cido la leyenda del Cid hicieron olvidar las an¬ 
tiguas; y el cantar quedó totalmente ignorado, 
salvo de algunos eruditos, hasta que lo dió a la 
imprenta Tomás Antonio Sánchez en 1779 (1). 
Pero aun entonces no hemos de esperar que esta 
edición, hecha cuando en España dominaba el 
gusto francés, recabase del público un justo 
aprecio para el viejo Cantar. Téngase en cuenta 
que la Edad Media estaba generalmente muy 
desconocida y que faltaban todavía cerca de 

(1) Colección de poesías castellanas anteriores al ti¬ 
pio xv, t. I, p. «29- 


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DIFUSIÓN Y ÉXITO 


53 


cuarenta y de sesenta años respectivamente para 
que Alemania y Francia llegasen a publicar sus 
Ntbelungos y su Roland. Bastante se adelantó 
Sánchez con dar a luz el Poema del Cid y apre¬ 
ciar en él “la sencillez y venerable rusticidad”, 
“el aire de verdad” con que nos representa las 
costumbres y maneras de los infanzones de an¬ 
taño. 

La primera impresión que produjo el recién 
publicado Poema dista mucho de serle favora¬ 
ble, pues empezó a ser conocido en un tiempo 
en que toda la literatura medieval era letra 
muerta, incomprensible, no sólo en España, sino 
en la mayor parte de los países. Capmany, en 
1786, califica el Poema de simple crónica rima¬ 
da, y escoge como muestra de ella dos pasajes 
“de los menos inelegantes y bárbaros” (1). El 
gran poeta Quintana era poco más benévolo 
en 1807, al reconocer que nuestro juglar “no 
está tan falto de talento que de cuando en 
cuando no manifieste alguna intención poéti¬ 
ca” ; pero, al fin, el crítico alaba la bella des¬ 
pedida del Cid y Jimena, la gradación dra- 

(1) Teatro histérico-critico de la elocuencia española, 
t I, ps. i-a. Mendibil, Bibliot. selecta de literatura esp., 
Burdeos, 1819, I, pág. xxix, dice del Poema que "nada tiene 
de épico, y aun casi pudiera disputársele el titulo de poema”. 
Por este tiempo, Forncr parece aludir al Poema, en la 
frase chavacana, M algún cartapelón del siglo xm en loor 
de las bragas del Cid” ( Carta de Bartolo, 1790, p. 66). 


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DIFUSIÓN Y ÉXITO 


mática y el artificio con que está contada la 
corte de Toledo, y el buen estilo y animación 
que se descubre en el primer choque de los In¬ 
fantes con los campeones de Rodrigo (i). Es 
verdaderamente chocante que Vargas Ponce 
pudiese en 1791 (2) sentir francamente el “ex¬ 
quisito sabor de antigüedad” del Poema, com¬ 
parar sus epítetos a los homéricos y leer la 
obra “con una grata conmoción”. Todavía Mar¬ 
tínez de la Rosa no podía ver en ella más que 
un “embrión informe” (3). 

Mientras en España lograba el Poema tan 
escaso éxito, el naciente Romanticismo, con su 
simpatía general por la Edad Media, traía en el 
extranjero un cambio favorable de juicio. En 
1808, el poeta escocés Roberto Southey, que 
tanto trabajó en la rehabilitación de la antigua 
poesía peninsular, conceptuaba el Poema del 
Cid “como decididamente y sobre toda compa¬ 
ración el más hermoso poema escrito en lengua 


(1) Colección de poesías selectas castellanas, t. I, p. xvi. 
(a) Declamación contra los abusos introducidos en el 
castellano, presentada y no premiada en la Academia Espch 
Hola el año 1791, Madrid, 1793. 

(3) En las Anotaciones a su Arte Poética, París, 1828. 
canto I, nota 10.—Moratín, en la nota 3 de sus Orígenes 
del teatro español, hallaba también todo deforme en el 
Poema: d lenguaje, el estilo, la versificación y la con¬ 
sonancia (BibL Aut Esp., II, p. 165 b ). 


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DIFUSIÓN Y ÉXITO 


55 


española” (i), y en 1813 añadía, excitando a la 
revolución literaria: “los españoles no conocen 
aún el alto valor que como poema tiene la his¬ 
toria métrica del Cid, y mientras no desechen 
el falso gusto que les impide percibirlo, jamás 
producirán nada grande en las más elevadas 
esferas del arte; bien puede decirse sin temor 
que de todos los poemas que se han compuesto 
después de la Ilíada, el del Cid es el más homé¬ 
rico en su espíritu, si bien el lenguaje de la Pen¬ 
ínsula era en aquella época rústico e infor¬ 
me” (2). Abundando en las ideas d.e Southey, 
otro escocés, Hallam, en su View of the State 
of Europe during the Middle Age, 1818, afir¬ 
ma que el Poema del Cid “aventaja a todo lo 
que se escribió en Europa antes del apareci¬ 
miento de Dante”; y esta apreciación fué, sin 
duda, tenida en cuenta por el angloamericano 
Ticknor, cuando al examinar el Poema en su 
History of spanish literature (1849) dice: “pue¬ 
de asegurarse que en los diez siglos transcurri¬ 
dos desde la ruina de la civilización griega y 
romana hasta la aparición de la Divina Comme - 

(1) Chronicle of the Cid, from the Spanish, by R. Sou- 
txky, London, 1808. p. ix. 

(a) Articulo anónimo en la Quarterly Review, t. XII, 
p 64 (▼. Ticknob, Hútor. de la lit. esp., trad., I, 27 n., y 
Fitzmaubicb-Kxu.y en The Moming Post, 8 Tebr. 1900. 
Wolf, Studien, p. 31, n., no atribuye a Southey este ar¬ 
ticulo). 


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5Ó 


DIFUSIÓN Y ÉXITO 


dia, ningún país ha producido un trozo de poesía 
más original en sus formas y más lleno de na¬ 
turalidad, energía y colorido” (i). 

La crítica alemana reconoció el valor del Poe¬ 
ma por boca de Federico Schlegel, en 1811. Pe ¬ 
ro quien de un modo más penetrante juzgó la 
obra íué el doctísimo Fernando Wolf. Dolién¬ 
dose éste en 1831 de que ni Bouterwek ni sus 
traductores españoles hubiesen comprendido el 
alto valor y la profunda significación del Poe¬ 
ma, hace de él uno de los mejores estudios de 
que ha sido objeto (2). Wolf realza, sobre todo, 
la f uerte unidad que traba las partes de la obra, 
haciéndolas concurrir al plan artístico que se 
propuso el juglar. La belleza del Poema no es 
un producto abstracto y reflexivo, sino que con¬ 
siste en una “reproducción inconsciente de la 
realidad, por eso mismo más veraz, más sor¬ 
prendente”. “La exposición desnuda de arte” 
se impone al ánimo “por la íntima verdad y ele¬ 
vada naturalidad” que respira; es sencilla, in¬ 
genua y enérgica. La continua repetición de pa¬ 
labras y frases para designar las mismas ideas 

(1) Tiist. de la literal., por M. G. Ticénoh, traduc. Ga- 
yangos-Vedia, 1851, t. I, p. 26. 

(2) Reimpreso en F. Wolf, S tu di en sur Geschichte der 
xpan. und. port. Nationalliteratur, Berlín, 1859, ps. 29 y sigs. 
—También Clarus, Darstellung der Spanischen Literature 
ir. Aíittclaller, Main*, 1846, siguiendo a Wolf, nota en «1 
Poema la poética unidad realzada por un arte consumado. 


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DIFUSIÓN Y ÉXITO 


57 


y circunstancias, así como los pintorescos epíte¬ 
tos, recuerdan la epopeya griega. Los caracte¬ 
res, aun los de las figuras secundarias, están 
trazados con rasgos tan sobrios como^ eficaces. 

Volviendo a las apreciaciones extremas, te- 
presentadas por la crítica inglesa de Southey y 
Hallam, podrá observarse que éstos aún no co¬ 
nocían la chanson de Roland, la cual podría ha¬ 
berles hecho modificar su parecer. Pues bien: 
la publicación del Roland en 1837, lejos de per¬ 
judicar al Poema, abre en favor de éste un cu¬ 
rioso episodio de crítica comparativa. Damas 
Hinard, tratando de juzgar el Cantar dentro de 
su tiempo, escogió como punto de referencia el 
Roland, que hacía pocos años había obtenido 
una segunda edición, y se tenía, cada vez más, 
como celebrado modelo. El poeta de Roland 
era más docto que el del Cid; conocía de la an¬ 
tigüedad clásica cuanto era conocido en su épo¬ 
ca; condujo su obra con muy buen juicio, y por 
la unidad y simplicidad de su composición pue¬ 
de ser mirado como precursor de los clásicos 
franceses del siglo xvn. Pero le faltaba la gran 
cualidad del poeta: el sentimiento de la vida 
humana y el poder de expresarlo. La geografía 
de la chanson es fantástica; sus personajes son 
a menudo imaginarios o monstruosos como los 
paganos de M icenes, de cabeza enorme y cer- 


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DIFUSIÓN Y ÉXITO 


53 

dosos cual jabalíes. La acción de estos fantas¬ 
mas es también imposible. £1 sonido de la trom¬ 
pa de Roldán se oye a 30 leguas; Turpin, con 
cuatro lanzadas en el cuerpo, o Roldán, ton la 
cabeza hendida y los sesos que le brotan por 
los oídos., obran y combaten como sanos. Los 
ejércitos son enormes, de 360.000 y de 450.000 
caballeros. Cinco franceses matan a 4.000 sa¬ 
rracenos. Y la misma falta de naturalidad se 
observa en la exposición; baste como ejemplo el 
abuso de las repeticiones: ocho caballeros de 
Marsilio exponen en sendas coplas su deseo de 
matar a Roldán; Oliveros manda tres veces a 

9 

Roldán que toque la trompa, y tres veces Rol¬ 
dán rehúsa; Carlomagno, al hallar muerto a su 
sobrino, le dirige tres alocuciones interrumpidas 
por tres desmayos. Tales repeticiones menu¬ 
dean en el Roland, y si pueden ser bellas en un 
canto lírico, estorban la marcha franca de la 
poesía narrativa, no produciendo otro efecto 
que fatigar o desconcertar al lector. Muy al 
contrario, el juglar del Cid no quiere ostentar 
su imaginación; la emplea sólo en hacer apare¬ 
cer ante nosotros la realidad misma; no nos pre¬ 
senta un cuadro de la España del siglo xi, sino 
que nos transporta a ésta y nos hace asistir a 
los acontecimientos. Los personajes están pinta¬ 
dos con las convenientes medias tintas. El tono 


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DIFUSIÓN Y ÉXITO 


59 


y color de la narración se amoldan blandamente 
al diverso carácter de cada episodio; compᬠ
rense entre sí el de las arcas de arena, el del Con¬ 
de de Barcelona, el del robredo de Corpes y el 
más importante de todos, el de la corte de To¬ 
ledo, en el cual el obscuro juglar recuerda al 
más ilustre narrador de los tiempos modernos, 
a Walter Scott Cuando así se contemplan, uno 
frente a otro, el Poema del Cid y la Chanson de 
Roland, no puede menos de declararse, como 
hacían los antiguos jueces de campo, que la 
victoria pertenece al poeta español (i). 

No pasaré por alto en esta comparación al 
escritor belga L. de Monge (2), porque, toman- 

(1) Poeme du Cid teste et traduction par Damas Hinard, 
París, 1858, ps. xix-xxvix. En sus alusiones al Rolaud 
comete Hinard errores que no iirporta aquí hacer notar. 

(a) Etudes morales et littéraires ; épopées et romans 
chevaleresques, Bruxelles, 1887, p. 285, “Le Cid et Roland**. 
—E. Barxt, Histoire de la litterat. eep., París, 1863, p. 28, 
dice que el Poema del Cid comparte la exactitud de Home* 
ro en lo que concierne al conocimiento de los lugares; 
pero, sólo atento a los cantos del pueblo, no procura hacer 
obra de poeta, bien diferente del autor del Roland, que ha 
leído a Virgilio y se entretiene en crear una geografía fan* 
tistica, unos personajes y hazañas imaginarios. No quiere, 
en punto a invención artística, disputar los derechos de Es¬ 
paña, pero se inclina a creer que El Cid conocía al Roland. 
—Recogiendo los indicios de imitación y algunas semejanzas 
que señalan Baret e Hinard, J. Fitmaurice-Kzlly (A his - 
tory of spanish literature, London, 1898, p. 49, mejor en 
la traduc. francesa. París, 1904, p. 47) dice: “ce ne soat 
1 A que des détails qui, tout en indiquant que la chanson de 
geste franqaise a pu exercer quelque influencesx- 


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6o 


DIFUSIÓN Y ÉXITO 


do un punto de partida opuesto al de Hinard, 
llega a un resultado semejante. Para Monge, el 
autor del Roiand es un bárbaro dotado de genio, 
lleno de una ignorancia estupenda; mientras d 
poeta del Cid es “ un espíritu culto, que persigue, 
por cima de las realidades de su tiempo, un 
ideal más elevado, y hace concurrir todo, con 
una rara discreción, al fin que se propone”. 
“En el Roiand nos choca la dureza de las cos¬ 
tumbres, la ferocidad, la intolerancia (i); en d 

tériérureet formelle, ne prouvent pas une imita- 
tion directe. Le su jet et l’esprit, dans le Poema, sont essen> 
tiellement espagnols et, en tenant compte de ce fait que 
le juglar se sert de la formule épique convcntionnelle, son 
ceuvre est grande en vertu de sa simpJicité, de sa forcé, de 
sa rapidité et sa fougue. r —Desconozco el articulo del 
Vizconde de Franeau, “Roiand et le Cid”, en Le Museon, 
1883, p. 21. 

(1) Otro punto de vista opuesto a D. Hinard. Este 
(Poéme, p. xxxi) nota en el cristianismo de ambos poemas 
el mismo estado infantil; pero observa en el del Poema 
M no sé qué de más grave, más profundo, más sombrío, irás 
ardiente y más feroz”, que anuncia la energía especial con 
que la inquisición será implantada más tarde en España. 
A esta vaguedad opone Monge la cita de los versos 534, 
341, 802, 851, que muestran la bondad del Cid para con los 
moros, mientras en el Roiand, Carlomagno intima a los 
musulmanes vencidos la orden de convertirse, y los que re¬ 
sisten son degollados, ahorcados o quemados vivos. Ya 
Prescott ( Hist . de los Reyes Católicos, trad., 1855, p. xo) 
había observado en la España medieval una tolerancia 
muy opuesta al fanatismo de siglos posteriores. Las invo¬ 
caciones frecuentes a la Divinidad que chocan a Hinard 
son tan frecuentes en las chansons como en el Poema, 
según nota Bello (Obras, VI, 277) respondiendo a Sismondi. 
que las tomaba por fruto de influencia árabe. 


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DIFUSIÓN Y ÉXITO 


61 


Cid, la humanidad, la caridad, la dulzura, al me¬ 
nos relativa.” “En suma: el Poema del Cid es 
menos grandioso acaso que la Chanson de Ro- 
land; pero es menos bárbaro a la par que más 
real, más viviente, más humano, de una emoción 
más directamente accesible a los hombres de to¬ 
dos los tiempos (i). 

En fin, debe tenerse presente una compara¬ 
ción más general del poema español con los 
franceses, hecha hacia 1830 gpr el venezolano 
Ahdrés Bello. Este desconocía el Roland, pero 
había leído varias chansons manuscritas en el 
Museo Británico, lectura entonces peregrina 
aun entre los franceses. Por esto, al ver que 
Sismondi calificaba al Poema del Cid, sin duda 
comparándolo con los de Pulci, Boyardo y 

(1) Compárese a éste el juicio de E. Mértmée, Précis 
d’kist. de la litt. esp., París, 1922, p. 42: “Le Poema, qui a 
les mémes mérite9 que la Chanson , avec moins de rudesse 
toutefois dans les sentiments et une moindre propensión au 
merveilleux, garde de plus sur elle cet avantage que la 
lecture en est restée plus facile pour tous.” Pero en estas 
últimas palabras Mérimée se refiere a la lengua del Poema. 
—Los modernos romanistas no desarrollan este tema com¬ 
parativo. Gastón París, Extraits de la Chanson de Roland, 
Parla, 1896, p. xxxnr, se limita a decir que “la forma de la 
Chanson de Roland suscitó en los Cantares del Cid una 
admirable imitación”. G. Behtoni ( 7 / Cantare del Cid, Barí, 
1912, p. 25), encariñado de antemano con el Roland, no 
desvia su primer entusiasmo al traducir el Poema del 
Cid; cree que éste no Mega con mucho al grado de sor¬ 
prendente belleza de la Chanson de Roland, aunque puede 
ponérsele al lado en muchos respectos. 


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DIFUSIÓN Y ÉXITO 


62 

Ariosto, como el más antiguo compuesto en las 
lenguas modernas, Bello comprendió que no era 
con esos poemas con los que debía compararse, 
"sino con las leyendas versificadas de los tro- 
veres, llamadas chansons, rotnans i gestes ” (1). 
Y continúa: "En cuanto a su mérito poético, 
echamos menos en el Mió Cid ciertos ingre¬ 
dientes i aliños que estamos acostumbrados a 
mirar como esenciales a la épica, i aun a toda 
poesía. No hai aquellas aventuras marabillosas. 
aquellas ajencias sobrenaturales que son el alma 
del antiguo romance o poesía narrativa en sus 
mejores épocas; no hai amores, no hai símiles, 
no hai descripciones pintorescas (2). Bajo estos 
respectos no es comparable el Mió Cid con los 
más celebrados romances o jestas de los tro- 
veres. Pero no le faltan otras prendas aprecia¬ 
bles i verdaderamente poéticas. La propiedad 
del diálogo, la pintura animada de las costum- 


(1) Bello, Obras completas, Santiago de Chile, i8P», 
t. II, ps, 21-22. La primera redacción de este juicio puede 
verse en el t VI, p. 249. 

(2) Téngase en cuénta que Bello engloba en la compara- 
dón las gestas y los romana o novelas versificadas, y que 
además crqía que el Mió Cid había sido escrito a principios 
del siglo xiii. Para formarse idea de las chansons que Bello 
conocía, véase Obras, II, *06 (Charlemagne, Girará de 
Viane), 2x4 (Siége de Narbonne), 224 (Brutas), 226 (Garin 
l§ Loherain, Aimeri de Narbonne, Beaves de Commar- 
cis), 229 (Chevalier au Cygne), etc. Véanse otro» que cita 
en ei t VI, p. 247. 


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DIFUSIÓN Y ÉXITO 


«3 

bres i caracteres, el amable candor de las expre¬ 
siones, la enerjía, la sublimidad homérica de 
algunos pasajes (1) i, lo que no deja de ser no¬ 
table en aquella edad, aquel tono de gravedad i 
decoro que reina en casi todo él, le dan, a nues¬ 
tro juicio, uno de los primeros lugares entre las 
producciones de las nacientes lenguas moder¬ 
nas.” 

Volviendo ahora a la crítica española del 
Poema, advertiremos que en ella encontraron 

(1) Comentando el voto de Alvarfáfiez, dice Bello 
(Obras, TI, 219) que loa versos 493 - 5 <>S “son dignos de Ho¬ 
mero por el sentimiento, las imájenes i la noble simplici¬ 
dad del estilo”. Por entonces mismo A. de Puibusque, en sn 
Hist. comparée dts littérat. esPaanoU H franjáis*, I, 1843, 
p. 41, analizando la escena de la corto de Toledo, dice: 
“dans cea divera tableaux, tout l’art du poéte est son natu- 
rel; mais ce naturd n’a-t-il pas quelque chose du sentiment 
¿levé qni inspira l’Hiade? n’est-ce pas la méme simplicité 
dTiéroIsme?” También Ozanam, en su Pélerinage au pays 
iu Cid (1853, Mélanges, I, p. 19), dice de la despedida del 
Cid y jimena: “Vous reconnaissez l’accent des adieux 
d’Andromaque et d’Hector. avec la majesté chrétienne d« 
.plus; de moins une gráce et un édat dont la muse grecque 
a le secret. Dans le poeme du Cid comme dans les épopées 
bomériques, nous touchons au fond primitif de toute 
poésie." El mismo Quintana se acordaba, a pesar suyo, de 
Homero: “Hay, sin duda, gran distancia entre esta despedida 
y la de Héctor y Andrómaca; pero es siempre grata la pintu¬ 
ra de la sensibilidad de un héroe al tiempo que se separa de 
su familia; es bello aquel volver la cabeza alelándose, y que 
entonces le esfuercen y conhorten los mismos a quienes da 
el ejemplo del esfuerzo y la constancia en las batallas.” 
No puede pasarse de estos vagos recuerdos homéricos. 
Por ahora los poemas medievales y los clásicos apenas 
son materia homogénea propia para la comparación. 


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DIFUSIÓN Y ÉXITO 



débil eco la admiración romántica de Southey 
y el penetrante estudio de Wolf. Amador de los 
Ríos, en 1863, extremando los adjetivos elogio¬ 
sos para todos los rasgos, caracteres y episodios 
de la obra, no dice de ésta en su conjunto más 
que “acaso se la podría colocar entre los poemas 
épicos”, y que “tampoco sería gran despropó¬ 
sito el clasificar este peregrino poema entre las 
% 

epopeyas primitivas” (1). Por estas palabras se 
comprende que Bello era completamente desco¬ 
nocido para el autor español. 

Mas este atraso crítico se ve compensado de 
una manera brillante cuando Milá, en 1874, por 
primera vez en Europa, señaló al Poema su 
verdadero puesto dentro de una completa lite¬ 
ratura épica castellana antes desconocida. Ade¬ 
más, Milá nos ofrece una apreciación artística 
del Poema tan sobria como exacta. El ingenuo 
relato del juglar, sin apartarse mucho de un to¬ 
no fundamental grave y sosegado, adopta un 

(i) Historia critica de ¡a literat. csp., III, ps. 201-203. 
Ni siquiera repara en la comparación entre el Roland y el 
Gd que hace D. Hinard, obstinado sólo en contradecir los 
indicios de imitación francesa que el crítico francés apunta. 
—Antes Tapia, en su Historia de la civilización española , 
Madrid, 1840, I, p. 280, califica al Poema del Cid de “pro¬ 
saico 7 aun vulgar en la mayor parte, aunque de cuando 
en cuando agrada por cierta naturalidad... También tiene 
a veces el estilo cierta energía, señaladamente en la des¬ 
cripción de los combates; mas este fuego se apaga bies 
pronto 7 vuelve a reinar la prosa monótona, fría 7 cansada". 


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DIFUSIÓN Y ÉXITO 


65 


acento sentido y tierno en las escenas de fami¬ 
lia, un tanto cómico en el ardid de las arcas de 
arena y en el lance del león, sombrío y querello¬ 
so en la tragedia de Corpes, para romper con 
incomparable energía en las descripciones de 
batallas. Vehementes son también en gran ma¬ 
nera las increpaciones y las réplicas, mientras 
algunas pláticas descubren la candorosa divaga¬ 
ción que notamos todavía en bocas populares. 
Los caracteres físicos y morales de los actores 
del drama aparecen dibujados con tal claridad 
y fijeza que se hallarán conformes cuantos tra¬ 
ten de analizarlos. “ Por tales méritos y sin obs¬ 
tar su lenguaje irregular y duro, aunque no por 
esto menos flexible y expresivo, su versificación 
imperfecta y áspera y la ausencia de los alicien¬ 
tes y recursos del arte, bien puede calificarse 
el Mió Cid de obra maestra. Legado de una 
época bárbaroheroica, fecunda en aspectos poé¬ 
ticos y no desprovista en el fondo de nobilísimos 
sentimientos, aunque en gran manera apartada 
del ideal de la sociedad cristiana, es, no sólo fi¬ 
delísimo espejo de un orden de hechos y cos¬ 
tumbres que no serían bastantes a suplir los 
documentos históricos, sino también un monu¬ 
mento imperecedero, ya por su valor literario, 
ya como pintura del hombre (1).” 

(1) De la Poesía heroicopopular castellana, Barcelona, 
1874. P*- 240-241. 



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DIFUSIÓN Y ÉXITO 



En fin, el crítico de más delicado (pisto que 
España ha tenido, Menéndez Pelayo, caracte¬ 
riza el Poema en hermosas páginas (i). “Lo 
que constituye el mayor encanto del Poema del 
Cid y de canciones tales es que parecen poesía 
vivida y no cantada, producto de una misterio¬ 
sa fuerza que se confunde con la naturaleza 
misma y cuyo secreto hemos perdido los hom¬ 
bres cultos.” Pero el Poema del Cid se distingue 
de sus semejantes por “el ardiente sentido na¬ 
cional que, sin estar expreso en ninguna parte, 
vivifica el conjunto”, haciendo al héroe sím¬ 
bolo de su patria; y ésto obedece, no a la gran¬ 
deza de los hechos cantados, que mucho mayo¬ 
res los hay en la historia, sino “al temple moral 
del héroe, en quien se juntan los más nobles atri¬ 
butos del alma castellana, la gravedad en los 
propósitos y en los discursos, la familiar y noble 
llaneza, la cortesía ingenua y reposada, la gran¬ 
deza sin énfasis, la imaginación más sólida que 
brillante, la piedad más activa que contemplati¬ 
va... la ternura conyugal más honda que ex¬ 
pansiva... la lealtad al monarca y la entereza 
para querellarse de sus desafueros... Si el sen¬ 
tido realista de la vida degenera alguna vez en 
prosaico y utilitario: si la templanza y reposo 

(i) Antología de Poetas líricos castellanos, XI, 1903, 

ps. 315-3*7* 


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DIFUSIÓN Y ÉXITO 


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de la fantasía engendra cierta sequedad: si falta 
casi totalmente en el Poema la divina (aunque 
no única) poesía del ensueño y de la visión mís¬ 
tica, reflexiónese que otro tanto acontece en 
casi todos los poemas heroicos, y que a la ma¬ 
yor parte de ellos supera el Mió Cid en huma¬ 
nidad de sentimientos y de costumbres, en dig¬ 
nidad moral y hasta en cierta delicadeza afec¬ 
tuosa que se siente más bien que se explica con 
palabras y que suele ser patrimonio de los hom¬ 
bres fuertes y de las razas sanas... Y cuando 
subamos con el Cid a la torre de Valencia, des¬ 
de donde muestra a los atónitos ojos de su mu¬ 
jer y de sus hijas la rica heredad que para ellas 
había ganado (v. 1603-1620), nos parecerá que 
hemos tocado la cumbre más alta de nuestra 
poesía épica, y que después de tan solemne gran¬ 
deza sólo era posible el descenso”. 

La popularidad que Menéndez Pelayo supo 
dar en España a los antiguos monumentos poé¬ 
ticos hizo que nuestros escritores modernos le¬ 
yesen el Cantar y se inspirasen ’en él. En 1842 
podía suceder que un erudito como Jerónimo 
Borao (cierto que a los veinte años de su edad) 
compusiese un drama titulado Las hijas del Cid 
sin conocer la antigua Gesta, creyendo que él era 
el primero que trataba en forma poética la tra¬ 
gedia de Corpes. Muy otro es ahora el caso, 


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DIFUSIÓN Y ÉXITO 

cuando hacia 1907, un escritor como Eduardo 
Marquina se siente llamado a escribir “seria¬ 
mente” para el teatro mediante la lectura de la 
gesta de Mió Cid. Y precisamente al leer en ella 
la escena de Corpes, Miarquina experimenta su 
primera emoción dramática, en el ambiente poco 
recogido de una redacción de periódico. “Leía 
—dice Marquina— el Poema del Cid, y recuer¬ 
do, que, cuando ha descrito ingenuamente la 
afrenta que a doña Elvira y doña Sol infligen 
sus maridos en el robledal de Corps, el venera¬ 
ble autor de nuestro cantar de gesta tiene una 
exclamación:... ¡Si ahora compareciese mío 
Cid Campeador! Sentí el drama en aquellas pa¬ 
labras, y pasó por mi alma la visión tremenda 
del Cid levantando con sus manos los cuerpos 
heridos y profanados de sus hijas, y extendien¬ 
do en el aire su mano vengativa, sin palabras. 
Yo escribía aquel verano Las hijas del Cid. 
Pero la emoción de aquella noche en lo que te¬ 
nía de más hondo y sincero, aunque de ella mo¬ 
vió el drama y a pesar del drama escrito, me 
parece que no he vuelto a sentirla nunca (1).” 
Ciertamente que en el drama de Marquina se 

(1) E. Maiquina, “Mi primera emoción", en el ABC 
dd 2 de marzo de 1912, p. 19. La leyenda trágica titulada 
Les hijas del Cid se estrenó en 5 de marzo de 1908. Mar- 
quina cita al frente de la edición de su drama los x6 pasa¬ 
jes del Poema en que principalmente se inspira. 


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VALOR ARTÍSTICO 


69 


percibe un eco de esta emoción nunca superada: 
por la escena de\ robledal cruza una intensa rᬠ
faga de poesía, ora de vida andariega y de me¬ 
lancólicas despedidas, ora de violentos odios 
reprimidos. Lástima que, absorbido por aquella 
emoción, el autor no haya sentido la figura 
misma del Cid, que tan opuesto al del Poema 
es en el drama. 

Debe citarse además a Manuel Machado, por 
una bien sentida variación del episodio de la 
niña burgalesa que despide al Cid, y por una 
semblanza de Alvar Fáñez inspirada en recuer¬ 
dos del Poema, especialmente en el de aquellos 
versos que le presentan chorreando sangre de 
moros por el codo de la loriga {2). 

Bastará este par de ejemplos para mostrar 
cómo actualmente parece revivir la fecundidad 
postuma del Cantar, hace tantos siglos inte¬ 
rrumpida. 

(2) M. Machado, Alma, Madrid, 1907, p. 71. “Castilla" 
(versos 31-5* del Poema), y p. 73, “Alvar-Fáfiez” (versos 
503, 781, 2453, 1321-39). —Sobre el paso del Cid por Bur¬ 
gos tiene otra poesía J. J. Llovet, “De destierro” (en el 
Blanco y Negro, 27 oct. 1912), fijándose especialmente en 
el verso 20, Dios que buen vasallo... 


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70 


VALOR ARTÍSTICO 


VALOR ARTÍSTICO DEL POEMA 


En los juicios anteriormente expuestos acer¬ 
ca del valor artístico del Cantar se hallan los 
principales puntos de vista desde los cuales éste 
puede ser apreciado; no obstante, convendrá 
insistir algo en la comparación de este Poema 
con otros semejantes, aunque no ciertamente 
para ejercer el inútil oficio de juez de campo, 
como Damas Hinard, adjudicando la victoria 
a nuestro poeta o acaso denegándosela. 

Se ha advertido por muchos que la produc¬ 
ción literaria de la Edad Media se resiente por 
falta de variedad y de estilo personal; que la 3 
diversas naciones europeas poetizan los mismos 
asuntos y lo hacen casi en el mismo tono unas 
que otras. Pero muchas veces esta uniformidad 
que notamos depende sólo de nuestra observa¬ 
ción escasa, así como tratándose de una raza 
extraña de la que sólo rara vez vemos algunos 
individuos, distinguimos menos las varias fi¬ 
sonomías que dentro de las razas con que con¬ 
vivimos. Hoy, que conocemos la epopeya me¬ 
dieval mejor que antes, podemos decir que el 
Poema del Cid es obra de una acentuada origina¬ 
lidad. 

Uno de los sentimientos dominantes en la épi¬ 
ca castellana es la antipatía hacia el reino de 


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VALOR ARTÍSTICO 


7 1 


León, más o menos agriamente expresada en 
poemas como el de Fernán Gomóles o el del 
Cerco de Zamora. El Poema del Cid se aparta 
decididamente de este secular rencor castellano. 
Siente el respeto más profundo por el antiguo 
rey de León Alfonso VI, a pesar de que éste 
obra inj usta y duramente con el héroe, y a pesar 
de que ese Rey venía mirado con invencible re¬ 
pugnancia por el cantar del Cerco de Zamora; y 
si es cierto que nuestro Poema muestra odio 
hacia una familia en parte leonesa, la de los Be- 
ni-Gómez, a ella van asimismo unidos persona¬ 
jes castellanos como el conde don García. 

También la venganza, pasión eminentemente 
épica desde Homero en adelante, está tratada 
de un modo especial en el Poema del Cid. La 
venganza es cruelmente sanguinaria en el poe¬ 
ma de los Infantes de Lara y en el Roland, don¬ 
de Ruy Velázquez o Ganelón son muertos con 
treinta caballeros de los suyos; la sombría ima¬ 
ginación que ideó la venganza de Krimhilda en 
los Nibelungos , no se contentó con menos de 
14.000 vidas inmoladas en una fiesta; en Gcnn 
le Lorrain y en Raoul de Cambray los odios de 
dos familias se alimentan con implacables ho¬ 
micidios. En cambio, el Poema del Cid, apar¬ 
tándose de este encarnizamiento habitual, da a 
la venganza que la familia del Cid obtiene sobre 


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72 


VALOR ARTÍSTICO 


la de los Beni-Gómez un carácter de simple re¬ 
paración jurídica; el honor familiar del Cid se 
reivindica mediante un duelo presidido por el 
Rey y terminado, no con el descuartizamiento 
de los traidores, sino sólo con la declaración le¬ 
gal de su infamia (i). 

Los traidores de los principales poemas tie¬ 
nen grandeza heroica. Hagen viene a ser el ver¬ 
dadero héroe de la última parte de los Ni bel lin¬ 
gos, y sin llegar a tal extremo, Ganelón y Ruy 
Velázquez son admirables, a no ser por su cri¬ 
men. El juglar del Cid toma camino opuesto; 
pero mejor hubiera hecho en no apartarse de 
aquella norma. Con reflejar exactamente el . 
prestigio y poder que, en realidad, tuvieron el 
conde García y los Beni-Gómez, no hubiera 
hecho sino realzar la figura del Cid. La co¬ 
bardía de los Infantes de Carrión, si da algunas 
notas cómicas, que tanto regocijaron a los poe¬ 
tas del romancero, empequeñece demasiado a 
los enemigos del héroe, que no tienen en sí más 
mérito que el que les da el favor del Rey. 

En cuanto a las relaciones del Cid con el Rey, 

(i) Aun atenuado como está en el Poema dd Gd el 
espíritu vengativo, es notable ver al héroe ansiar la ven¬ 
ganza (2894). El, lo mismo que los Infantes, emplean la 
frase assis irá venvendo (2762, 3*87), cuando ven satisfe¬ 
chos sus agravios y se jactan o dan gracias a Dios de haber 
logrado vengarse (*719. 2752, 37x4). 


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VALOR ARTÍSTICO 


73 


se ofrecían al poeta dos tipos corrientes: uno, 
el del vasallo puesto al servicio del Monarca, 
como Roland, Guillautne d’Orange y demás hé¬ 
roes carolingios; otro, el del vasallo rebelde, 
como Fernán González, Girart de Rousillon, 
Doon de Mayence, Renaut de Montauban. La 
vida del Cid había tenido alternativas de uno y 
de otro, aunque predominase en él una lealtad 
obstinada hacia su injusto señor. El Cid reci¬ 
bió grandes favores de su Rey y ayudó a éste en 
sus empresas; pero además fue desterrado y 
devastó, en uso de su derecho, una provincia 
del reino de Alfonso VI. Pues bien, nuestro 
juglar no escogió ninguno de aquellos tipos, si¬ 
no que los fundió, y no con alternativas va¬ 
rias, como en la historia real del Cid o en el 
poema de Bernardo del Carpió, sino en una 
acción simultánea; el Cid es víctima de la 
persecución inj usta del Rey, y, al mismo tiempo, 
es leal y generoso con su perseguidor; jamás le 
guerrea; con Alfons mió señor non querría li¬ 
diar (v. 538), y únicamente se venga de él ofre¬ 
ciéndole dones generosos y conquistas, o sugi¬ 
riendo al pueblo una frase punzante: ¡Dios qué 
buen vassallo si oviesse buen señor! (v. 20). Es¬ 
ta originalidad de nuestro poeta resalta más si 
tenemos presente que el juglar posterior, el de 
las Mocedades de Rodrigo, no supo sustraerse 


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74 


VALOR ARTÍSTICO 


al gusto corriente, y nos pintó un Cid díscolo 
con su Rey, lleno de esa arrogancia exagerada 
que tanto abunda en la epopeya. 

La epopeya y la realidad ofrecían a porfía 
episodios de violencia, atropello y sangre, fácil¬ 
mente conmovedores; pero nuestro juglar, apar¬ 
tándose de las fórmulas corrientes del género 
que cultiva, idealiza a su modo la realidad que 
contempla. Concibió al desterrado héroe siem¬ 
pre magnánimo y fiel a su Rey, y presentó a 
éste, airado, sí, pero no hasta el punto de apri¬ 
sionar a las hijas del Cid, ni desagradecido a los 
servicios que el héroe le presta, ni poseído de los 
indignos celos que sintió hacia su vasallo, según 
la historia. Otro ejemplo: el poeta pasó muy por 
alto el hambre y la crueldad que sufrieron los 
moros de Valencia durante el asedio, y realzó, 
en cambio, las lágrimas y las bendiciones con 
que los moros de Alcocer despiden a su bonda¬ 
doso vencedor. Nuestro poeta da una nota ex¬ 
cepcional en la epopeya: la de la moderación. 
Se ha notado con extrañeza que el Cid del Can¬ 
tar muestra las virtudes de ttn santo (i), y si 
se considera la dificultad de desenvolver dentro 
de esta altura moral una epopeya de guerra, 


(i) L. Beszard, en la Zeitschrift für román. Philologie, 
XXVII, 1903, ps. 529 y 652. 


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VALOR ARTÍSTICO 


75 


enemistades y venganza, se admirará bien el 
poder artístico de nuestro juglar, que, fiel a 
una grave concepción de la vida, acierta a poe¬ 
tizar hondamente en su héroe el decoro absolu¬ 
to, la mesura constante, el respeto a aquellas 
instituciones sociales y políticas que pudieran 
coartar la energía heroica. 

Transformando así estos sentimientos funda¬ 
mentales de la epopeya, seleccionando las noti¬ 
cias históricas y las tradiciones fronterizas re¬ 
lativas al Cid, nuestro juglar planeó su poema 
en tomo de un pensamiento, con fuerte unidad, 
alabada en justicia desde que Wolf la puso de 
manifiesto. Toda la acción guerrera y política 
se agrupa claramente en tomo del engrandeci¬ 
miento progresivo del desterrado; y de ese en¬ 
grandecimiento se desentrañan, y a él contribu¬ 
yen finalmente con toda lógica el matrimonio 
de las hijas, la desgracia familiar y el castigo 
de los traidores. Otras obras maestras de la 
epopeya de la venganza dividen su interés, y en 
la primera parte tienen por héroe a la víctima y 
en la segunda, a su vengador; así, los Infantes 
de Lara. El Roland halla, en medio de esta bi¬ 
partición, una grandiosa unidad en la figura del 
vengador Carlomagno; pero en los Nibelungos 
se descentra por completo la acción cuando el 
interés, que primero se agrupa en tomo de big- 


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VALOR ARTÍSTICO 


frido y de su viuda Krimhilda, se aparta de ésta 
al final para dar proporciones de coloso al trai¬ 
dor Hagen. 

Nada más distinto, empero, que la unidad del 
Poema del Cid y la del Roland. La de éste es 
mucho más simple; su argumento está perfecta¬ 
mente agrupado, pero es seco en demasía; no 
es sino una doble batalla preparada por una 
traición inmediata. Además los recursos que el 
poeta pone en juego son perfectamente unilate¬ 
rales. Todos los personajes piensan y obran sólo 
en cuanto guerreros preocupados únicamente 
de sus deberes militares. Aparecen dos muje¬ 
res, pero la reina Bramimunda no tiene fisono¬ 
mía especial femenina, y Alda, la novia de Ro¬ 
land, ocupa 30 versos escasos, los cuales, sean 
o no del autor primitivo, componen una escena 
magnífica, sí, pero que por su tono sobrio se des¬ 
pega del resto de la Chanson. Roland muere re¬ 
moviendo en su memoria los recuerdos más hon¬ 
dos, sus conquistas, su espada, sin que haya para 
Alda el menor lugar. Antes, Roland, al ver in¬ 
minente la pelea con los sarracenos, se siente 
dominar por el instinto felino de la matanza: 

Quant Rollan* yeit que bataille aerat 

plus se fait fiera que leun ne leuparz (v. xuo), 

y no le preocupa más que el deseo de servir bien 
a su emperador, por quien el vasallo debe sufrir 


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VALOR ARTÍSTICO 


77 


grandes males y debe perder su sangre y su car¬ 
ne. También el Cid, cuando ve que le ataca el 
Rey de Marruecos, siente la fiera alegría de la 
lucha. La batalla que le presentan es delicioso 
regalo traído de Africa, 

▼enidorc es delicio de tierras d’allén mar. 

Pero su alegría mayor es porque su mujer y 
sus hijas le verán lidiar en defensa de Valencia, 
heredad que para ellas ha ganado; la presencia 
de las dueñas le aumenta el coraje: 

non ayades pavor porque me veades lidiar, 
con la merced de Dios e de santa María madre, 
crécem el cor&cón porque estades delant (v. 1653). 

La catástrofe misma del Roland se funda en 
ideas puramente feudales. Por pundonor militar 
se queda poco preparado Roland en la retaguar¬ 
dia peligrosa; y por un pundonor tan sutil que 
es incomprensible hasta para el mismo Olivier, 
Roland se condena con 20.000 franceses a morir 
sin pedir el necesario auxilio. En vez de fundar¬ 
se en estas costumbres propias de una aristocra¬ 
cia desaparecida, el Poema del Cid busca base 
inconmovible en sentimientos de valor humano 
perenne, y afirma así su interés. El vasallaje 
ocupa una parte del poema, perp no la principal, 
que está consagrada a la afrenta de las hijas 
del héroe. Los personajes no son únicamente 
ejércitos de cristianos y moros, sino que toman 


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VALOR ARTÍSTICO 


7 * 


parte en la acción gentes extrañas a la vida mi¬ 
litar, mujeres, niños, monjes, burgueses, judíos, 
los cuales en su obrar nos hacen ver la vida pa¬ 
cífica de las ciudades, la contratación, las des¬ 
pedidas, los viajes, los saludos y alegrías del en¬ 
cuentro, las bodas, las reuniones íntimas para 
tratar asuntos familiares o para bromear, la 
siesta, los atavíos, las entrevistas solemnes, los 
oficios religiosos. La guerra misma es mucho 
más variada e interesante en el Cid que en el 
Roland. 

En esta complejidad de vida y en este carác¬ 
ter ampliamente humano se parece más el Poe¬ 
ma del Cid a los Nibelungos; pero sólo en eso. 
La calculada disposición del Poema del Cid pa¬ 
rece convenir a un héroe tan tardío de la epope¬ 
ya, y nada tiene que ver con ese pujante desor¬ 
den en la acción y en las pasiones que muestran 
los Nibelungos como herencia de las leyendas 
primitivas en que se fundan. En el Cantar cas¬ 
tellano el héroe ¿aparece revestido de elevación 
moral y de imponente mesura; la lucha de dos 
pueblos y dos religiones se consuma con la ma¬ 
yor energía y tolerancia; trátase además un con¬ 
flicto social que,refleja las aspiraciones demo¬ 
cráticas de Castilla, el choque de dos clases, una 
envanecida tranquilamente en su poder y otra 
recia y firme en sus conquistas, que de ser una 


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VALOR ARTÍSTICO 


79 


banda de malcalzados se eleva hasta honrar a 
los Reyes con su parentesco. Esta poesía lleva 
el carácter de las épocas de madurez, y, sin em¬ 
bargo, se desarrolla por contraste sobre un fon¬ 
do bárbaro y rudo. En los Nibelungos, al revés, 
sobre un vistoso fondo de lujo, cortesía y caba¬ 
llerosidad, se destacan unos héroes rebosantes 
de barbarie, cuya fría impavidez ante la muerte 
corre parejas con su esfuerzo titánico para ma¬ 
tar; su honor no tiene más ley inquebrantable 
que la venganza, y por satisfacerla atropellan 
el parentesco, la hospitalidad, la gratitud, y lle¬ 
gan sin la menor vacilación al engaño y al pa¬ 
rricidio. Toda la acción se resuelve en un caó¬ 
tico hervir de muerte, donde se van hundiendo 
unos a otros aquellos héroes gigantes; sobre un 
campo de sangre e incendio, en que yacen revuel¬ 
tos borgoñones, hunos, daneses, austríacos y os¬ 
trogodos, se cierne la diabólica pasión de la ven¬ 
ganza, sin hallar cuerpo vivo donde hacer presa. 

En el adorno exterior el Poema del Cid pali¬ 
dece al lado de otros poemas medievales, como 
ya notaron varios críticos (i). Su colorido es de 

(i) Copiamos el parecer de Bello arriba, p. 61. Bertoni, 
ps. 165-166, a propósito de la descripción de la tienda del 
Rey de Marruecos, nota que el Cantar no nos presenta pa¬ 
ramentos y objetos bélicos de gran lujo, como hacen las 
Cbansons de geste: siempre es parco de vocablos y menos 
florido que los poetas franceses, lo cual se ha considerado 
como un carácter de ancianidad. 


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VALOR ARTÍSTICO 


8o 

tonos apagados, casi siempre grises. Compárese, 
por ejemplo, el viaje de doña Jimena, cuando va 
a unirse con el Cid, pasando por la tierra de 
moros, por la peligrosa mata de Taranz y por 
la hospitalaria ciudad del alcaide Abengalbón, 
con el yiaje de Krimhilda, cuando va a casarse 
con Atila, atravesando ora la Baviera llena de 
salteadores, ora las amigas tierras del mal grave 
Rüdiger, y se verá que es menos animada la 
poetización del juglar castellano, aunque la es¬ 
cena final de su viaje supere en emoción llana v 
sincera. Las fiestas del Tajo o de Valencia tie¬ 
nen mucho menos brillo que las de Worms o 
Bechelaren; mientras en el Cid los atavíos y los 
juegos son exclusivamente militares, en los Ni- 
belungos a menudo los cofres vacían sus lujosos 
aderezos para adornar a las damas, y éstas ale¬ 
gran la corte donde los caballeros las devoran 
con los ojos, las abrazan en pensamiento y las 
sirven rendidamente. 

También El Cid es inferior al Roland en los 
recursos poéticos. En ambos poemas hay una 
sola comparación; pero las descripciones que 
abundan en el Roland (los desfiladeros de Ron- 
cesvalles, los deformes capitanes paganos, el 
caballo de Turpin, el cadáver de Roland, la flo¬ 
ta de Baligant, etc.), apenas tipien correspon¬ 
dientes en el Poema del Cid (el amanecer, el ro- 


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VALOR ARTÍSTICO 8l 

bredo de Corpes, Alvar Fáñez en la matanza, el 
traje del Cid). En el Roland además hay fre¬ 
cuentes motivos emocionantes, como la ternura 
con que los franceses entran en Gascuña des¬ 
pués de siete años de ausencia, la muerte de Oli- 
vier, la bendición de los cadáveres en Roncesva- 
lles, la tormenta que predice la muerte de Ro¬ 
land, los últimos recuerdos del héroe moribundo, 
y otros, que en el Cid escasean, fuera de la des¬ 
pedida de Cardeña y del abandono de Elvira y 
Sol en Corpes. El autor del Roland, en medio 
de su rudeza arcaica, propende al efectismo; 
tiene imaginación poderosa que no escrupuliza 
en medios; pone en juego cifras enormes ; vigor 
físico imposible, hombres monstruosos, mila¬ 
gros estupendos. El autor de El Cid se prohibe 
esos recursos exagerados; quiere lograr la be¬ 
lleza sin esfuerzos, o prefiere no lograrla, y 
muestra en definitiva más talento para idear 
su plan que imaginación para desarrollarlo. 

El juglar del Roland atiende menos a dar 
fundamento consistente a su obra que a procu¬ 
rar el brillo de la ejecución; conoce mejor su 
oficio de poeta; muestra una atención más des¬ 
pierta a las sensaciones y afectos, pero a veces 
cae en el amaneramiento; así abusa de las series 
similares y de otras repeticiones por el estilo. 
El juglar del Cid atiende más a la construc- 

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82 


OLVIDOS DEL JUGLAR 



ción de su poesía, pero descuida la exposición. 
Nunca se preocupa de los adornos; pero mues¬ 
tra gusto por las gradaciones, gusto muy escaso 
en la epopeya de la Edad Media, donde hasta 
la conversión religiosa de los sarracenos es re¬ 
pentina. La alevosía se engendra poco a poco 
en el ánimo de los Infantes de Carrión. Aun los 
críticos más adversos han alabado la dramática 
gradación con que se desarrolla la escena de la 
corte de Toledo. Toda la acción del Poema es 
una marcha progresiva en que el desterrado va 
venciendo la injusticia del Rey y el desprecio de 
la alta nobleza. 

En conclusión, habremos de rechazar la idea 
de la escasa personalidad de esas obras primiti¬ 
vas del arte. A pesar de las profundas revolu¬ 
ciones de pensamiento que median entre los orí¬ 
genes de las literaturas europeas y su época de 
esplendor, íntimas relaciones unen aquellos anti¬ 
guos poemas a las obras producidas después del 
Renacimiento. El Roland, por su simplicidad 
esquemática, por su unidad de acción y de tiem¬ 
po y por su esmero en la presentado^, anuncia 
la clásica tragedia francesa (i). El Mió Cid, por 
su carácter más histórico, por buscar una supe- 


(i) Semejante idea ocurre independientemente a D. Hi- 
mard, Poeme du Cid, 1858, p. xxxv, y a G. París, Extraits 
d* la Chanson de Roland, 5* éd., 1896, p. xxvn. 


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OLVIDOS DEL JUGLAR 


83 


rior verdad artística abarcando las complejida¬ 
des de la vida entera, y por el abandono de la 
forma, es precursor de las obras maestras de la 
comedia española. Los Nibelungos, en su gran¬ 
dioso desorden tan preñado de aspectos, mues¬ 
tran su parentesco con las trágicas concepciones 
shakespearianas. 

OLVIDOS DEL JUGLAR DEL CID 

El descuido en la ejecución es tanto más sig¬ 
nificativo en un poeta como el del Cid, que tan 
bien supo trazar el plan de su obra y tenerlo 
presente en todos los momentos. Nos fijaremos 
sólo en ciertos olvidos que padeció respecto a 
algunos pormenores. Cierto que algunas con¬ 
tradicciones por olvido se señalan en los autores 
más cultos; pero quizá los principales olvidos de 
nuestro juglar se parecen, más que a los de otro 
cualquier autor extranjero, a los que Cervantes 
padeció respecto a varios pormenores del tipo 
de Sancho. 

Señalaremos primero una ligera contradic¬ 
ción entre el v. 3094, donde se dice que la cofia 
del Cid era de escarín, y el v. 3493, donde se 
dice que era de rangal (1). 

0 

■ ■ ■ — - ■ ——— i ■ « ■ 1 m 

(1) Recuérdense las varías contradicciones en que Vir¬ 
gilio incurre sobre la clase de madera de que estaba hecho 
el caballo de Troya ( Eneida , II, 16, na, 186, as8). 


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84 


OLVIDOS DEL JUGLAR 



Después, en el verso 1333, Alvar Fáñez dice 
al Rey que el Cid venció cinco lides campales, 
sin que el poéta nos haya contado más que dos, 
una contra los valencianos (1111), y otra contra 
el Rey de Sevilla (1225) (1).. 

En la batalla contra Yúcef parece que el au¬ 
tor estaba especialmente distraído, como si toda 
su atención se la llevase la interesante partici¬ 
pación que las dueñas tienen en el relato gue¬ 
rrero. Incurre en dos olvidos. Uno es que ha¬ 
biendo Alvar Salvadórez caído prisionero de 
Yúcef (1681), vuelve a figurar junto a su inse¬ 
parable Alvar Alvarez (1994, etc.), sin que se¬ 
pamos cómo se rescató (2). El manuscrito de 
que se sirvió la Crónica de Veinte Reyes subsa¬ 
naba este error, omitiendo la prisión de Alvaro 
y contando, en cambio, que en el alcance de 
Yúcef murió un Pedro Salvadórez, desconocido 

(1) En el Cantar, p. 733, di otra interpretación al error 
del verso 1333, creyendo que Minaya podía también aludir 
a las batallas contra Fáriz y contra el Conde de Barcelona. 
Pero la batalla contra Fáriz y Galve la había contado ya 
el mismo Minaya al Rey (1876), y en el nuevo mensaje, 
Minaya sólo habla de las conquistas del Cid en el reino de 
Valencia.—Cabria también sospechar un simple error de lec¬ 
tura. Muy frecuentemente en los diplomas se confunde 
U (cinco) con II (dos), y esto podía haber sucedido en una 
copia antigua del Poema, de donde se derivasen el manus¬ 
crito de Pedro Abad y el de la Crónica de Veinte Reyes. 

(a) Más grave es el descuido del Ariosto, que en el 
canto XL, 73, menciona personajes que antes había dado 
por muertos. 


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OLVIDOS DEL JUGLAR 


Si 

al manuscrito de Pedro Abad. El otro olvido es 
que en los versos 1789-90 el Cid manifiesta vo¬ 
luntad de enviar a Alfonso en presente la tienda 
del Rey de Marruecos, y luego no se menciona 
esa tienda, como debiera, tras los versos 181 o y 
1854 (1). También aquí el manuscrito utilizado 
por la Crónica de Veinte Reyes subsanó el des¬ 
cuido, mencionando ambas veces la tienda de 
Yúcef. Es posible que estos dos arreglos que se 
observan en la Crónica de Veinte Reyes fuesen 
del autor mismo en un segundo manuscrito de 
su poema; Cervantes, en la segunda edición del 
Quijote, corrigió alguno de los olvidos que le 
habían sido censurados. 

- Otras omisiones no son ya olvidos (2), sino 
que entran dentro de la manera de componer 
que tenía el poeta. Éste anuncia algunos porme¬ 
nores de la acción, que luego no quiere detenerse 
a desarrollar. En la misma batalla contra Yúcef 

(1) Mencionándose aqoi el regalo, debiera figurar en ¿1 
la tienda. Este es un verdadero olvido, diferente de las 
otras omisiones que señalo en el texto a continuación. 

(a) E. Lidforss, Los Cantares de Myo Cid, Lund, 1895. 
p. 134, supone que el verso 1839 está en contradicción di¬ 
recta con el i8a8, pero es porque en la interpretación de 
ca non vienen con mandado, sigue la mala traducción de 
D. Hinard, 'car ils ne viennent pas avec un héraut*, al 
cual siguen también Adam (p. 226) y Be&tonx (ps. 84 y 166); 
éste se inclina a creer que se trata de un error del mismo 
autor, y no de una refundición posterior. Pero ca non no 
significa 'pues no’, sino simplemente 'que no’, *jr no que*. 


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86 


OLVIDOS DEL JUGLAR 


hallamos dos de estos casos: aquellos tambores 
que el Cid promete a la iglesia de Valencia 
(1667), no se mencionan después de la victoria; 
además, don Jerónimo obtiene las primeras he¬ 
ridas (1709) y luego no se refiere cómo, dán¬ 
dolas, rompe él la batalla. Otro ejemplo. Minaya 
anuncia al moro Abengalbón que cuando llegue 
a presencia del Cid le hará premiar el servicio 
que presta en acompañar a doña Jimena durante 
su viaje (1530); pero cuando los viajeros llegan 
a Valencia ya no se dice nada del moro, aunque 
debió llegar hasta aquella ciudad (1486. 1556). 
Enteramente análogo es el caso en que Minaya 
anuncia que el Cid pagará con creces a los ju¬ 
díos de Burgos (1431), sin que después el autor 
crea que hay para qué decir cómo les pagó (véa¬ 
se arriba, pág. 35). Alguna vez la omisión está 
al contrario, en los precedentes y no en las con¬ 
secuencias de lo que el juglar cuenta. Así, en 
3115 el Rey alude a un escaño que el Cid le re¬ 
galó, sin que se haya dicho antes cuándo. Acaso 
el caballo Babieca apareciese así en el v. 1573, 
sin decirnos el juglar cuándo el Cid le ganó, y 
el v. í 573 b sea una adición del manuscrito que 
sirvió para la Crónica de Veinte Reyes 




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VALOR ARQUEOLÓGICO 


8 7 


VALOR HISTÓRICO 
Y ARQUEOLÓGICO DEL POEMA 

Aunque el juglar del Gd se funda principal¬ 
mente en recuerdos locales de la región de Me- 
dinaceli, estos recuerdos eran muy fieles, según 
lo prueba, no sólo la coincidencia independiente 
del Poema con múltiples datos de la Historia 
latina del Gd (pág. 18, n.), sino más aún la no¬ 
ticia que el poeta tiene de varios personajes in¬ 
significantes como Pero Bermúdez, Martín Mu¬ 
ñoz, Alvar Álvarez, Alvar Salvadórez, Gonzalo 
Assurez, Muño Gustioz, etc., no mencionados 
en aquella Historia y que, sin embargo, existie¬ 
ron y tuvieron relación con el Cid. Dado este 
carácter eminentemente histórico del Cantar, 
podemos tomarle como fuente fidedigna para 
ciertos sucesos como la estancia del Cid en Cas- 
tejón, Alcocer o el Poyo de Mió Cid; para fijar 
el sitio y algunas circunstancias de la prisión del 
Conde de Barcelona, y, sobre todo, para las re¬ 
laciones del héroe con la poderosa familia de 
los Beni-Gómez. 

No es menos exacto el Cantar en su geogra¬ 
fía, pues todos los lugares que menciona, aun los 
más insignificantes, llegan a identificarse en la 
toponimia moderna o en la antigua. Además nos 


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VALOR ARQUEOLÓGICO 



da noticias de poblaciones desaparecidas como 
Alcoceva y Spinaz de Can, o de comarcas que 
han cambiado de nombre, como Corpes y Té- 
var (i). En fin, vemos en él cómo las vías roma¬ 
nas continuaban siendo ordinarios medios de co¬ 
municación ; así, la calzada de Quinea (400) y la 
de Sagunto a Bílbilis o Calatayud (644). A este 
propósito puede recordarse que el camino de 
Santiago, restaurado en el siglo xi, era también 
en su mayor parte la antigua vía que de Vasco- 
nia conducía a Gallecia. Además el Poema nos 
describe minuciosamente otro camino secunda¬ 
rio, de Valencia a Burgos (v. págs. 27-28). 

La exactitud del juglar se aprecia cuando, 
atendiendo a la topografía especial de Caste- 
jón, comprendemos mejor la sorpresa con que 
el Cid conquista la villa (456) (2). Hasta los 
adjetivos usados por el poeta se hallan hoy 
exactos: A tierna, una peña muy fuert (2691), 
aún nos aparece como tal, pues conserva su 
imponente castillo, que arranca de la peña, cor¬ 
tada a pico. Fiándonos en esta exactitud ha¬ 
bitual, podemos otras veces comprobar con 
lástima cuánto ha cambiado el aspecto del te¬ 
rreno: la fiera sierra de Miedes encerraba en 


(1) Véase Cantar, ps. 58, 53, 864, 859* 

(a) Cantar, p. 496, y M. Serrano, Exactitud geográfica 
del Poema del Cid, en ]a Revista de España, CXLII, p. 438. 


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VALOR ARQUEOLÓGICO 


89 



sí más de una selva maravillosa e grand (415, 
422, 427), que ha desaparecido; el gigantesco 



Castillo de Atienza. 


robredo de Corpes, cuyas ramas se hundían en 
las nubes (2698), no es hoy más que un páramo 
donde el arado desentierra algún grueso tocón, 
único resto del viejo arbolado; los montes de 
Luzón, que el juglar describe como fieros e 
grandes, y la mata de Taranz, antes temerosa 
para el caminante (1492), son hoy tierra rasa, 
donde apenas crecen sino humildes cambrones 
y sabinas; por todas partes el hacha egoísta, 
imprevisora, ha hecho desaparecer seculares 
bosques, atrayendo la sequía sobre ambas me¬ 
setas castellanas. 


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VALOR ARQUEOLÓGICO 



Inestimable es el Poema para el conocimiento 
de las costumbres e instituciones de la época. 

Puede observarse en cuánta medida la so¬ 
ciedad se organiza a impulsos de pasiones y 
actos hoy considerados como degradantes. La 
venganza estaba declarada en la realidad y 
poetizada en la epopeya como im derecho y 
como un deber familiar. Las delaciones se¬ 
mejantes a las que tanto papel juegan en cier¬ 
tas épocas del imperio romano, ahora, en los 
siglos xi y xn, eran medio frecuente de en¬ 
juiciamiento, sobre todo en el reino de León: 
el Rey se inclinaba con facilidad a escuchar a 
los mestureros o detractores que, dedicados a 
explotar el ánimo del Monarca, eran un conti¬ 
nuo peligro para la seguridad personal, ya que 
la ira del Rey era causa bastante para el destie¬ 
rro y la confiscación, sin ninguna formación de 
proceso (i). 

En cuanto a las clases sociales, el Poema nos 
presenta en la parte inferior de la escala los bur¬ 


il) Véase Cantar, ps. 757 y 725, y especialmente los 
versos 219, 267, 1048. El airado del rey .es desterrado. 
156, 629, 882.—Para todas las instituciones jurídicas que se 
manifiestan en el Poema, véase el magistral estudio de 
E. dk Hinojosa, El derecho en ex Poema del Cid (Estudios 
sobre la historia del derecho español, Madrid, 1903, p. 71). 
También puede verse el trabajo de P. Cobominas sobre Las 
ideas jurídicas en el Poema del Cid (Revista general de 
Legislación, 1900, ps. 6x, 222 y 389). 


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VALOR ARQUEOLÓGICO 


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gueses, de que ninguna idea nos da, y los judíos 
dedicados a negocios de dinero, siempre preocu¬ 
pados de la ganancia. La acción del Poema se 
desarrolla entre individuos de la clase noble por 
linaje, llamados en general fijos dalgo, dividi¬ 
dos en varias categorías. La inferior de todas 
es la de los escuderos o jóvenes que se prepara¬ 
ban para recibir la dignidad de caballeros. Des¬ 
pués están los simples caballeros, que habían 
recibido ya una especie de sacramento militar, 
cuyo rito esencial era el ceñir la espada el padri¬ 
no al caballero novel; cuando el juglar usa co¬ 
mo epíteto del Cid “ el que en buen hora cinxo 
espada”, quiere decir “el que en buen hora íué 
armado caballero” (1). Entre los caballeros ha¬ 
bía irnos de superior jerarquía, llamados ifan¬ 
gones, en Aragón " mesnaderos”, que criaban 
en su casa algunos escuderos y caballeros; a 
esta clase pertenecía el Cid, quien crió en su 
casa a Muño Gustioz (737, 2902) y a otros mu¬ 
chos (2514) y era servido de otros caballeros 


(1) En Castilla y León las necesidades de una guerra 
diaria trajeron el que, además de los caballeros hijos dalgo, 
se admitiesen caballeros de cualquier procedencia, burgueses 
y hasta villanos, con tal que pudiesen costearse un caballo 
de guerra. Estos caballeros figuran también en el Poema; 
cuando la ganancia de guerra enriquece a los del Cid, los 
que fueron de pit cavalleros se fosen (1213), sin atender a 
qué linaje pertenecían, sin necesidad de armarse solemne¬ 
mente. 


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VALOR ARQUEOLÓGICO 


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extraños. En fin, por cima de los ifanzones es¬ 
taban los ricos omnes, individuos de las familias 
más poderosas, que tenían muchos caballeros 
por vasallos y seguían habitualmente la corte 
del Rey; de entre estos ricos hombres escogía el 
Rey sus condes y podestades, o sea los goberna¬ 
dores de las regiones y los altos dignatarios. 

Estas clases nobiliarias no tenían entre sí ba¬ 
rreras infranqueables. Según la autorizada afir¬ 
mación de don Juan Manuel, “los que son 
dichos infanzones derechamente, de solares 
ciertos, casan sus fijas con algunos de los ricos 
homes”, por más que, a su vez, había también 
algunos ricos hombres más linajudos, “ que ca¬ 
san los fijos et las fijas con los fijos et las fijas 
de los rcys”. En el Poema hallamos un ejemplo 
de lo primero, pues las hijas del infanzón de 
Vivar se casan con los Infantes de Carrión, que 
eran ricos hombres, de familia de Condes (3444, 
2549, 2554, 3296, 1376). Pero esos Beni-Gó- 
mez de Carrión eran mucho urgullosos (1938), 
y creían que les correspondía el segundo de los 
casos señalados por don Juan Manuel, más bien 
que el primero; si se avienen a casar con fijas 
de ifanzones (3298) es porque codician una 
espléndida dote (1888, 1374, 2552); por lo de¬ 
más, las hijas del Cid serían buenas sólo para 
ser sus barraganas (2759, 3276), pues ellos, en 


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VALOR ARQUEOLÓGICO 


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su presunción, creen que debían casar con fijas 
de reyes o de emperadores (3297, 2553). De 
aquí nace la tragedia del Poema. 

Pero el Poema, lleno del espíritu democráti¬ 
co castellano, es abiertamente hostil a esa noble¬ 
za linajuda, y nos la presenta afeminada y co¬ 
barde, viviendo de la intriga palaciega. En cam¬ 
bio, siente profunda veneración por el Rey, aun- 
cuando sea injusto con el héroe, porque el Rey 
es el elemento igualitario en que se apoya el 
pueblo contra los privilegios de los más altos. 
Al fin, Alfonso aparece inclinándose de parte 
del Cid (simple infanzón, cuya única renta son 
sus molinos en el río Ubiema) contra la alta 
nobleza representada por los Beni-Gómez, fa¬ 
milia donde, desde antiguo, salían condes de 
prez y que ahora queda infamada. 

Entiéndase que la familia era una agrupación 
mucho más extensa y significativa que hoy. Mu¬ 
chas relaciones sociales toman formas familia¬ 
res; las hijas del Cid habían sido criadas por 
Alfonso (2086), pues desde los tiempos visigó¬ 
ticos era costumbre que los hijos e hijas de los 
magnates fuesen criados y casados por el Rey; 
a su vez el Cid cría en su casa a sus más fieles 
vasallos (2514, 2902) y a muchas dueñas, que 
después dota con el botín de una batalla (1764). 
El parentesco era también un vínculo más fuer- 


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94 VALOR ARQUEOLÓGICO 

te. El Poema nos presenta la familia animada de 
un amplio y robusto espíritu de solidaridad, 
que agrupa a hijos, sobrinos, primos y parientes 
más lejanos, todos concordes en el pensamiento 
y en la acción, auxiliándose con el consejo y con 
el brazo a soportar las dificultades de la vida, y, 
sobre todo, a vengar cualquiera ofensa, que to¬ 
dos miran como propia (i). En el fondo, como 
figura de pálida idealidad, aparece la mujer; 
no habla sino para venerar al marido o al padre 
y agradecerle la protección que recibe; sumisa * 
y dulce hasta para reprender la crueldad del 
marido, a la cual sólo opone la energía de la 
mártir. 

No hay en el Poema el menor asomo de ga¬ 
lantería frívola y corruptora. El Cid no entra 
en batalla como los caballeros de cortesanía 
más refinada, con el pensamiento puesto en su 
amiga, sino puesto en su querida tnugier e on- 
drada , ante cuya presencia siente crecer el es¬ 
fuerzo (2), y es conmovedora la galantería mi¬ 
litar del héroe, cuando se presenta lleno de sudor 

(1) Véase p. 122^ y versos 73, 2780, 3007-30x1, 3160- 
3163, 3528, 3535 , 3553 . 3592. La injuria es sentida como pro¬ 
pia por todos los parientes (3303-05, 331a, 3438-42) y cria¬ 
dos (2941-42). 

(2) El Poema usa en este pasaje la expresión consagra¬ 
da crécsm si corazón, 1655; como las Partidas, II» ai* 22*: 
“los caballeros, porque se esforrasen más, tenien por cosa 


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VALOR ARQUEOLÓGICO 


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y sangre ante Jimena y las hijas, su coraron y 
su alma, brindándolas el honor de haber guar¬ 
dado a Valencia, mientras él, a su vista, había 
derrotado al Rey de Marruecos. 

Para la historia de la guerra tiene también el 
Poema un valor de que suelen carecer las chan- 
sons francesas, con ser éstas más militares que 
el cantar castellano. Los juglares franceses no 
tienen espíritu de observación para la batalla (i). 
El Roland o el Aliscans no nos dan idea de es¬ 
trategia alguna, salvo el dividir ambos ejércitos 
en líneas de combate o “echeles”, generalmente 
formadas por hombres de un mismo país, siem¬ 
pre más numerosas las de los sarracenos que las 
de los cristianos, las cuales se atacan sucesiva¬ 
mente sin plan alguno; las largas descripciones 
de las batallas se reducen al monótono chocar 
de los campeones unos con otros o con turbas 
que caen a centenares baj o los. descomunales 
golpes de los héroes. En El Mió Cid la guerra 
ofrece aspectos variados, desde la pequeña co¬ 
rrería hasta la batalla campal y el asedio, se- 


guisada que los que hobiesen amigas que les ementasen en 
las lides porque les creciesen mas los corazones 
et hobiesen mayor vergüenza de errar”. 

(i) Véase P. Mzyer, traduce, del Giran de Roussillon, 
Parts, 1884, ps. lxx-lxxvii. El Girard de Roussillon ofrece 
en la pintura de la guerra más realidad y más variedad que 
la generalidad de las chansons. 


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VALOR ARQUEOLÓGICO 


96 

gún el héroe va creciendo en recursos y pla¬ 
nes. 

En los primeros tiempos de su destierro, el 
Cid tiene sólo 300 lanzas o caballeros (419, 723), 
que suponen 600 hombres de armas, incluyendo 
los peones (674). Después de la toma de Valen¬ 
da, hay ya con el Cid 3.600 caballeros (1265), o 
3.990 (1419, 1717). Los moros, en cambio, re¬ 
únen ejércitos de 50.000 hombres de armas 
(1626, 1718, 1851, 2313). 

El Cid, como un desterrado, tiene primera¬ 
mente que tomar por objeto de sus guerras ga¬ 
narse el pan {673, 1642, 948), y los caballeros 
que se le reúnen van a ayudarle a salir del apu¬ 
rado trance en que d destierro le coloca, unos 
por obligación de vasallaje y otros por espíritu 
aventurero. Cuando d Cid quiere reclutar más 
gentes para caer sobre Valencia, les brinda con 
la ganancia: 

quien quiere perder cueta e venir a rritad, 
viniesse a mió Cid que a sabor de cavalgar; 
cercar quiere a Valencia pora cristianos la dar. 

Al sabor de la ganancia non lo quieren detardar 
grandes yentes se le acojen de la buena cristiandad. 

(1189-1199) 

También Guillermo de Orange, cuando, des¬ 
amparado de su rey, quiere ir a conquistar tie¬ 
rras de los sarracenos de España, grita sobre 
una mesa a los caballeros y escuderos pobres: 


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VALOR ARQUEOLÓGICO 97 

I 

“Ice di-ge es portes bachders 

"as roncins dops et as dras descirez, 

"quant ont serví por néant conquester 
Vo moi se vueulent de bataille esprover, 

"ge lor dorrai deniers et héritez, 

"chasteaus et marches, donjons et fermetez...” 

Qui dont véist les povres escuiers, 
ensenble o els les povres chevaliersl 
vont á Guillaume le marchis au vis fier. 

En petit d’eure en ot trente milliers (i). 

*En sus primeras guerras el Cid saquea la 
frontera de moros. Para ello divide sus gentes 
en una retaguardia o zaga, a sus propias órde 
nes, y una vanguardia o algara, mandada por 
Alvar Fáñez, la cual se interna por sorpresa en 
tierra de moros para robar ganados y riquezas. 
La algara, según los fueros municipales, se de¬ 
bía componer de la mitad del total de los comba¬ 
tientes ; pero el Cid se juzga seguro con una zaga 
compuesta sólo de un tercio de su gente y envía 
los otros dos tercios en la algara, para que el 
botín sea mayor; así Alvar Fáñez puede correr 
y robar con gran fruto yo kilómetros del valle 

(i) Li chorrois de Nymes, v. 636, etc., en Jonckbloet. 
Guül. d’Orange, I, 1854, p. 90.—M. dz Unamuno, En tomo 
ol casticismo, Barcelona, 190a, p. 135, observa que en laa 
Chansons francesas el “cachee” preocupa menos que la 
“ganancia” en el Poema del Cid; pero adviértase que en 
éste el destierro y pobreza del héroe le imponen la nece¬ 
sidad de ganar el pan y de conquistar a Valencia; de igual 
modo los héroes franceses, cuando están perseguidos por 
su Rey, tienen que ganarse feudos a costa de los sarra¬ 
cenos o a costa de otros vasallos del Rey. 

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VALOR ARQUEOLÓGICO 


del Henares, mientras la zaga del Cid ganaba 
por sorpresa el pueblo de Castejón (i). 

Otra de las pequeñas conquistas del Cid en los 
comienzos del destierro es la toma del castillo de 
Alcocer, que le lleva quince semanas de combate 
y no termina sino mediante una estratagema 
(v. 553-610). 

Como consecuencia de estas correrías, el Cid 
con sus 600 hombres de armas tiene que aceptar 
una batalla campal contra 3.000 moros valen¬ 
cianos y muchos más de la frontera. Los 300 
caballeros cristianos cargan sobre una de las ha¬ 
ces enemigas, la atraviesan matando 300 moros, 
y dan la carga de tomada matando otros tantos 
(v. 722 sigs.). Una “charge en retour” de 333 
caballeros, semejante a ésta, fue uno de los he¬ 
chos de armas de que siempre se alabó Girard 
de Rousillon (2). 

Otras varias batallas campales describe el 
Poema. Cuando ya el Cid reúne más de 3.000 
caballeros, preceden a la gran batalla pequeños 
encuentros (v. 1673-1684, pág. 275 T -v. 2344), 
y se fija de antemano el plan de combate, siendo 

(1) Véanse los versos 440-485, y Cantar, p. 454 22 * La 
algara del Poema es igual a las que describe un autor coe¬ 
táneo , el autor de la Chronico Adefonsi imperatoris, § 14, 
53, 53, 6o, enviadas por el Rey, o hechas por el alcaide de 
Toledo o los caballeros de Avila y Segovia contra los cam¬ 
pos de Sevilla y Córdoba (España Sagrada, XXI). 

(a) Traduct. par P. Meyer, 1884, § 15a. 


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VALOR ARQUEOLÓGICO 


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Alvar Fáñez, como siempre, el que propone la 
solución aceptada (438, 671), que suele ser un 
ataque combinado por las dos alas del ejér¬ 
cito enemigo (1127, 1144, 1693, l 7 l 9. 2361). 
La batalla se rompe dando las fétidas primeras 
un caballero distinguido (702-714), el cual suele 
pedir de.antemano al Cid que le conceda el ho¬ 
nor de herir los primeros golpes en el enemi¬ 
go (1709, 2374, 3317). De estas primeras he¬ 
ridas hablan frecuentemente los otros poemas 
españoles y franceses. 

La batalla, como la algara, la corrida o in¬ 
cursión más rápida que la algara (953, 1159) y 
toda conquista, termina con el robo del campo 
y el reparto del botín. Después de la derrota del 
Rey de Marruecos, es Alvar Fáñez el que diri¬ 
ge sobre el campo el inventario del despojo, 
escriviendo e contando (1772); en esta tarea le 
auxiliarían los quiñoneros o repartidores (511), 
encargados de hacer los “quiñones” o suertes 
en que se dividía el botín para su distribución. 
Este nombre “quiñón”, derivado del latín qui¬ 
ñi o n e m, nos indica que el reparto se hacía so¬ 
bre una base semidecimal. El rey o el señor de 
la hueste, en nuestro caso el Cid, toma para sí 
el quinto de todo el botín (515, 805, 1216, 
2487-89), según costumbre imitada de los mu¬ 
sulmanes, a quienes el Corán, VIII, 42, manda- 


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IOO 


VALOR ARQUEOLÓGICO 


ba que el quinto de la ganancia de guerra se 
entregase al Califa. El Cid no está obligado al 
Rey que le desterró, por eso no le envía la quinta 
de la ganancia total de su hueste, pero genero¬ 
samente se cree obligado por su ganancia pro¬ 
pia, y así envía al Rey la quinta parte de los ca¬ 
ballos (no de las otras riquezas) que a él le co¬ 
rrespondieron en su quinto (i). Del resto de 
las complicaciones a que el reparto del botín 
da lugar en los fueros municipales, el Poema no 
nos dice nada, sino que el caballero cobraba do¬ 
ble que el peón (512-14). La conquista de Va¬ 
lencia enriquece a todos los del Cid. En el re¬ 
parto de la ciudad parece que las casas y here¬ 
dades de los moros se adjudican a los 300 caba¬ 
lleros que se desterraron primeramente con el 
Cid, y la riqueza mueble, transportable, a los 
caballeros advenedizos (v. 1245-1261). Se con¬ 
servan algunos repartimientos del siglo xm 
(como el de Valencia en su segunda conquista 
por Jaime de Aragón y el de Sevilla reconquis¬ 
tada por San Femando) escritos en volúmenes 


(1) Versos 1813, 1819, 1854, comp. 1781; y algo más de 
la quinta en 816, 872, comp. 805. Los fueros hablan de una 
“quinta" y una “redroquinta", o segunda quinta, pagada a 
diferentes personas. Nótese que cuando el Cid trata de 
dar parte de su botín a otro que a su señor, ya la división 
aemidecimal desaparece: a Minaya le ofrece toda la quinta 
o una porción indeterminada (492, 1806), y a la iglesia de 
Valencia le ofrece el consabido diezmo (1798). 





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VALOR ARQUEOLÓGICO 


IOI 


especiales que nos dan ideá del reparto a que 
alude el juglar en sus versos 1245-46. 



Restos de arquitectura árabe del castillo de Gormas. 


El traje merece una atención especial en el 
Poema. 

Armas ofensivas: La lanza tenía el astil ge¬ 
neralmente de fresno, un fierro tajador (3585) 
y un pendón, el cual a veces llevaba insignias 
(2375) (1). Aunque, en general, el armamento 


(1) En la poesía francesa, la Chanson des Saxons, que 
es de fines del siglo xii, menciona por primera vez los em¬ 
blemas pintados en gonfalones y escudos (l’anseignes de 


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102 


VALOR ARQUEOLÓGICO 


que describe el Mió Cid es igual al de Roland, 
en éste se observa mayor riqueza, que acaso pro¬ 
cede sólo de la mayor pormenorización poé¬ 
tica que diferencia el poema francés del espa¬ 
ñol; no obstante, en el Cid se habla de pendo - 
nes blancos (729) como color generalmente usa¬ 
do, mientras en el Roland se mencionan gon¬ 
falones blancos, azules, bermejos, amarillos, y 
se describe el pendón del héroe, blanco con fran¬ 
jas de oro que llegan hasta las manos del jinete. 
En el combate se usaba primeramente la lanza; 
cuando ésta hiere, entra en la carne también 
el pendón y sale bermejo en sangre (729, 3687); 
pero la lanza quebraba pronto y entonces se 
acudía al arma principal, a la espada (746, 
1722, 2387). 

La espada de este tiempo era ancha (de 50 
a 75 milímetros, o más), de dos filos y con 
una canal en su eje, que corría desde cerca de 
la punta hasta la misma espiga; al ser levantada 
la espada después de haber herido, corría la 
sangre por esa canal hacia la empuñadura, y 
manchaba la mano y el antebrazo del caballero. 
Así se explican aquellos versos: 


ses armes). Véase A. Sternberg, Die Angriffswaffen im 
' altfranzosischen Epcs, Marburg, 1886, ps. 32-33. (Ausga- 
ben und Abhandlungen de E. Stengel, xlviii) v v. p. 36 
para el pendón que entra en el cuerpo del herido y le 
atraviesa hasta salir de la otra parte. 


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VALOR ARQUEOLÓGICO IO 3 


espada tajador, sangriento trae el braco, 
por el cobdo ayuso la sangre destellando (780). 



Este destilar sangre enemiga por el 
codo era para el combatiente señal 
gloriosa que desea ver en sí Alvar 
Fáñez al hacer un voto solemne 
(5°í), y que sólo él* logra, en el Can¬ 
tar, juntamente con el Cid (781, 
2453; I 7 2 4)* La anchura de la es¬ 
pada era propia para cortar, a modo 
de hacha, las mallas de la loriga ( des - 
manchar la loriga, 728, 3635); por 
eso el adjetivo único que se le aplica 
es el de tajadora; apenas era punti¬ 
aguda, pues para atravesar la loriga 
se necesitaba el empuje mayor de la 
lanza. El que haya tenido en su mano 
una de estas espadas antiguas no 
creerá imposible que, manejadas por 
una persona forzuda, segasen, como 
dicen los Cantares, un cuerpo por la 
cintura (751), o desde la cabeza hasta 
la silla del caballo, o un brazo entero 
con su loriga (2404); al menos las 
historias cuentan también tajos se¬ 
mejantes como cosa extraordinaria. 


E> £rmcru u Las espadas preciosas tenían de oró 
R L “‘,£ A.*c, r ^' la ma i ana 0 pomo y el arrias o ga- 


d 


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104 


VALOR ARQUEOLÓGICO 



vilán (3178), y valían mili marcos (1010, 2426). 
Muy especialmente se apreciaban las espadas 
viejas, tanto como hoy las podría estimar un 
museo. La Primera Crónica General, contando 
la prisión de Berenguer por el Cid, dice que 
al ser fijado el rescate que los prisioneros ca¬ 
talanes debían pagar al Campeador, se convino 
“quel diessen demás las espadas precia¬ 
das que fueran de otros tiem¬ 
po s ” ; entre ellas iba sin duda la espada del 
Conde prisionero, la Colada de nuestro poema, 
una de esas espadas antiguas (1). La espada, 
como arma principal, era el despojo del vencido 
más codiciado por el vencedor. El mismo Can¬ 
tar nos refiere que el Cid ganó también a Tizón 
venciendo al rey de Marruecos (2). 

(z) Según el Mainel francés, del siglo xn, la Joyosa 
de Carloiragno era también una espada antigua. Carlos 
rehúsa otra que le ofrece el emir de Toledo: 

Ne prendrai vostre espée, ne me vient pas a gré. 
car j’en ai une víelle de 1’ancien aé..., 
et fu le premier roi qui tint crestienté 
Cloovi le courtois, le chevalier membré... 
une grant toise est longe, s’a demi pié de lé. 

(Romanía, IV, 3 26.) 

Realmente las espadas se mantenían en uso durante mu¬ 
chos siglos. La que aqui reproducimos lleva una empu¬ 
ñadura del siglo xiii, puesta para el uso de algún rey o 
infante de Castilla, y su hoja es algunos siglos anterior. 

(a) La conquista de la espada se menciona también en 
los poemas franceses. Según Aspremont, Roldan gana a Du- 
rendal, matando a Yaumont en Italia, y según el Mainel es¬ 
pañol, la misma espada es ganada por Carlomagno cuando 
mató a Bramante en España. 


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* 


VALOR ARQUEOLÓGICO 105 

— — — ■ 1 , ti 1 n- ■ ■ 


iEl Cantar no menciona ninguna arma arro¬ 
jadiza, saetas, azconas, etc., aunque se usaban 
mucho. 

Armas defensivas: El escudo. Era gran¬ 
de (t, 20 por 0,62 metros), de tabla, forrada con 
cuero de caballo. Iba guarnecido con una bloca 
o adorno metálico en el centro, de donde par¬ 
tían radios, también de metal, hacia el borde 
del escudo; a veces esta guarnición era de oro 
o plata (v. 1970). Según el carmen latino del 
Cid, el escudo de éste llevaba pintado un dra¬ 
gón. El escudo, por su parte interior, además 
de las embrazaduras, tenía sujetos a sus dos 
extremos superiores los cabos de un tiracol o 
correa, con la cual se llevaba colgado al cuello 
(1509, 2450, 3584); para acometer, se embraza 

el escudo apretándolo contra el corazón ( 7 I S» 
3G 1 5), pero manteniéndolo colgado al cuello. 

La loriga era una túnica tejida de mallas fé¬ 
rreas, o hecha de cuero con escamas o anillos 
cosidos encima. A veces tenía tres dobleces, para 
más defensa (3634). Para evitar el roce de la 
loriga se vestía debajo de ella un beimes o tú¬ 
nica acolchada (3073, 3636) que en las repre¬ 
sentaciones gráficas se ve salir por fuera del 
borde inferior de la loriga cosa de un palmo 
más largo que ella. La loriga se prolongaba 
en un almófar o capucha de mallas que cu- 


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IOÓ VALOR ARQUEOLÓGICO 

■ —— ■ . — 

* 

i 

% 

bría la cabeza y la barba, subiendo a veces 
hasta media nariz; para evitar su roce sobre 
los cabellos, se recogían éstos con una cofia 
de lino, fruncida sobre la cara (789, 2436, 
1744). Encima del almófar se ponía un yel¬ 
mo, atado a las mallas con muchos lazos de 
cuero o moncluras (3652); el yelmo soba tener 
en su parte anterior un nasal o barra descen¬ 
dente, para proteger la nariz. Las piernas del 
caballero iban cubiertas de arriba abajo con las 
calzas, y, sobre éstas, se ponían las huesas o 
botas fuertes y altas, propias para campaña, 
viaje o caza. 

Los caballeros catalanes de Ramón Berenguer 
usaban sólo las calzas; desechaban las huesas, 
que si bien daba superioridad a los caballeros del 
Cid (992, 994), eran de mal aspecto, por lo cual 
el Conde de Barcelona llama malcalzados a los 
castellanos (1023). También se distinguían los 
catalanes por cabalgar sillas coceros, propias 
para correr el caballo y más inseguras que las 
sillas gallegas o de camino, que llevaban los del 
Cid; así en el choque los catalanes caían del 
caballo aun sin ser heridos (993, 997). 

Los caballeros moros usan también escudos 
(795), lorigas (762) y yelmos adornados con 
carbonclas o piedras preciosas (766, 2422). Pa¬ 
rece que no se distinguen de los cristianos sino 


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VALOR ARQUEOLÓGICO IC>7 


en usar preferentemente adáragas (727) o 
escudos pequeños sólo de cuero, y en que sus 
ejércitos tocaban 
atemores, cuyo 
ruido formidable 
maravillaba a los 
soldados caste¬ 
llanos nuevos y 
espantaba a do¬ 
ña Jimena (696, 

1660 - 1667, 

2346). Sin du¬ 
da se distin¬ 
guían también 
por montar en si¬ 
llas jinetas de al¬ 
tos borrenes y 
estribos cortos, a 
diferencia de las 
bridonas, que 
usaban los cris¬ 
tianos, con estri¬ 
bos largos. 

Por último, la 



Moro con adarga, caballero a la 
jineta. (San Beato, de la Bib. Nac. 
de Madrid, afio 1047.) 


espuela o espo¬ 
lón era del tipo que se llamó después acicate. 
Se desconocían las espuelas de rodajuela; por 
esto el poeta les da el calificativo de agudas 


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io8 


VALOR ARQUEOLÓGICO 


cuando las usaban los Infantes de Camón para 
herir con ellas a sus mujeres (2737). 

Cuando el caballero iba de viaje, 
montaba un palafré o caballo de ca¬ 
mino y de lujo; llevaba todas sus 

Espuela. armas en una acémila, y delante de 
(Armería Real ésta iba, llevado del diestro por un 
de Madrid. sscuc ] ero (1548), su caballo de ar¬ 
mas, más fuerte y más grande que el palafrén. 




Fernando II (1157-1188) con armas de fuste, escudo al 
cuello y brial hendido. (Tumbo en la Catedral de San¬ 
tiago.) 

Cuando se tenían armas (1602, 2243, etc.), 
esto es, cuando se ejercitaban en juegos mili- 


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VALOR ARQUEOLÓGICO IO 9 


tares, en señal de regocijo, el caballero usaba 
sólo las armas de fuste (1586), es decir, las de 
madera, el escudo y la lanza. No se ceñía 
espada ni se vestía loriga, sino el traje ordi¬ 
nario. 

El traje de paz era éste (1): primero se po¬ 
nían la camisa, después las calzas de paño cu¬ 
briendo toda la pierna, y los zapatos, que solían 
ir adornados con labores (30S5-88). Inmedia¬ 
tamente sobre la camisa se ponía el briol, túni¬ 
ca hecha por lo común de una tela de seda entre¬ 
tejida con oro, llamada ciclatón, así que briol y 
ciclatón venían a ser voces sinónimas. Llegaba 
el brial hasta los pies e iba hendido delante y de¬ 
trás para poder cabalgar cómodamente, dejando 
caer cada mitad de su falda por uno y otro lado 
del caballo, según se ve en el retrato de Feman¬ 
do II arriba reproducido, o en el del conde 
don Enrique. Encima del brial se ponía la piel 
o pellizón, abrigo más corto que el brial, con 
manga ancha o perdida, hecho de armiño (3075) 
o de piel de conejo, cordero o abortones, y fo¬ 
rrado al exterior con seda; el Cid llevaba 
siempre, según su juglar, una piel forrada de 


(1) Compárese la detallada descripción del traje del 
Cid, en los versos 3085-3100, con la más detallada de Girart 
de Rousillon (trad. P. Meyer, Paris, 1884, p. lxxxi), que 
emplea cuatro series en describir cómo se vistió Pierre de 
Mont-Rabei. 


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110 


VALOR ARQUEOLÓGICO 


bermejo con bandas de oro (3092). Sobre la 
piel se ponía el manto, anudado o prendido en 
el hombro derecho; iba forrado con armiño 
(3374), como el que se ve en el retrato del con¬ 
de Ramón, o con otras pieles. 






Alfonso VI con manto, pelli- Conde don Enrique de Por- 
zón y brial. (Tumbo de tugal. (Tumbo de Santia- 
Santiago.) go.) 


Sería interminable mencionar todos los as¬ 
pectos que ofrece el Poema interesantes para la 
historia de la cultura. Recordemos sólo las no¬ 
ticias que da sobre las precisas circunstancias 
en que se besaba la mano; las complicadas cos¬ 
tumbres relativas a la barba, como símbolo del 


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VALOR nacional 


III 


honor viril; el contrato de préstamo con los ju¬ 
díos; las curiosas escenas del campamento de 
Tebar y de la libertad del prisionero Beren- 
guer; la cortesía y liberalidad del moro alcaide 



El conde don Ramón de Galicia. (Tumbo de Santiago.") 

de Molina; la vigilia que el Cid pasa en San 
Servando; la corte de Toledo, rica en porme¬ 
nores jurídicos admirablemente comentados 


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112 


VALOR NACIONAL 


■ ■ y * • -■ --- 

por Hinojosa (i); el juicio de Dios, en donde 
resplandece la verdad después de velar las ar¬ 
mas los combatientes y de santiguar las sillas 
de los caballos antes de arremeter; las curiosas 
relaciones de la vida secular y la religiosa, el 
matrimonio civil como acto principal y ante¬ 
rior a la bendición eclesiástica (v. 2233), ei di¬ 
vorcio sin intervención de la Iglesia (v. 2867). 
el obispo de Valencia elegido por el Cid y sus 
vasallos sin mediación del Papa, etc. 


VALOR NACIONAL DEL POEMA 

% 

No hay en el Poema del Cid una idea pa¬ 
triótica tan precisamente concebida como en 
la Chanson de Roland. El autor de ésta supo 
asociar el deber de vasallaje a Carlomagno y 
el amor a la nación entera, elevándose, en una 
época de división feudal, a un sentimiento cla¬ 
ro de la unidad de esa Francia cuyo cielo se 
entristece por la muerte del héroe y cuyos sol¬ 
dados se conmueven de cariño intenso hacia la 
patria por la cual combaten. En la chanson 
alienta un patriotismo exaltado, aunque pura¬ 
mente militar, que se apoya en el irrazonado en- 


(1) Otado arriba, p. 89, n. 


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VALOR NACIONAL 



tusiasmo para afirmar el propio valer y despre¬ 
ciar al enemigo: 

Hoi n’en perdrat Frunce dulce sun los. 

Ferrez i, Franc; nostre est li premiers colps; 

ñus avum dreit, mais cist glutum unt tort (1210, 1015). 

Cierto que en el Mió Cid la añoranza que sien¬ 
ten los desterrados de Castiella la gentil y la ve¬ 
neración del héroe hacia el Rey, que personifica 
la patria, tienen ternura y magnanimidad, aun¬ 
que no lleguen a la grandeza trágica del Roland. 
Pero de todos modos el Poema del Cid no es 
nacional por el patriotismo que en él se mani¬ 
fieste, sino más bien como retrato del pueblo 
donde se escribió (i). En el Cid se reflejan las 
más nobles cualidades del pueblo que le hizo su 
héroe: el amor a la familia, que anima la eje¬ 
cución hasta de las más altas y absorbentes em¬ 


ir) Asi Fernando Wolf vela en el Poema la primera 
j fundamental obra de la literatura espadóla en cuanto es 
expresión del carácter nacional (Studien sur Geschichte der 
span. und port. Nationalliter , 1851, p. 30). Arriba diji¬ 
mos cómo Menéndez y Pelayo considera unidas en el 
Poema las cualidades artísticas con las representativas de 
la raza.—G. H. P rescott observa que, asi como alguien cree 
que los poemas de Homero fueron el principal lazo de 
unión entre los estados griegos, no cabe dudar que un 
poema como el del Cid, que apareció muy a principios del 
siglo xii, y que presentaba a la imaginación los más inte¬ 
resantes recuerdos nacionales en relación con su héroe 
favorito, debió obrar de una manera poderosa sobre la 
sensibilidad moral del pueblo (History of the Reign of 
Fer dinon d and 1 xah elle, trad. esp. 1855, p. 10 a). 

8 


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VALOR NACIONAL 


114 

presas; la fidelidad inquebrantable; la genero¬ 
sidad magnánima y altanera aun para con el 
Rey; la intensidad del sentimiento y la leal so¬ 
briedad de la expresión. Es hondamente nacio¬ 
nal el espíritu democrático encamado en ese 
"buen vasallo que no tiene buen señor”, en ese 
simple hidalgo, que, despreciado por la alta no¬ 
bleza y abandonado de su Rey, lleva a cabo los 
más grandes hechos, somete todo el poder de 
Marruecos y ve a sus hijas llegar a ser reinas. 
Además, el poeta del Cid, apartándose de la hos¬ 
tilidad regional que respiran otros poemas caste¬ 
llanos, extiende su respeto y su amor a quant 
grant es España: mira a ésta unida en su ma¬ 
yor parte por el imperio de Alfonso sobre por - 
togoleses, gallizianos; leoneses y castellanos; la 
considera también toda bajo el nombre de la 
limpia cristiandad , empeñada en la común gue¬ 
rra contra los moros y honrada en sus diversas 
familias reales por la sangre del Cid: oy los 
reyes de España sos parientes son. 

Este género de nacionalismo, menos enérgico, 
pero más amplio que el patriotismo militar de 
Roiand, puede ser sentido más general y per¬ 
manentemente y podrán repetirse siempre las 
palabras de Federico Schlegel: “ España con el 
histórico poema de su Cid tiene una ventaja 
peculiar sobre otras muchas naciones; es éste 


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VALOR NACIONAL 



el género de poesía que influye más inmediata 
y eficazmente en el sentimiento nacional y en el 
carácter de un pueblo. Un solo recuerdo como 
el del Cid es de más valor para una nación que 
toda una biblioteca llena de obras literarias hi¬ 
jas únicamente del ingenio y sin un contenido 
nacional” (i). 

R. Menéndez Pidal. 


(i) Geschichta dar alten vnd neuen Litar atur. Vorlasun- 
gan gehaltan tu Wien im Jahra, 1812, cap. VIII. (3.* ed. 
1911, p. J64J 


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La presente edición del Poema es copia de la que pu¬ 
bliqué en X911. Suprimo aqui toda clase de notas paleo- 
gráficas y criticas, que alli pueden verse. En las notas de 
traducción y comentario que aqui pongo suprimo tam¬ 
bién toda indicación bibliográfica, ya hecha en mi ante¬ 
rior publicación; sólo citaré detalladamente las obras allí 
no aprovechadas. 




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POEMA DE MIO CID 


CANTAR PRIMERO 
DESTIERRO DEL CID 


(La falta de la primera hoja del códice del Cantar ae 
tupie con el relato de la Crónica de Veinte Reyes, v. pᬠ
gina 8).—El rey Alfonso envía al Cid para cobrar 

LAS PARIAS DEL REY MORO DE SEVILLA. ESTE ES ATACADO 
POR EL CONDE CASTELLANO GARCÍA ORDÓÑEZ.-El ClD, AM¬ 

PARANDO AL MORO VASALLO DEL REY DE CASTILLA, VENCE A 

García Ordóñez en Cabra y le prende afrentosamente. 
—El Cid torna a Castilla con las parias, pero sus 
enemigos le indisponen con el rey.—Este destierra al 
Cid. 

Enbió el rey don Alfonso a Ruy Díaz mió Cid por 


x La Crónica de Veinte Reyes, en el pasaje que vamos 
a transcribir, es una traducción de la Historia latina del 
Cid; pero ésta coincidía bastante con la parte perdida de 
nuestro Cantar (como se verá por las tres notas de con¬ 
cordancia que siguen) de tal modo que, al traducir esa 
Historia latina, la Crónica de Veinte Reyes bailó natural 
el sumar su relato con algunos pormenores tomados evi¬ 
dentemente del comienzo del Cantar. Incluyo entre corche¬ 
tes las adiciones que la Crónica hace a la Historia latina 
del Cid, e imprimo en tipo cursivo la parte de estas adi- 


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Il8 CANTAR DEL DESTIERRO 

las parias que le avian a dar los reyes de Córdova e 
de Sevilla cada año. Almutamiz rey de Sevilla e Al- 
mudafar rey de Granada eran a aquella sazón muy 
enemigos e queríansse mal de muerte. E eran enton- 
s qes con Almudafar rey de Granada estos ricos omnes 
que le ayudavan: el conde don Garqía Ordóñez, e 
Fortún Sánchez el yerno del rey don Garqía de Na¬ 
varra, e Lope Sánchez... e cada uno destos ricos 
omnes con su poder ayudavan a Almudafar, e fueron 
«o sobre Almutamiz rey de Sevilla. 

Ruy Díaz £id, quando sopo que assi venían sobre 
el rey de Sevilla que era vasallo e pechero del rey 
don Alfón su señor, tóvolo por mal e pesóle mucho; 
e enbio a todos sus cartas de ruego, que non quisies- 
•5 sen venir contra el rey de Sevilla nin destruirle su 
tierra, por el debdo que avían con el rey don Alfonso 
[ca si ende al quisiessen fazer, supiessen que non po¬ 
dría estar el rey don Alfonso que non ayudasse a su 
vasallo, pues su pechero era]. El rey de Granada 

dones que me parece proceder de la hoja perdida del 
Cantar. 

i por las parias, compárese con el verso 109: El Cam¬ 
peador por las parias fo entrado, el cual nos asegura que 
esta excursión dd Cid a la Andalucía formaba parte dd 
comienzo del Cantar. 

6 Era muy común el hecho de que los caballeros cris¬ 
tianos, sea porque su rey los desterrase, sea pt>r espíritu 
aventurero, pasasen al servicio militar de los musulmanes. 
Así también el Cid estuvo al servicio dd rey de Zaragoza 
en los primeros tiempos de su destierro, hecho no refe¬ 
rido por d Cantar. 


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CANTAR DEL DESTIERRO 119 

e los ricos omnes non preciaron nadá sus cartas del 
C»d, e fueron todos mucho esforzadamente e destru¬ 
yeron al rey de Sevilla toda la tierra, fasta el castillo 
de Cabra. 

3 Quando aquéllo vio Ruy Díaz £id [tomó todo el 
poder que pudo aver de cristianos e de moros, e fue 
contra el rey de Granada, por le sacar de la tierra 
del rey de Sevilla. £ el rey de Granada e los ricos 
omnes que con él eran, quando sopieron que en aque- 
•• lia guisa iva, enviáronle dezir que non le saldrían de 
la tierra por él. Ruy Díaz Qid quando aquello oyó, 
tovo que non le estaría bien si los non fuese cometer, 
e] fue a ellos, e lidió con ellos en campo, e duróles 
la batalla desde ora de terqia fasta ora de medio día, 
>3 e fue grande la mortandad que y ovo de moros e de 
cristianos de la parte del rey de Granada, e venciólos 
el Cid e fizólos fuir del canpo. E priso el Cid en esta 
batalla al conde don Garqia Ordóñez [e mesóle una 
piefa de la barba]... e a otros cavalleros muchos, e 
30 tanta de la otra gente que non avie cuenta; e tóvolos 

4 Cabra es hoy ciudad de la provincia de Córdoba. 
En el barrio viejo de la población se alza el histórico 
castillo que después fué palacio de los condes de Cabra. 

19 Compárese con el verso 3288, en que el Gd apos¬ 
trofa a Garci Ordóñez: Quando Pris a Cabra e a vos por 
la barba... la qut yo messé. Este verso nos prueba que 
la batalla de Cabra figuraba al comienzo del Cantar, en 
forma muy semejante a como la refieren la Historia lati¬ 
na y la Crónica. Mesar la barba a uno, o arrancarle de 
ella mechones, era una injuria corriente que las leyes cas¬ 
tigaban con grandes multas. 


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120 


CANTAR DEL DESTIERRO 


el £id presos tres dias, desi quitólos a todos. Quando 
él los ovo presos, mandó a los suyos coger los averes 
e las riquezas que fincaban en el canpo, desí tomósse 
el £id con toda su conpaña e con todas sus riquezas 
para Almutamiz rey de Sevilla, [e dio a él e a todos 
sus moros quanto conosqieron que era suyo, e aun de 
lo al quanto quisieron tomar. E de allí adelante lla¬ 
maron moros e cristianos a éste Ruy Díaz de Bivar 
el Qid Campeador , que quiere dezir batallador]. 

Almutamiz dióle estonqes muchos buenos dones e 
las parias por que fuera... E tomósse el £id con to¬ 
das sus parias para el rey don Alfonso su señor. [El 
rey resabióle muy bien, e plógole mucho con él, e 
fue muy pagado de quanto allá fiziera]. Por esto le 
ovieron muchos enbidia e buscáronle mucho mal e 
mezcláronle con el rey... 

9 Esta es la verdadera explicación del epíteto de nues¬ 
tro héroe: Campeador, "batallador, vencedor”, o como 
decía el conde de Barcelona al retar al Cid, “cris ipse Ro- 
dericus quem dicunt bellatorem et Campeatorem". Fray 
Prudencio de Sandoval creyó que Campeador era lo mismo 
que alférez o portaestandarte del rey, y R. Dozy sos¬ 
tiene que era lo mistro que el barráz de los musulmanes, o 
sea el que tenia el oñcio de desafiar, antes de empezarse 
una batalla, a algún campeón del ejército enemigo (Canf., 
P- $27). 

16 Recuérdense los enemigos malos, verso 9, o los ma¬ 
los mestureros, verso 267, que según el Cantar son los 
causantes del destierro del Cid, lo mismo que según la 
Crónica. Esta no dioe, empero, que los envidiosos acu¬ 
saran ante el rey al Cid de haber retenido para si las 
principales riquezas de las parias, como se desprende de 
los versos 110-112 y 125 del Cantar. 


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CANTAR DEL DESTIERRO 


121 


El rey commo esta va muy sañudo e mucho irado 
contra él, creyólos luego..., [e enbio luego dezir al 
Cid por sus cartas que le saliesse de todo el regno. El 
Cid después que ovo leídas las cartas, commo quier 
que ende oviesse grand pesar, non quiso y al fazer, 
ca non avia de plazo más de nueve días en que 
saüiesse de todo el reyno.] 


I 

El Cid convoca a sus vasallos ; éstos se destikkxan con 
él. (Sigue el relato de la Crónica de Veinte Reyes y 
se continúa con versos de una Refundición del Cantar, 
v. p. 50-51»)—Adiós dkl Cid a Bivae (aquí comienza d 
manuscrito de per Abbat). 

[Enbió por sus parientes e sus vasallos, e díxoles 
cómmo el rey le mandava sallir de toda su tierra, e 
que le non dava de plazo más de nueve días, e que 


6 En la alta Edad Media sólo nueve dias de plazo 
se daba al hidalgo desterrado para salir del reino (coirp. 
306-307); en el siglo xm, las Partidas conceden un plazo 
de treinta días. Según la Crónica Particular, la mudanza 
se introdujo en el siglo xii, pues dice que fué el mismo 
Cid quien después de desterrado obtuvo del rey que am¬ 
pliase el plazo en favor de los hidalgos castigados (Cant 
p. 797). El rey podía desterrar libremente y sin previo 
juicio a cualquiera de sus vasallos. 

8 Esta parte del Cantar estaba asonantada en á-o 
( vasallos : plato), es decir, que pertenecía a la primera 
serie conservada hoy en el ms. del poema. Por eso em¬ 
pezamos aquí la numeración de las series. 


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122 CANTAR DEL DESTIERRO 


quería saber dellos quáles querían ir con ti o quá- 
les fincar J 

”e los que conmigo fuéredes de Dios ayades buen grado, 
”e los que acá fincárcdes quiérame ir vuestro pagado” 
s Entonces fabló Alvar Fáñez su primo cormano: 
i( convusco iremos, Cid, por yermos e por poblados, 

’ ca nunca vos fallesceremos en quanto seamos sanos 
”convusco despenderemos las muías e los cavallos 
”c los averes e los paños 

i* ”siempre vos serviremos como leales vasallos.” 
Entonce otorgaron todos quanto dixo don Alvaro; 
mucho gradesfio mió Cid quanto allí fue razonado ... 

Mió Cid movió de Bivar pora Burgos adeliñado, 
as si dexa sus palagios yermos e desheredados . 

2 Según el Fuero Viejo de Castilla, los vasallos del 
señor desterrado tenían obligación de acompañarle hasta 
que hallase medio de vivir en el destierro. ( Cant ., p. 606.) 

3 La Crónica de Veinte Reyes (y la Primera Crónica) 
prosigue: “ Minaya Alvar Fáñes le dixo: Qid, todos iremos 
con vusco e seer vos hemos leales vasallos. Todos los otros 
dixeron otrossi que irién con él onde quier que él fuesse, e 
que se non quitarién nin le desenpararian por ninguna gui¬ 
sa. El Qid gradesciógelo estonces mucho, e dixoles que 
si le Dios bien fisiesse, que gelo gualor donaría muy bien. 

Otro día sallio el de Bivar con toda su compaña; e disen 
que cató por agüero, e que tovo corneja diestra... " En ver de 
este resumen, continúo con algunos versos de una Segunda 
Refundición de nuestro Cantar, conservados en la Crónica 
de Castilla y en la Particular del Cid. Estos versos darán 
idea de los que inmediatamente precedían a los primeros 
conservados en la copia de Per-Abbat; pero téngase en 
cuenta que la Refundición ampliaba seguramente lo que 
en la redacción primitiva era más conciso y rápido. 

14 La Segunda Refundición del Cantar, seguida por las 


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CANTAR DEL DESTIERRO 


123 


De los sos ojos tan fuertemientre llorando, 
tornava la cabera i estávalos catando. 

Vio puertas abiertas e u$os sin cañados, 
alcándaras vázias sin pielles e sin mantos 
e sin falcones e sin adtores mudados. 

Scspiró mió £¡d, ca mucho avié grandes cuidados. 
Pabló mió £id bien e tan mesurado: 


Crónicas de Castilla y Particular, contaba aquí el trato de 
las arcas de arena, antes de la partida de Bivar (mientras 
la primera Refundición, seguida por la Prim. Crón., se 
mantenía fiel al primitivo cantar). Luego, las Crónicas de 
Castilla y la Particular continúan: M e desquel £id tomó 
el aver, movió con sus amigos de Bivar, e mando que se 
fuesen camino de Burgos. E quando el Cid vio los sus pala* 
cios desheredados e sin gentes, e las perchas sin agores’ r ...; 
suprimo el verbo “vio”, pues está ya en el verso 3 de Per 
Abbat; el sustantivo "palagios” es el antecedente gramatical 
obligado del pronombre los, que aparece en el verso a de 
Per Abbat. 

Verso 2, catando, 'mirando'. 

3 v(os sin cañados, ‘puertas sin candados' 

4 alcándaras, ‘perchas’ para colgar vestidos, o posar 
sobre ellas las aves de caza.— pielles o pelligones, ‘túnica de 
piel’, generalmente de armiño, de-conejo o de cordero, véa¬ 
se pág. 109. 

5 adtores, forma muy arcaica, por 'azores'. El azor 
mudado, es decir, que habia pasado ya la época peligrosa 
de la muda del plumaje, era ave de caza muy estimada. 

7 El fablar tan mesurado, ‘tan comedidamente’, era 
virtud muy estimada en un caballero. Gonzalo Gustios, 
llorando ante la cabeza de su hijo Martin, le dice: “vos 
fablavades en plaga muy mesurada miente e muy bien” 
(R. Mknéndez Pidal, La Leyenda de los Siete Infantes 
de Lar a, 1896, p. 28:, 20). Bertoni traduce: “parlo con 
tranquilla rassegnazione”, pues la mesura es la discreción 
en todas las situaciones de la vida, la gran cualidad que 
no debia faltar en la Edad Media al noble, al cortesano. 


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124 CANTAR DEL DESTIERRO 


u 

n 


grado a ti, señor padre, que estás en alto! 
Esto me an buolto mios enemigos malos.” 


2 

Agüiros en el camino de Burgos. 

••> Allí pienssan de aguijar, allí sueltan las riendas. 
A la exida de Bivar, ovieron la corneja diestra, 
e entrando a Burgos oviéronla siniestra. 

Meqió mió £id los ombros y engrameó la tiesta: 
“albricia, Alvar Fáñez, ca echados somos de tierra! 
”mas a qrond ondra tornaremos a Castiella”. 


3 

9 

El Cid entra en Burgos. 

, s Mió Roy Díaz por Burgos entróve,. 


al amante, y cita a Weqhssler, Das KulturprobUm des 
Minnesangs, I, Halle, 1909, p. 44 y sigs. 

9 buolto ‘urdido’ (se decía “bolver traición” por ‘ur¬ 
dir traición’). El Cid alude a los que le acusaron falsa¬ 
mente ante el rey; comp. verso 267 y p. 89. 

11 exida, ‘salida’. 

12 Cuando en el camino volaba la corneja de la dere¬ 
cha a la izquierda, era buen agüero (C 7 mf., p. S96 J2 ). 
El agüero que observaba el Cid era, pues, adverso. Acerca 
del Cid agorero, v. p. 18 y n. 2. 

13 'Movió los hombros y sacudió la cabeza’, ademán 
que parece destinado a rechazar el mal agüero. 

15 La paragoge de que doy una muestra en esta copla, 
se usaba en el canto de la poesía narrativa para nivelar 


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CANTAR DEL DESTIERRO 


125 


En su? conpaña sessaenta pendones; 

■é b exien lo ve?r mugieres e varones, 

burgeses e burgesas, por las finiestras son?, 
plorando de los ojos, tanto avien el dolor?. 

De las sus bocas todos dizían una razón?: 

20 “Dios, qué buen vassallo, si oviesse buen señor?:” 


4 

Nadie hospeda al Cid.—Sólo una niña le dirige la pala- 

REA PARA MANDARLE ALEJARSE.—El ClD SE VE OBLIGADO 
A ACAMPAR FUERA DE LA POBLACIÓN, EN LA GLEBA. 

Conbidar le ien de grado, mas ninguno non osava: 
el rey don Alfonsso tanto avie le grand saña. 
Antes de la noche en Burgos dél entró su carta, 
con grand recabdo e fuertemientre se?llada: 

>5 que a mió £¡d Roy Díaz que nadi nol diessen posada, 
e aquel que gela diesse sopiesse vera palabra 
que perderie los averes e más los ojos de la cara, 

las terminaciones agudas {entró) con las llanas (pendones). 
* Esta forma de paragoge antigua entro-ve (asi usada en la 
Gesta de los Infantes de Lara, pero en los romances del si¬ 
glo xv sería entro-e) se hallaba sin duda en el original de 
que se sirvió Pedro Abad, pues éste copió entrovo, estro¬ 
peando el asonante. 

16 Aquí la gente del Cid se cuenta por el número de 
pendones. Más común es contar por el de lanzas, como en 
419, verso en el cual se advierte que todas las lanzas 
llevaban pendones, igual que en 723. 

24 ‘con prevenciones muy severas y autorizada en todo 
rigor por el sello del rey’. 

27 Este verso y el siguiente resumen la cláusula penal 
que solia ponerse en las cartas de la alta Edad Media, 


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126 


CANTAR DEL DESTIERRO 


e aun demis los cuerpos e las almas. 

Grande duelo avien las yentes cristianas; 

30 ascóndense de mió £id, ca nol osan dezir nada. 

El Campeador adeliñó a su posada; 
así como llegó a la puorta, fallóla bien perrada, 
por miedo del rey Alfons, que assi lo pararan* 
que si non la quebrantas, que non gela abriessen 

31 Los de mió Qid a altas vozes llaman [por nada, 
los de dentro non les querién tomar palabra. 
Aguijó mió (Jid, a la puerta se llegaua, 

sacó el pie del estribera, una ferídal dava; 
non se abre la puerta, ca bien era qerrada. 

40 Una niña .de nuef años a ojo se parava: 

‘•Ya Campeador, en buena qinxiestes espada!- 
''El rey lo ha vedado, anoch dél entró su carta, 
"con grant recabdo e fuertemientre seellada. 

"Non vos osariemos abrir nin coger por nada; 

45 "si non, perderieraos los averes e las casas, 

maldiciendo con ceguera y excomunión al que violase 
lo dispuesto en aquéllas, y condenándole además a una 
multa. Alfonso VI usó realmente de esta cláusula en sua 
diplomas, pero su nieto Alfonso VII la abandonó, y, por 
lo tanto, iba ya haciéndose arcaica cuando ae escribió el 
Cantar. 

29 Las yentes cristianas significa ‘todos’; como en fra¬ 
ses negativas cristianos significa ‘persona viviente, nadie’, 
93 . *295, 1788. Comp. 145. 

33 assi lo Pararan, ‘así lo habían dispuesto’. Parar, 
‘convenir, concertar’, 160, 198, etc. 

41 en buena, omitiendo el sustantivo hora, caso muy 
corriente; asi Berceo dice: 44 ca en buena nacieron" ( Cant., 

P. » 94 ,.)- 


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CANTAR DEL DESTIERRO 


”e aun demás los ojos de las caras. 

ӣid, en el nuestro mal vos non ganadcs nada; 
,f mas el Criador vos vala con todas sus vertudes 
Esto la niña dixo e tornós pora su casa, [santas/* 
s* Ya lo vede el Cid que del rey non avie gracia. 
Partiós déla puerta, por Burgos aguijaua, 
lícgó a Santa María, luego descavalga; 
fincó los inojos, de corazón rogava. 

La oración fecha, luego ca valga va; 
u salió por la puerta e Arlanqón porsava. 

Cabo Burgos essa villa en la glera posava, 
fincava la tienda e luego descavalgava. 

Mió C*d Roy Díaz, el que en buena qinxo espada, 
posó en la glera quando nol coge nadi en casa; 

«o derredor dél una buena conraña. 

Assí posó mió C*d commo si fosse en montaña. 
Vedada Tan conpra dentro en Burgos la casa 

5a Santa Marta ca la catedral de Burgos que Alfon¬ 
so VI estaba edificando en el año 1075 sobre el palacio 
de su padre Fernando I. En el siglo xm, Fernando III de¬ 
rribó esta antigua iglesia para levantar la que boy ad¬ 
miramos. 

56 El Cid pasa el rio Arlanzón por el puente de Santa 
María (asi llamado por estar inmediato a la iglesia cate¬ 
dral, donde el Cid acababa de bacer oración) y acampa en 
la glera o arenal del río. 

62 Burgos lo casa, ‘la población de Burgos’, como 84a, 
1606, etc.; v. 1232. El rigor extremo que el rey usa con 
el Cid se manifiesta, no sólo en la prohibición de hospe¬ 
darle, sino en la de venderle viandas. Las Partidas y el 
Fuero Viejo expresan que el rey no debe prohibir la ven¬ 
ta de viandas al desterrado; no obstante, todavía en el si¬ 
glo xv hay ejemplos de tal prohibición. 


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128 


CANTAR DEL DESTIERRO 


de todas cosas quantas son de vianda; 
nol osarien vender al menos dinarada. 

t 

5 

Martín Antolínez viene de Burgos a proveer 

de víveres al Cid. 

«s Martin Antolínez, el Burgalés conplkio, 
a mió £id e alos sos abástales de pan e de vino; 
non lo conpra, ca él se lo avie consigo; 
de todo conducho bien los ovo bastidos. 

Pagos mió £id el Campeador conplido 

*9 b e todos los otros que van a so qervicio. 

70 Fabló Martín Antolínez, odredes lo que a dicho: 
“ya Canpeador, en buen ora fustes naqidol 
”esta noch yagamos e vaydmosnos al matino, 

”ca acusado seré de lo que vos he seruido, 

”en ira del rey Alffons yo seré metido. 

64 ‘no osarían venderle ni siquiera una dinerada*. La 
dinerada era la cantidad de víveres que se compraba por 
un dinero, y solía ser ración suficiente para una sola 
persona. 

67 El poeta tiene cuidado de advertir que Martín An- 
tolínez no desobedece la prohibición de comprar viandas 
que el rey había hecho al Cid. 

68 conducho, ‘comida', especialmente la que se da al 
qt»e va de viaje. 

70 ‘oiréis lo que dijo’. Hasta tiempos muy reciente», 
las formas "dijo" y “ha dicho" no distinguieron su sig- 
nificado del modo preciso que hoy lo hacen. 

' 71 ya, *oh', interjección árabe. 

7 2 yagamos, ‘yazcamos’, ‘reposemos*. 


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CANTAR DEL DESTIERRO 


129 


75 "Si con vusco escapo sano o bivo, 

"aun qerca o tarde el rey querer m’a por amigo; 
"si non, quanto dexo no lo preqio un figo.” 


6 

El Cid empobrecido acude a la astucia de Martín 

Antolínez.—Las arcas de arena. 

Fabló mió Cid, el que en buen ora qinxo espada: 
‘•Martín Antolínez, sodes ardida lanqal 
»•> ”si yo bivo, doblar vos he la soldada. 

"Espeso e el oro e toda la plata, 

"bien lo veedes que yo no trayo nado, 

”huebos me serié pora toda mi compaña; 

"fer lo he amidos, de grado non avrié nada. 

85 "Con vuestro consejo bastir quiero dos arcas; 
"¡ochárnoslas d’arena, ca bien serán pesadas, 
"cubiertas de guadalmeqí e bien enclaveadas. 


77 “non val un figo” y otras expresiones semejantes 
(“un moxquito, una mangana”, etc.) no estaban excluidas 
en la literatura medieval del estilo elevado, como to 
están hoy las frases correspondientes (no me importa un 
comino, un ardite, tres pitos, etc.). Aparecen usadas en 
todos los buenos autores, coito Berceo, el Alexandre, el 
Arcipreste de Hita. 

79 ardido, fardido, Valiente, denodado’; ardida langa, 
'caballero valiente*, como en 443, 489. 

84 'me lo procuraré [el oro y la plata] a la fuerza, 
pues de grado no lo tendría*. En el verso 94 el Cid se 
sincera ante Dios de acudir a un engaño en extrema ne¬ 
cesidad. Véase ps. 33-37 

87 guadalmeci o guadamací, cuero curtido y adornado 
con dibujos. 

9 


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CANTAR DEL DESTIERRO 




Las arcas destinadas para obtener dinero de dos 

JUDÍOS BURGALESKS. 


"Los guadameqís vermejos e los clavos bien dorados. 
"Por Raquel e Vidas vayádesme privado: [a ayrado, 
90 "quando en Burgos me vedaron compra y el rey me 
''non puedo traer el aver, ca mucho es pesado, 
"enpeñar gelo he por lo que fore guisado; 

' de noche lo lieven, que non lo vean cristianos. 
"Véalo el -Criador con todos los sos santos, 

95 "yo más non puedo e amidos lo fago.” 


88 Este verso de encadenamiento, repitiendo el final 
de la copla anterior, hace resaltar que el discurso del Cid 
continúa a pesar del cambio de asonancia. En la primera 
parte, el Cid expone su situación real; en la segunda 
indica la que puede fingirse ante los judíos. 

92 guisado, ‘justo, razonable*. El autor emplea más 
comúnmente aguisado, 13a, 143, 197. 

93 cristianos, en frase negativa, significa ‘nadie’, v. 29. 

94 véalo, júzguelo; comp. 3269. 

95 La Refundición del Cantar conocida a fines del 
siglo xiii por la Primera Crónica General, moralizaba más 
los pensamientos del Cid, añadiendo a sus palabras estas 
otras: “mas si Dios me diese consejo (esto es: me ayudase), 
yo gelo emendaré e gelo pecharé todo**. 


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CANTAR DEL- DESTIERRO I3I 


8 

Martín Antolínez vuelve a Burgos en busca 

DE LOS JUDÍOS. 

Martin Antolínez non lo detardava 
passó por Burgos, al castiello entrava, 
por Raquel e Vidas apriessa demanda va. 

9 

Trato de Martín Antolínez con los judíos.—Estos 

VAN A LA TIENDA DEL ClD.-CARGAN CON LAS ARCAS 

DE ARENA. 

100 Raquel e Vidas en uno estavan amos, 

en cuenta de sus averes, de los que avien ganados. 
Llegó Martin Antolínez a guisa de menbrado: 

“¿ O sodes, Raquel e Vidas, los mios amigos caros ? 
”En poridad fablar querría con amos.” 

*°sNon lo detardan, todos tres se apartaron. 

“Raquel e Vidas, amos me dat las manos, 

97 Era costumbre que la judería estuviese incluida den¬ 
tro de las fortificaciones del castillo de las ciudades; 
así estaba, por ejemplo, en Zorita de los Canes ( Memo¬ 
rial Histórico Español, XLIII, 1905, p. 117). El concejo de 
Oviedo, en 1274, mandaba también a los judios que vivie¬ 
sen en el barrio llamado Socastiello, prohibiéndoles morar 
esparcidos por la villa ( Cant ., p. 518^). De este modo se 
comprende bien este verso, que D. Hinard halla oscuro. 

xoó El apretón de manos es un acto simbólico equiva¬ 
lente a la promesa jurada, muy difundido en la antigüe- 


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132 


CANTAR DEL DESTIERRO 


”que non me descubrades a moros nin a cristianos; 
”por siempre vos faré ricos, que non seades men- 
”EI Campeador por las parias io entrado, [guados. 
*.o"grandes averes priso e mucho sobejanos, 

"retovo dellos quanto que io algo; 

”por en vino a aquesto por que io acusado. 
”Tiene dos arcas llennas de oro esmerado. 

”Ya lo vendes que el rey le a ayrado. 

■ is”Dexado ha heredades e casas e palacios. 

"Aquellas non las puede levar, sinon, serié ventado; 
”el Campeador dexar las ha en vuestra mano, 

”e prestalde de aver, lo que sea guisado. 

"Prended las arcas e metedlas en vuestro salvo; 
, ÍO ”con grand jura meted i las itdes amos, 

”que non las catedes en todo aqueste año.” 

Raquel e Vidas seiense consejando: 


dad y aún vigente en algunos pueblos. Hasta llegó a hacerse 
la frase dar la mano que..., coir o sinónima de "prometer 
que...", según se ve en este verso que anotamos. 

X07 a moros nin a cristianos, *a nadie’, v. 145. 

110 sobejano, 'sobrado, extraordinario’. 

ni Martin Antolinez, para explotar a los judios, apro¬ 
vecha la calumnia que los mestureros habían levantado 
al Cid. 

116 ventado ‘descubierto’, como en 128 (metáfora to¬ 
mada del vocabulario de la caza; el perro vienta la caza); 
se refiere al robo de las parias de que se acusaba al Cid. 

1x9 en vuestro salvo, ‘en vuestro poder’, como en 144, 
167; comp. 189. 

120 meted i las fedes, ‘poned ahí promesa’, ‘prometedlo’. 
—fede o fe es ‘promesa fiel’, como en 3425; comp. 163. 


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CANTAR DEL DESTIERRO 


133 


“Nos huebos avernos en todo de ganar algo. 

"Bien lo sabemos que él algo a gañodo, [sacado; 
■ »s"quando a tierra de moros entró, que grant aver a 
"non duerme sin sospecha qui aver trae monedado. 
"Estas arcas, prendámoslas amos, 

"en logar las metamos que non sea ventada. 

"Mas dezidnos del £id, de qué será pagado, 

130 "o qué ganancia nos dará por todo aqueste año?” 
Respuso Martin Antolínez a guisa de menbrado: 
“myo £id querrá, lo que ssea aguisado; 

"pedir vos a poco por dexar so aver en salvo. 
"Acógensele omnes de todas partes menguados, 

*J5 "a menester seysqientos marcos." 

Dixo Raquel e Vidas: “dar gelos hemos de grado." 
—“Ya vedes que entra la noch, el Cid es pressurado, 
"huebos avernos que nos * dedes los marcos." 

Dixo Raquel e Vidas: “non se faze assí ei mercado. 
i 4 o”sinon primero prendiendo e después dando." 
Dixo Martín Antolínez: “yo desso me pago. 

133 huebos, ‘necesidad’; aquí y en 138 aver huebos 
significa tener necesidad; en 1055 se toma como un com¬ 
puesto que, significando ‘necesitar*, se construye con 
acusativo: huebos me lo he f 'yo me lo necesito*. Como im¬ 
personal se usa ser huebos una cosa, ‘necesitarla’, y es el 
latin opus est mili i, 83, 212, 1383; comp. 1461. 

136 aver monedado, ‘moneda’, oro o plata acuñada. 

131 membrudo, ‘prudente, entendido’. 

133 aguisado, véase 93. 

136 Cuando el verbo precede a varios sujetos, suele 
ir en singular; véase 139, 146, 34 22, etc. 


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134 


CANTAR DEL DESTIERRO 


”Amos tred al Campeador contado, 

”e nos vos ayudaremos, que assí es aguisado, 

”por aducir las arcas e meterlas en vuestro salvo, 
UJ ”que non lo sepan moros nin cristianos.” 

Dixo Raquel e Vidas: “nos desto nos pagamos. 


J9 


“Las archas aduchas, prendet seyesqientos marcos. 

Martin Antolínez caualgó privado 
con Raquel e Vidas, de voluntad e de grado. 

a 

tso Non viene a la puent, ca por el agua a passado, 
que gelo non ventassen de Burgos omne nado. 

Afévoslos a la tienda del Campeador contado; 
assi commo entraron, al £id besáronle las manos. 
Sonrrisós mió Cid, está val os fablando: 

>ss“¡ya don Raquel e Vidas, avédesme olbidado! 


142 Amos tred, 'venid axrbos’. El verbo traer, en im¬ 
perativo, significaba 'ven’; asi el Fuero de Plasencia tra¬ 
duce M veni mecum” por “trae commigo”; Juan Ruis dice 
también M trete con migo”. 

145 moros nin cristianos significa 'nadie’; la expresión 
indefinida señalada en el v. 29, cristianos, ‘nadie’, que es 
común a todas las lenguas romances, tuvo en España la 
curiosa ampliación de añadirle la mención de los moros 
a causa de la convivencia en nuestro suelo de otro gran 
pueblo que no éra cristiano. La misma expresión se usa 
en 107, y semejante en 3286 y 3514. En frases positivas 
hallamos: moros e cristianos, ‘todo el mundo', 1242, 2729. 
Comp. 901. 

150 No quiere pasar el puente de Santa María (véase 
nota a 56) parí no ser visto. Para ventar, véase nota a 1x6. 

15a Afévoslos, ‘héoslos’; afé, 26a § 1597» *947. 0 
1452, es el adverbio demostrativo ‘he’ (de origen árabe) 
que generalmente se usa seguido de un pronombre personal 
enclítico, ‘heme’, *hete\ ‘heos’. 


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CANTAR DEL DESTI 


135 



"Ya me exco de tierra, ca del rey so ayrado. 

”A lo quem semeja, de lo mió avredes algo; 

"mientra que vivades non seredes menguados." 

Raquel e Vidas a mió £id besáronle las manos. 
t 60 Martín Antolínez el pleyto a parado, 

que sobre aquellas arcas dar le ien seysqientos marcos, 
e bien gelas guardarien fasta cabo del año; 
ca assil dieran la fed e gelo auien jurado, 
que si antes las catassen que fossen perjurados, 
lis non les diesse mió £id de gananqia un dinero malo. 
Dixo Martín Antolínez: “carguen las arcas privado. 
"Levaldas, Raquel e Vidas, ponedlas en vuestro salvo; 
"yo iré convusco, que adugamos los marcos, 

"ca a mover ha mió Cid ante que cante el gallo." 

170Al cargar de las arcas veriedes gozo tanto: 

Non las podien poner en somo maguer eran esforzados. 


156 me exco de tierra, 'me salgo desterrado*; de exir, 
'salir*. 

159 Los judíos besan de nuevo la mano al Gd en señal 
de gracias por el favor que les acaba de prometer. Tam¬ 
bién se besaba la mano al ir a pedir un favor, como se 
verá en 174 y 179. 

160 a parado, ‘ha concertado*. 

165 ganancia significa aquí el ‘interés’ del capital que 
los judíos prestaban al Cid. 

166 Privado, ‘pronto*. 

168 que es aquí conjunción final, como en 93, 151, 
56a, etc., ‘iré con vos, para que traigamos el dinero*. 

169 ‘pues ha de partir mió ; mover, reflexivo o 
neutro, significa ‘ponerse en marcha*. 

171 maguer eran esforeados, ‘aunque eran forzudos*. 


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CANTAR DEL DESTIERRO 



Grádanse Raquel e Vidas 
ca mientra que visquiessen 


con averes monedados, 
refechos eran amos. 


10 

Despedida di los judíos y el Cid.—Maetím 
AntoUnez se va con los judíos a Burgos. 

Raquel a mió £id la manol ha. besa da: 

»7i“¡Ya Canpeador, en bueno cinxiestes espada! 

”de Castiella vos ides pora las yentes estrañas. 

”Assí es vuestra ventura, grandes son vuestras ga¬ 
tuna piel verme ja morisca e ondrada, [nancias; 
”Cid, beso vuestra mano en don que la yo aya.” 

180—“Plazme”, dixo el £id, “daquí sea mandada. 

”Si vos la aduxier dallá; si non, contalda sobre las 
Raquel e Vidas las arcas levavan, [arcas.” 

con ellos Martin AntoUnez por Burgos entrava. 


173 refecho, ‘enriquecido’, como en 800. 

178 piel (o pellisón), v. p 4 g. 109. 

179 Como el besar la mano precedía a la petición de 
un favor (verso 159), se llegó a hacer la frase besar la 
mano que..., como sinónima de “pedir que...", 880. 1314, etc. 
(caso semejante al explicado en 106). Tradúzcase, pues: 
‘Cid, os pido que yo la reciba en don*. 

x8o mandar, ‘prometer un don’ (coirp. 224, 494, 1710, 
1148, etc.), 'desde ahora esti concedida’. 

181 Entiéndase: Si vos la aduxier dallá bien; si non... 
Cuando se contraponen dos periodos hipotéticos, era muy 
común suprimir el adverbio que completa el primero. 'Si 
esa piel morisca os la trajere de mi destierro, bien; si 
no, descontadla del valor de las arcas.’ Comp. 834-833 y 
también 421 y 504. 


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CANTAR DEL DESTIERRO 


137 


Con todo recabdo llegan a la posada; 
en medio del palacio tendieron un almoqalla, 
sobrella una sávana de ran<;al e muy blanca. 

A tod el primer colpe trezientos marcos de plata, 
l8j notólos don Martino, sin peso los tomava; 

los otros trezientos en oro gelos pagavan. [gava. 
Cinco escuderos tiene don Martino, a todos los car- 
Quando esto ovo fecho, odredes lo que fablava: 
“ya don Raquel e Vidas, en vuestras manos son las 
l90 ”y°> <l ue cst0 vos S 311 ®» bien m creqía calcas.” [arcas; 


182 almoqalla, voz árabe que significa ‘alfombrilla’, 
especialmente aquella sobre la cual ora el musulmán; en 
los documentos cristianos significa cobertor o colcha de 
cama. 

183 roncal significa ‘tela de hilo muy fina’. En los tex¬ 
tos del siglo xiix se halla, por lo común, otra forma dife¬ 
rente, “rancán”. No obstante, en el Arancel del peaje en 
los puertos de Santander y Castrourdiales se usa la forma 
del Cantar: **76133 de ranzal, nin ningún panno de lino nin 
de cañamo... non debe dar peage.” R. Amados dk los Ríos, 
Santander (España y sus monumentos), 1891, p. 895. 

185 notar es ‘contar’, como en 419. No bastaba contar 
la moneda antigua, sino que debía de pesarse, dada la irre- 
' gularidad de sus piezas. 

190 Las calcas eran donativo o agasajo usual que se 
daba por algún servicio. Se daban realmente las calzas, o 
el dinero correspondiente para comprarlas, comp. 195. Asi 
Lope de Rueda dice: “Me había prometido para unas cal¬ 
zas" {Obras, edic. Acad., t. I, p. 9 *)» 


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138 


CANTAR DEL DESTIERRO 


II 

El Cid, provisto de dinero por Martín Antolínez, 

SE DISPONE A MARCHAR. 

Entre Raquel e Vidas aparte ixieron amos: 
“démosle buen don, ca él no' lo ha buscado. 

"Martín Antolínez, un Burgalés contado, 

"vos lo mereqedes, darvos queremos buen dado, 

194 "de que fagades calqas e rica piel e buen manto. 
"Dámosvos en don a vos treinta marcos; 

"mereqer no’ lo hedes, ca esto es aguisado: 
"atorgar nos hedes esto que avernos parado." 
Gradeqiólo don Martino e recibió los marcos; 
aoo gradó exir de la posada e espidiós de amos. 

Exido es de Burgos e Arlangón, a passaóo, 
vino pora la tienda del que en buen ora nasco. 

Recibiólo el Qid abiertos amos los braqos: 

“¿ Venides, Martín Antolínez, el mió fidel vassallo! 
,oj"Aun vea el dia que de mí ayades algo!” 

191 La preposición entre se antepone frecuentemente a 
los nombres unidos por conjunción copulativa, 842, 1549, 
*087, etc. 

19a no’ lo por nos lo, como en 197, 2364. 

197 ‘lo mereceréis, pues como es razonable, nos otor¬ 
garéis esto, o seréis el fiador de esto que hemos pactado 
con el Cid*. 

204 j Venides?, interrogación muy común en los salu¬ 
dos, 489, 1479» etc- En las despedidas jldes vost, 829, 
1397. Compárese en los saludos y despedidas modernos: 
“¿Usted por aqui?”, “¿Se va usted?”. 

205 aun vea el dia que, ‘ojalá llegue el dia que', 2868; 
comp. 1857, 2338. 


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CANTAR DEL DESTIERRO 


139 


—"Vengo, Campeador, con todo buen recabdo: 

"vos seysqientos e yo treynta he ganados. 

"Mandad coger la tienda e vayamos privado, 

"en San Pero de Cardeña i nos cante el gallo; 
a, ° "veremos vuestra mugier, menbrada fija dalgo. 
"Mesuraremos la posada e quitaremos el reynado; 
"mucho es huebos, ca qerca viene el plazdo.” 

El Cid monta a caballo y sk despide de la cate- 

DEAL DE Bu*GOS, PROMETIENDO MIL MISAS AL ALTAR 

de la Virgen. 

Estas palabras dichas, la tienda es cogida. 

Mió Cid e sus conpañas, cavalgan tan aína. 

><sLa cara del cavallo tornó a Santa María, 
alqó su mano diestra, la cara se santigua: 

“A tí lo gradesco, Dios, que qielo e tierra guías; 
"válanme tus vertudes, gloriosa santa María 1 
"D'aquí quito Castiella, pues que el rey he en ira; 

3*0 "non sé si entraré y más en todos los míos días. 
"Vuestra vertud me vala, Gloriosa, en mi exida 

209 * nos cante el calle, ‘allí nos amanezca’, comp. 324. 
ai 1 ‘Abreviaremos la estancia y abandonaremos el rei¬ 
no de Alfonso.' 

aia mucho es huebos, ‘es muy necesario', pues el pía- • 
zo del destierro está a punto de expirar; véase nota a 
123. 

218. vertud, ‘favor, auxilio celestial'. 

219 quito, ‘abandono', como en 211, 39 2, 529, etc. 


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140 


CANTAR DEL DESTIERRO 


¿a 


"e me ayude e me acorra de noch e de día! [plida 
"Si vos assí lo fiziéredes e la ventura me fore com¬ 
binando al vuestro altar buenas donas e ricas; 
i "esto he yo en debdo que faga i cantar mili missas.” 


13 

Martín Antolínez se vuelve a la ciudad 


Spidiós el caboso de cuer e de veluntad. 

Sueltan las riendas e picnssan de aguijar. 

Dixo Martin Antolínez, el Burgalés leal: 
a»8ft < * ver ® a * a mugier a todo mió solaz, 

"castigar los he commo abrán a far. 
a3 o”Si el rey me lo quisiere tomar, a mi non m’inca!. 
"Antes seré convusco que el sol quiera rayar." 


222 de noch e de día, es frase adverbial muy usada, en 
vez de ‘siempre, continuamente’, 2045, 824, 1547, etc. 

226 caboso, ‘cabal, cumplido'. Es epíteto frecuente del 
Cid, 908, 946, etc., y se aplica también a otros princi¬ 
pales personajes, como Minaya, 1804, y el obispo don Je¬ 
rónimo, 1793. 

229 castigar, ‘advertir, amonestar’, versos 383, 3523. 

230 incal, ‘importa’, verbo impersonal como en 2357. 
Aquí el lo que antecede es un neutro que no lleva expreso 
su antecedente (comp. 2347, 3163); se refiere sin duda a 
las heredades de Martín Antolínez, aunque éste, como va¬ 
sallo que era del Cid (verso 204), tenia obligación de acom¬ 
pañarle en el destierro y el rey no debía por ello deshere¬ 
darle ni hacerle daño alguno. 


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CANTAR DEL DESTIERRO 


141 

14 

El Cid va a Carde#a a despedirse de su familia. 

Tomavas don Martin# a Burgos e mío £id aguijó 
pora San Pero de Cardeña quanto pudo a espolón, 
con estos cavalleros quel sirven a so sabor. [res, 
>35 Apriessa cantan los gallos e quieren crebar albo- 
quando llegó a San Pero el buen Campeador; 
el abbat don Sancho, cristiano del Criador; 
rezaba los matines abuelta de los albores. 

Y estava doña Ximena con qinco dueñas de pro, 
mo rogando a San Pero e al Criador: 

“Tú que a todos guias, val a mió £id el Campeador.” 

15 

LOS MONJES DE CARDELA RECIBEN AL ClD.—JlKENA 
Y SUS HIJAS LLEGAN ANTE EL DESTERRADO. 

Liamavan a la puerta, i sopieron el mandado; 
Dios, qué alegre io el abbat don Sancho! 

Con lumbres e con candelas al corral dieron salto, 

233 aguijó... a espolón, espoleó cuanto pudo, ¿rase que 
se repite en 3693, 277$. 

238 abuelta de los albores, literalmente, 'al mismo tiem¬ 
po de los albores’, al alborear el día. 

244 'Con luces y cirios salieron al patio.’ La frase 
dar salto significaba igualmente 'salir 1 , que 'saltar’ o 
‘asaltar’, como el simple salir significaba ‘salir’ y 'sal¬ 
tar*. 


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142 


CANTAR DEL DESTIERRO 


345 con tan grant gozo reciben al que en buen ora nasco. 
“Gradéscolo a Dios, mió £id", dixo él abbat don Sancho 
“pues que aquí vos veo, prendet de mí ospedado.” 

Dixo el £id, e l que en buen ora nasco: 

J4 i*“gracias don abbat, e so vuestro pagado; 

"yo adobaré conducho pora mí e pora mios vasallos; 

>50 "mas por que me vo de tierra, dovos qinquaenta marcos, 
"si yo algún día visquiere, seervos han doblados. 

"Non quiero far en el monesterio un dinero dle daño; 
"evades aquí pora doña Ximena dovos qient marcos; 

"a ella e a sus fijas e a sus dueñas sirvádeslas est año. 
*55”Dues fijas dexo niñas e prendetlas en los braqos; 

"aquí vos las acomiendo a vos, abbat don Sancho; 
"dellas e de mi mugier fagades todo recabdo. 

"Si essa despenssa vos falleciere o vos menguare algo, 
"bien las abastad, yo assí vos lo mando; 

160 ”por un marco que despendades al monesterio daré 
Otorgado gelo avie el abbat de grado, [yo quatro." 
Afevos doña Ximena con sus fijas do va ilegando; 

248 b so vuestro pagado, literalmente, ‘estoy satisfecho 
de vos’; conrp. 2856. La conjunción e pleonástica, como 

en 255- 

249 yo adobaré conducho, 'yo prepararé comida’. 

251 'si yo viviere algo’; comp. algunos dios, 283, algunt 

año, 1754, como expresión de tiempo indeterminado. 

253 evades aqui, adverbio demostrativo 'he aquí’, 820, 

2519; o simplemente evades, 2326. 

255 predetlas en los bragas, 'cuidadlas bien’; comp. 

2961. 

257 'con ellas y con mi mujer tened toda clase de 
cuidados.’ 

26a Afevos, ‘heos’, véase nota a 152. 


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CANTAR DEL DESTIERRO I43 

# — ■ 1 — ■ ■ —— ——■——■ i ■ < 

señas dueñas las traen e adúzenlas en los bragos. 

Ant el Campeador doña Ximena fincó los inojos amos. 
>65Llorava de los ojos, quisol besar las manos: 

“Merqed, Canpeador, en ora buena fustes nado! 

”Por malos mestureros de tierra sodes echado. 

16 

JlMENA LAMENTA EL DESAMPARO EN QUE QUEDA LA 
NIÑEZ DE SUS HIJAS. El ClD ESPERA LLEGAR A CA¬ 
SARLAS HONRADAMENTE. 

”Merqed, ya (¿id, barba tan complidat 
”Fem ante vos yo e vuestras ffijas, 

>696 ”iffantes son e de días chicas, 

>70 ”con aquestas mis dueñas de quien so yo servida. 

”Yo lo veo que estades vos en ida 
”e nos de vos partir nos hemos en vida. 

”Dadnos consejo por amor de santa María!” 

Enclinó las manos la barba vellida, 

263 'sendas dueñas’ (trae una cada niña). 

267 los mestureros 'cizañeros, malsines’ o “mezclado¬ 
res”, como también se les Uairaba, eran detractores que 
actuaban acerca del monarca. Véase arriba p. 89. 

268 Verso de encadenamiento para hacer resaltar que 
el discurso de Jimena continúa a pesar del cambio de aso¬ 
nancia. Comp. 88. 

269 Fem, 'heme’, véase nota a 152. 

273 El imperativo dad, unido al pronombre nos tiene 
tres formas: dadnos, dandos y dandnos. 

274 barba vellida, o sea 'hermosa barita’, es epíteto épi¬ 
co propio del Cid, 2192, y después, sin nombre precedente, 
pasa a designar por si solo la persona del Campeador, como 
en este verso y en 930. 


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144 


CANTAR DEL DESTIERRO 


•74 a las su¿s fijas en braqo’ las prendía, 
llególas al coraqón, ca mucho las quería. 

Dora de los ojos, tan fuerte mientre sospira: 

“Ya doña Ximena, la mi mugier tan complida, 
”commo a la mié alma yo tanto vos quería. 
a8o ”Ya lo veedes que partir nos emos en vida, 

”yo iré y vos fincaredes remanida. 

“Plega a Dios e a santa María, 

?sa b ”que aun con mis manos case estas mis fijas, 

”e quede ventura y algunos días vida, 

”e vos, mugier ondrada, de mí seades servida!” 

17 

Un centenar de castellanos se juntan en Burgos 

PARA IRSE CON EL ClD. 

>85 Grand yantar le fazen al buen Canpeador. 
Tañen las campanas en San Pero a clamor. 

Por Castiella odiendo van los pregones, 
commo se va de tierra mió £id el Canpeador; 
unos dexan casas e otros onores. 

4 . ■ ■ ■" ■ — - 

281 fincar y remanir significaban igualmente ‘quedar*, 
de modo que fincar remanido significa simplemente ‘que¬ 
dar*, pleonasmo que el Poema de Yúquf usa también, aunque 
empleando otros verbos, “quedar restado”. 

289 Los caballeros castellanos que no siendo vasallos 
del Cid querían irse con él al destierro, ya sabían que per¬ 
dían las casas y las onores (sinónimo de heredades, comp. 
301 y v. 2565, 3^64), pues el rey se las confiscaba (a di¬ 
ferencia de los que de antea eran vasallos del desterrado, 
v. 230). 


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CANTAR DEL DESTIERRO 


H5 


«90 En aqués día a la puent de Arlanqón 

Siento quinze cavalleros todos juntados son; 
todos demandan por mió £¡d el Campeador; 
Martin Antolínez con ellos’ cojó. [naqió. 

Vansse pora San Pero do está el que en buena 


• iS 

LOS CIEN CASTELLANOS LLEGAN A CARDEÑA Y SE HA¬ 
CEN VASALLOS DEL ClD.—ESTE DISPONE SEGUIR SU 
CANINO POR LA MAÑANA.-LOS MAITINES EN CARDB- 

ña. Oración de Jimena.—Adiós del Cid a su 
familia.—Ultimos encargos al Abad de Carde- 
ña.—El Cid camina al destierro; hace noche 
después de pasar el Duero. 


•95 Quando lo sopo mió £id el de Bivar, 
quel creqe conpaña, por que más valdrá, 
apriessa cavalga, reqebir los sale; 
dont a ojo los ovo , tomos a sonrisar; 
1916 llegante todos, la manol ban besar. 

Fabló mió £id de toda voluntad: 


E93 cojera con uno, 'irse con él*. 

S9$ Los caballeros que se unen al Cid le traen esperanss 
de poderse ganar la vida en el destierro. 

2 98 b Es decir, 'se hacen sus vasallos'. Besar la mano 
es la única fórmula conocida por el cantar para pactar el 
vasallaje. Otra fórmula más solemne, la del homenaje —que 
consistía en poner las manos entre las del señor, estando 
de rodillas ante él— se practicaba cuando había que pactar 
algo especial, por ejemplo, al recibir feudos o tierras del 
scfior. 



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146 


CANTAR DEL DESTIERRO 


i— “yo ruego a Dios e al Padre spirital, 

”vos, que por mí dexades casas e heredades, 
”enantes que yo muera, algún bien vos pueda íar: 
”lo que perdedes doblado vos lo cobrar.” 

Plogo a mió por que creció en la yantar, 
jos plogo a los otros omnes todos qu&ntos con ¿1 están. 

Los seys días de plazrfo passados los an, 
tres an por trocir, sepades que non más. 

Mandó el rey a mió Qid aguardar, 
que, si después del plazo en su tierral pudies tomar, 
310 por oro nin por plata non podríe escapar. 

El día es exido, la noch querié entrar, 
a sos cavalleros mandólos todos juntar: 

“Oid, varones, non vos caya en pesar; 

”poco aver trayo, dar vos quiero vuestra part. 
3»3Seed metnbrados commo lo devedes far: 

”a la mañana, quando los gallos cantarán, 

300 Bello y Lidforss omiten la conjunción * como ai 
fuese impropia o cuasi herética, y no remedia esta tacha Da¬ 
mas Hinard al suponer que el Padre spirital es Jesucristo. 
La conjunción e no quiere decir que se invoque a dos perso¬ 
nas distintas; solía ponerse la conjunción entre un sustan¬ 
tivo y su aposición, corap. 1633, *34*. *456, 2626; “Garsea 
Fredenandiz et dux eminentior” quiere decir ‘Garci Fer¬ 
nández el eminente conde*, en un documento del afio 978 
(Escalona, Hist. del monasterio de Sahogún, 1782, p. 424 b; 
en igual caso están “Petrus Assuriz et comes,, Petrus Gun- 
disalbiz de Lara et comes**, afio 1110 (F. Sota, Chrónica 
de Asturias, x68i, p. 656 a); “Petrus et episcopus de Sánete 
Marie", afto xo88. Tevar e el pinar, 971, *el pinar de Tévar*. 

308 aguardar significa aquí Vigilar, acechar', como en 

839- 

3x3 'no os produzca pesar’; comp. 1*70. 


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CANTAR DEL DESTIERRO 


147 


”non vos tardedes, mandedes ensellar; 

”en San Pero a matines tandrá el buen abbat, 

”la missa nos dirá, de santa Trinidad; 

3,0 ”la missa dicha, penssemos de cavalgar, 

”ca el plazo viene aqerca, mucho avernos de andar.” 
Quomo lo mandó mió Qid, assí lo an todos ha far. 
Passando va la noch, viniendo la man; 
a los mediados gallos pienssan de ensellar. 

3*s Tañen a matines a una priessa tan grande; 
mió e su mugier a la eglesia vane. 

Echós doña Ximena en los grados delantel altare, 
rogando al Criador quanto ella mejor sabe, [mal*: 
que a mió Cid el Campeador que Dios le curias de 
330“Ya señor glorioso, padre que en qielo estas*, 
”fezist qielo e tierra, el terqero el mar*; 

”fezist estrellas e luna y el sol pora escalentare; 

318 tandrá, 'tañerá, tocará'. 

319 La Miaaa votiva de Sancta Trinitate 
ae dice también en el cantar antes de la batalla con Búcar, 
*370; era una misa a que se tenia gran devoción y que 
solía decirse abusivamente (según las Siete Partidas) en 
lugar de la misa propia del día. 

324 a los mediados gallos, cuando cantan los segundos 
gallos, esto es, al tercer nocturno, a las tres de la madru¬ 
gada ; 170X. El Cantar no menciona nunca los primeros 
gallos, los de media noche; su canto del gallo es el que 
anuncia el amanecer, 235, 316. 

326 van9 por van; alrededor de la e paragégica que el 
manuscrito conserva en 335, introduzco una muestra de pa¬ 
ragoge en otros versos. 

329 le curids 'le guardase'; comp. 364, 1407, 1410, y 
v. 1396. El verbo curiar es muy usado en el Poema en 
otras frases, 1261, 2000, etc. 


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148 


CANTAR DEL DESTIERRO 


"prisist encarnación en santa María madre, 

"en Belleem apare<;ist, coramo io tu veluntade; 
''pastores te glorificaron, ouieron te a laudare, 
"tres reyes de Arabia te vinieron adorare, 
"Melchior e Caspar e Baltasar*, 

"oro e tus e mirra te offregieron de veluntade; 
"salvest a Jonás, quando cayó en la mar* 
i4o "salvest a Daniel con sus leones en la mala cárqel, 
"salvest dentro en Roma a señor san Sebistián, 
"salvest a santa Susanna del falso criminal; [rital, 
"por tierra andidiste treynta y dos años, Señor spi- 
"mostrando los mirados, por en avernos qué fablar: 
34 i "del agua fezist vino e de la piedra pan, 

"resuqitest a Lázaro, ca io tu voluntad; [Calvarle 
"a los judíos te dexeste prender; do dizen monte 
"pusiéronte en cruz por nombre en Golgotá; 

334 aparecer tenia la significación de 'nacer', que es 
la que aquí le conviene. 

337 Si los nombres de los reyes magos no son una in¬ 
terpolación posterior al original del Cantar, éste nos ofre¬ 
cerla una de las primeras menciones de ellos en la poesía 
europea. Esos nombres sólo se generalizan a fines del si¬ 
glo xii, por medio de una interpolación hecha a la Histo¬ 
ria escolástica de Pedro Comestor, obra escrita hacia 1178. 
La forma Caspar es la que se halla en el Auto de los Ma¬ 
gos, poco posterior al Cantar, y en el Hortus deliciarum de 
la abadesa alsaciana Herarda de Landsberg, muerta ea 
1195; alguna forma con G inicial (Gathaspa, etc.) se halla 
en textos muy antiguos. 

347 Calvarie es buen asonante -á y se usa en las biblia# 
del siglo xiii, en vez del moderno Calvario. 

348 La acentuación hebrea y griega Golgotá fué usada 
hasta el siglo xvi. Después triunfó la acentuación latina 
Gólgota. 


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CANTAR DEL DESTIERRO 


149 


"dos ladrones contigo, estos de señas partes, 

3s° "el uno es en paradiso, ca el otro non entró allá; 
"estando en la cruz, vertud fezist muy grant: 
"Longinos era 9 i ego, que nunqua vido alguandre, 
”d¡ot con la lanqa en el costado, dont yxió la sangre, 
"corrió por el astil ayuso, las manos se ovo de untar, 

355 "aleólas arriba, llególas a la faz, 

"abrió sos ojos, cató a todas partes, 

"en ti crovo al ora, por end es salvo de mal; 

"en el monumento oviste a resucitar, 

"fust a los infiernos, commo fo tu voluntad; 

3*, "crebanteste las puertas, e saqneste los santos padres. 
"Tú eres rey de los reyes, e de todel mundo padre, 

"a ti adoro e credo de toda voluntad, 

"e ruego a san Peydro que me ayude a rogar 
"por mió Qid el Campeador, que Dios le curie de mal. 
, 6j "Quando oy nos partimos, en vida nos faz juntar." 

La oraqión fecha, la missa acabada la an, 
salieron de la eglesia, ya quieren cavalgar. 

1 — ■— — ■ — —— ——— 

352 alguandre, adverbio de tiempo ‘jamás’, muy usado 
para reforzar a nunqua, 

353 dont yxió, 'del cual salió’. 

357 crovo, pretérito perfecto de creer. 

358 monumento, ‘sepulcro*. El colocar la resurrección 
antes de la bajada de Cristo a los infiernos es error crono¬ 
lógico que se repite en otras oraciones épicas, por ejemplo, 
en dos que figuran en la Historia del Abad Juan de Monte- 
mayor, probablemente imitadas de nuestro Poema, v. p. 49. 

365 nos fas, ‘haznos*; con el imperativo se admitía la 
anteposición del pronombre enclítico, aunque lo general era 
la posposición, como hoy. 


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150 CANTAR DEL DESTIERRO 

’’E 1 £id a doña Ximena ívaia abracar;. 
doña Ximena al £id la manol va besar, 

370llorando de los ojos, que non sabe qué se íar. 

£ él a las niñas tomólas a catar: 

“a Dios vos acomicndo e al Padre spirital; 

"agora nos partimos, Dios sabe el a juntar.” 
Dorando de los ojos, que non vidíestes atal, 

37S assis parten unos d’otros commo la uña de la carne. 
Myo Cid con los sos vassallos penssó de cavalgar, 
a todos esperando, la cabeqa tomando va. 

A tan grand sabor fabló Minaya Albar Fáñez: 
“Cid, do son vuestros esfuerzos? en buena nas- 

[quiestes de madre; 

3 8 o "pensemos de ir nuestra vía, esto sea de vagar. 
"Aun todos estos duelos en gozo se tomarán; 
"Dios que nos dió las almas, consejo nos dará." 

Al abbat don Sancho tornan de castigar, 
commo sirva a doña Ximena e a las fijas que ha, 
3«se a todas sus dueñas que con ellas están; 

bien sepa el abbat que buen galardón dello prendrá. 
Tomado es don Sancho, e fabló Albar Fáñez: 

“Si viéredes yentes venir por connusco ir, abbat, 
"dezildes que prendan el rastro e pienssen de andar, 

390 "ca en yermo o en poblado poder nos han alcanzar." 

% 

3 72 Para la conjunción e, véase nota a 300. 

379 ‘en buen hora naciste de madre', véase nota a 41. 

380 esto sea de vagar, ‘dejémonos de esto’; comp. 23*7. 
382 consejo significa aquí 'amparo,' remedio’. 


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CANTAR DEL DESTIERRO 


151 


Soltaron las riendas, pienssan de andar; 
qerca viene el plazdo por el reyno quitar. 

Vino mió £id yazer a Spinaz de Can; 

395 grandes yentes sele acó jen essa noch de todas partí 
394 Otro día mañana pienssa de cavalgar. 

39 «Ixiendos va de tierra el Campeador leal, 
de siniestro Sant Estevan, una buena qipdad, 
399passó por Alcobiella que de Castiella fin es ya; 
4o«la calcada de Quinea ívala traspassar, 
sobre Navas de Palos el Duero va passar, 
a la Figueruela mió £id iva posar. 

Vánssele acogiendo yentes de todas partes. 


393 Spinas de Can es lugar desconocido que debía estar 
al Sur de Silos en la provincia de Burgos. Es nombre topo¬ 
gráfico común, con las formas Espinazo de Can, Espinazo 
de Perro; y lo mismo en Portugal, Espinha^o de Cao, y en 
Cataluña Espinau; designa siempre una montaña, cerro o 
loma. 

397 Quiere decir este verso que el Cid camina a la 
izquierda de San Esteban de Gormaz, sobre el río Duero; 
no que San Esteban se halla a la izquierda del caminante. 

399 Alcubilla del Marqués, al Este de San Esteban. Nó¬ 
tese que es fin de Castiella, pues la tierra del Sur del Due¬ 
ro, aunque dependía del rey Alfonso, ya no se llama Cas¬ 
tilla, sino Extremadura, o frontera con los musulmanes. 

400 La calcada de Quinea es la vía romana de Uxama 
a Termancia, cuyos restos se ven hoy entre Osma y Tier- 
mes, llamados simplemente M la calzada”. Com. p. 87. 

401 Nava de Palos, hoy Navapalos, es una aldea si¬ 
tuada a 8 kilómetros de Alcubilla, a la otra orilla del Due¬ 
ro. Próximo debía estar la Figueruela, lugar desconocido. 


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CANTAR DEL DESTIERRO 


153 


19 

Ultima moche qux xl Cid duxrmx km Castilla.— 

Un Angel consuela al desteerado. 

I se echava mió £id después que io de noch t 
4 »jun sueñol priso dulqe, tan bien se adurmió. 

£1 ángel Gabriel a él vino en visión: 

“Cavalgad, £id, el buen Campeador, 

”ca nunqua en tan buen punto cavalgó varón; 
‘'mientra que visquiéredes bien se fará lo to." 
4«»Quando despertó el Cid* la cara se santigó. 

20 

El Cid acampa xn la frontxxa dx Castilla. 

Sinava la cara, a Dios se fo acomendar, 
mucho era pagado del sueño que soñado a. 

Otro día mañana pienssan de cavalgar; 
es día a de plazo, sepades que non más. 

4 , s A la sierra de Miedes ellos ivan posar, 
l9 sde diestro Atienda las torres que moros las han. 

405 Me invadió un dulce sueño’. 

409 Literalmente: 'mientras vivieres, bien irá lo tuyo’: 
se mezcla el vos ( cavalgad, visquieredes) y el tú (Jo to ), 
cosa que la sintaxis medieval tolera en los discursos di¬ 
rectos. 

415 Lo sierra de Miedes es una de las que separan la 
cuenca del Duero de la del Tajo; en la época del destierro 
del Cid, era limite de la tierra del rey Alfonso; unos años 


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CANTAR DEL DESTIERRO 


153 


21 


RECUENTO DI LAS G1MTSS DEL ClD 


Aun era de día, non era puesto el sol, 
mandó veer sus yentes mío £id el Campeador: 
sin las peonadas e omnes valientes que son, 
notó trciitntas langas que todas tienen pendones. 


El Cid entra ek xl reino moro di Toledo, 

TRIBUTARIO DEL REY ALFONSO. 

“Temprano dat qevada, sí el Criador vos salue! 
”E 1 qui quisiere comer; e qui no, cavalgue. 
"Passaremos la sierra que fiera es e grand, [quitar. 
”la tierra del rey Alfonso esta noch la podemos 
"Después qui nos buscare fallar nos podrá.” 


después, la conquista de Toledo en 1085, llevó la frontera 
xrucho más al Sur. Desde lo alto de la sierra, el sol po¬ 
niente, que alumbraba al Cid a su llegada, hace destacar 
■obre las alturas lejanas el cono blanquecino donde se 
asienta el fuerte castillo de Atienza (v. ps. 87 y 88). Este 
se halla a la izquierda del que mira hacia el Sur; da 
diestro quiere decir que el Cid se halla a la derecha de 
Atienza, Comp. nota a 397. 

417 veer significa aquí ‘revistar*, o, como dice la Cró¬ 
nica General prosificando este pasaje, “fazer alarde”. 

419 Compárese la nota del verso 16. 

421 ‘El que quisiere comer, bien; y quien no quisiere, 
camine*; caso análogo al señalado en la nota a 181. 


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CANTAR DEL DESTIERRO 


154 

4*5 De noch passan la sierra, vinida es la man, 
e por la loma ayuso pienssan de andar. 

En medio d’una montaña maravillosa e grand 
fizo mió £id posar e qevada dar. 

Dixoles a todos commo querié trasnochar; 

43 «vassallos tan buenos por coraqón lo an, 
mandado de so señor todo lo han a far. 

Ante que anochesca pienssan de cavalgar; 
por tal lo faze mió Cid que no lo ventasse nadi. 
Andidieron de noch, que vagar non se dan. 

4 j5 O dizen Castcjón, el que es sobre Fenares, 

mió £id se echó en pelada con aquellos que él trae. 

23 

Plan db campaña.—Castbjón cae en fodkb del Cxp 
POR SORPRESA.—Algara CONTRA ALCALÁ. 

Toda la noche yace Mió Cid en qelada, 
commo los consejava Albar Fáñez Minaya: 

427 montaña significa ‘bosque, selva’. Esta acepción fué 
llevada por los españoles a América, 7 perdura en el 
Perú, donde hay una vasta región llamada Montaña, no 
por sus elevaciones de terreno, sino a causa de sus bosques. 

429 trasnochar es 'caminar de noche’. Para esto habia 
que dar cebada de día, como el Cid ahora. Tales trasno¬ 
chadas se hacían generalmente para no ser descubierto, 433; 
pero también por otras causas, como en aquel romance del 
Cid que empieza Por Guadalquivir arriba: “daban cebada 
de dia y caminaban de noche. No por miedo de los moros, 
mas por las grandes calores." 

435 Hoy se llama Castejón de Henares, unos 40 kiló¬ 
metros al Sur de Miedes, a la izquierda del Henarea. 


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CANTAR DEL DESTIERRO 155 

■ ■ ■■ ■ -— ■ ■■■« 

“Ya £id, en buen ora qinxiestes espada! 

44* "Vos con qiento de aquesta nuestra conpaña, 

"pues que a Castejón sacaremos a qelada, 

"en él fincare des teniendo a la gaga; 

"o mi dedes dozientos pora ir en algara; 

"con Dios e vuestra auze feremos grand ganangia." 
Dixo el Campeador: “bien fatlas tes, Minaya; 

"vos con los dozientos id vos en algara; 

"allá vaya Álbar Aibarez e Álbar Salvadórez sin 
44} » "e Galin García*, una fardida lanqa, [falla, 

"cavalleros buenos que acompañen a M inaya. 
44s"Aosadas corred, que por miedo non dexcdes nada. 

"Fita ayuso c por Guadal fajara, 

4*6» ”fata Alcalá lleguen las algaras, 

"e bien acojan todas las ganancias, 

"que por miedo de los moros non dexen nada. 

”E yo con lar qiento aquí fincaré en la qaga, 

450 "temé yo Castejón don abremos grand enpara. 

"Si cueta vos fore alguna al algara, 

"fazedme mandado muy privado a la qaga; 
"D’aqueste acorro fablará toda España.” 
Nombrados son los que irán en el algara, 

<55 e los que con mió <Jid fincarán en la qaga. 

Ya crieban los albores e vinie la mañana, 

44* Sobre la algara y la ¿apa v. p. 96. 

446 Hita, Guadalajara y Alcalá son pueblos todos situa¬ 
dos a orilla del Henares, como Castejón. 

451 'si ocurriere algún peligro a la algara, enviadme 
aviso inmediatamente a la retaguardia’. 


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CANTAR DEL DESTIERRO 


I5<* 


ixie el sol, Dios, qué fermoso apuntava! 

En Castejón todos se levantavan, 
abren las puertas, de fuera salto davan, 

4 «opor ver sus lavores e todas sus heredanfaj. 

Todos son exidos, las puertas abiertas an dexadaa 
con pocas de gentes que en Castejón fincaron; 
las yentes de fuera todas son derramadas. 

El Campeador salió de la qelada, 

464» en derredor corríe a Castejón sin falla. 

4 6 4 Moros e moras avíenlos de ganancia, 

e essos gañados quantos en derredor andan. 

Mió £id don Rodrigo a la puerta adeliñava; 
los que la tienen, quando vidieron la rebata, 
ovieron miedo e fo desenparada. 

♦7» Mió £id R U y Díaz por las puertas entra va, 
en mano trae desnuda el espada, 
quinze moros matava de los que alcanqava. 

Gañó a Castejón e el oro y ela plata. 

Sos cavalleros llegan con la ganancia, 

*73 dcxanla a mió £id, todo esto non preqia* nada. 

Afevos los dozientos e tres en el algara, 
e sin dubda corren, todo lo tierra preavan; 

*77^ fasta Alcalá llegó la seña de Minaya; 


459 salto davan, 'salían’, véase nota a 244. 

473 Aceptando una corrección coetánea a Per Abbat ad¬ 
mitimos aqui la forma arcaica ela para el articulo femenino. 
475 precian nada con asimilación de las dos nn. 

477 Suplo el verbo préar, derivado de praedare, 
'robar, saquear’, usado por el poeta en 903, 9x3, 937. 


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CANTAR DEL DESTIERRO 


157 


c dcsí arriba tórnanse con la ganancia, 

Fenares arriba e por Guadal fajara. 

4»o Tanto traen las grandes ganancias, 
muchos gañados de ovejas e de vacas 
4 »t*e de ropas e de otras riquizas largas. 

Derecha viene la seña de Minaya; 
non osa ninguno dar salto a la qaga. 

Con aqueste aver toman se essa conpaña; 

♦•sf ellos en Castejón, o el Campeador estava. 

£1 castiello dexó en so poder, el Campeador cavalga. 
Saliólos reqebir con esta su mesnada, 
los braqos abiertos reqibe a Minaya: 

“¿ Venidos, Albarfáñez, una fardida lanqa! 

490 "Do yo vos enbiás bien abría tal esperanza. 

”Esso con esto sea ajuntado, e de toda la gananqia 
”dovos la quinta, si la quisiéredes, Minaya.” 

481 fañado se emplea en sentido lato para designar, no 
sólo los rebaños, sino las ropas y en general toda riqueza 
mueble; conrp. 185a, 2465. En los documentos del siglo x es 
frecuente usar “ganato” para designar los ‘bienes muebles’, 
en oposición a "bereditate”, 'bienes inmuebles’. 

481 b riquica, como en 1269, forma usada a la vez que 
riquesa, 811, 1200, y que rictad, 688, o rilad, 1189. 

483 dar salto significa aquí 'asaltar’; véase nota a 244. 

485 folios, más comúnmente fetos, ‘helos*. 

486 en so poder o en so salvo quiere decir literalmente 
‘bajo su custodia’, esto es, 'bien custodiado, a buen re¬ 
caudo’. 

489 j Venidost; para la interrogación de saludo v. 204. 

492 Según el Fuero de Cuenca (poco posterior al Can¬ 
tar) los que iban en algara debían cobrar el quinto de lo 
que en ella ganaran. La generosidad del Cid consiste, pues, 
en ofrecer a Minaya también el quinto de lo ganado en 
Castejón, que correspondía al Cid como capitán. 


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15* 


CANTAR DEL DESTIERRO 


24 

Mihaya no acepta paste ALGUHA EN EL BOTÍN 

Y HACX UN VOTO SOLEMNE. 

% 

—"Mucho vos lo gradesco, Campeador contado. 
"D’aquest* quinto que me avedes mandado, 

♦e* "pagar se ya dell* Alfonsso el Castellano. 

"Yo vos lo suelto e avello quitado. 

"A Dios lo prometo, a aquel que está en alto: 
"fata que yo me pague sobre mió buen cavallo, 
"lidiando con moros en el campo, 
so* "que enpleye la lanqa e al espada meta mano, 

”e por el cobdo ayuso la sangre destellando, 

"ante Roy Díaz el lidiador contado, 

"non prendré de vos quanto un dinero malo. 

"Pues que por mí ganaredes quesquier que sea 
5*5 "todo lo otro afelo en vuestra mano." [dalgo, 

25 

El Czi» venbe su quinto a los notos.—No quibxk 

LIDIAS CON EL EEY ALFONSO. 

Estas ganancias allí eran juntadas. 

Comidiós mío £id, el que en buena ginxo espada, 

301 Véase arriba, ps. ioi-ioa. 

504 ‘Después que por mi ganaréis cualquier cosa que 
sea buena, lo tomaré; pero basta tanto, todo lo otro lo 
dejo en vuestras manos’; elipsis semejante a la notada 
en 181. 

507 comidiós, ‘se dio cuenta, reparó, pensó’. 


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CANTAR DEL DESTIERRO 


J 5P 


e\ rey Alfonsso que llegarién sus compañas, 
quel buscarie mal con todas sus mesnadas, 
sie Mandó partir tod aqueste aver sin falla , 
sos quiñoneros que gelos diessen por carta. 

Sos cavalleros i an arribanza, 
a cada uno dellos carfen qient marcos de plata, 
e a los peones la meatad sin falla; 
s'stodo el quinto a mió Qid fincava. 

Aquí non lo puede vender nin dar en presentaja; 
nin cativos nin cativas non quiso traer en su conpaña. 
Fabló con los de Castejón, y envió a Fita y a 
esta quinta por quanto serié conprada, [Guadalfajara 
5 ,.aun de lo que diessen oviessen grand ganancia. 


511 Sobre el quiñonero, v. p. 98; ‘que sus quiñonero* 
les diesen los [quiñones] por escrito 1 , construcción des¬ 
cuidada en que el sustantivo a que se refiere el pro¬ 
nombre los no va expreso, sino que se le supone embe¬ 
bido en otra palabra anterior, en quiñonero. Estos descui¬ 
dos abundan aun en nuestros autores del siglo xvi. (Cant 
p. 319; L. Weigekt, Untersuchungen sur spanischen Syntax, 
Berlín, 1907* P- * 34 ; Gramática cast., por la Real Academia, 
1911, p. 27 o.) 

51a arribanza, 'buena fortuna, estado próspero*. Loe 
traductores todos siguen a D. Hinard: M ses chevaliers sont 
admis au partage”, sentido imposible, pues los caballeros 
necesariamente eran los primeros participes del botín. 

515 el quinto o la quinta es la quinta parte del botín; 
véase p. 98. 

516 presentaja, ‘presente, regalo'. 

Sao ‘aunque de lo que diesen tuviesen gran ganancia', 
esto es, ‘aunque ofreciesen muy poco*. En efecto, la quinta 
del Cid, en vez de los 3.000 marcos que le pagaron por 
ella, debía valer irás de zi.ooo, a juzgar por lo que se 
dice en los versos 513-514. 419, 674. 


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i6o 


CANTAR DEL DESTIERRO 


Asmaron los moros tres mili marcos de plata. 
Plogo a mió £id d’aquesta presentaja. 

A tercer día dados foron sin falla. 

Asmó mió £id con toda su conpaña 
« s que en el castiello non i arrie morada, 
e que serie retenedor, mas non i avrie agua. 
“Moros en paz, ca escripia es la carta, [nada, 
"buscar nos ie el rey Alfonsso, con toda su* mes- 
"Quitar quiero Castejón, oid, escuelas e Minaya! 


26 

El Cid marcha a turras de Zaragoza, depehdieivtm 
dkl rey moro de Valencia. (Véase nota a 636.) 

sao ”Lo que yo dixiero non lo tengades a mal: 

"en Castejón non podridnos fincar; 

"qerca es el rey Alfonsso e buscar nos vemá. 
"Mas el castiello non lo quiero hermar; 


5a* presentaja, ‘oferta o proposición de precio’. 

5x7 La Tercera Crónica General aclara bien el sentido 
de este verso: “el rey don Alfonso ha pazes con los mo¬ 
ros e sé yo que escritas son ya las cartas (o escritura, ca¬ 
pitulación) dello.” Alfonso VI, que extendió su imperio 
sobre casi todos los musulmanes de España, exageraba la 
eficacia de su protección sobre los moros sometidos, para 
inspirarles confianza, y castigaba severamente a los cris¬ 
tianos que les atacaban; hasta se decia que había querido 
quemar a la reina su mujer y al arzobispo de Toledo por¬ 
que hablan atropellado la mezquita de los moros de esta 
dudad. 

5x9 escuelas, ‘mesnadas', v. 1360. 


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CANTAR DEL DESTIERRO 


161 

"qiento moros e qiento moras quiero las i quitar, 

535 "por que lo pris dellos que de mí non digan mal. 
"Todos sodes pagados e ninguno por pagar. 

"Cras a la mañana pensemos de cavalgar, 

"con Alfons mió señor non querría lidiar.” 

Lo que dixo el £id a todos los otros plaz. 

540Del castiello que prisieron todos ricos se parten; 
los moros e las moras bendiziéndol están. 

Vansse Fenares arriba quanto pueden andar, 
troqen las Alcarrias e ivan adelant, 
por las Cuevas d’Anquita tilos passando van, 
Mspassaron las aguas, entraron al campo de Taranz, 
por essas tierras ayuso quanto pueden andar. 
Entre Fariza e Cetina mió £id iva albergar. 
Grandes gahan<;ias priso por la tierra do va; 

% 

534 quitar, ‘libertar’. Parece que el Cid propone li¬ 
bertar sólo doscientos moros, a quienes cederá el castillo 
y además les cederá o venderá los demás moros cautiva¬ 
dos. Algo asi entendió la Crónica Particular del Cid, ca¬ 
pitulo 94: “dexeiros el castillo en esta manera: dexemos 
ay algunos destos moros que tenemos cautivos, que lo ten¬ 
gan de nuestra mano.” 

543 Alcm-rias, del árabe, c á r i a, ‘aldea’, territorio 
que ocupa la mayor parte de la actual provincia de Gua- 
dalajara. 

544 Anquita, hoy Anguita, sobre el rio Tajuña, al Este 
de Sigüenza. 

545 El Campo de Tarans es parte de la meseta que 
divide las aguas del Tajuña y del Jalón, en el limite de 
las provincias de Guadalajara y Soria. 

547 Ariza y Cetina, sobre el Jalón, provincia de Zara¬ 
goza. 

11 


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IÓ2 


CANTAR DEL DESTIERRO 


non lo saben los moros el ardiment que an. 
«o Otro día moviós mió ^id el de Bivar, 
e passó a Al fama, la Foz ayuso va, 
passó a Bovierca e a Teca que es adelant, 
e sobre Alcoqer mió Cid iva posar, 

• en un otero redondo, fuerte e grand; 

555 acerca corre Salón, agua nol puedent vedar. 
Mió Cid don Rodrigo Alcocer cueda ganar. 


27 

El Cid acamlpa bobee Alcocer 

Bien puebla el otero, firme prende las posadas, 
los unos contra la sierra e los otros contra la agua. 
El buen Canpeador que en buen ora cinxo espada 
360 derredor del otero, bien qerca del agua, 

a todos sos varones maridó fazer una cárcava, 


549 *no saben los moros los designios de los del Cid*. 

551 Alhama, también sobre el Jalón, a 6 kilómetro» 
de Cetina. La Fot será una box del río, hoy despoblada. 

55* Bubierca y Ateca, también sobre el Jalón, a 5 y 
ix kilómetros de Alhama. 

553 Alcocer, lugar hoy desconocido, que debía estar a 
la izquierda del Jalón, entre Ateca y Calatayud. 

555 vedar agua, como en 667, o toller el agua, 661, es 
quitar el agua al enemigo asediado. 

561 El Cid hace un campamento con cárcava o foso, 
tanto para defensa como para atemorizar a los moros, 
anunciándoles su permanencia o fincanga en el país; 
comp. Partidas, II, 23, ai. 


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CANTAR DEL DESTIERRO 


163 


que de día nin de noch non les diessen arrebata, 
que sopiessen que mío £id allí avie fincanqa. 


28 

Temo» di los notos. 

Por todas essas tierras ivan los mandados, 

•*4 que el Campeador mió £id allí avie poblado, 
venido es a moros, exido es de cristianos; 
en la su vezindad non se treven ganar tanto. 
Alegrando se va mío Cid con todos sos vassallos; 
el castiello de Alcoqer en paria va entrando. 


567 El sentido debe ser ‘a causa de la presencia del 
Cid en' aquellas tierras, apenas se atreven los moros a 
labrar sus heredades’. En español ganar debió tener el sig- 
nificado que tenia el antiguo francés “gaignier", ‘labrar 
la tierra’ (comp. “gañán", “guadaña"; Bietohi, II Cantan 
del Cid, Barí, 1912, p. 154, dice en apoyo de esta opinión: 
"si puo aggiungere che in Tosca na é chiamata ancor oggí 
guada¿na la fossa di un campo"). 

569 La perífrasis de verbo ir más gerundio no tiene 
muchas veces en sentido durativo o iterativo especial y es 
puramente pleonástica. Aquí, en paria va entrando signifi¬ 
ca sólo ‘entra en -paria’, esto es, ‘paga parias’, como se 
repite en el verso de encadenamiento 00a que comienza 
la copla siguiente; comp. 586. 


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164 


CANTAR DEL DESTIERRO 


29 

El Campeado» toma a Alcocer mediante un ardid. 

570 Los de Alcocer a mió £id yal dan parias 
e los de Teca e los de Terrer la casa; 
a los de Calatauth, sabet, ma’les pesava. 

Allí yogo mió £id complidas quinze sedmanas. 
Quando vido mió £id que Alcoqer non se le dava, 
375 el le fizo un art e non lo detardava: 
dexa una tienda fita e las otras leva va, 
cojó 1 Salón ayuso, la su seña alqada, 
las lorigas vestidas e qintas las espadas, 
a guisa de menbrado, por sacarlos a qelada. 
5 8 oVtdienlo los de Alcoqer, Dios, cómmo se alabavan! 
“Fallido ha a mió £id d pan e la qevada. 

”Las otras abés lieva, una tienda a dexada. 

”De guisa va mió £id commo si escapasse de arran- 
”demos salto a él e feremos grant ganancia, [cada; 
5*5 ,, antes quel prendan los de Terrer la casa, 


571 Ateca y Terrer son dos pueblos de la ribera del 
Jalón distantes entre si 7 kilóiretros y entre los cuales 
estaba el desaparecido castillo de Alcocer. 

57a Calatauth, hoy Calatayud, a 6 kilómetros de Te¬ 
rrer. Nótese ma' les por mal les. 

575 °rt, 'ardid de guerra’. 

577 cojo' Salón ayuso por cogióse Salón ayuso, ‘fuese 
Jalón abajo’. 

582 abés, ‘apenas'. ‘Lleva las otras tiendas a duras pe¬ 
nas’. 

583 arrancada, ‘derrota’. 


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CANTAR DEL DESTIERRO 165 

5«5 b”ca si ellos le prenden, non nos darán dent nada; 

”la paria qu’él a presa tomar nos la ha doblada.” 

Salieron de Alcoger a una priessa much estraña. 

Mió Cid, quando los vio fuera, cogiós comino de arran- 
Cojós Salón ayuso con los sos abuelta ando. [cada; 
59<>Dizen los de Alcoger: “ya se nos va la ganangia!” 

Los grandes e los chicos fuera salto davan, 
al sabor del prender de lo al non pienssan nada, 
abiertas dexan las puertas que ninguno non las guarda. 

£1 buen Campeador la su cara tornava, 

595 vio que entrellos y el castiello mucho avié grant plaga; 
mandó tomar la seña, a priessa espoloneavan. 

Firidlos, cavalleros, todos sines dubdanga; 

”con la merged del Criador nuestra es la ganancia! ” 
Bueltos son con ellos por medio de la llaña. 

600Dios, qué bueno es el gozo por aquesta mañana! 

Mió e Albar Fáñez adelant aguijavan; 
tienen buenos cavallos, sabet, a su guisa les andan; 
entrellos y el castiello en essora entravan. 

Los vassallos de mío Cid sin piedad les davan, 

«05 en un poco de logar trezientos moros matan. 

Dando grandes alaridos los que están en la gelada, 

595 pinta, 'espacio’; 'había muy gran trecho’. 

597 sines dubdanga, 'sin temor’. 

599 'revueltos van con ellos por medio de la llanura’. 

603 en essora, 'entonces’, 3473; igual que essora, 983, 

1355 » «te. 

606 La narración es confusa. Por este verso se ve que 
el Cid, al fingir su huida, había dejado parte de su gente 
escondida en celada, para cortar la retirada a los de Al- 


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/ 


l66 CANTAR DEL DESTIERRO 

dexando van los delant, porol castiello se toma van, 
las espadas desnudas, a la puerta se paravan. 
Luego Uegavan los sos, ca fecha es el arrancada. 
•*° Mió Cid gañó a Alcocer, sabet, por esta maña. 

30 

La seña dkl Cid ondea sobre Alcocer. 

Vino Per Vermudoz, que la seña tiene en mano, 
metióla en somo en todo lo mas alto. [nado: 

Fabló mió Cid Roy Díaz, el que en buen ora fue 

“grado a Dios del qielo e a todos los sos santos, 

/ 

6 if”ya mejoraremos posadas a dueños e a cauallos. 

31 

Clemencia del Cid con los moros. 

”Oíd a mí Álbar Fáñez e todos los cavalleros! 
”En este castiello grand aver avernos preso; 

”los moros yacen muertos, de bivos pocos veo. 
”Los moros e la¿ moras vender non los podremos, 
*»o”que los descabecemos nada non ganaremos; 

“cojÍrnoslos de dentro, ca el señorío tenemos; 
“posaremos en sus casas e dellos nos serviremos.” 

cocer; comp. 631, Las Crónicas no ayudan a esclarecer 
este pasaje. 


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CANTAR DEL DESTIERRO 


167 


32 

El Rey de Valencia quiere recobrar a Alcocer.— 

Envía un ejército contra el Cid. 

Mío £id con esta gananqia en Alcocer está; 
fizo e^biar por la tienda que dexara allá. 

4 »s Mucho pesa a los de Teca e a los de Terror non 
e a los de Calatayuth sabct , pesando va. [plaze, 
Al rey de Valencia enbiaron con mensaje, 
que a tno que dizien mió Cid Roy Díaz de Bivar 
“ayrólo rey Alfonsso, de tierra echado lo ha, 

•jo ”vino posar sobre Alcoqer, en un tan fuerte logar; 
"sacólos a qelada, el castiello ganado a; 

"si non das consejo, a Teca e a Ter rer perderás, 
"perderás Calatayuth, que non puede escapar, 
"ribera de Salón toda irá a mal, 

«l”assí ferá lo de Siloca, que es del otra part.” 

Quando ’o odió rey Tamín por cuer le pesó mal: 
“Tres reyes veo de moros, derredor de mí estar, 

633 ‘si nc nos das ayuda’. 

636 No existió nunca un rey Tamín de Valencia; ésta 
hallábase regda por Abu Béquer ben Abdeláziz. Pero es 
más, las tierras de Calatayud no creo perteneciesen nunca 
a Valencia, sino al rey Al-Mostain de Zaragoza, corito dice 

la Historia launa del Cid (Risco, La Castilla, p. xxxvii). 

% 

El poeta fanbsea aquí a su capricho. Fáris y Galve, 654, 
también son tersonajes fabulosos; comp. p. 27. ~ 

637 reyes ie maros son simplemente los errires o cau¬ 
dillos musulmanes, 654. 876, 1147. En este sentido no se 
les llama, po? lo oomún, reyes de ningún territorio; no 
obstante, se dee rey de Sevilla en el v. 1222. 


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i68 


CANTAR DEL DESTIERRO 


”non lo detardedes, los dos id por allá, 

”tres mili moros levedes con armas de lidiar; 

640 ”con los de la frontera que vos ayudarán, 

”prendétmelo a vida, aduzidmelo delant; [a dir.’’ 
”por que se me entró en mi tierra derecho me ivrá 

Tres mil moros cavalgan e pienssan de andsr, 
ellos vinieron a la noch en Sogorve posar. 

64sOtro día mañana pienssan de cavalgar, 

vinieron a la noch a £elfa posar. 

# 

Por los de la frontera pienssan de enviar; 
non lo detienen, vienen de todas partes. 

Ixieron de £elfa la que dizen de Canal, 

640 andidieron todo ’1 día, que vagar non se chn, 
vinieron essa noche en Calatayufh posar. 

Por todas essas tierras los pregones dan; 
gentes se a juntaron sobejanas de grande* 
con aquestos dos reyes que dizen Fáriz eGalve; 

655 al bueno de mió £id en Alcoqer le van qsrear. 

644 El itinerario que nos marca el juglar por Segorbe 
(prov. Castellón), por Celfo (antea Celha, hoy Celia, a tres 
leguas de Teruel, con importantes ruinas ronanas) a Ca- 
latayud, nos muestra que se hallaba en uso la vía romana 
que unía a Sagunto (Muwiedro, en el Cantar) con Bilbilis 
(Calatayud). 

652 los pregones dan, ‘despachan pregonaros’. En el 
poema de las mocedades de Rodrigo, 66, ocu're la misma 
frase “Por Castilla d3n los pregones”. Para dar comp. 1159; 
pr i yones en el sentido del lat. praeconen. 

653 sobejanas de grandes, literalmente ’ex&sivas de nu¬ 
merosa', ‘numerosas en exceso'. 


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CANTAR DEL DESTIERRO 


169 


33 

Fáriz y Galve cercan al Cid en Alcocer. 

Fincaron las tiendas e prendend las posadas, 
crecen estos virtos, ca yentes son sobejanas. 

Las arrobdas, que los moros sacan, 

de día e de noch enbueltos andan en armas; 

«6o muchas son las arrobdas e grande es el almofalla. 
A los de mió (Jid ya les tuellen el agua. 
Mesnadas de mió £id exir querién a batalla, 
el que en buen ora nasco firme gelo vedava. 
Toviérongcla en qerca complidas tres sedmanas. 


34 

Consejo del Cid con los suyos. — Preparativos 
secretos.—El Cid sale a batalla campal contra 
Fáriz y Galve.—Pedro Vermúdez hiere los pri¬ 
meros golpes. , 

665 A cabo de tres sedmanas, la quarta queríe entrar, 
mió (Jid con los sos tornos a acordar; 

“el agua nos an vedada, exir nos ha el pan, 

658 arrobdas, ‘centinelas avanzados de un ejército*. 

660 almofalla, ‘hueste, ejército’; se dijo también “al- 
mohalla, almafalla, almahala” y es la misma voz árabe 
que se usa boy con la forma “mehalla'', hablando de los 
ejércitos de Marruecos. 

661 toller el agua, 'quitarla', véase 555. 

667 La Primera Crónica General, p. 527 b, 29, prosi fi- 
ca asi: “ell agua nos an ya tollido los moros et si assi 
estamos, puede nos fallescer el pan." 


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170 


CANTAR DEL DESTIERRO 

■ ■ ————— ■ ■ ■ ■ 

”que nos queramos ¡r de noch no nos lo consintrán; 
"grandes son los poderes por con ellos lidiar; 

* 7 ° "dezidme, cavalleros, cómmo vos plaze de far." 
Primero fabló Minaya, un cavallero de prestar: 

“de Castiella la gentil exidos somos acá, 

"si con moros non lidiáremos, no nos darán del pan. 
"Bien somos nos seysqientos, algunos ay de más; 
6 7 j" en el no»nbre del Criador, que non passe por al: 
"vayámoslos ferir en aquel día de eras.” 

Dixo el Campeador: “a mi guisa fablastes; 
"ondrástesvos, Minaya, ca aver vos lo iedes de far.” 

Todos los moros e las moras de fuera los manda 
«toque non sopiesse ninguno esta su poridad. [echai, 
£1 día e la noche piénssanse de adobar. 

Otro dia mañana, el sol querie apuntar, 
armado es mió £id con quantos que ¿1 ha; 

t _ 

672 Bello, Obras, II, ps. 10 7 y 223, amplifica este pa- 
saje con tres versos tomados de la Crónica, y dice: “esta 
alocución de Alvar Fáñez es uno de los bellos rasgos del 
Poema." 

675 non passar por al, *no pasar o hacerse de otro 
modo’, ‘no haber más remedio’; comp. 3367 y 710. 

678 far es verbo vicario por ondrar : *os honrasteis Mi- 
naya, pues oslo habríais de hacer’, esto es, 'pues sin duda 
habríais de honraros’. La primera Crónica entiende sim¬ 
plemente ‘pues vos lo habríais de hacer’, y pone “et assi 
lo devedes fazer et onrastesvos en ello”; pero si vos 
fuese sujeto, no iría intercalado entre ovsr y el auxiliar 
iedes. La Tercera Crónica comprendió que no era Minaya 
el encargado de ejecutar el pensamiento, como puso la 
Primera, y corrigió por su cuenta: “e asi lo devemos fa» 
ser e honrr astea vos en ello." 


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CANTAR DEL DESTIERRO 


171 


íablava mió Cid comino odredes contar: 

“todos iscamos fuera, que ñadí hon raste, 

”sinon dos pedones solos por la puerta guardar; 

”si nos muriéremos en campo, en castiello nos entrarán, 
”si venciéremos la batalla, crearemos en rictad. 

”E vos, Per Vermudoz, la mi seña tomad; 

«9°”commo sodes muy bueno, tener la ed* s sin ar/h; 

”mas non aguijedes con ella, si yo non vos lo man- 
A 1 besó la mano, la seña va tomar. [dar." 

Abrieron las puertas, fuera un salto dan; [tornai. 
viéronlo las arrobdas de los moros, al almofalU se van. 

«9S ¡ Qué priessa va en los moros! e tornáronse a armar; 
ante roído de atamores la tierra querié quebrar; 
veriedes armarse moros, apriessa entrar en az. 

De parte de los moros dos señas ha cabdales, 

684 odredes, ‘oiréis*. 

685 ‘todos salgamos fuera, que nadie quede*. 

688 rielad, 'riqueza'; v. 481 b. 

690 arth, ‘iral arte, engaño’; sin art, ‘lealmente’, 1499* 

2676. 

6ya El entregar la enseña para llevarla en la batalla 
era distinción que se agradecía besando la mano como 
cuando se recibía 'una merced. 

694 Las avanzadas se tornan a la hueste, versos 658 y 
660. 

696 ante expresa la causa, como .el latín p r a e ; com¬ 
párese el uso moderno en frases como “ante la imposi¬ 
bilidad de huir, se rindieron". 

698 Las dos enseñas caudales o principales son las 
de los dos cuerpos de ejército de Fáriz y Galvc; los pen¬ 
dones mezclados o varios son, según la Primera Crónica, 

"los otros pendones daquellos pueblos ayuntados allí**, es 
decir, los de los pueblos de las fronteras, 640, 653. 


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172 


CANTAR DEL DESTIERRO 


e los pendones mezclados, ¿qui los podrié contar? 
7 °« La s azes de los moros yas mueven adelant, 
por a mío Qid e a los sos a manos los tomar. 

“Quedas sezd, mesnadas, aquí en este logar, 

”non derranche ninguno fata que yo lo mande.” 
Aquel Per Vermudoz non lo pudo endurar, 

705 la seña tiene en mano, conpeqó de espolonar: 

“El Criador vos vala, Qid Campeador leal! 

”Vo meter la vuestra seña en aquella mayor az;. 
"los que el debdo avedes veré commo la acorrodes.” 
Dixo el Campeador: “¡non sea, por caridad!” 

710 Respuso Per Vermudoz: “non rastará por al.” 
Espolonó el cavallo, e metiól en el mayor az. 
M<j>ros le reqiben por la seña ganar, 
danle grandes colpes, mas nol pueden falssar. 

Dixo el Campeador: “ivalelde, por caridad!” 


35 

Los del Cid acometen para socorrer a Pedro 

Vermúdez. 

7*5 Enbraqan los escudos delant los corazones, 
abaxan las lanqas abue/tas de los pendones, 

704 endurar, ‘sufrir, resistir*. 

710 non rastará por al, ‘no quedará de otro modo*, ‘no 
podrá dejar de ser’, 1685, y comp. 675. 

7x3 falssar, o sin elipsis, falssar las armas, 2391, o 
falssar la loriga, 728, o la guarnison, 3681, era romper o 
destrozar el arma defensiva. 

7x5 Esta descripción del arremeter de los caballeros se 
repite en 3615-18. » 


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CANTAR DEL DESTIERRO 173 

« '■*' l,M ' " 1 ■■■■■■’ ■-■■■! . — i ■ ■■ ■■■■ 

encimaron las caras de suso de los arzones, 
ívanlos ferir de fuertes corazones. 

A grandes vozes llama el que en buen ora na^to; 
7*o M | feridlos, cavalleros, por amor de/ CriadorI 
”Yo so Roy Díaz, el £id de Bivar Campeador!” 

Todos fieren en el az do está Per Vermurfoz. 
Trezientas lanqas son, todas tienen pendones; 
seños moros mataron, todos de seños colpes; 

7*5 a la tornada que fazen otros tantos muertos son. 

36 

Destrozan las haces enemigas. 

Veriedes tantas lanqas premer e alqar, 
tanta adágara foradar e passar, 
tanta loriga falssar e desmanchar, 

730 tantos pendones blancos salir vermejos en sangre, 
tantos buenos cavallos sin sos dueños andar. [Yagin. 
Los moros llaman Mafómat e los cristianos santi 

721 Era costuirbre que el caudillo grítase su nombre 
para esforzar a sus caballeros; asi dice D. Juan Manuel 
en el Libro de los Estados que el Capitán “débese nom¬ 
brar muchas veces a sí et a su apellido, et mandar que 
digan todos: feridlos. que vanse et vencidos son". Este 
grito de guerra se repite en 1140. 

724 'sendos moros' (uno cada uno), 'de sendos golpes* 
(uno de cada golpe). 

725 Sobre la carga de tomada, v. p. 97. 

728 desmanchar, 'desmallar*, romper la 9 mallas o pie¬ 
zas de la loriga. 


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174 


1 CANTAR DEL DESTIERRO 


Carien por el campo en un poco de logar 


H 


oros muertos 


mili e trezicntos ya. 


37 

Mención de los principales caballeros cristianos. 

1 Quál lidia bien sobre exorado arzón 

% 

mió ?id Ruy Diaz el buen lidiador; 

73i Minaya Albar Fáñez, que Corita mandó, 

Martin Antolínez, el Burgalés de pro, 

Muño Gustioz, que so criado fo, 

Martin Muñoz, el que mandó a Mont Mayor, 
Albar Albaroz e Albar Salvadórez, 

'Galín Garcías, el bueno de Aragón, 

Félez Muñoz so sobrino del Campeador! 

Desí adelante, quantos que y son, 
acorren la seña e a mió C*d el Campeador. 


731 Los moros podían gritar el nombre de Mahoms 
en las batallas, como parte de la invocación usual Bismi 
Allahi... “En d nombre de Alá clemente y misericordioso, 
Mahon-a enviado de Alá." Los cristianos, según el Arzo¬ 
bispo don Rodrigo de Toledo, desde la aparición del após¬ 
tol en la batalla de Clavijo, usaban como grito de guerra 
“Dios ayuda y Santiago 1 " 

735 M inaya de Corita, v. p. 19. 

737 Muño Gustiot, criado por el Cid, comp. v. 290a, 
7 P- ai. 

738 Martin Muñot de Montemayor, p. ao. 


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CANTAR DEL DESTIERRO 


175 


38 

Mi wata xn mugeo.—El Cid hixxk a FAxxx. 

A Minaya Álbar Fáñez matáronle el cavallo, 

4* bien lo acorren mesnadas de cristianos. 

La lanqa a quebrada, al espada metió mano, 
maguer de pie buenos colpes va dando. 

Violo mió Cid Roy Díaz el Castellano, 
acostós a un aguazil que tenié buen cavallo, 

*"diol tal espadada con el so diestro braqo, 
cortól por la qintura, el medio echó en campo. 

A Minaya Albar Fáñez ival dar el cavallo: 
“Cavalgad, Minaya, vos sodes el mió diestro bra<;o! 
”Oy en este día de vos abré grand bando; 

"firme* son los moros, aun nos* van del campo, 

”0 menester que los cometamos de cabo” 

747 maguer áe pie, 'aunque estaba a pie'. 

749 aguasil, es el árabe al-waiir (moderno ‘visir’), 
y significaba ‘general’, ‘ministro encargado de ejecutar la 
justicia’, ‘gobernador*, etc. 

751 También el Cid hiende a Búcar desde el yelmo fata 
la cintura. Estos tajos no son increíbles si se tiene en 
cuenta la anchura y el peso de las espadas de entonces; 
por ejemplo, los cronistas de las cruzadas cuentan de Go- 
dofredo de Bullón que hendió a un musulmán desde la ca¬ 
beza hasta la silla del caballo y a otro lo dividió por medio. 

754 bando 'auxilio, apoyo’. Este significado abstracto 
deriva naturalmente del concreto ‘partido* o conjunto de 
parientes y secuaces que en la Edad Media estaban obliga¬ 
dos a apoyarse mutuamente en pretensiones, enemistades 
y venganzas. 

755 firme 1 son, 'firmes están’, nos' van, 'no se van*. 


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176 


CANTAR DEL DESTIERRO 


Cavalgó Mi naya, el espada en la mano, 
por estas fuerzas fuerte mientre lidiando, 
a los que alcanqa valos delibrando. 

Mió £id Roy Díaz, el que en buena nasco, 
7*>al rey Fáriz tres colpes le avié dado; 
los dos le fallen, y el únol ha tomado, 
por la loriga ayuso la sangre destellando; 
bolvió la rienda por Irsele del campo. 

Por aquel colpc raneado es el fonssado. 


39 


Galvs xbbido y los kobos DE B BOTAD##." 


765 Martín Antolínez un colpe dio a Gal ve, 
las carbonclas del yelmo echógclas aparte, 
cortól el yelmo, que llegó a la carne; 
sabet, el otro non gel osó esperar. 
Arrancado e^ el rey Fáriz e Galve; 

7701 tan buen día por la cristiandad, 
ca fuyen los moros della e dclla part! 


758 delibrar, 'despachar, matar’. “Assi los delivrava 
cuerno lobo corderos.” Alexandre, 488. 

764 ranear el fonssado, 'vencer al ejército’; más co¬ 
múnmente se dice arrancar la batalla, 793, 814; arrancar la 
lid, 1656, 1819. 

766 carbonclas, 'carbunclos' o rubíes que adornaban el 
yelmo. 

771 della e della part, ‘de una y de otra parte’, como 
en 2079, 3*39, o della part e della, 1965. 


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CANTAR DEL DESTIERRO 


177 


Los de mió Cid firiendo en al caz, 
el rey Fáriz en Terror se io entrar, 
e a Galve nol cogieron allá; 

775 para Cataluyufh quanto puede se va. 

£1 Campeador i val en al caz, 
fata Calatayu/h duró el segudar. 

40 

Minaya ve cumplido su voto.—<Botín de la batalla. 

El Cid dispone un presente para el Ret. 

A Mynaya Albar, Fáñez bien Tanda el cavallo, 
daquestos moros mató treinta e quatro; 

780 espada tajador, sangriento trae el bra<;o, 
por el cobdo ayuso la sangre destellando. 

Dize Minaya: “agora so pagado, 

”que a Castiella irán buenos mandados, 

”que mió Cid Roy Díaz lid campal a arrancado'' 
185 Tantos moros yazen muertos que pocos bivos a 
ca en alcaz sin dubda les foron dando. [dexados. 
% Yas tornan los del que en buen ora nasco. 

Andava mió C*d sobre so buen cavallo, 

772 alcas, 776, 786, 1147» etc., es la forma mis co¬ 
rriente junto a ale anta, 998, 2399, j alcango, 1533, en vea 
del moderno ‘alcance 1 o persecución del fugitivo. 

777 segudar, ‘perseguir’; aquí sustantivado, ‘persecu¬ 
ción’. , 

78 2 Minaya, al decir agora so pagado, alude al voto 
que hizo: fata qus yo me pague..., 498. 

II 


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17 8 


CANTAR DEL DESTIERRO 


la cofia fronzida j Dios, cómmo es bien barbado! 

79*»almófar a cuestas, la espada en la mano. 

Vio los sos commos van allegando: 

“Grado a Dios, aquel que está en alto, 

”quando tal batalla avernos arrancado/’ 

Esta albergada los de mío £id luego la an robado 
795de escudos e de armas e de otros averes largos; 

de los moriscos, quando son llegados, 

7966 ffallaron quinientos e diez cavallos. 

Grand alegreya va entre essos cristianos, 
más de quinze de los sos menos non fallaron. 
Traen oro e plata que non saben recabdo; 

•00 refechos son todos essos cristianos 
io»¿ con aquesta ganancia que y avién fallado. 

A so castiello a los moros dentro los an tomados, 
mandó mió £id aun que les diessen algo. 

Grant a el gozo mió £id con todos sos vassallos. 
Dio a partir estos dineros e estos avere3 largos; 

789 La cofía fruncida sobre la cara y el almófar caldo 
sobre las espaldas dejaban bien al descubierto la barba del 
Cid. Comp. ps. 105-106 y v. 3059. 

792 Grado, ‘agradecimiento*, muy usado en frasea ex¬ 
clamativas, 1118, 1267, 2456, etc.; a veces se usa junto a 
su sinónimo gracias, 895, 2095. 

794 albergada es el ‘campamento* de que se habla en el 
verso 656. 

798 fallar menos, 'echar de menos’, comp. 1260. 

80x Antes de la batalla, los moros habitantes del cas¬ 
tillo habían sido echados fuera, según el verso 679. 

804 averes largos, ‘riquazas abundantes*, comp. 481, 1972, 
2256, 2490. 


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CANTAR DEL DESTIERRO 


179 


*°s en la su quinta al £id caen cient cavallos. 

¡Dios, qué bien pagó a todos sus vassallos, 
a los peones e a los encavalgados! 

Bien lo aguisa el que en buen ora nasco, 
quantos él trae todos son pagados, 
ito “Oid, Minaya, sodes mió diestro braqo! 
”D’aquesta riqueza que el Criador nos a dado 
”a vuestra guisa prended con vuestra mano. 
”Enbiar vos quiero a Castiella con mandado 
”desta batalla que avernos arrancado; 

»*5 ”al rey Alfons que me a ayrado 

”quiérol enbiar en don treinta cavallos, 

''todos con siellas e muy bien enfrenados, 

”señas espadas de los arzones colgando.” 

Dixo Minaya Albar Fáñez: “esto faré yo de grado.” 

41 

El Cid cumple su oferta a la catedeal de Burgos. 

i , 0 —“Evades aquí oro e plata fina, 

”una uesa lleña, que nada nol mingua; 

805 Recuérdese el verso 796 b. 

816 Para el quinto de los caballos ganados que el Cid 
envía al rey, v. p. 99. También el rey Alfonso XI de Cas¬ 
tilla, después de vencer la batalla del Salado, en el afio 
1340, envió al papa, a Avifión, caballos cogidos a los 
moros, “e iban ensillados, e cada cavallo 1 levara una es¬ 
pada e una adarga en el arzón de la silla**. 

818 'sendas espadas' (una cada caballo). 

820 'He aquí', v. 253. 

821 Es curioso ver la uesa, • bota alta, usada como 


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CANTAR DEL DESTIERRO 



”en Santa María de Burgos quitedes mili missas; 
”lo que romaneqiere daldo a mi mugier e a mis fijas, 
”que nieguen por mí las noches e los días; 

*>s ’'si les yo visquiera, serán dueñas ricas.” 


42 

Minaya parte para Castilla. 

Minaya Albar Fáñez desto es pagado; 

•tétpor ir con él omnes son contados. 

Agora davan qevada, ya la noch avie entrado, 
mió £id Roy Díaz con los sos se acordando: 


43 

Despedida. 

“¿Ides vos, Minaya, a Castiella la gentil? 

*jo ”A nuestros amigos bien les pode<fes dezir: 

”Dios nos valió e venqiemos la lid. 

saco. Aun cuando se la llevaba calzada, la huesa servía 
para guardar los objetos menudos cuando los trajes no te¬ 
nían bolsillos. 

82a quitedes, ‘paguéis’. El Cid cumple la oferta que 
hizo en el verso 225. 

823 remanecer y remanecer, ‘quedar, sobrar'. 

825 visquiero, ‘viviere’, del perfecto visco, ‘vivió'. El 
futuro subjuntivo hacía su persona Yo en -o, así fallaro, 
1260, asegurado por la asonancia. 

8af Para la interrogación en la despedida, v. 204. 


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CANTAR DEL DESTIERRO 




”A la tornada, si nos falláredes aquí; 

”si non, do sopiéredes que somos, indos conseguir. 
7, Por lanqas e por espadas avernos de guarir, 

*35 ”si non, en esta tierra angosta non podriemos bivir, 
”* commo yo cuedo , o ir nos avremos d* aqui” 





El Cid vende Alcocer a los moros. 


Ya es aguisado, mañánas fo Minaya, 
e el Campeador fincó y con su mesnada. 

La tierra es angosta e sobejana de mala. 

Todos los días a mió £id aguardavan 
»4«moros de las fronteras e unas yentes extrañas; 
sanó el rey Fáriz, con él se consejavan. 

Entre los de Teca e los de Ter rer la casa, 

0 

e los de Calatayut, que es mas ondrada, 
así lo an asmado e metudo en carta: 

S45 vendido les a Alcoqer por tres mili marcos de plata. 


83a 'si nos hallareis aquí, bien; si no../; comp. 181. 
836 'por la mañana se fué Minaya’, comp. 8 27. 

84a Entré, pleonástico con la conjunción, véase 191.— 
Térrgr la casa, ‘la población de Terrer’ v. 123a. 


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182 


CANTAR DEL DESTIERRO 


45 

Venta de Alcocer. (Repetición.) 

Mió £id R U y Díaz a Alcocer ha vendido; 
qué bien pago a sos vassallos mismos! 

A cavalleros e a peones fechos los ha ricos, 
en todos los sos non fallariedes un mesquino. 

850 Qui a buen señor sirve, siempre bive en deliqio. 

9 

46 

Abandono de Alcocer. Buenos agüeros.—El Cid 

SE ASIENTA EN EL POYO SOBRE MONREAL. 

Quando mió £id el castiello quiso quitar, 
moros e moras tomáronse a quexar: 

“¿vaste, mió Cid; nuestras oraciones váyante delante 
“Nos pagados fincamos, señor, de la tu part” 
sss Quando quitó a Alcoqer mió £id el de Bivar, 
moros e moras compeqaron de llorar. 

Alqó su seña, el Campeador se va, 
passó Salón ayuso, aguijó cabadelant, 
al exir de Salón mucho ovo buenas aves. 

850 Este verso es un proverbio que se halla con va* 
riantes: "quien a buen señor sirve, buen galardón alcanza”, 
“quien a buen señor sirve, esse vive en bienandanza”, etc. 

856 Sobre el buen trato que el Cid da a los xroros, 
comp. v. 802 y p. 59, n. 1. 

859 buenas aves, como el lat. b o n a avis, significa 
*buenos agüeros', Comp. p. 18, n. 2. 


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CANTAR DEL DESTIERRO 


183 


w* Plogo a los de Terrer e a los de Calatayut más, 
pesó a los de Alcocer, ca pro les fazié grant. 
Aguijó mió Qid, ivas cabadelant, 
y fñncó en un poyo que es sobre Mont Real; 
alto es el poyo, maravilloso e grant; 

#65 non teme guerra, sabet, a nulla part. 

Metió en paria a Daroca enantes, 
desi a Molina, que es del otra part, 
la terqera Teruel, que estava delant; 
en su mano tenié a Celia la del Canal. 


47 

Minaya llega ante el Rey.—Este perdona a Minaya, 

PERO NO AL Cid. 

i 

87* Mió Cid Roy Díaz de Dios aya su gracia! 

Ido es a Castiella Albar Fáñez Minaya, 
treynta cavallos al rey los enpresenta va; 


863 Monreal del Campo, sobre el rio Jiloca, a diez y 
siete horas de Calatayud. 

864 Se trata de El Poyo, pueblo situado a la izquier¬ 
da del Jiloca, en la vía de Sagunto a Calatayud (v. 644). 
y dominado por un alto poyo o cerro cuya cima está 
a 1 227 metros sobre el nivel del mar. Se le llamó antigua¬ 
mente El Poyo de mío Cid, como dice el poeta en el v. 90a, 
noticia que confirma el Fuero de Molina nombrando entre 
los linderos de esta ciudad El Poyo de mió Cit. El Poyo dis¬ 
ta de Monreal 10 kilómetros; de Daroca, 35; de Molina y 
de Celfa, 50, y de Teruel, 65 kilómetros. Todas estas son 
poblaciones del reino musulmán de Zaragoza. 

869 Celfa, hoy Celia, véase 644. 


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I$4 CANTAR DEL DESTIERRO 

vídolos el rey, fermoso sonrrisava: 

“¿quin los dio estos, si vos vala Dios, Minaya!” 
<75—“Mió £id Roy Díaz, que en buen ora cinxo espada. 
n Pues quel vos ayrastes, Alcocer ganó por maño; 
11 al rey de Valencia dello el mensaje llegava, 

”mandólo y cercar, t folláronle el agua. 

”Mio Cid salió del castiello, en campo lidiava, 
"venció dos reyes de moros en aquesta batalla, 
"sobejana es, señor, la sue ganancia. 

"A vos, rey ondrado, enbía esta presentaja; 
"bésavos los piedes e las manos amas 
1,0 "quel ayodes merqed, si el Criador vos vala." 
Dixo el rey: “mucho es mañana, 

"omne ayrado, que de señor non ha graqia, 

é 

"por acogello a cabo de tres sedmanas. [taja; 
"Mas después que de moros io, prendo esta presen- 
585 "aun me plaze de mió £id que fizo tal gananqia. 
"Sobresto todo, a vos quito Minaya, 

"honores e tierras avellas condonadas, 

879 besavos los piedes que, ‘o» pide que’, v. 179. 

881 mucho es mañana, 'es muy pronto*. 

883 tres sedmanos expresa tiempo breve indeterminado. 
Sólo en ganar y defender a Alcocer habla pasado dies y 
ocho semanas (573, 664), y debemos suponer que ya habían 
pasado cinco o seis meses de destierro cuando el rey pro¬ 
nuncia estas palabras. 

887 honores e tierras (como en 3413) eran las rentas y 
territorios que el rey concedía en tenencia o gobierno a 
uno. El que recibía la tierra o la honor cobraba las rentas, 
administraba justicia y tenia que sostener cierto número 
de caballeros para servir en la guerra al rey durante tres 
meses al año.— Condonar, 'conceder, restituir*. El rey de- 


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CANTAR DEL DESTIERRO 185 

"id e venit, d’aquí vos do mi graqia; 

del (id Campeador, yo non vos digo nada. 

48 

El Rxy permite a los castellanos irse con el Cid. 

•*> "Sobre aquesto todo, dezir vos quiero, Albor Fáñez: 
"de todo mió reyno los que lo quisieren far, 
"buenos e valientes pora mió (id huyar, 

"suéltoles los cuerpos e quitóles las heredades." 
Besóle las manos Minaya Álbar Fáñez: 

«95“Grado e graqias, rey, commo a señor natural; 
"esto feches agora, al feredes adelant; 

"con Dios nós guisaremos commo vós lo fagades ." 
Dixo el rey: "Minaya , esso sea de vagar. 

"Id por Castiella e déxenvos andar, 

"si’nulla dubda id a mió (id buscar." 

49 

CoixitfA8 dil Cid desde el Poyo. — Minaya con 

DOSCIENTOS CASTELLANOS SE REÚNE AL ClD. 

Quiérovos dezir del que en buena qinxo espada: 
*00aquel poyo en él priso posada; 

vuelve a Minaya cuanto le había confiscado por irse coa 
el Cid; comp. 230, 289, 893, 1363-64. 

893 El rey promete no confiscar las heredades de loe 
que te vayan con el Cid; comp. 887. 


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l86 CANTAR DEL DESTIERRO 

■ ^—— ■ i ——— 

mientra que sea el pueblo de moros e de la yente 
el Poyo de mió £id asil dirán por carta, [cristiana, 
Estando allí, mucha tierra preava, 
el val de río Martín todo lo metió en paria. 

9 s A Saragoqa sus nuevas legavan, 

non plaze a los moros, fírme mientre les pesava. 
Allí sovo mió Cid conplidas quinze sedmanas; 
quando vio el caboso que se tardava Minaya, 
con todas sus yentes fizo una trasnochada; 

9>«dexó el Poyo, todo lo desenparava, 
allén de Teruel don Rodrigo passava, 
en el pinar de Tévar Roy Díaz posava; 
todas essas tierras todas las preava, 
a Saragoqa metuda la en paria. 

9*5 Quando esto fecho ovo, a cabo de tres sedmanas 
de Castiella venido es Minaya, 
dozientos con ¿1, que todos qiñen espadas; 
non son en cuenta, sabet, las peonadas. 

Quando vido mió Cid asomar a Minaya, 

9*o el cavallo corriendo, valo abracar sin falla, 
besóle la boca e los ojos de la cara. 

901 Este verso es una frase adverbial que significa 
‘ir¡entras el mundo dure, siempre'. Comp. 145. 

90a por carta, ‘por escrito'. La predicción del juglar sa¬ 
lió fallida; el nombre, cuya eternidad predice nuestro Poe¬ 
ma, se perdió pronto, aunque todavía se usa en el Fuero de 
Molina (v. 864). 

903 Véase nota a 477. 

908 el caboso, ‘el Gd\ v. 226. 

912 Véase nota a 971. 


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CANTAR DEL DESTIERRO l 8 7 

Todo gelo dize, que nol encubre nada. 

£1 Campeador fermoso sonrrisava: 

“grado a Dios e a las sus vertudes santas; [naya! ” 
9»s’'mieatra tos visquiéredes, bien me irá a mí, Mi- 

50 

Alegría dk los distkrrados al ricibir noticias 

ds Castilla. 

]Dios, cómmo io alegre todo aquel fonssado, 
que Minaya Alvar Fáñez assi era llegado, 
diziéndolcs saludes de primos e de hermanos, 
e de sus compañas, aquellas que avien dexado/ 

51 

Alegría dfl Cid. (Serie gemela.) 

030 Dios, cómmo es alegre la barba vellida, 
que Álbar Fáñez pagó las mili missas, 
e quel dixo saludes de su mugier e de sus fijas! 
Dios, cómmo io el Q id pagado e fizo grant alegría! 
“Ya Alvar Fáñez, bivades muchos días! 
más valedes que nos, j tan buena mandaderia /” 

926 fornado, ‘ejército’, comp. 764. 

928 saludes, 'noticias de una persona ausente’, comp. 
1921. 

930 la barba vellida, ‘el Cid’, v. 274. 


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CANTAR DEL DESTIERRO 




52 

Ei Cid corre tierras de Aicañiz. 

935 Non lo tardó el que en buen ora nasco, 
Priso dozientos cavalleros escollechos a mano , 
fizo una corrida la noch trasnochando; 
tierras d’Alcamz negras las va parando, 
e a derredor todo lo va preando. 

Al terqer día, don ixo i es tomado. 


53 

Escarmiento de los moros. 


Hya va el mandado por las tierras todas, 

940 pesando va a los de Monqon e a los de Huosca; 
por que dan parias plaze a los de Saragoqa, 
de mió £id Roy Díaz que non temién ninguna fonta 


935 ¿ escollecho es un participio dialectal que usa la 
Crónica General en vez de 'escogido’. 

936 negras, 'yermas, estériles’, opuesto a 'tierra blan¬ 
ca' o de sembradura. 

938 ‘donde salió allá se tornó’, es decir, se volvió al 
Poyo de mió Cid. 

940 Monzón es un pueblo y castillo al Sureste de 
Huesca, entre esta población y Balaguer. 

94a fonta, ‘ultraje’, ‘daño* en general. 


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CANTAR DEL DESTIERRO 


189 


54 

El Cid abandona el Poyo.—Coree tierras 

AMPARADAS POR EL CONDE DE BARCELONA. 

Con estas ganancias a la posada tornando se van. 
todos son alegres, ganancias traen grandes; 

945 plogo a mío Qid, e mucho a Álbar Fáñez. 

Sonrrisós el caboso, que non lo pudo endurar: 

“ya cavalleros, dezir vos he la verdad: 

”qui en un logar mora siempre, lo so puede menguai; 
”cras a la mañana penssemos de cavalgar, 
9 fo”dexat estas posadas e iremos adelant” 

Estonces se mudó el Cid, al puerto de Alucat; 
dent corre mió Cid a Huesa e a Mont Al van; 
en aquessa corrida diez dias ovieron a morar. 
Foron los mandados a todas partes, 

9ssque el salido de Castiella asi los trae tan mal. 

946 endurar, ‘resistir’; el sentido es que el Cid no 
pudo evitar a su gente la incomodidad de la marcha inme¬ 
diata que les anuncia. Recuérdese que en el poema de Fer¬ 
nán González, 333, los vasallos del conde se le quejan de 
estar en continuas expediciones. 

951 Alucat es hoy Olocau del Rey, 15 kilómetros al 
Oeste de Morella, en el limite occidental de la provincia de 
Castellón. Olocau dista 50 y 65 kilómetros de Montalbán 
y de Huesa, pueblos estos de la provincia de Teruel. 

955 salida, como en 981. significa ‘expatriado, deste¬ 
rrado'. 


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190 


CANTAR DEL DESTIERRO 


55 

Amenazas del conde de Barcelona. 

Los mandados son idos a las partes todas; 
llegaron las nuevas al comde de Barqilona, 
que mió £id Roy Díaz quel corrié la tierra toda; 
ovo grand pesar e tóvoslo a grand fonta. 


56 


El Cid trata en. vano de calmar al condd. 


9*> El conde es muy follón e dixo una vanidat: 
“Grandes tuertos me tiene mió Q!id el de Bivar. 
"Dentro en mi cort tuerto me tovo grand: 

"firióm el sobrino e non lo enmendó más; 

"agora córrem las tierras que en mi enpara están; 
9*5 "non lo desafié nil torné el amistad, 

"mas quando él me lo busca, ir gelo he yo demandar.” 


958 No ertn propiamente tierras del conde, tino Bu¬ 
jetas a bu protectorado; coirp. 964. Eran las tierras del 
rey moro de Lérida, Alhagib Monzir, protegido de Beren- 
guer Ramón el fratricida, ps. 15-16. 

5T59 fonta, ‘ultraje, afrenta’. 

96a El Cid, recién desterrado, estuvo en Barcelona, 
efectivamente, p. 18, n. 1. 

965 tornar amistad era retirar la amistad que se supo¬ 
nía preexistente entre todos los hidalgos; la fórmula em¬ 
pleada era: “tórnovos amistad et desafio vos por tal tuerto 
que fiástes a mí.” 


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CANTAR DEL 



Grandes son los poderes e a priessa llegando? van, 
entre moros e cristianos gentes se le allegan grandes 
adeliñan tras mió £id el bueno de Bivar, 
t;°tres dias e dos noches penssaron de andar, 
alcanzaron a mió Cid en Tévar e el pinar; 
así vienen esforzado? que a manos se le cuydan to- 
Mio £id don Rodrigo trae ganancia grand, [mar. 
diqe de una sierra e Uegava a un val. 
t7sDel conde don Remont venido les mensaje; 
mío £id quando lo oyó, enbió pora allá: 

“digades al conde non lo tenga a mal, 

”de lo so non lievo nada, déxem ir en paz.” 
Respuso el comde: “esto non será verdad! 

9*° ”Lo de antes e de agora tódom lo pechará; 

”sabrá el salido a quien vino desondrar.” 

Tomos el mandadero quanto pudo más. 

Essora lo connosqe mió Cid el de Bivar 
que a menos de batalla non pueden den quitar. 


971 Tévar e el pinar equivale a el pinar de Tévar, como 
se dice en 91a, 999 (v. 300). Según una escritura del 
afio 1209, el pinar de Tévar estaba entre la confluencia de 
los ríos Monroy y Tastavins, en el limite de las provin¬ 
cias de Tarragona y Castellón. 

974 dice, 'desciende’. 

979 'esto no será asi'; comp. 3417 y 3028. 


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19* CANTA» DEL DESTIEMtO 

57 

Arenga del Cid a los suyos. 

9*s “Ya cavalleros, apart fazed la ganancia; 

* 

”apriessa vos guarnid e metedos en las armas; 

"el comde don Remont dar nos ha grant batalla, 

"de moros e de cristianos gentes trae sobejanas, 

"a menos de batalla non nos dexarié por nada. 

9t*"Pues adelant irán tras nos, aquí sea la batalla; 

"apretad los cavallos, e bistades las armas. 

"Ellos vienen cuesta yuso, e todos trahen calqas; 

"elas siellas coqeras e las cinchas amojadas; [calqas; 

"nos cavalgaremos siellas gallegas, e huesas sobre 
995 qiento cavalleros devemos venqer aquellas mesnadas. 

"Antes que ellos lleguen a llaño, presentémosles las tanqas 
"por uno que firgades, tres siellas irán vázias. 

"Verá Remont Verenguel tras quien vino en alcanqa 
"oy en este pinar de Tévar por tollerme la gananqia.” 

985 apart fazed, ‘apartad’, como “longe facti aunt", 

*los alejaron' (Crónica de Alfonso VII). 

986 meterse en armas, también en 3550, sinónimo da 
bestir las armas, 991. 

991 Antea de arremeter ae aprieta la cincha al caballo. 

997 Sobre este pasaje v. 1007 y p. 106. 


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CANTAR DEL DESTIERRO 


193 


58 

El Cid vence la batalla. Gana la espada Colada. 

tooo Todos son adobados qtiando mió £id esto ovo fablado 
las armas avien presas e sedién sobre los cavallos. 
Vidieron la cuesta yuso la fuerqa de los francos; 
al fondón de la cuesta, qerca es de’llaño, 
mandólos ferir mió £id, el que en buen ora nasco: 

1005esto fazen los sos de voluntad e de grado; 

los pendones e las lanqas tan bien las van enpleando, 
a los unos firiendo e a los otros derrocando. 

Venqido a esta batalla el que en bueno nasco; 
al cowde don Remont a preson le a tomado; 

1 |°hi gañó a Colada que más vale de mili marcos. 

1002 los francos son los catalanes. Cataluña fué una 
marca o condado del imperio de los carolingios, y como 
recuerdo de esta época, aun en el siglo xii, los historiadores 
cristianos y árabes suelen llamar francos a los catalanes. 

1007 derrocando, ‘derribando'; recuérdese que las sitllas 
coceros que llevaban los catalanes eran inseguras; por eso 
escribe este verso el juglar en vez del que escribe el Alé- 
xandre, 529: “a los uros matando, a los otros ferien- 
do. ** Los caballeros del Cid no necesitaban matar a sus 
adversarios, ni siquiera herirlos, para derribarlos; com¬ 
párese 997. 


i 3 


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CANTAR DEL DESTIERRO 




El conde de Barcelona, prisionero. Quiere dejares 

MORIR DE HAMBRE. 


I venció esta batalla por o ondró su barba, 
prísole al comde, pora su tienda lo levava; 
a sos creenderos guardar lo mandava. 

De fuera de la tienda un salto dava, 

••«sde todas partes los sos se ajunta van; 

plogo a mió £id, ca grandes son las ganancias. 

A mió £id don Rodrigo grant cozínal adobavan; 
el conde don Remont non gelo precia nada; 
adúzenle los comeres, delant gelos para van, 

< »o él non lo quiere comer, a todos los sosañava: 

“Non combré un bocado por quanto ha en toda España, 
"antes perderé el cuerpo e dexaré el alma, 

"pues que tales malcalqados me vencieron de batalla.” 


1013 cretndtra, ‘servidor fiel*. Los pormenores que d 
poeta da de esta prisión concuerdan con los de la se¬ 
gunda prisión histórica del conde de Barcelona en las 
montañas de Morella, el año 1090. Véase p. 16, y Cantar, 
ps. 865-866. 

1017 cosina significa ‘vianda o comida aderezada al 
fuego*. 

1023 Véase p. 106; malc alzado se usó como apodo; en 
una venta del año 1230 figura “Pedro Martin, nieto de 
Malcalzado”. 


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CANTAR DEL DESTIERRO 


195 


60 

El Cid promete al conde la libertad. 

% 

Mío Cid Roy Díaz odredes lo que dixo: 

** “comed comde, deste pan e beved deste vino. 

”S¡ lo que digo fiziéredes, saldredes de cativo; 

"si non, en todos vuestros días non veredes cristianismo.” 

61 

Negativa del Conde. 

—«“Comede, don Rodrigo, e penssedes de folgar, 

”que yo dexar me morir, que non quiero comer al.' f 
Fasta terqer día nol pueden acordar; 
ellos partiendo estas ganancias grandes, 
nol pueden fazer comer un muesso de pan. 

62 

El Cid reitera al conde su promesa. — Pone en 

LIBERTAD AL CONDE Y LE DESPIDE. 

Dixo mió Cid: “comed, comde, algo, 

•ssb ”ca si non comedes, non veredes cristianos; 

M e si vos comiéredes don yo sea pagado, 

1028 penssedes de folgar 'descansad, estad tranquilo*. 

1030 'No pueden persuadirle*, 'ponerle en buen acuerdo*. 

1034 don, 'de lo cual’, 'si no coméis a mi satisfacción*. 


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196 CANTAR DEL DESTIERRO 


i»j5 ”a vos, el comde , e dos fijos dalgo 
«O35í» , ’quitarvos e los cuerpos e darvos e de mano.” 

Quando esto oyó el comde, yas iva alegrando: 

“Si lo fiiziéredes, Qid,' lo que avedes fablado, 

”tanto quanto yo biva, seré dent maravillado.” 

—“Pues comed, comde, e quando fdredes yantado, 

>040 n a vos e a otros dos dar vos he de mano. 

”Mas quanto avedes perdido e yo gané en canpo, 

”sabet, non daré a vos de ello un dinero malo; 

'*'44-á”ca huebos me lo he pora estos que comigo andan lazrados. 
”Prendiendo de vos e de otros ir nos hemos pagando; 
"abremos esta vida mientra ploguiere al Padre santo, 
”commo que ira a de rey e de tierra es echado.” 

Alegre es el conde e pidió agua a las manos, 

1050 e tiénengelo delant e diérongelo privado. 

Con los cavalleros que el £id i e avie dados 
comiendo va el comde ¡Dios, qué de buen grado 1 
Sobrél sedie el que en buen ora nasco: 

“Si bien non comedes, comde, don yo sea pagado, 

1055 "aquí feremos la morada, no nos partiremos amos.” 

Aquí dixo el comde: “de voluntad e de grado.” 

• 

, 1035b quitar, ‘libertar'; dar de mono, 'soltar'. 

1047 esta vida , la del omne airado por su rey, o sea ‘el 
desterado’ (88a), el cual tenía que sostenerse a costa de 
guerras y despojos. Por eso airado fué truchas veces sinó¬ 
nimo de ‘malhechor*, lo mismo que otra palabra equivalente 
“foraxido" (exido fuera, desterrado), y por eso también 
la vida airada vino a tomarse en mal sentido. 

1053 ‘junto a él estaba’; sobre expresa situación junto 
a una persona en lugar más alto, o dominándola de cualquier 
modo, 2285, 3689. 


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CANTAR DEL DESTIERRO 197 

Con estos dos cavalleros apriessa va yantando: 
pagado es mió que lo está aguardando, 
por que el comde don Remont tan bien bolvie las manos. 
i«6o “Si vos ploguiere, mió £id, de ir somos guisados; 
"mandadnos dar las bestias e cavalgaremos privado: 

"del día que fue comde non yanté tan de buen grado, 

"el sabor que de*d e non será olbidado.” 

Danlej tres palafrés muy bien ensellados 
toóse buenas vestiduras de pelliqones e de mantos. 

El comde don Remont entre los dos es entrado. 

Fata cabo del albergada escurriólos el Castellano: 

“Ya vos ides comde, a guisa de muy franco, 

"en grado vos lo tengo lo que me avedes dexado. 

107.. ”Si vos viniere emiente que quisiéredes vengallo, 

"si me viniéredes buscar, fa zedme antes mandado; 
io 7**i”g me dexaredes de lo vuestro, o de lo mió levaredes algo." 

—'“Folguedes, ya mió Qid, sodes en vuestro salvo. 
*o75 M Pagado vos he por todo aqueste año; 

"de venirvos buscar sol non será penssado.” 


1062 fué por ‘yo fui’ se usa aun hoy día en ciertos 
dialectos. 

1067 escurriólos, 'los salió a despedir’, v. 2590, 2640. 

1068 Juego de palabras con los dos significados de frattr 
co 'catalán* y libre, exento’. 

1070 emiente, ‘recuerdo, idea’. 

1074 'Estad tranquilo, oh Cid, bien libre estáis de eso’. 


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198 


CANTAR DEL DESTIERRO 


63 

El conde se ausenta receloso.—Riqueza 

DE LOS DESTERRADOS. 

Aguijaba el comde e penssava de andar, 
tomando va la cabeqa e catándos atrás; 
miedo iva aviendo que mió £id se repintrá, 
loto lo que non ferié el caboso por quanto en el mundo ha, 
una desleaZtanqa ca non la fizo alguandre. 

Ido es el comde, toraós el de Bivar, 
juntós con sus mesnadas, conpeqós de alegrar 
de la ganancia que han fecha maravillosa e grand; 
io»6 tan ricos son los sos que non saben qué se an. 

1080 ti caboso, 'eJ Cid’, v. 226. 


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CANTAR SEGUNDO 
BODAS DE LAS HIJAS DEL CID 

64 

# 

El Cid se dirige contra tierras de Valencia. 

*«5 Aquis conpieqa la gesta de mió £id el de Bivar. 

«¿ 7 Poblado ha mió Cid el puerto de Alucat, 
dexado ha Saragoqa e a las tierras ducá, 
e dexado ha. Huesa e tierras de Mont Alván. 

090Contra la mar salada conpeqó de guerrear; 
a orient exe el sol, e tornós a essa part. 

Myo £id gañó a Xérica e a Onda e Almenar, 
tierras de Borriana todas conquistas las ha. 

1087 Como resultado de la victoria obtenida sobre el 
conde de Barcelona, el Cid se asieota definitivamente en 
las tierras del rey de Lérida. Comp. 958, 951, y arriba, 

págs. is y 16. 

1090 contra significa 'hacia*. No quiere decir que el hé> 
roe castellano sea capaz de 'guerrear contra la mar misma', 
como interpreta Más y Prat, llustrac. Esp. y Amer., 1885. 
2 p. 286 c. 

1092 Jérica, Onda, Almenara y Burriana son poblaciones 
de la parte Sur de Castellón, vecina a la provincia de Va¬ 
lencia. Hada el año 1091 d Cid moraba en Burriana; pero 
de Almenara no se apoderó sino hacia 1098, es dedr, dea» 
pués de conquistada Valencia. 


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200 CANTAR DE LAS BODAS 

■ ■ ■■ ■ — — — ■* 


65 

Toma de Murviedro. 

Ayudól el Criador, el Señor que es en qielo. 
xo 95Él con todo esto priso a Murviedro; 

ya vidíe mió £id q Ue Dios le iva valiendo. 
Dentro en Valencia non es poco el miedo. 


66 

LOS MOROS VALENCIANOS CERCAN AL ClD. 

Este reúne sus gentes.—Arenga. 

Pesa a los de Valenqia, sabet, non les plaze; 
prisieron so consejo quel viniessen qercar, 
noo Trasnocharon de noch, al al va de la man 
aqerca de Murviedro tornan tiendas a fincar. 

Violo mió £id, tomos a maravillar: 
iica&“Grado a ti, Padre spirital! 

”En sus tierras somos e femosles tod mal, 
”bevemos so vino e comemos el so pan; 

*'°s”si nos qercar vienen, con derecho lo fazen. 

1 A menos de lid aquesto nos partirá; 

”vayan los mandados por los que nos deven ayudar 
”los unos a Xérica e los otros a Alucad, 

1095 Murviedro, ag kilómetros al Norte de Valencia, 
no fué conquistado por el Cid sino después de esta ciudad, 
en el año 1098. Compárese la nota anterior. 


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CANTAR DE LAS BODAS 


201 


"desí a Onda e los otros a Almenar, 
mo”los de Borriana luego vengan acá; 

"conpeqaremos aquesta lid campal, 

"yo fío por Dios que en nuestro pro eñadrán." 

Al terqer día todos juntados s’an, 
el que en buen ora nasco compeqó de fablar: 
mis “Oíd, mesnadas, sí el Criador vos salve! 

"Después que nos partiemos de la linpia cristiandad. 

"—non fo a nuestro grado ni nos non pudiemos mas, 
"grado a Dios, lo nuestro io adelant. 

"Los de Valencia qercados nos han; 
nao "si en estas tierras quisiéremos durar, 

"firme mientre son estos a escarmentar. 


6 7 

Fin de la arenga dbl Cid. 

*V 

"Passe la noche e venga la mañana, 
"aparejados me seed a cavallos e armas; 
"iremos ve^r aquella su almofalla. 
nas”Commo omnes exidos de tierra estraña 
"allí pareqrá el que mereqe la soldadá." 


ii ir eñadir o añadir en algo, ‘aumentar algo', 'aumenta¬ 
rán nuestro provecho’. 

iii8 grado a Dios, 'gracias a Dios*, v. 792. 

1124 'atacaremos aquel su ejército’, v. 1224. 


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CANTAR DE LAS BODAS 


68 

Mixaya da el plan db batalla. El Cid vxxcb 

OTEA LID CAMPAL.—TOMA DK CEBOLLA. 

Oíd qué dixo Minaya Albar Fáñez: 
u Campeador, fagamos lo que a vos plaze. 

”A mí dedes qient cavalleros, que non vos pido más; 
1130 H vos con los otros firádeslos delant 
"Bien los ferredes, que dubda non i avrá, 

"yo con los qiento entrare del otra part, 

“commo fío por Dios, el campo nuestro será." 
Commo gelo a dicho al Campeador mucho plaze. 
tus Mañana era e piénssanse de armar, 

quis cada uno dellos bien sabe lo que ha de far. 

Con los alvores mió (¡id ferirlos va: 

*'i En el nombre del Criador e d'apostol santi Yague, 
"feridlos, cavalleros, d’amor e de voluntad, 

>ii«"ca yo so Roy Díaz, mió £id el de Bivar!” 

Tanta cuerda de tienda i veriedes crebar. 
arrancarse las estacas e acostarse a todas partes los 
Moros son muchos, ya quieren reconbrar. [tendales. 

1131 ferredes, ‘heriréis*. Ataque combinado, v. p. 98. 

1140 El caudillo gritaba su nombre para esforzar a los 
suyos. Véase 721. 

114a acostarse los tendales, ‘ladearse, caerse los posteé 
sobre que estén armadas las tiendas. Esta descripción del 
asalto del campamento moro se repite en el v. 2400. 

1143 reconbrar, ‘recobrar*. 


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CANTAR DE LAS BODAS 


203 


Del otra part entróles Albar Fáñez; 

1145maguer les pesa oviéronse a dar e a arrancar: 

.i¿ide piedis de cavallo los ques pudieron escapar. 

1147 Dos reyes de moros mataron en es alcaz, 
fata Valencia duró el segudar. 

Grandes son las ganancias que mió £id fechas ha; 
IC¿ ,robavan el campo e piénssanse de tornar. 

»1 ; 3 Entravan a Murviedro con estas ganancias que traen 
■ •46gr^nd es el gozo que va por es logar. 
d¿oPrisieron Reholla e quanto que es i adclant; 
t 155 miedo an en Valencia que no saben qué se far; 
'•nías nuevas de mió (id, sabet, sonando van. 

69 

Cokkuías del Cid al suk de Vale*cía. 

1156 Sonando van sus nuevas, alent parte del mar andan, 
alegre era el £¡d e todas sus compañas, 
que Dios le ayudara e fiziera esta arrancada. 

Davan sus corredores e fazien las trasnochadas, 

X145 maguer les pesa, ‘aunque les pesa', comp. 3116. 

1151 de piedes de cavallo, ‘a ufia de caballo’. 

1150 Cebolla es una etimología popular del diminutivo 
vulgar ¿rabe j u b a y 1 a, ‘montecito’; hoy se llama el 
Puig (podium, montículo), y está unos 18 kilómetros al 
Norte de Valencia. El Cid conquistó este Puig o Cebolla 
en el año 1093. 

1154 nuevas, 'renombre, fama’, comp. 1556, 1206, 2084. 

1159 davan, ‘enviaban, despachaban’, como en 1405; 
comp. 65a. 


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204 CANTAR DE LAS BODAS 

iióollegan a Gujera e llegan a Xátiva, 
aun mas ayusso, a Denia la casa; 
cabo del mar tierra de moros firme la quebranta. 
Ganaron Peña Cadiella, las exidas e las entradas. 

70 

El Cid en Peña Cadiella. 

Quando el £id Campeador ovo Peña Cadiella, 
Il6s males pesa en Xátiva e dentro en Gujera, 
non es con recabdo el dolor de Valencia. 

71 

Conquista de toda la eegión de Valencia. 

En tierra de moros prendiendo e ganando, 
e durmiendo los días e las noches tranochando, 
en ganar aquellas villas mió £id duró tres años. 

1160 Gujera es pronunciación con j castellana del noxr- 
bre valenciano Cullera; tenía un importante castillo a la 
boca del río Júcar, rodeado por el mar. Dista de Játiva 30 
kilómetros, y de Denia, 55, 

1161 Denia la casa, ‘la población de Denia’, v. 123a. 

1163 Peña Cadiella, llamada Pennacatel en la Historia 

latina del Cid, y Peñacadell en varios documentos, es la 
moderna sierra de Benicadell, que, en el limite de las pro* 
vincias de Valencia y Alicante, separa los valles de Albaida, 
al Norte, y de Concentaina, al Sur. El Cid reedificó el cas¬ 
tillo de Benicadell en el afio 1092; era un punto estratégico 
que aseguraba el camino de Valencia y Játiva a Alcoy y 
Alicante. 

1169 duró, ‘tardó, empleó, gastó*, v. 2251. 


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CANTAR DE LAS BODAS 


205 

72 

El Cid asedia a Valencia.—Pregona 

A LOS CRXSTIAN08 LA GUERRA. 

1 ;• A los de Valencia escarmentados los han, 
non osan fueras exir nin con él se ajuntar; 
tajávales las huertas e fazíales grand mal, 
en cada uno destos años mió £id les tollió el pan. 

Mal se aquexan los de Valencia que non sabent ques far. 
i 7S de ninguna part que sea non les viníe pan; 
nin da conssejo padre a fijo, nin fijo a padre, 
nin amigo a amigo nos pueden consolar. 

Mala cueta es, señores, aver mingua de pan, 
fijos e mugieres veer lar murir de fanbre. 

180 Delante veyen so duelo, non se pueden huviar, 
por el rey de Marruecos ovieron a enbiar; 
con el de los Montes Oaros, avíe guerra tan grand, 
non les dixo consejo, nin los vino huviar. 

Sópolo mió £id, de coraqón le plaz; 

,,m 5 salió de Murviedro una noch a trasnochar 
amaneció a mió Cid en tierras de Mon Real. 

1176 consejo significa aquí 'amparo, socorro’. 

118a Montes Claros se llamaba antes a la cordillera del 
Atlas en Marruecos. El poeta se refiere anacrónicamente 
al jefe de los almohades. Estos aparecen al Sur del Atlas 
en nao, y combaten al emperador de Marruecos, quien 
murió en la guerra con ellos el año 1145. 

1183 'no les dijo manera de salir de su apuro, ni les 
vino a ayudar*. 


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20 Ó 


CANTAR DE LAS BODAS 



Por Aragón e por Navarra pregón mandó echar, 
a tierras de Castiella enbió sos menssajes: 

Quien quiere perder cueta e venir a rritad, 
ufoviniesse a mió Qid que a sabor de cavalgar; 
qercar quiere a Valenqia pora cristianos la dar: 



Repítese EL pregón. (Serie gemela.) 


“quien quiere ir comigo qercar a Valencia, 

99 —todos vengan de grado, ninguno non ha prei 
”tres días le speraré en Canal de Qelfa.” 


la/ 


* 

Gentes que acuden al pregón.—Cerco y entrada 

de Valencia. 



>i9i Esto dixo mió Qid el Campeador leal. 

Tornávas a Murviedro, ca él ganada se la a. 

Andidieron los pregones, sabet, a todas partes, 

% 

al sabor de la ganancia, non lo quieren detardar, 
grandes y entes se le acó jen de la buena cristiandad, 
no*Sonando van sus nuevas todas a todas partes; 

■•o?mas le vienen a mió Qid, sabet, que nos le van; 


si89 Véase un pregón algo semejante en la p. 95-96. 
1194 Celfa, situada en la gran via que conducía a Va¬ 
lencia, v. 644. 


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CANTAR DE LAS BODAS 


207 


*•0 creciendo va riqueza a mío £id el de Bivar; 
quando virfo las gentes juntadas, compeqós de pagar. 
Mió £id don Rodrigo non lo quiso detardar, 

adeliñó pora Valenqia e sobrellas va echar, 

* 

bien la qerca mió £id, que non i avía hart; 
■osviédales exir e viédales entrar. 

) >a Metióla en plazdo, si les viniessen huviar. 

Nueve meses complidos, sabet, sobrella yaz, 

>10 quando vino el dezeno oviérongela a dar. 

Grandes son los gozos que van por es logar 
quando mió £id gañó a Valencia e entró en la qibdad. 
Los que foron de pie cavalleros se fazen; 
el oro e la plata ¿quien vos lo podrie contar? 

/•s Todos eran ricos quantos que allí ha. 

Mió £id don Rodrigo la quinta mandó tomar, 
en el aver monedado treynta mili marcos le caen, 
e los otros averes ¿quien los podrió contar? 

1204 sin art significaba 'sin engaño’, y luego 'perfecta* 
mente’ (comp. 690); de modo que "no había en ello art” 
parece significar 'no había defecto’, el cerco era absoluta* 
mente perfecto. 

iso8 'Púsola en plazo por si alguien viniese a soco¬ 
rrerles*. Según una historia árabe, el Cid dió a los valen- 
cíanos una última tregua de quince dias para que pidiesen 
auxilio a los reyes de Zaragoza y*de Murcia, por si que¬ 
rían venir a socorrerles. Pasados los quince dias sin resul¬ 
tado, Valencia se rindió al Cid. 

1209 El cerco de Valencia no duró nueve meses, sino 
veinte; pero nótese que estos nueve meses los cuenta el 
poeta sólo como una segunda parte del asedio; éste em¬ 
pieza mucho antes de la ida del Cid a reclutar gentes, se¬ 
gún se dice en los v. 1170 y siga. 


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208 


CANTAR DE LAS BODAS 


Alegre era el Campeador con todos los que ha, 
aoquando su seña cabdal sedié en somo del alcáqir. 


75 

El Rky db Sevilla quiere recobrar Valencia. 


Ya folgava mió £id con todas sus conpañas 
aquel rey de Sevilla el mandado llegava, 
que presa es Valencia, que non gela enparan, 
vino los ve*r con treynta mili de armas. 

JsAprés de la uerta ovieron la batalla, 
arrancólos mió £id el de la luenga barba. 

Fata dentro en Xátiva duró el arrancada, 
en el passar de Xúcar i veriédes barata, 
moros en arruenqo amidos bever agua. 


xa 22 Sevilla, desde iogi, no tenía reyes propios, pues 
había sido conquistada por los almorávides. Pero téngase en 
cuenta que rey de moros se llama habitualmente a cualquier 
general o emir (v. 637), y aquí rey de Sevilla no puede de¬ 
signar sino al general almorávide que gobernaba a Sevilla. 

1334 ver, en lenguaje militar, equivalía a ‘atacar*; com¬ 
párese 1134. 

isa? ‘los moros ronceando (a la ronza contra la corrien¬ 
te) bebían agua sin querer*. Es frecuente, en las descrip¬ 
ciones de batallas, presentar a los fugitivos que se hartan 
de agua al pasar un rio. En el poema de Fernán González, 
358 c, los tolosanos, empujados por el conde contra el 
Ebro, “Ovieron gran rrevato en passar aquel vado... Maguer 
que non querían, bevían mal de su grado. Dellos se afo- 
gavan, dellos salían a nado** (el manuscrito pone equivoca¬ 
damente venían por veuian. Compárese “bevían mal de 
su grado” con u amidos bever agua” de nuestro Cantar). 
En la Chanson de Roland, 3473, los sarracenos, perseguí- 


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CANTAR DE LAS BODAS 


«09 

• 1 ■ " 1 —————— 


>•30 Aquel rey de Sevilla con tres colpes escapa. 
Tomado es mió £id C on toda esta ganancia. 

Buena io la de Valencia quando ganaron la casa, 
mas mucho fue provechosa, sabet, esta arrancada: 
a todos los menores cayeron qient marcos de plata. 
’»ssLas nuevas del cavallero ya vendes do llegavan. 


76 

El Cid deja su babea intonsa.—Riqueza 

DE LOS DEL ClD. 

Grand alegría es entre todos essos cristianos 
con mió £id Roy Díaz, el que en buen ora nasco. 

Yal creqe la barba e vale allongando; 
ca dixera mió Cid de la su boca atanto: 
i*4«“por amor de rey Alffonsso, que de tierra me a echado” 
nin entrarié en ella tigera, ni un pelo non avrié tajado, 

dos por Carlomagno, se ahogan en el Ebro, “Envers le 
funz s’en turnerent alquant, L¡ altre en vunt encuntreval 
flotant. I.i mielz guarit **n ont boüt itant". 

123a la casa, ‘la población, la ciudad'; comp. 62, 1550, 

2877- 

1233 mas mucho es el comparativo de mucho; significa, 
pues, simplemente ‘más*. Arrancada, ‘victoria'. 

1235 Las nuevas, ‘los asuntos, los negocios’. 

1241 Comp. 2059. El no cortarse la barba ni los cabellos, 
y a veces ni las uñas, era señal de dolor, que solía cumplirse 
previo juramento o promesa, como aquí hace el Cid. Aún 
en las épocas en que era moda la barba afeitada, se de¬ 
jaba ésta crecer durante el periodo de luto; asi el rey Ca- N 
tólico, generalmente afeitado, gasta barba después de la 
muerte del príncipe don Juan. 

*4 


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210 


CANTAR DE LAS BODAS 


e que fablassen desto moros e cristianos. 

Mió £id don Rodrigo en Valencia está folgando. 
con él Minaya Albar Fáñez que nos le parte de so braqo 
***5 Los que exieron de tierra de ritad son abundado?, 
a todos les dio en Valencia el Campeador contado 
i2 4 6Acasas y heredades de que son pagados; 
el amor de mió £id ya lo i van provando. 

Los que foron después todos son pagados; 
vcelo mió £id que con los averes que avién tomados, 
uso que sis pudiessen ir, fer lo ien de grado. 

Esto mandó mió £id, Minaya lo ovo conssejado: 
que ningún omne de los sos que con él ganaron algo 
i»s»*ques 1c non spidiés, o nol besás la mano, 
sil pudiessen prender o fosse alcanzado, 
tomássenle el aver e pusiéssenle en un palo. 
ussAfevos todo aquesto puesto en buen recabdo; 
con Minaya Albar Fáñez él se va consejando: 

“si vos quisiéredes, Minaya, quiero saber recabdo 
”de los que son aquí . e comigo ganaron algo; 

1342 moros e cristianos, 'todo el mundo, todos’; com¬ 
párese 145. 

1345 Aquí se contraponen los que se desterraron con el 
Cid a los que se agregaron después a su ejército, 1348 
(v. 917, IT99); lo mismo se contraponen los que son aqui, 

1258, y míos vasallos, 1261. En favor de los antiguos va¬ 
sallos se hace el repartimiento de la ciudad (p. 99) ; los 
allegadizos participan sólo del botín. 

12526 El vasallo no podía dejar a su señor sin despe¬ 
dirse de él, diciéndole: “despídome de vos et bésovos la 
mano, et de aquí adelante non so vuestro vasallo." 

1254 palo, ‘horca’. 


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CANTAR DE LAS BODAS 211 

"meterlos he en escripto, e todos sean contados, 
ia6o"que si algunos furtare o menos le fallar#, 

"el aver me avrá a tornar, aquestos myos vassallos 
i*6x&”que curian a Valencia e andan arrobdando.” 

Alli dixo Minaya: “consejo es aguisado.” 

77 

Recuento de la gente del Cid.—Este dispone 

NUEVO PRESENTE PARA EL REY. 

Mandólos venir a la corth e a todos los juntar, 
quando los falló, por cuenta fizólos nonbrar: 
nójtres mili e seys qientos avie mió £id el de Bivar; 
alégrasle el coraqón e tornos a sonrrisar: 

“Grado a Dios, Minaya, e a santa María madre I 
"Con más pocos ixiemos de la casa de Bivar. 

"Agora avernos riquiza, más avremos adelant. 

*37© ”Si a vos ploguiere, Minaya, e non vos caya en pesar, 
"enbiar vos quiero a Castiella, do avernos heredades, 

"al rey Alfonsso mió señor natural; 

"destas mis ganancias, que avernos fechas acá, 

"dar le quiero qient cavallos, e vos ídgelos levar; 
i*7S "desi P or mi besalde la mano e firme gelo rogad 

i 260 fallar o, véase nota a 825; 'si le hallare menos'. 

'si le echare de menos’; comp. 798. 

1261 b arrobdar, ‘rondar, hacer el servicio de guardia 
exterior en una fortaleza’. 

1268 más pocos, 'menos’ (comp. más mucho, 1233).— 
casa, 'población, lugar’. 


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212 


CANTAR DE LAS BODAS 




por mi mugier doña Ximena c mis fijas naturales, 
”si fore su merced quenlas dexe sacar. 

"Enbiaré por ellas, e vos sabed el mensage: 

”la mugier de mió £id e sus fijas las iffantes 
»»8o”de guisa irán por ellas que a grand ondra vernón 
”a estas tierras cstrañas que nos pudiemos ganar.” 
Essora dixo Minaya: “de buena voluntad.” 

Pues esto an fablado, piénssanse de adobar. 
Ciento omnes le dio mió £id a Albar Fáñez 
i^por servirle en la carrera a toda su voluntad , 
tM $ i e mandó mili marcos de plata a San Pero levar 
e que los quinientos diesse a don Sancho el abbat 


XI 


78 

Don Jerónimo lleca a Valencia. 

En estas nuevas todos se alegrando, 
de parte de orient vino un coronado; 
el obispo don Jerome so nombre es llamado. 
Bien entendido es de letras e mucho acordado, 


1*77 quenlas dexe, ‘que me las deje*. 

iz8j Essora, ‘entonces’, v. 983. 

ia88 coronado, ‘clérigo’, comp. 1501 .—de parte de orient, 
“ex orientis partibus”, “ab Eois partibus” son expresiones 
vagas con que en Castilla se solía designar la procedencia 
de loa monjes o sacerdotes que venían del Norte del 
Ebro a restaurar los monasterios y las iglesias. Hablando 
de Valencia, la frase resulta inexacta aplicada a un clérigo 
francés, como era don Jerónimo, p. 17. 

1x90 acordado, ‘que obra con acuerdo y madurez; 
cuerdo, prudente*. 


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CANTAR DE LAS BODAS 


213 


de pie e de cavallo mucho era arreziado. 

Las provezas de mió Qid andávalas demandando! 
sospirando ques viesse con moros en el campo: 
que sis fartás lidiando e íiriendo con sus manos, 

■*95 a los días del sieglo non le llorassen cristianos. 

Quando lo oyó mió £id, de aquesto f o pagado: 

“Oíd, Minaya Albar Fáñez, por aquel que está en alto, 
”quando Dios prestar nos quiere, nos bien gelo grades- 
*en tierras de Valencia fer quiero obispado, [camos: 
IJOO ”e dárgelo a este buen cristiano; 

”vos, quando ides a Castiella, levaredes buenos mandados.” 


79 

Don Jerónimo hecho obispo. 

Plogo a Albar Fáñez de lo que dixo don Rodrigo. 
A este don Jerome yal otorgan por obispo; 

1295 cristianos, *nadie h , v. 29. 

1302 £1 Cid, de su mano (1332), hace el obispo. Lob 
reyes, en los primeros tiempos de la Reconquista, creaban 
los obispados y nombraban los obispos, pues se interpre¬ 
taba en este sentido el canon 19 del IV Concilio de To¬ 
ledo, que concedía al rey la aprobación de la elección de 
obispo. Don Bernardo de Toledo fué, al parecer, el pri¬ 
mero que obtuvo, en 1088 (seis años antes de la conquista 
de Valencia), la declaración de primacía a favor de la 
iglesia de Toledo y la consagración de su nombramiento por 
el pontífice (P. Corominas, Rcv. de Legislación, Dic. 1900, 
p 398). En la realidad, después de la elección de don 
Jerónimo como obispo de Valencia, hecha por el Cid y los 
suyos, intervinieron el papa Urbano II y el metropolitano 
de Toledo don Bernardo para consagrar canónicamente 
al nuevo obispo, según consta de la carta de dotación de 
la iglesia valentina otorgada por el Cid en 1098. 


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214 


CANTAR DE LAS BODAS 


Riéronle en Valencia o bien puede estar rico. 
' 3 ° 5 ¡Dios, qué alegre era tod cristianismo, 

que en tierras de Valencia señor avie obispo! 
Alegre io Minaya e spidiós e vinos. 


8o 

Minaya se dibigk a Carrión. 

Tierras de Valencia remanidas en paz, 
adeliñó pora Castiella Minaya Álbar Fáñez. 
i3io Dexarévos las posadas, non las quiero contar. 
Demandó por Alfonsso, do lo podrie fallar. 
Fora el rey a San Fagunt aun poco ha, 
tornos a Carrión, i lo podrie fallar. 


1313 San Fagunt, boy Sahagún, 35 kilómetros al Oeste 
de Carrión. Ambas poblaciones están unidas por el ca¬ 
mino francés o de Santiago. Alfonso VI estaba también 
en Sahagún cuando el Cid le envió a pedir justicia, v. 3933. 
Le atraia a esa población el gran monasterio benedictino 
que alli había. La devoción de Alfonso a este monasterio 
era heredada de su padre Fernando 1 (como heredada era 
la devoción a San Isidoro de León, v. 1343). Cuando fué 
vencido Alfonso por su hermano, tuvo que vestir el hᬠ
bito monacal en Sahagún, el año 1072; pero de allí se es¬ 
capó a vivir entre los moros de Toledo, con ayuda de Fero 
Ansúres (p. 33). Entronizado de nuevo, no dejó por eso 
de llamar “su abad” al de Sahagún (ad abbati meo Juliano;; 
y para resarcir al monasterio de su fuga, le favoreció con¬ 
tinuamente, ora donándole su cuerpo para que alli fuese 
enterrado, ora repoblándolo de monjes de Cluny en el 
año 1079, eximiéndolo de toda jurisdicción civil y dejando 
que viviese sujeto directamente a la Sede Apostólica. 


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CANTAR DE LAS BODAS 


215 


Alegre io de aquesto Minaya Albar Fáñez, 

*3 1 5 con esta presentaja adeliñó pora allá. 

81 

Minaya saluda al rey. 

De missa era exido essora el rey Alfonsso, 
afe Minaya Albar Fáñez do llega tan apuosto: 
fincó sos inojos ante tod el puoblo, 
a los piedis del rey Alfons cayó con grand duolo, 
, ia 6besávale las manos e fabló tan apuosto: 

82 

Discurso dk Minaya al rey. — Envidia de Gakci 

OrDÓÑKZ. - EL REY PERDONA A LA FAMILIA DEL 

Cío. — Los infantes de Carrión codician las 

RIQUEZAS DEL ClD. 

“Merced, señor Alfonsso, por amor del Criador! 
"Besávavos las manos mió £id lidiador, 

"los piedis e las manos, commo ? tan buen señor, 
"quel ayades merqed, sí vos vala el Criador! 

, 3 , 5 "Echástesle de tierra, non ha la vuestra amor; 
"maguer en tierra agena, él bien faze lo so: 
"ganada a Xerica e a Onda por nombre, 

’priso a Almenar e a Murviedrc que es miyor, 

1315 presenta ja, ‘presente, regalo'. 

132a besavos las manos que, 'os pide que’, v. 179. 


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2IÓ 


CANTAR DE LAS BODAS 


’assi fizo Cebolla e adelant Castejón, 

*3jo”e Peña Cadiella, que es una peña fuort; 

"con aquestas todas de Valencia es señor, 

"obispo fizo de su mano el buen Campeador, 

”e fizo qinco lides campales e todas las arrancó. 
"Grandes son las ganancias quel dio el Criador, 
, 3 is”fevos aqui las señas, verdad vos digo yo: 

"qient cavallos gruessos e corredores, 

"de siellas e de frenos todos guarnidos son, 

"bésavos las manos que los prendades vos; 

"razonas por vuestro vassallo e a vos tiene por señor." 
’3«° Al<;ó la mano diestra, el rey se santigó: 

“De tan fieras ganancias commo a fechas el Campeador 
'¡sí me vala sant Esidr*/ plázme de corazón. 


1339 Castejón es la pronunciación castellana del nombre 
valenciano Castellón de la Plana, llamado antes Castellón 
de Burriana. Este pueblo, no nombrado antes, representa 
las tierras 4 c üornana que se citan en 1093. 

1333 El poeta no nos refirió sino dos de estas cinco li¬ 
des, pág. 83. 

1338 'os pide que los toméis’, v. 179. 

134a sant Esidre es san Isidoro, obispo de Sevilla del 
año 599 al 636. Invócale a menudo el rey en el Poema, 
1867, 3028, 3140, etc La devoción de Alfonso VI a este 
santo era heredada de su padre Fernando I. Este, en 1063, 
trasladó el cuerpo del santo desde Sevilla a León, y postra¬ 
do ante el altar de sus reliquias, depuso la corona real 
antes de morir. Por el culto que recibia el santo en León, 
se le llama sant Esidro el de León, 3509. La devoción a 
este santo perduró én la casa real castellana. Como Al¬ 
fonso en el verso que anotamos, también Fernando III 
exclamaba: “¡Válanos Dios y santo Isidro l”, según un 
manuscrito que cita el P. Pineda, Memorial de san Fer¬ 
nando, II*, 25*, pág. 139. 


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CANTAR DE LAS BODAS 


217 


”e plázem de las nuevas que faze el Campeador; 
”reqibo estos cavallos quem enbía de don.” 

*i4i Maguer plogo al rey, mucho pesó a Garci Ordóñez: 
‘•Semeja que en tierra de moros non a bivo omne, 
”quando assí faze a su guisa el £id Campeador!” 

Dixo el rey al comde: “dexad essa razón, 

”que en todas guisas mijor me sirve que vos.” 

*35* Fablava Mi na ya i a guisa de varón: 

“merced vos pide el £id, si vos cadiesse en sabor, 

”por su mugier doña Ximena e sus fijas amas a dos 
”saldríen del monesterio do elle las dexó, 

*‘e irién pora Valencia al buen Campeador.” 

^ssEssora dixo el rey: “Plazme de coraron*; 

r yo les mandaré dar conducho mientra que por mi tierra 
”de fonta e de mal curiabas e de desonore; [foren, 
”quando en cabo de mi tierra aquestas dueñas foren, 

”catad cómmo las sirvades vos e el Campeador*. 
i 3 oo»Oídme, escuelas, e toda la mi cort! 

”non quiero que nada pierda el Campeador; 

1343 las nuevas que fase, ‘las hazañas que hace’. 

1345 Sobre Garci Ordóñes, v. p. ai; va co-itra la reali¬ 
dad histórica el despego con que .el rey trata aqui al 
conde, p. 22-23. 

1351 xí vos cadiese en sabor, ‘si os pluguiese’, comp. 313. 

1356 ‘Yo les mandaré dar bastimentos mientras viajen 
por mi reino y curiarlas o guardarlas de afrenta’. El rey 
promete proteger a las dueñas en toda la extensión de 
su reino, como era obligación del señor respecto del va¬ 
sallo; comp. 3476-79. Las tropelías que cometían los po¬ 
derosos condes e infanzones eran un continuo peligro. 

1360 escuelas, en los textos latinos schola regis, 
corresponde a las scholae palatinae o guardias 


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218 


CANTAR DE LAS BODAS 


”a todas las escuelas que a ¿1 dizen señor 
”por que los deseredé, todo gelo suelto yo; 
“sírvanle’ sus heredades do fore el Campeador, 

3*5 ”atrégoles los cuerpos de mal e de ocasión, 

"por tal fago aquesto que sirvan a so señor.” 
Minaya Albar Fáñez las manos le besó. 

Sonrrisós el rey, tan vellido fabló: 

“Los que quisieren ir servir al Campeador 
370 ’ de mi sean quitos e vayan a la gracia del Criador. 
"Más ganaremos en esto que en otra desamor.” 

Aquí entraron en fabla iffantes de Carrión: 
“Mucho creqen las nuevas de mió Cid el Campeador, 
"bien casariemos con sus fijas pora huebos de pro. 
37s”Non la osariemos acometer nos esta razón. 

”Mio £id es de Bivar e nos de comdes de Carrión.” 

de palacio en el imperio romano. En general, escuelas es 
equivalente a mesnadas o conjunto de vasallos, sean del 
rey, sean del Cid, 1362, 2072. 

1364 sírvanles sus heredades, ‘queden en posesión de 
ellas, aunque ausentes’. En diplomas y fueros es frecuente 
la frase “serviat ei sua hereditas ubicumque voluerit esse”. 
El perdón del rey se refiere principalmente a les 115 ca¬ 
balleros que se fueron voluntariamente con el Cid, v. 289. 

1365 atrégoles, ‘atréguoles’; les aseguro que no re¬ 
cibirán mal ni ocasión o ‘daño grave’. 

1368 vellido, adjetivo adverbial, ‘hermosamente*. 

1372 Los infantes de Carrión, más nobles que ricos, 
empiezan a codiciar las riquezas del Cid al ver los magní¬ 
ficos presentes que el desterrado envía a Castilla. Compᬠ
rese 1835, 1864, 1881, 1888. 

*374 pora huebos de Pro, ‘para atender a nuestro pro¬ 
vecho*; comp. 1461. 

*375 ‘No osaríamos proponer este proyecto*. 

1376 La desigualdad de los dos linajes resaltaba para 
los infantes de tan sólo contraponer los nombres de los lu- 


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CANTAR DE LAS BODAS 


219 


”Non lo dizen a nadi, c fincó esta razón. 

Minaya Álbar Fáñez al buen rey se espidió. 

Hya vos ides f Minaya? id a la gracia del Criador! 
’’Le vedes un portero, tengo que vos avrá pro; 

”si leváredes las dueñas, sírvanlas a su sabor, 
’*’fata dentro en Medina denles quanto huebos les for, 
,r desi adelant piensse dellas el Campeador.*’ 
Fspidiós Minaya e vasse de la cort 


83 

Minaya va a CardeAa por doña Jimena. Más caste¬ 
llanos SE PRESTAN A IR A VALENCIA.-MlNAYA EN 

Burgos. Promete a los judíos burn pago de la 

DEUDA DEL ClD. - MlNAYA VUELVE A CaRDFAa Y 

PARTE CON JlMENA. - PEDRO VeRMÚDEZ PARTE DE 

Valencia para recibir a Jimena. En Molina sb 

LE UNE AVENGALVÓN. ENCUENTRAN A MlNAYA EN 

Medinaceli. 

s»5 Ifiantes de Carrión so consejo preso one, 


gares de donde ambas casas tomaban apellido: Vivar era 
una aldea; Carrión, una ciudad, cabeza de condado. Real¬ 
mente el linaje de los condes de Carrión, o sea el de 
los Beni-Gómez, era muy ilustre; v. págs. 23 y 2 5. 

1380 El portero hacia el siglo xi sustituye al antiguo 
sayón real, o exsecutor del período visigótico y primeros 
siglos de la reconquista. Era un oficial palatino encargado 
originariamente de introducir las personas a la presencia 
del monarca, y luego de llevar las cartas u órdenes del 
rey y ejecutar sus mandatos. Comp. 1536-39, 2962-3. 

1382 quanto huebo* les for, 'cuanto necesitaren’, v. 123. 
Medina es Medinaceli, ciudad recién conquistada por Al¬ 
fonso y limite extreiro de sus reinos. 

1385 ane por an, damos una muestra de e paragógica 
en estos versos. 


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220 


CANTAR DE LAS BODAS 


l3 i.fiando ivan conpaña a Minaya Albar Fáñez: 

‘ En todo sodes pro, en esto assi lo fagades: 
"saludadnos a mió Qiá el de Bivar*, 

"somos en so pro quanto lo podemos fare; 

"el £id que bien nos quiera nada non perderat/e." 
, 39<> Respuso Minaya: “esto non me a por qué pesare." 
Ido es Minaya, tómansse los iffantes. 

Adeliñó pora San Pero, o las dueñas están, 
tan grand fue el gozo quandol vieron assomar. 
Dcqido es Minaya, a ssan Pero va rogar, 

I395 quando acabó la oración, a las dueñas se jo tornar. 
“Omíllom, doña Ximena, Dios vos curie de mal, 
"assi ffaga a vuestras fijas, amas o dos las i{jantes. 
"Salúdavos mió £id allá onde elle está; 

"sano lo dexé e con tan grand rictad. 


1388 ser en pro de uno, como andar en pro de uno, 1913, 
2054, es ‘tratar del provecho de uno, serle favorable y 
amigo'. 

1389 perderave por perderá, con e paragógica, al uso 
arcaico. Los romances dirían perderáe. 

1394 Decido, ‘descendido’ del caballo. También diciendo 
del cavallo, 1756, 1842. El viajero, al llegar al punto de 
destino, lo primero que hace es entrar a orar en la iglesia 
del lugar, antes de ocuparse del asunto de su viaje; lo 
mismo en 2928-29. 

1396 Omillom era fórmula usual de saludo reverente; 
comp. 1748, 3036. Lo mismo Dios vos curie de mal era sa¬ 
ludo habitual en los siglos xu y xm (Auto de los reyes 
Magos, Alexandre, etc.) y lo repite el Poeira en el verso 
2890. 

1397 assi faga, verbo vicario, ‘también curie’; como 
en el romance Helo, helo por do viene: “Alá te guarde, 
señora... Asi haga a vos señor.” 


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CANTAR DE LAS BODAS 


321 


uoo”El rey por su merqed sueltas me vos ha, 

"por levaros a Valencia que avernos por heredad. 

"Si vos viesse el Qid sanas e sin mal, 

"todo serié alegre, que non avrié ningún pesar.” 

Dixo doña Ximena: “el Criador lo mande 1 ” 

1405 Dio tres cavalleros Minaya Albar Fáñez, 
enviólos a mió Qid, a Valencia do está: 

“Dezid al Canpeador —que Dios le curie de mal— 

"que su mugier e sus fijas el rey sueltas me las ha, 
"mientra que fdreraos por sus tierras conducho nos mandó 
1410”De aquestos quinze días, si Dios nos curiare de mal, [dar. 
"sermos i yo e su mugier e sus fijas que él a 
"y todas las dueñas con ellas quantas buenas ellas han." 
Idos son los cavalleros e dello penssarán, 
remaneció en San Pero Minaya Albar Fáñez. 

1411 Veriedes cavalleros venir de todas partes, 
irse quieren a Valcnqia a mió Qid el de Bivar. 

Que les toviesse pro rogavan a Alvar Fáñez; 
diziendo Minaya: “esto feré de veluntad.” 

Sessaenta e qinco cavalleros acreqídol han, 
u#0 e él se tenié qiento que aduxiera d’allá; 

por ir con estas dueñas buena conpaña se faze. 

Los quinientps marcos dió Minaya al abbat; 

1400 sueltas me vos ha (comp. 1408), ‘os ha dejado li¬ 
bres’. 

1405 dió, ‘despachó, envió’, como en 1159. 

* 4*3 * dello pensarán, ‘y cuidarán de ello’, esto es, de 
cumplir lo que se les mandó; comp. 3251. Bertoni, 'per 
compiere il loro me&saggio’; Adam, ‘sie werden an den 
Auftrag denken’. 


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CANTAR DE LAS BODAS 


de los otros quinientos dezir vos he que faze: 

Minaya a doña Xim?na e a sus fijas que ha, 

•ose a las otras dueñas que las sirven delant, 
d bueno de Minaya pensólas de adobar 
de los mejores guamimientos que en Burgos pudo fallar, 
pala fres e muías, que non parescan mal. 

Quando estas dueñas adobadas las ha, 

1430 el bueno de Minaya ptenssa de cavalgar; 
afevos Raquel e Vidas a los piedes le caen; 

“Merqed, Minaya, cavallero de prestar 1 
"Desfechos nos ha el Qid, sabet, si no nos val; 
”soltariemos la ganancia, que nos diesse el cabdal.” 
mis—“Y o lo veré con el (Jid, si Dios me lieva allá. 

”Por lo que avedes fecho buen cosiment y avrá.” 

Dixo Raquel e Vidas* “el Criador lo mande! 

”Si non, dexaremos Burgos, ir lo hemos buscar.” 

Ido es pora San Pero Minaya Albar Fááez, 

1440 muchas yentes se le acogen, penssó de cavalgar, 
grand duelo es al partir del abbat: 

“¡ Sí vos vala el Criador, Minaya Albar Fáñez! 

”por mí al Campeador las manos le besad 
"aqueste monesterio no lo quiera olbidar; 

1445 "todos los días del sieglo en levarlo adelant 

1427 guamimientos, ‘vestidos 7 aderezo de una per¬ 
sona’. 

1434 'perdonaríamos los intereses con tal que nos de¬ 
volviese el capital’. 

1436 cosiment, ‘merced, favor*; *babrá buen pago’. A 
pesar de esta noble promesa, el poeta no se vuelve a acor¬ 
dar de los judíos, págs. 35*36 7 85. 


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CANTAR DE LAS BODAS 


223 


”el £id Campeador siempre valdrá más.” 

Respuso Minaya: “fer lo he de veluntad.” 

Yas espiden e pienssan de cavalgar, 
el portero con ellos que los ha de aguardar; 

*450 por la tierra del rey mucho conducho les dan. 

De San Pero fasta Medina en qinco dias van; 
felos en Medina las dueñas e Albar Fáñez. 

Direvos de los cavalleros que levaron el menssaje; 
al ora que lo sopo mió £¡d el de Bivar, 
ujjplógol de coraqon e tomós a alegrar; 
de la su boca conpeqó de fablar: 

“Qui buen mandadero enbía, tal deve sperar. 

”Tú, Muño Gustioz e Per Vermudoz delant, 

”e Martín Antolínez, un Burgalcs leal, 

»4«o”el obispo don Je rom*, coronado de prestar, 

”cavalguedes con qiento guisados pora huebos de lidiar; 
”por Santa María vos vayades passar, 

”vayades a Molina, que iaze más adelant, 

”tiénela Avengalvón, mió amigo es de paz, 
i46j”con otros qiento cavalleros bien vos conssigrá; 

1440 aguardar, igual que 'guardar’, servir 7 atender, 
v. a 168. 

1461 • pora huebos da lidiar, 'para las necesidades ds 
lidiar*, 'como para lid’, igual en 1695; comp. 1374 y 123. 

1462 Santa Marta, hoy Albarracín, en la provincia de 
Teruel. Los autores árabes la llaman Santa María del 
Oriente de Andálus (para distinguirla de la del Occidente 
o del Algarve en Portugal) o Santa María de Aben Razín 
(Santa Marta d’Alvarastn, 2645), porque la poseía desde 
antiguo la familia musulmana de los Aben Razín, que ahora 
era tributaria del Cid. 


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224 CANTAR DE LAS BODAS 

”id pora Medina quanto lo pudicrede? far, 

”mi mugier e mis fijas con Minaya Albar Fáñez, 

”así commo a mi dixieron, hi los podredcs fallar; 

”con grand ondra aduzídmelas delant. 

1470”E yo fincaré en Valencia, que mucho costadom ha; 
”grand locura serie si la desenparás; 

”yo ffincaré en Valencia, ca la tengo por heredad.” 

Esto era dicho, pienssan de cavalgar, 
e quanto que pueden non fincan de andar. 

1475 Trocieron a Santa Maria e vinieron albergar a Fron chales, 
e el otro día vinieron a Molina posar. 

El moro Avengalvón, quando sopo el menssaje, 
saliólos reqebir con grant gozo que faze: 

“¿Venides, los vassallos de myo amigo natural? 
u*o ”A mi non me pesa, sabet, mucho me plaze!” 

Fabló Muño Gustioz, non speró a nadi: 

**mio £id vos saludava, e mandólo recabdar, 

”con qiento cavalleros que privádol acorrades; 

”su mugier e sus fijas en Medina están; 

1485 ”que vayades por ellas, adugades gelas acá, 

”e ffata en Valencia dellas non vos partades.” 

Dixo Avengalvón: “fer lo he de veluntad.” 

Essa noch conducho les dio grand, 

1475 Fronchales, hoy B ron chale» (a 25 kilómetros de 
Albarracín), pueblo de la provincia de Teruel, rayano con 
la de Guadalajara. De Bronchales a Molina hay 45 kilóme¬ 
tros, y es una jornada del viaje, según se dice en el verso 
siguiente. Para las distancias recorridas en otras jornadaa, 
véase v. 3877. 


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CANTAR DE LAS BODAS 





a la mañana pienssan de cavalgar; 

<9 o<;ientol pidieron, mas él con dozicntos va. 

Fassan las montañas, que son fieras e grandes, 
passaron dcsí Mata de Taranz 
49/de tal guisa que ningún miedo non han, 

por el val de Arbux»<?lo pienssan a dcpri nar. 

E en Medina todo el rCcabdo está; 
vídolos venir anuidos temiós Minaya Alvar Fáñcjs, 
4 95 envió dos cavallcros que sopiesse» la verdad; 
esto non detarda», ca de coraqon lo han; 
el uno fincó con ellos y el otro tornó a Albar Fáñez: 
“Virtos del Campeador a nos vienen buscar; 

1491 las montañas son las que después llama montes 
de Lucón, 2653. Luzón es un puel>lo de la provincia de 
Guadalajara, entre Medinaceli y Molina. Debe su nombre 
a los antiguos L u s o n e s, pueblo celtibero de hacia el 
nacimiento del Tajo, nombrado por Estrabón. Los roble¬ 
dales y pinares que antes cubrían aquella tierra, están hoy 
muy mermados. 

1492 La Mala de Tapone, llámala campo de Taranz. 1*44; 
hoy se llama “campo Taranz”. y es una llanura pedregosa 
que se dilata sobre el alto del valle de Arbujuelo, entre 
las pro\indas de Soria y Guadalajara. 

1403 val de Arbuxuelo. hoy valle de Arbujuelo, riachue¬ 
lo afluente del Talón. El viajero que desde el campo de 
Taranz baja el Valle de Arbujuelo. tiene siempre delante 
las torres y murallas de Medinaceli. a la cual se dirige. 
Arbujuelo es como el punto central de toda la geografía 
del Poema, nombrado siempre, a pesar de su insignificancia, 
cuando los personajes viajan de Valencia a Castilla. Véase 
adelante 154.I, 2656 y p. 28. 

1494 todo el rccabdo está, ‘hay toda clase de precaucio¬ 
nes’. Se pondera el cuidado que toma Minaya para asegu¬ 
rar el viaje de las dueñas: como. 15 u. 1567. Desde Medi¬ 
na se divisa todo el valle de Arbujuelo, y al ver por él ve¬ 
nir gente de armas, Minaya envía a saber quiénes son. 

*5 


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226 


CANTAR DE LAS BODAS 


"afevos aquí Per Vermudas dclant 

Muño Gustioz que vos quieren sin hart, 

«s«o ”e Martin Antolínez, el Burgalés natural, 

”e obispo don Jerome, coranado leal, 

"t alcáyaz Avengalvón con sues fuerqas que trabe, 
"por sabor de mió £id de grand óndral dar; 

''todos vienen en uno, agora llegarán.” 

Essora dixo Minaya: “vayamos cava’gar.” 

«sojEsso ff o apriessa fecho, que nos quieren detardar. 
Bien salieron den qiento que non parcqen mal, 
en buenos cavallos a cuberturas de qendales 
e peytrales a cascavíellos, e escudos a los cuellos traen, 
i 5lo e en las manos lanqas que pendones traen, 

que sopiessen los otros de qué seso era Álbar Fáñez 
o quemo saliera de Castiella con estas dueñas que trahe. 

Los que ivan mesurando e llegando delant 
luego toman armas e tómanse a deportar; 

I5r5 por qerca de Salón tan grandes gozos van. 

Don llegan los otros, a M inava se van homillar. 


1501 coronado (como en 1993). forma concurrente con 
coronado, 1288, 1460, etc., ‘clérigo'. 

1502 alcáyaz, 'alcaide', el que tiene a su cargo una for¬ 
taleza. Avengalvón gobernaba a Molina, 1464. * 545 - 

1509 Antiguamente se adornaban los fútrales de los ca¬ 
ballos con grandes cascabeles, especialmente para correr en 
las fiestas. Sobre el escudo al cuello, v. p. 105. 

1513 mesurar significa 'explorar, reconocer el terreno'. 
Refiérese a los batidores de la caballería de Pero Ver- 
múdez y de Avengalvón. 

1514 tómanse a deportar, ‘comienzan a deportarse’; de¬ 
portarse, ‘solazarse con ejercicios corporales’. 


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CANTAR DE LAS BODAS 


227 


Quando llegó Avengalvón, dont a ojo lo ha, 
sonrrisándose de la boca, hívalo abracar, 
en el ombro lo saluda, ca tal es so husaje: 

*5»o ‘‘Tan buen día convusco, Minaya Albar Fáñez! 
”Traedes estas dueñas por o valdremos más, 

”mugier del Qid lidiador e sus ffijas naturales*, 
”ondrar vos hemos todos, ca tal es la su auze, 

"maguer que mal le queramos, non gelo podremos far, 

1315”en paz o en guerra de lo nuestro abrá; 

"muchol tengo por torpe qui non conosqe la verdad.” 


84 

LOS VIAJEROS DESCANSAN EN MEDINA. - PARTEN 

de Medina a Molina.—Llegan cerca de Va¬ 
lencia. 

Sorrisós de la boca Albar Fáñez Minaya: 

“Ya Avengalvón, amígol sodes sin falla 1 
”Si Dios me llegare al £¡d e lo vea con el alma, 
i3jo M desto que avedes fecho vos non perderedes nada. 
”Vayamos posar, ca la qena es adobada.” 

Dixo Avengalvón: “plazme desta presentaja; 


1519 ‘le besa en el hombro’; comp. 3030 para saludar, 
‘besar’. Era costumbre propia de los moros saludar besando 
en el hombro, en el brazo (asi Boabdil al rey Católico 
cuando le entregó Granada) o en el cuello (así en Ro- 
land, 601). 

1523 auge, ‘ventura, dicha’, 2366. 

1530 Luego omite el poeta referir lo que aquí anuncia; 
v. p. 85. 

153a presentaja, 'obsequio, agasajo’. 


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228 


CANTAR DE LAS BODAS 



”antes deste tercer día a vos la daré doblada.” 
Entraron en Medina, sirvíalos Minaya, 

*535 todos fueron alegres del qerviqio que tomaran, 
el portero del rey quitar lo mandava; 
ondrado es mió (^id en Valencia do estava 
de tan grand conducho commo er. Mcdínal sacaran; 
el rey lo pagó todo, e quito se va Minaya. 

1540 Passada es la noche, venida es la mañana, 
oída es la missa, e luego cavalgavan. 

Salieron de Medina, e Salón passavan, 

Arbuxuelo arriba privado aguí ja van, 
el campo de Taraos luégol atravessavan, 

*54s vinieron a Molina, la que Avewgalvón mandava. 

El obispo don Jerowe buen cristiano sin falla, 
las noches e los días las dueñas aguardara; 
e buen cavallo en diestro que va ante sucs armas. 
Entre él e Álbar Fáñcz hivan a una compaña. 

1534 Para la jornada de Molina a Medina que hace 
Avengalvón, y que repite de vuelta al día siguiente, véa¬ 
se 2877. 

i;44 Taranz, véase 1492. 

1548 cavallo en diestro (antiguo francés, chcval en 
destre, destricr, latin dexterarius) era el caballo de armas, 
entero y de gran talla. Se le reservaba para el corrbate, 
y asi en el viaje se le llevaba en diestro, o a la derecha del 
caballero, el cual iba sobre un f>alafré o caballo de camino y 
de lujo. Caso necesario, el caballero descendía del palafré 
y hallaba el caballo a su derecha, dispuesto para ser mon¬ 
tado por el estribo izquierdo. Detrás del cabailo iba una 
acémila llevando las armas y equipaje, según se expresa en 
este verso que anotamos (v. Cantar, p. 628, y Bertoni, 
p. 163). 

1549 Entre, pleonástico, con la conjunción, véase 191. 


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CANTAR DE LAS BODAS 


229 


1550Entrados son a Molina, buena e rica casa; 
el moro Avengalvón bien los sirvié sin falla, 
de quanto que quisieron non ovieron falla, 
aun las ferraduras quitar gelas mandava; 
a Minaya e a las dueñas ¡ Dios cómmo las ondrava! 

*555 Otro dia manarla luego cavalgavan, 
íata en Valencia sirvialos sin falla; 
lo so despendié el moro, que de/los non tomava nada. 
Con estas alegrías e nuevas tan ondradas 
aprés son de Valencia a tres leguas contadas. 

1560 A mió £id, el que en buena ginxo espada , 
dentro a Valencia el mandádoí levav an. 


85 

El Cid envía gentes al encuentro de los viajeros. 


Alegre fo mió £id, que nunqua más nin tanto, 
ca de lo que más amava yál viene el mandado. 
Dozi^ntos cavalleros mandó exir privado, 

IS 6 s que reqiban a Minaya e a las dueñas fijas dalgo; 
él sedíe en Valenqia curiando e guardando, 
ca bien sabe que Albar Fáñez trahe todo recabdo; 


1553 ‘mandaba pagar hasta las herraduras’. El pagar 
las herraduras era una atención, y a veces una obligación; 
por ejemplo, el señor debia herrar el caballo del vasallo, 
a quien llamaba a vistas. 

1559 aprés ‘cerca’. 


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230 


CANTAR DE LAS BODAS 


86 

Don Jerónimo se adelanta a Valencia para pre¬ 
parar una procesión.—El Cid cabalga al encuen¬ 
tro de Jimena.—Entran todos en la ciudad. 

afe vos todos aquestos reqiben a M inaya 
e a las dueñas e a las niñas e a las otras conpañas. 

1570 Mandó mió Cid a los que ha en su* casa 

que guardassen el alcacer e las otras torres altas 
e todas las puertas e las exidas e las entradas, 
e aduxiéssenle a Bavieca; poco avie quel ganara 
'mW* aquel rey de Sevilla e de la suc arrancada, 

aun non sabié mió Cid, el que en buen ora qinxo espada, 
1575si serié corredor o ssi abrié buena parada; 
a la puerta de Valencia, do en so salvo estova, 
delante su mugier e de sus fijas querié tener las armas. 

Rebebidas las dueñas a una grant ondranqa, 
obispo don J eróme adelant se entra va, 

1580 y dexa va el cavallo, pora la capiella adeüñava; 
con quantos que él puede, que con oras se acordaran, 

1573 b Dudas acerca de este verso, p. 85. 

1576 Monde estaba en completa seguridad’; recuérden¬ 
se los temores del Cid para no alejarse de Valencia, v. 1566, 

1471. 

1577 tener las armas, ‘jugar las armas’, para ejerci¬ 
tarse en ellas y mostrar destreza, ya en las fiestas, 1602, 

22 43, ya al recibir a una persona, 2887, 2896, o al despe¬ 
dirla, 2613, 2673, 2687. 

1581 que con oras se acordaran, ‘que se habian pre¬ 
parado (v. 3058-59) con tiempo' (?). Bello traduce arbitra¬ 
riamente acordarse con oras ‘juntarse a rezarlas*. D. Hi- 
nard, ‘qui arriverent á l’heure*. 


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CANTAR DE LAS BODAS 


231 


sobrepellizas vestidas e con cruzes de plata, 
recibir salién las dueñas e al bueno de Minaya. 

El que en buen ora nasco non lo detarda va: 

*5®7 vistiós el sobregonel; luenga trahe la barba; 
is*s ensiéllanle a Bavieca, cuberturas le echavan, 
mío £id salió sobrél, e armas de fuste tomava. 

«5*» Por nombre el cavallo Bavieca cavalga, 

* s*® fizo una corrida, ésta f o tan estraña, 
is9oquando ovo corrido, todos se maravillavan; 

des día se preqió Bavieca en quant grant f o España. 
En cabo del cosso mió £id descabalga va, 
adeliñó a su mugier e a sues fijas amas; 
quando lo vio doña Ximena, a piedes se le echava: 
*59s ‘‘Merced, Campeador, en buen ora cinxiestes espada! 
"Sacada me avedes de muchas vergüenzas malas; 
"afeme aquí, señor, yo e vuestras fijas amas, 

"con Dios e convusco buenas son e criadas." 

A la madre e a las fijas bien la? abraca va, 
l6oo del gozo que avíen de los sos ojos Uoravan. 

Todas las sus mesnadas en grant deleyt estavan, 

1587 sobre¿onel es voz desconocida; debe ser especie 
de gonela o túnica de seda, probablemente la prenda que 
viste Fernando 11 en su retrato con armas de íuste, p. 108. 

159a en cabo del cosso, ‘al terminar la carrera’ (o la 
corrida, 1583). Esta corrida del caballo era un ejercicio ca¬ 
balleresco muy usado. El Lid vuelve a correr a Babieca ante 
el rey, en la p. 345. Comp. v. 3513. En antiguo francés la 
corrida, o alarde de equitación a galope, se llamaba eslai. 
Carloinagno corre su caballo Tencendur delante de todo su 
ejército, antes de la batalla, y lo mismo hace Baligant 
(Roland, 2907. 3166). El eslai era uno de los ejercicios que 
el novel caballero hacia después de recibir caballería. 


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27,2 CANTAR DE LAS BODAS 


armas tenien e tablados crcba.nta.van. 

Oíd lo que dixo el que en buena fm.ro espada: 
“vos doña Xbuena, querida mugier e ondrada, 
i6oj’'e amas mis fijas mió coraqón e mi alma, 

1 entrad comigo en Valencia la casa, 

”en esta heredad que vos yo he ganada.” 
Madre e fijas las manos le besavan. 

A tan grand ondra ellas a Valencia entravan. 


87 

Las dueñas contemplan a Valencia desde 

EL ALCÁZAR • 

1610 Adeliñó mió £id con ellas al alcág^r, 
allá las subie en el más alto logar. 

Ojos vellidos catan a todas partes, 

c 

miran Valencia cómmo yazc la qibdad, 
e del otra parte a ojo han el mar, 

X 6. s miran la huerta, espessa es c grand, 

e todas las otras cosas que eran de solaz; 
alqan las manos pora Dios rogar, 
dcsta ganancia cómmo es buena e grand. 

Mió £id e sus compañas tan a grand sabor están. 
El ivierno es exido, que el marqo quiere entrar. 


1602 ‘jugaban las armas (v. 1577) y quebrantaban ta¬ 
blados’. El tablado era un castillejo de tablas, al que los 
caballeros alanceaban para derribarlo. 


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CANTAR DE LAS BODAS 


233 


róaoDezir vos quiero nuevas de allent partes del mar, 
de aquel rey Yúcef que en Marruecos está. 


88 

El rey de Marruecos viene a cercar a Valencia. 

Pesól al rey de Marruecos de mió £id don Rodrigo: 
“que en mis heredades fucrtemientre es metido, 

”e él non gelo gradcqe sinon a Jesu Cristo.” 
i6aj Aquel rey de Marruecos ajuntava sus virtos; 

con qinquaenta vezes mili de armas, todos foron conplidos, 
entraron sobre mar, en las barcas son metidos, 
van buscar a Valenqia a mió £id don Rodrigo. 

Arribado an las naves, fuera eran exidos. 


89 

*63* Llegaron a Valencia, la que mió £id a conquista, 
fincaron las tiendas, e posan las ycntes descreidas. 
Estas nuevas a mió £id eran venidas. 


V 


90 

Alegría del Cid al ver las huestes de Marruecos. 

Temor de Jiuena. 


“¡ Grado al Criador c aZ Padre espirit’al I 

1621. Yúcef de Marruecos, emperador almorávide, pᬠ
ginas 27 y *7- 

1633 La conjunción e pleonástica, v. 300. 


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2 34 


CANTAR DE LAS BODAS 


”Todo el bien que yo he, todo lo tengo delant: * 
*63s”con afán gané a Valencia, e ela por heredad, 

”a menos de muert no la puodo dexar; 

”grado al Criador e a santa María madre, 

”mis fijas e mi mugier que las tengo acá. 

^Venídom es deliqio de tierras d’allent mar, 

1640 ,? entraré en las armas, non lo podré dexar; 

”mis fijas e mi mugier ve*rme an lidiar; 

*‘en estas tierras agenas verán las moradas cómmo se fazen, 
”afarto verán por los ojos cómmo se gana el pan.” 

Su mugier e sus fijas subiólas al alcáqer, 
i64 5 alqavan los ojos, tiendas vinieron fincar: 

“¿Qués esto, £id, sí el Criador vos salve!” 

—“Ya mugier ondrada, non ayades pesar I 
”Riqueza es que nos acreqe maravillosa e grand: 

”a poco que viniestes, presend vos quieren dar: 

1650 ”por casar son vuestras fijas, adúzenvos axuvar.” 

—“A vos grado, (Jid, e al Padre spirital.” 

—“Mugier, seed en este palacio, en el alcáqcr; 

”non ayades pavor por que me veades lidiar, 

”con la merced de Dios e de santa María madre, 

1639 Véase p. 75-76. 

1644 También Florence, asomada a una ventana, ve el 
ejército dispuesto a combatir, y temerosa, quiere evitar 
la batalla, pero su padre la tranquiliza; Florence de Rome, 
chanson d’aventure du premier quart du xiti m siéde, 
publ. par A. Wallenskóld, París, Soc. des anc. text.. 1907, 
versos 1059-80 (igual en el cuento de Otas, Ríos, Hist. 
crit. de la liter., t. V, p. 405). 

1650 ‘os traen el ajuar’ para el casamiento; sobre el 
axuvar v. 2571. 


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CANTAR DE LAS BODAS 


235 


,6 5s “créqem el coraqón por que estades delant; 
“con Dios aquesta lid yo la he de arrancar.” 


91 

El Cid esfuerza a su mujer y a sus hijas. —Los 

MOROS INVADEN LA HUERTA DE VALENCIA. 

Fincadas son las tiendas e pareqen los alvores, 
a una grand pricssa tañién los atamorcs; 
alegravas mió £id e dixo: “tan buen día es oy!” 
1660 Miedo a su mugier e quiérel ere bar el coraqón, 
assí ffazie a las dueñas e a sus fijas amas a dos: 
del día que nasquieran non vidieran tal tremor. 

Prisos a la barba el buen £id Campeador: 

“Non ayades miedo, ca todo es vuestra pro; 

1665 “antes destos quinze días, si ploguiere ai Criador, 
“abremos a ganar aquellos atamores; 
i666&”a vos los pondrán delant e veredes quáles son. 
“desí an a sse*r del obispo don Jerom*, 

“colgar los han en Santa María madre del Criador.” 
Vocaqión es que fizo, el £id Campeador. 

1670 Alegre’ son las dueñas, perdiendo van el pavor. 
Los moros de Marruecos cavalgan a vigor, 
por las huertas adentro entran .sines pavor. 


1655 crécent ti corazón, véase pág. 93, n. a. 

1666 b Los tambores desconocidos de los cristianos, 
p. 107; comp. p. 85. 

1671 a vigor , ‘con presteza*, 3589, 3583. 


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236 


CANTAR DE LAS BODAS 


9 2 

ESTOLONADA DE LOS CRISTIANOS. 

Vínolo el atalaya e tanxo el esquila; 
prestas son las mesnadas de las yentes de Roy Díaz, 
* 6 75 adóbanse de corazón e dan salto de la vil a. 

Dos fallan con los moros cometiénlos tan aína, 
sácanlos de las huertas mucho a fea guisa; 
quinientos mataron dellos conplidos en es dia. 


93 

Plan de batalla. 

Bien fata las tiendas dura aqueste alcaz, 

1680mucho avien fecho, piénssanje de tornar . 

Álbar Salvadórez preso fincó allá, 
lomados son a mío Qid los que comién so pan; 
él se lo vio con los ojos, cuéntangelo delant, 
alegre es mió £id por quanto fecho han: 

»68 5 ‘Oídme, cavalleros, non rastará por al; 

’’oy es dia bueno e mejor será eras: 

''por la mañana prieta todos armados seades, 

1673 tanxo el esquila, 'tocó la campana’ para avisar a 
la ciudad. 

1676 Dos fallan, 'cuando se encuentran’. 

1681 El autor olvida decir cómo se rescató Alvar, p. 83. 

1685 Vcasc 710. 

1687 por ¡a mañana prieta, 'cerca del amanecer’. 


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CANTAR DE LAS BODAS 237 


1689 »» e ] obispo do Jero me soltura nos dará, 

i688”dezir nos ha la missa, e penssad de cavallar; 

1690 ”ir los hemos fferir, non passará por al, 

i69oft”en el nombre del Criador e d’ apóstol santi Yague. 

”Más vale que nos los vezcamos, que ellos cojan el pan.” 
Essora dixieron todos: “damor e de^ voluntad.” 

Fablava Minaya, non lo quiso detardar: 

‘‘pues esso queredes, Qid, a mi mandedcs al; 

>69* “dadme qiento c treinta cavalleros pora huebos de lidiar; 
”quando vos los farades ferir, entraré yo del otra part; 
”0 de amas o del una Dios nos valdrá.” 

Essora dixo el £id: “de buena voluntad.” 


94 

El Cid concede al obispo las trímeras heridas. 

El día es salido e la noch es entrada, 

„ooBos detardan de adobasse essas yentcs cristianas. 

A los mediados gallos, antes de la manana. 
el obispo don Jeromc la missa Ies cantava; 
la missa dicha grant sultura les dava: 

“El que aquí muriere lidiando de cara, 

I70S ”préndol yo los pecados, e Dios le abrá el alma. 

1689 soltura, ‘absolución’ de pecados, v. 1703- 
1695 pora huebos de lidiar, ‘para lidiar’, v. 1461. 

1701 a los mediados gallos, 'a las tres de la madrugada’. 

v. 324. 

1705 Compárese con esta absolución que da D. Jerónimo 
la que el arzobispo Turpin da a los franceses antes de la ba- 


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238 


CANTAR DE LAS BODAS 


”A vos (Jid don Rodrigo, en buena qinxiestes espada, 
”yo vos canté la missa por aquesta mañana; 

”pídovos una dona e seam presentada: 

”las feridas primeras que las aya yo otorgadas.” 

7 *oDixo el Campeador: “desaquí vos sean mandadas.” 


95 

LOS CRISTIANOS SALEN A BATALLA.-DERROTA DE YÚ- 

cef. Botín extraordinario.— El Cid saluda a su 

MUJER Y SUS HIJAS. DOTA A LAS DUEÑAS DE JlMENA. 

Reparto del botín. 

Salidos son todos armados por las torres de Quarto, 
mió £id a los sos vassallos tan bien los acordando. 
Dexan a las puertas omnes de grant recabdo. 

Dió salto mió £id en Bavieca el so cavallo; 

7 i 5 de todas guarnizones muy bien es adobado, 
la seña sacan fuera, de Valencia dieron salto, 


talla de Roncesvalles, imponiéndoles por penitencia el ma¬ 
tar a los sarracenos (Roland, 1132). La indiligencia plena- 
ria a los que parten para una expedición militar ocurre en 
Girará de Vienne y otros poemas (Bello, Obras, II, p. 266). 

1709 Las feridas primeras, v. p. 98. 

1711 El Quarto es un lugar situado en el cuarto mi¬ 
liario del camino que desde Valencia conducía a Cas¬ 
tilla. Las torres de Cuarto (en valenciano torres de Cuart) 
son las que defienden por ambos lados la puerta de la 
muralla de Valencia que da salida al camino de Cuart. 
Las que hoy se conservan son del siglo xv y pertenecen a 
un ensanche de la muralla más antigua; ésta, a su vez, 
también tenía su puerta y torres de Cuarto. 

1712 ‘mió Cid previniendo o aleccionando muy bien a 
sus vasallos’. 


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CANTAR DE LAS BODAS 239 


quatro mili menos treinta con mió Qid van a cabo, 
a los qinquaenta mili vanlos ferir de grado; 

1719-*®Alvar Alvaroz e Minaya entráronles del otro cabo. 
Plogo al Criador e ovieron de arrancarlos. 

Mió Qid enpleó la lanqa, al espada metió mano, 
atantos mata de moros que non fueron contados; 
por el cobdo ayuso la sangre destellando. 

»7*s Al rey Yúcef tres colpes le ovo dados, 

sal ¡osle del sol espada, ca muchol andido el cavallo. 
metiósle en Gujera, un castiello palaciano; 
riio Qid el de Bivar fasta allí llegó en alca nqo 
con otros quel consiguen de sos buenos vassallos. 
1730 Desd’ allí se tornó el que en buen ora nasco, 
mucho era alegre de lo que an caqado; 
allí preqió a Bavieca de la cabeqa fasta a cabo. 
Toda esta ganancia en su mano a rastado. 

Los qinquacnta mili por cuenta fuero’ notados: 
1735 non escaparon mas de qicnto e quatro. 

Mesnadas de mió C’d robado an el canpo; 
entre oro e plata fallaron tres mili marcos, 
de las otras ganancias non avía rccabdo. 

Alegre era mió C*d e todos sos vassallos, 

, 740 <jue Dios les ovo merqed que vencieron el campo: 

1722 El Cid usó la lanza, j después de haberla que¬ 
brado. echó mano a la espada, p. 101. 

1727 Gujera. ‘Cullera’, v. 1160. 

17.31 cafar ‘coger’ en general (captare, c a p t i a r e) ; 
no había aún restringido su significado a lo que se coge 
u ocupa por medio de la caza (aucupari, venari). 

*733 rastar, ‘quedar 1 (ha quedado por suya). 


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240 


CANTAR DE LAS BODAS 


quando al rey de Marruecos assi lo an arrancado, 
dexó Álbar Fáñez por saber todo recabdo; 
con qient cavalleros a Valencia es entrado, 
fronzida trahe la cara, que era desarmado, 

*7*5assí entró sobre Bavieca, el espada en la mano. 
Reqibienlo las dueñas que lo están esperando; 
mío Cid fincó antcllas, tovo la nenda al cavallo: 
“A vos me omillo, dueñas, grant prez vos he pañado: 
"vos teniendo Valencia, e yo venqí el campo; 
^so^esto Dios se lo quiso con todos los sos santos, 
"quando en vuestra venida tal gauanqia nos han dado. 
"Veedes el espada sangrienta e sudiento el cavallo: 
'‘con tal cum esto se venqcn moros del campo. 
"Rogad al Criador que vos viba algunt año, 

*755 "entraredes en prez, e besarán vuestras manos.” 
Esto dixo mió Cid, diciendo del cavallo. 

Quandol vieron de pie que era ‘ descavalgado, 
las dueñas e las fijas, e la mugier que vale algo 


1744 froncida la cara, como en 2436, entiéndase que se 
trata de la cofia froncida ; y era desarmado quiere decir 
que se había quitado las armas defensivas, el yelmo y d 
almófar, lo cual se hacia en cuanto se cesaba de combatir, 
para refrescar la cabeza. Este pasaje resulta perfectamente 
claro comparándolo con 789-90 y 2436-37. 

1748 a vos me omillo, fórmula usual de saludo, v. 1396. 

1753 con ta l cu w esto, ‘de este modo’, ‘así’. 

1755 besarán vuestras manos, ‘tendréis vasallos’ (com¬ 
párese 3450, y vos besa las manos como vas sallo a señor, 
2948); entiéndase que aumentarán en el número de va¬ 
sallos, pues ya eran señoras de Valencia, y como tales 
tenían numerosos vasallos. 

1756 ditiendo, ‘apeándose’, v. 1394. 


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CANTAR DE LAS BODAS 


241 


delant el Campeador los inojos fincaron: 

760 “Somos en vuestra merced, e bivades muchos años!” 
En buelta con él entraron al palaqio, 
e ivan posar con él en unos preciosos escaños. 

“Ya mugier doña Ximena, nom lo aviedes rogado? 
”Estas dueñas que aduxiestes, que vos sirven tanto, 
7 6 í ”quiérolas casar con de aquestos mios vassallos; 

"a cada una dellas doles dozientos marcos, 

”que lo sepan en Castiella, a quién sirvieron tanto. 
”Lo de vuestras fijas venir se a más por espacio.” 
Levantáronse todas e besáronle las manos. 

77 °grant fo el alegria que fo por el palaqio. 

Commo lo dixo el £id, assí lo han acabado. 

Minaya Álbar Fáñez fuera era en el campo, 
con todas estas yentes escriviendo e contando; 
entre tiendas e armas e vestidos preciados 
775 tanto fallan ellos desto que mucho es sobejano. 
Quiérovos dezir lo que es más granado: 
non pudieron saber la cuenta de todos los cavallos 
que andan arriados e non ha qui tomallos; 
los moros de las tierras ganado se an y algo; 

7 80 maguer de todo esto, el Campeador contado 

1765 con de aquestos, ‘con algunos de aquestos*. 

1769 Besan la mano al Cid, agradeciéndole la dote que 
les concede; comp. 159, 692, etc. 

1771 lo han acabado , ‘lo han llevado a cabo’, *lo han 
hecho’. 

1773 Minaya al frente de los quiñoneros o repartido¬ 
res del botín, p. 98. 

1778 ‘andan arreados y no hay quien los tome’. 

1780 maguer de, 'a pesar de’. 

16 


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242 CANTAR DE LAS BODAS 

■ ■■■ — ' » ■ ■ ■— " "■ - 1 ■ - 1 ^ ■■■«« 

de los buenos e otorgados cayéronle mili cavallos; 
quando a mió ^id cayeron tantos, 

8a& los otros bien pueden fincar pagados. 

Tanta tienda preciada e tanto tendal obrado 
que a ganado mió Cid con todos sos vassallos! 

785 La tienda del rey de Marruecos, que de las otras es cabo, 
dos tendales la sufren, con oro son labrados; 
mandó mió Cid Campeador contado , 
que fita sovisse la tienda, e non la tolliesse dent cristiano: 
“Tal tienda commo esta, que de Marruecos Aa passado, 
79<>”enbiar la quiero a Alfonsso el Castellano, 

”que croviesse sus nuevas de mió Cid que avíe algo.*’ 

Con aquestas riquezas tantas a Valencia son entrados. 
El obispo don Je r orne, caboso coronado, 
quando es#farto de lidiar con amas las sus manos, 

795non tiene en cuenta los moros que ha matados; 
lo que cadié a él mucho era sobejano; 
mío Cid don Rodrigo, el que en buen ora nasco, 
de toda la su quinta el diezmo l’a mandado. 

1783 tendal obrado (comp. 2401), poste con labores, sea 
de taracea y piedras preciosas, sea de plata, etc., como se 
ve en otras descripciones de tiendas preciosas, sea de oro, 
como en el v. 1786. 

1786 Se trata de tina tienda alargada, de base elíptica, 
con dos centros marcados por los dos postes o tendales. 

1788 fita sovisse, 'quedase plantada’; sovisse es forma 
dialectal por soviese, del verbo seder (comp. 1820). Para 
cristiano, 'nadie’, v. 29. 

1790 Olvido posterior del poeta, p. 84. 

1798 'le ha otorgado el diezmo’. 


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CANTAR DE LAS BODAS 243 

96 

GOZO DE LOS CRISTIANOS.—El ClD ENVÍA 
NUEVO PRESENTE AL REY 

Alegres son por Valencia las yentes cristianas, 

1800 tantos avien de averes, de cavallos e de armas; 
alegre es doña Ximena e sus fijas amas, 
e todas lar otras dueñas que* tienen por casadas. 

El bueno de mió £id non lo tardó por nada: 

“¿Do sodes, caboso? venid acá, Minaya; 
l8o s”de lo que a vos cadió vos non gradeqedes nada; 

"desta mi quinta, dígovos sin falla, 

"prended lo que quisiéredes, lo otro remanga. 

"E eras ha la mañana ir vos hedes sin falla 
"con cavallos desta quinta que yo he ganada, 

18,0 "con siellas e con frenos e con señas espadas; 

"por amor de mi mugier e de mis fijas amas, 

"por que assí las enbió dond ellas son pagadas, 

"estos dozientos cavallos irán en presentajas, 

"que non díga mal el rey Alfons del que Valencia manda.” 
18,5 Mandó a Per Vermu dos que fosse con Minaya. 

Otro dia mañana privado cavalgavan, 
e dozientos omnes lie van en su conpaña, 

1804 caboso, epíteto elogioso, v. 226. 

1807 remanga, ‘quede*, presente subjuntivo de remanir. 

1810 Comp. 818. 

1813 Para el quinto de los caballos ganados que el Cid 
envía al rey, ▼. p. 99, 


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244 CANTAR DE LAS BODAS 

* 

con saludes del Cid que las manos le besava: 
desta lid que mió Qid ha arrancada 
> 8 i 9 &dozientos cavallos le enbiava en presentaja, 
i 8 ao“e servir lo he sienpre mientra que ovisse el alma.” 

97 

Minaya lleva el presente a Castilla. 

Salidos son de Valencia e pienssan de andar, 
tales ganancias traen que son a aguardar. 

Andan los días e las noches, que vagar non se dan 
e passada han la sierra, que las o*ras tierra3 parte. 
Iía sPor el rey don Alfons tómanse a preguntar. 

98 

Minaya llega a Valladolid. 

Passando van las sierras e los montes e las aguas, 
llegan a Valladolid do el rey Alfons estava; 
enviávale mandado Per Vermu dos e Minaya, 
que mandasse reqebir a esta conpaña 
1830 mió £id el de Valencia ■ enbía sue presentaja. 

1820 ovisse, forma dialectal por oviesse, del verbo ‘ha¬ 
ber’ (comp. 1788). 

1824 la ¿ierra que separa la cuenca del Tajo de la del 
Duero; aquí se trata del Guadarrama. 


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CANTAR DE LAS BODAS 


245 


99 

El eey sale a recibir a los del Cid.—Envidia 

de Garci Ordóñez. 

Alegre io el rey, non virfsestes atanto, 
mandó cavalgar apriessa todos sos fijos dalgo 
i- en los primeros el rey fuera dió salto, 
a veer estos mensajes del que en buen ora nasco. 

*35 liantes de Carrion, sabet, is acertaron, 

e corode don Garcia, del Cid so enemigo malo. 

A los unos plaze e a los otros va pesando. 

A ojo Ioj avien los del que en buen ora nasco, 
cuédanse que es almofalla, ca non vienen con mandado; 

840el rey don Alfonso seise santiguando. 

Minaya e Per Vermudos adelante son llegados, 
firiéronse a tierra, dtfieron de los cavados; 
antel rey Alfons los inoios fincados, 
besan la tierra e los piejos amos: 

845‘ Merced, rey Alfonsso, sodes tan ondrado! 

?? por mió Cid el Campeador todo esto vos besamos; 

1835 Para la codicia que los presentes del Gd despiertan 
en los de Carrión, véase 137a. 

1836 El conde Garci Ordóües, p. 21 a 23. 

1839 ca non, ‘y no que’, p. 84, n. 2. Los del rey, al 
divisar a los del Cid, piensan que irás parecen un ejér¬ 
cito que simples mensajeros, aunque ya sabían quiénes eran 
por el aviso expresado en el v. 1828. 

1840 El rey ‘se hacía cruces* admirado. 

1842 firiéronse a tierra, ‘echaron pie a tierra’, v. 2019- 

3025. Difieron, ‘se apearon’, v. 1394. 


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246 


CANTAR DE LAS BODAS 


’ a vos llama por señor, e tienes por vuestro vassallo 

”mucho preqia la ondra el £id quel avedes dado. 

”Pocos días ha, rey, que una lid a arrancado: 

,« S o ”a aquel rey de Marruecos, Yúceff por nombrado, 

”con qincuaenta mili arrancólos del campo. 

”Los ganador que fizo mucho son sobejanos, 

”ricos son venidos todos los sos vassallos, 

”e embiavos dozientos cavallos, e bésavos las manos.” 

*855 Dixo rey don Alfons: “Reqíbolos de grado. 

”Gradéscolo a mió Cid que tal don me ha enbiado; 

”aun vea ora que de mí sea pagado.” 

Esto plogo a muchos e besáronle las manos. 

% 

Pesó al comde don García, e mal era irado; 

1860con diez de sos parientes aparte davan salto: 
“¡Maravilla es del Cid, que su ondra creqe tanto. 
”En la ondra que él ha nos seremos abiltados; 

”por tan biltadamientre vencer reyes del campo, 

9 

”commo si los fallasse muertos aduzirse los cavallos 
itós”por esto que él faze nos abremos enbargo.” 

1852 ganados, ‘ganancias’, v. 481. 

1857 aun vea ora que, 'ojalá llegue tiempo que\ com¬ 
párese 205. 

1860 aparte davan salto, literalmente, ‘sallan aparte’, 
'se apartaban para hablar’. 

1863 biltadamientre, ‘fácilmente, sin esfuerzo’. 


I 


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CANTAR DE LAS BODAS 


247 


100 

El rey muéstrase benévolo hacia el Cid. 

Fabló el rey don Alfons odredes lo que diz: 

“Grado al Criador e a señor sant Esidre 
”estos dozientos cavallos quem enbía mió (¡id. 

”Mio reyno adelant mejor me podrá servir. 

1870 ”A vos Minaya Albar Fáñez e a Per Vermu doz aquí 
”mándovos los cuorpos ondradaraientre vestir 
”e guamirvos de todas armas commo vos dixiéredes aquí, 
”que bien parescades ante Roy Díaz mió £id; 

”dovos tres cavallos e prendedlos aquí. 

1,71 ”Assí commo semeja e la veluntad me lo diz, 

”todas estas nuevas a bien abrán de venir.” 

101 

LOS INFANTES DE CaRRIÓN PIENSAN CASAR 

CON LAS HIJAS DEL ClD. 

Besáronle las manos y entraron a posar; 
bien los mandó servir de quanto huebos han. 

D' iffantes de Carrión yo vos quiero contar, 
i88° {ablando en so conssejo, aviendo su poridad: 

1867 sant Esidre, v. 1342. 

1869 ‘En lo sucesivo de mi reinado’. 

1876 nuevas, ‘sucesos, negocios’. 

1878 ‘bien los mandó proveer de cuanto necesitaron’, 
igual que en el v. 3639; huebos, v. 123. 


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248 


CANTAR DE LAS BODAS 


“Las nuevas del £id mucho van adelant, 

"demandemos sus fijas pora con ellas casar; 
"crearemos en nuestra ondra e iremos adelant.” 
Vinien al rey Alfons con esta poridad: 

102 ^ 

LOS INFANTES LOGRAN QUE EL REY LES TRATE EL CASA¬ 
MIENTO. El rey pide vistas con el Cid.—Minaya 
vuelve a Valencia, y entera al Cid de todo.— 

El Cid fija el lugar de las vistas. 

1885‘ Merced vos pidimos commo a rey e a señor; 

"con vuestro conssejo lo queremos fer nos, 

"que nos demandedes fijas del Campeador; 

"casar queremos con ellas a su ondra y a nuestra pro." 
Una grant ora, el rey penssó e comidió*. 

1890 “Yo eché de tierra al buen Campeador, 

”e faziendo yo a él mal, e él a mí grand pro, 

"del casamiento non sé sis abrá sabor; 

"mas pues bos lo quercdes, entremos en la razón." 

A Minaya Albar Fáñez e a Per Vermudos 
,895 el rey don Alfonsso essora los llamó, 
a una quadra elle los apartó: 

1881 ‘Los negocios del Gd prosperan mucho’. 

1888 Véase, para el orgullo de los de Carrión, p. 91. 

1889 *E 1 rey pensó y meditó un gran rato', v. 193a, 2828 

y 2953- 

1892 ‘no sé si gustará del casamiento’. 

1893 entremos en la razón, ‘comencemos *la plática’, 
v. 1926. 


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CANTAR DE LAS BODAS 


249 


“Oídme Minaya e vos, Per Vermudoz: 

''sírvem mío Qid Roi Díaz Campeador, 

”el le lo mereqe e de mí abrá perdón; 
iiwb ”viniéssem a vistas si oviesse dent sabor. 

190* "Otros mandados ha en esta mi cort: 

"Dídago e Ferrando, los iffantes de Carrión, 
"sabor han de casar con sus fijas amas a dos. 
"Secd buenos mensageros, e rucgovoslo yo 
"que gelo digades al buen Campeador: 

*905 "abrá y ondra e creqrá en onor, 

"por conssagrar con iffantes de Carrión.'’ 

Fabló Minaya e plogo a Per Vermudo.*: 

“Rogar gelo emos lo que dezides vos; 

"después faga el Qid lo qu,e oviere sabor." 
i*io—“Dezid a Roy Díaz, el que en buen ora ñafió, 
"quel iré a vistas do aguisado fore; 

"do tUe dixiere, y sea el mojón. 

"Andar le quiero a mió Qid en toda pro." 
Espidiensse al rey, con esto tomados son, 

, 9I5 van pora Valencia ellos e todos los sos. 

Quando lo sopo el buen Campeador, 
a^riessa cavalga, a reqebirlos salió; 
sonrrisós mió Cid c bien los abraqó: 

1899 b Venga a vistas conmigo, si gusta’. 

1906 conssagrar por “consagrar” ‘emparentar con rela¬ 
ción de suegro a yerno’, o ‘de yerno a suegro’, v. 3356. 

191 1 Vemos que al Cid le corresponde fijar el lugar de 
las vistas, y al rey el plazo de ellas, v. 1962 y 1951. 

1913 ‘Quiero ayudar al Cid en cuanto pueda’, v. 1388. 


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25O CANTAR DE LAS BODAS 

“¿Venides, Minaya, e vos, Per Vermu dos! 

19*0’'En pocas tierras a tales dos varones. 

”¿Commo son las saludes de Alfons mió señor? 
”¿si es pagado o recibió el don?” 

Dixo Minaya: “d’ alma e de corazón 
”es pagado, e davos su amor.” 
i9»sDixo mió “grado al Criador 1 ” 

Esto diziendo, conpieqan la razón, 
lo quel rogava Alfons el de León 
de dar su*s fijas a ifantes de Carrión, 
quel connosqie i ondra e creqrié en onor 9 
1930 que gelo conssejava d’ alma e de coraqón. 
Quando lo oyó mió £id d buen Campeador, 
una grand ora penssó e comidió: * 

“Esto gradesco a Cristus el mió señor. 

”Echado fu de tierra, ht tollida la onor, 

1935”con grand afán gané lo que he yo; 

”a Dios lo gradesco que del rey he su amor, 

”e pídenme mis fijas pora ifantes de Carrión. 
”¿Dezid, Minaya e vos Per Vermudoz, 

”d’ aqueste casamiento que semeja a vos?” 

—“Lo que a vos ploguiere esso dezimos nos. ,} 

1919 Para la interrogación de saludo, v. 204. 

1921 '¿Qué noticias traes de Alfonso.’, v. 928. 

1922 La conjunción si encabeza una interrogación di¬ 
recta (como si fuese indirecta: dime si es pagado), 3216. 

1937 b El Gd consulta con sus sobrinos el matrimonio 
de sus hijas, pero no consulta a Jimena, a la cual sólo en 
el v. 2188 le comunica que el matrimonio está ya concerta¬ 
do. No obstante, la potestad de casar a las hijas residía en 


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CANTAR DE LAS BODAS 


251 


Dixo el Qid: “de grand natura son ifantes de Carrión, 

1938 "ellos son mucho urgullosos e an part en la cort, 

"deste pasamiento non avría sabor; 

1940 "mas pues lo conseja el que más vale que nos, 

"fablemos en ello, en la poridad seamos nos. 

"Afé Dios del píelo que nos acuerde en lo mijor.” 

—“Con todo esto, a vos dixo Alfons 

"que vos vernié a vistas do oviéssedes sabor; 

1945 "querer vos ye veer e darvos su amor, 

"acordar vos yedes después a todo lo mejor.” 

Essora dixo el £id: “plazme de coraqón.” 

—“Estas vistas o las ayades vos," 

dixo Minaya, “vos seed sabidor." 

I95 o—“Non era maravilla si quisiesse el rey Alfons, 

"fasta do lo fallássemos buscar lo ir jemos nos, 

”por darle grand ondra commo a rey e señor. 

el padre y en la madre (Hinojosa, Estudios sobre la hist. 
del derecho esp., p. 103). Adelante, v. 2606, Jimena ma¬ 
nifiesta su participación en el casamiento. La Primera Cró¬ 
nica General hace que el Cid consulte a su mujer en el 
pasaje correspondiente al verso que anotamos. 

1938 an part en la cort, no quiere decir que tengan 
asiento en las Cortes (como interpreta Corominas, Rev. de 
Legislación, 1900, p. 390), sino que siguen habitualmente la 
corte del rey, formando parte de la escuela o séquito del 
mismo. Efectivamente, los históricos Diego y Fernán Gon¬ 
zález figuran como M de achola regis” en los diplomas de * 
1090, nos, etc. 

194a ‘Dios nos aconseje lo mejor.’ 

1944 do oviéssedes sabor, 'donde gustéis’. 

1951 El sentido es: Si el rey quisiese y me llamase a su 
presencia, le iría a buscar donde pudiese hallarle (pues no 
había corte o residencia fija del monarca), mas, pues me 
honra concediéndome unas vistas, fijo el lugar en el Tajo. 


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CANTAR DE LAS BODAS 



”Mas lo que él quisiere, esso queramos nos. 
”Sobre Tajo, que es una agua mayor, 
igjj *'ay amos vistas quando lo quiere mió señor.” 
Escrivien cartas, bien las seilló, 
con dos cavalleros luego las enbió: 
lo que el rey quisiere, esso íerá el Campeador. 


103 

El rey fija plazo para las vistas. Dispónbse 
con los suyos para ir a ellas. 

Al rey ondrado delant le echaron las cartas; 
i 9 6«quando las vio, de coraqón se paga: 

“Saludadme a mió £id, el que en bueno qinxo espada; 
”sean las vistas destas tres sedmanas; 

”s’ yo bivo so, allí iré sin falla.” 

Non lo detardan, a mió £id se tornaban. 

■ 1965 Della part e della pora las vistas se adobavan; 
¿quién vido por Castiella tanta muía preciada, 
c tanto palafré que bien anda, 
cavallos gruessos e corredores sin falla, 
tanto buen pendón meter en buenas astas, 

1970 escudos boclados con oro e con plata, 


1965 della part e della, 'de una y de otra parte’, 2079. 
3 * 39 - 

1968 sin falla, ripio común con la poesía francesa, 
p. 44, n. 2. 

1970 boclados con oro, 'con bloca de oro’, p. 104. 


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CANTAR DE LAS BODAS 


253 


mantos e pielles e buenos cendales d' Andriandria ? 
Conduchos largos el rey enbiar mandava 
a las aguas de Tajo, o las vistas son aparejadas. 

* Con el rey atantas buenas conpañas. 
i97slffantes de Carrió» mucho alegres andan, 
lo uno adebdan e lo otro pagavan; 
commo ellos tenien, crecer les ya la ganancia, 
quantos quisiessen averes d’ oro o de plata. 

El rey don Alfonso a priessa cavalgava, 

» 9 «ocu emdes e podestades e muy grandes mesnadas. 

Ifantes de Carrión lievan grandes conpañas. 

1971 En ediciones anteriores supuse A[lexán]dria aten¬ 
diendo a que en la poesía francesa ocurren a menudo expre¬ 
siones como “soie Alexandrine”, “paile Alexandrín”, pues 
Alejandría (ant. Alexándria) era el mercado de estas telas, 
que se fabricaban en Grecia, Siria, Persia e India Pero 
Schultz-Gorra ( Zeitschrift für rom t Philologie, XXVI, 718) y 
Bertoni (// Cantare del Cid, ps. 21 y 167) preponen dejar 
cendales d’Adria, como dice el manuscrito de Pedro Abbad, 
suponiendo que se trata de una mala traducción de la frase 
“cendal d’Andre", que ocurre en las cbansons francesas. 
La analogía de las dos expresiones es sorprendente, y las 
dificultades que yo hallaba en la presencia de la i y en la 
terminación -a en el Adria del Poema, han sido removidas 
por V. Crescini, Cendales d*Adrio (en los Atti del R. Insti¬ 
tuto Véneto, LXXVI, 2.», 1917, pág- 905) el cual muestra 
que la isla de Andros, una de las Cicladas, famosa por sus 
cendales y jametes era llamada concurrentemente con Andra 
y Andre, también Andria, por ejemplo en Montaner (y en 
la Crónica de Morea, págs. 22 y 147). 

1972 conduchos largos, ‘provisiones abundantes’; com¬ 
párese 804. 

1980 El conde era, desde los tiempos visigóticos, go¬ 
bernador de una comarca donde ejercía, por delegación del 
rey, funciones militares, judiciales y económicas. Las 
podestades eran ricos omnes investidos de un cargo in- 


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254 


CANTAR DE LAS BODAS 


Con el rey van leoneses e mesnadas gallizian&s, 
non son en cuenta, sabet, las castellanas; - 
sueltan las riendas, a las vistas se van adeliñadas. 

104 

El Cid y los suyos se disponen para ir a las 
vistas. Parten de Valencia.—El rey y el Cid 
se avistan a orillas del Tajo.—Perdón solemne 
DADO POR EL REY AL ClD. —CONVITES.—El REY 
PIDE AL Cid SUS HIJAS PARA LOS INFANTES.—El 

Cid confía sus hijas al rey y éste las casa. 
—Las vistas acaban. Regalos del Cid a los que 
se despiden.—El rey entrega los infantes al 
Cid. 

I5>8s Dentro en Valencia mió £id el Campeador 
non lo detarda, pora las vistas se adobó. 

Tanta gruessa muía e tanto palafré de sazón, 
tanta buena arma, e tanto buen cavallo corredor, 
tanta buena capa e mantos e pelliqones; 
chicos e grandes vestidos son de colores. 
*<í9oMinaya Albar Fáñez e aquel Per Vermudo.2. 

Martín Muñoz el que mandó á Mont Mayor, 

10926 e Martín Antolínez, el Burgalés de pro, 
el obispo don Jero me, coranado mejor, 

Álbar Alvaroz, e Alvar Sa/vadórez, 

1993 Muño Gustioz, el cavallero de pro, 

ferior al de conde, que consistía en el gobierno o tenencia 
de una fortaleza, ciudad o territorio. 

198a gallisianas, 'gallegas'. 

1984 adeliñadas, ‘encairinadas en derechura’. 

1987 muta para carga, o como el palafré, para camino 
(v. 1548); caballo para guerra. Comp. 2572 3242. 

1993 coranado, 'clérigo*, v. 1501. 


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CANTAR DE LAS BODAS 


255 


Galind Garqiaz, el que io de Aragón: 
estos se adoban por ir con el Campeador, 
e todos los otros quantos que i son. 

Alvar Salvadores e Galind Garciaz el de Aragón, 
,oc«a aquestos dos mandó el Campeador 
aoooftque curien a Valencia d’ alma e de corazón, 
e todos los otros que en poder dessos fossen. 

Las puertas del alcáq^r, mió Cid lo mandó, 
que non se abriessen de día nin de noch; 
dentro es su mugier e sus fijas amas a dos, 
en que tiene su alma e so coraqón, 
aoose otras dueñas que las sirven a su sabor; 
recabdado ha, commo tan buen varón, 
que del alcáqer una salir non puode, 
fata ques torne, el que en buen ora ñafió. 

Salien de Valenqia aguijan a espolón. 

>•10 Tantos cavallos en diestro, gruessos e corredores, 
mió Qid se los gañara, que non ge los dieran en don. 
Hyas va pora las vistas que con el rey paró. 

De un día es llegado antes el rey don Alíons. 
Quando vieron que vinie el buen Campeador, 
«oisreqebir lo salen con tan grand onor. 

Don lo ovo a ojo el que en buen ora naqió, 

2001 en poder dessos, 'bajo la custodia de esos’; com¬ 
párese 486. 

2007 'que ninguna puede salir*; uno, en frase prohibi¬ 
tiva, significa 'ninguna*. 

301 o cavallos en diestro, 'caballo de armas’, v. 1548. 

30 ia paró, 'convino’, 'concertó*; comp. 33. 


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CANTAR DE LAS BODAS 


256 

a todos los sos estar los mandó, 

si non a estos cavalleros que querie de coraqón. 

Con unos quinze a tierras firió, 

aoao commo lo comidía el que en buen ora naqió; 

los inojos e las manos en tierra los fincó, 

las yerbas del campo a dientes las tomó, 

llorando de los ojos, tanto avié el gozo mayor; 

assí sabe dar omildanqa a Alfons so señor. 

a0 *sDe aquesta guisa a los piedes le cayó; 

tan grand pesar ovo el rey don Alfons: 

“Levantados en pie, ya £id Campeador, 

y; besad las manos, ca los piedes no; 

”si esto non feches, non avredes mi amor.” 

*030Hinojos fitos sedie el Campeador: 

“¡Merqed vos pido a vos, mió natural señor, 

”assí estando, dédesme vuestra amor, 

303a b ”que lo oyan todos quantos aquí son.” 

Dixo el rey: “esto feré d’alma e de coraqón; 

”aquí vos perdono e dovos mi amor, 

2017 estar ‘detenerse, quedarse quieto*, 
aoitf a tierras firió, ‘echó pie a tierra', v. 184a. 
aoao comidía, ‘como pensaba’, 'como había dispuesto'. 
3022 'mordió la yerba*. Compárese la frase clásica "mor¬ 
der la tierra** (‘morir’, 'ser vencido’), la cual tiene en ale¬ 
mán la curiosa variante “ins Grans beissen", esto es: "mor¬ 
der la yerba". Segqn indica G. L. Hamilton (The Romanic 
Review, IV, 1913, p. 226-227), se ha demostrado que era 
costumbre entre los pueblos indios, itálicos, germanos y 
eslavos, que el vencido tomase hierba en la boca o en la 
mano en señal de sumisión o pidiendo misericordia. La 
señal de rendimiento que da el Cid al rey es una super¬ 
vivencia de aquella costumbre. 

2024 omildanga, 'acatamiento'. 


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CANTAR DE LAS BODAS 


*57 


jo 35 ”én todo mió reyno parte desde oy.” 

Fabló mió Qid e dixo esta razón: 

10366“merced; yo lo recibo, Alfons mió señor; 
”gradéscolo a Dios del qielo e después a vos, 

”e a estas mesnadas que están a derredor.” 
Hinojos fitos las manos le besó. 
io4oLevós en pie e en la bócal saludó. 

Todos los demás desto avien sabor; 
pesó a Albar Díaz e a Garci Ordóñez. 

Fabló mío £id e dixo esta razón: 

1043» “Esto gradesco al padre Criador, 

”quando he la graqia de Alfons mió señor; 

1045 ”valer me a Dios de día e de noch. 

”Fossedes mió huésped, si vos ploguiesse, señor.” 
Dixo el rey: “non es aguisado oy: 

”vos agora llegastes, e nos viniemos anoch; 

''mío huésped seredes, £id Campeador, 

1030 ”e eras feremos lo que ploguiere a vos.” 

Besóle la mano mió £id, lo otorgó. 

Essora se le omíllan iffantes de Carrión: 
“Omillámosnos, Cid, en buena nasquiestes vos! 
”En quanto podemos andamos en vuestro pro.” 

3035 dovos en todo mío reyno porte, 'os doy acogida en 
mi reino’; comp. 1938, 2363. 

2040 'levantóse en pie y le besó en la boca'; comp. 3030. 
3043 Albor Dios, potestad de la corte de Alfonso VI, 
enemigo del Cid, p. 33. 

3045 de dio e de noch, 'siempre’, v. 222. 

3048 anoch, 'ayer'; comp. 2013; Cantar, p. 29 2^. 

3053 omillarse a uno, 'saludarle*; comp. 1396. 

3054 'somos vuestros buenos amigos’, v. 1388. 

l 7 


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258 CANTAR DE LAS BODAS 

*>ss Respuso mió £id: “assí lo mande el Criador l” 
Mió Qid Roy Díaz, que en ora buena naqió, 
en aquel día del rey so huésped fo; 
non se puede fartar dél, tántol querie de coraqón; 
catándol sedie la barba, que tan aínal creqid. 

3060 Maravíllanse de mió Cid quantos que y son. 

Es día es passado, e entrada es la noch. 

Otro día mañana, claro salie el sol, 
el Campeador a los sos lo mando 
que adobassen cozina pora quantos que i son; 
aoó 5 de tal guisa los paga mió £id e! Campeador, 
todos eran alegres e acuerdan en una razón: 
passado avie tres años no comieran mejor. 

Al otro día mañana, assi commo salió el sol, 
d obispo don Jerotne la missa cantó. 

•070Al salir de la missa todos juntados son; 
non lo tardó el rey, la razón conpeqó: 

“Oídme, las escuelas, cuemdes e ifanqones! 
"cometer quiero un ruego a mió Cid el Campeador; 
"assi lo mande Cristus que sea a so pro. 

»o 75 "Vuestras fijas vos pido, don Elvira e doña Sol, 

2059 tan aína, 'tan pronto'; hacía poco tiempo que el 
Cid estaba desterrado y que había hecho el voto de no 
cortarse la barba (v. 1*41), y, sin embargo, ¿1, que siempre 
era bien barbado (789), tenia la barba tan crecida, que ad¬ 
miraba a cuantos le veían, v. 2059-60, 3 * 73 * 74 . 7 por eso 
el juglar le aplica como epíteto el de la luenga barba , 1226, 
o el de la barba grant, 2410. 

2072 escuelas, 'mesnadas', v. 1360. 

2073 cometer, 'proponer’; como acometer en 1375. 


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CANTAR DE LAS BODAS 


259 


”que las dedes por mugieres, a ifantes de Carrión. 
"Semejam el casamiento ondrado e con grant pro, 
’ ellos vos las piden e mándovoslo yo. 

”Della e della parte, quantos que aquí son, 

»o8o”]os mios e los vuestros que sean rogadores; 
"dándoslas, mió Cid, si vos vala el Criador!” 

—“Non abría fijas de casar”, respuso el Campeador, 
“ca non han grant hedad e de días pequeñas son. 
”De grandes nuevas son ifantes de Carrión, 

3015 ”perteneqen pora mis fijas e aun pora mejores. 
”Hyo las engendré amas e criásteslas vos, 

”entre yo y ellas en vuestra merqed somos nos; 

7 a f ellas en vuestra mano don Elvira e doña Sol, 
”dadlas a qui quisiéredes vos, ca yo pagado so.” 
1090—“Graqias”, dixo el rey, “a vos e a tod esta cort.” 
Luego se levantaron iffantes de Carrión, 
kan besar las manos al que en ora buena naqió; 
carnearon las espadas antel rey don Alfons. 

2079 ‘De una y otra parte', v. 1965. 

2080 rogador era el que solemnemente intercedía y 
pedía la novia en matrimonio: recibía la novia y era me¬ 
diador en la transmisión de la potestad que sobre ella 
se confería al esposo o pretendiente. Comp. 3088, 2097-99, 
2 i 3 a- 37 . 

2083 Las hijas del Cid son aún ds días pequeñas, o de 
días chicas, 269, esto es, niñas, 255, 371, 1569, o iff antes, 
1279, tanto al empezar la acción del Poema como al ir a 
Valencia y ahora al desposarse. Comp. nota 2703. 

2084 nuevas, ‘renombre, fama*, v. 1154, 2683. 

2086 El rey había criado a las hijas del Cid, p. 92. 

2087 ‘tanto yo como ellas estamos a vuestro mandar*. 
2093 ‘cambiaron las espadas', en señal de parentesco. 

Era corriente dar las armas como prenda de amistad. Así 


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26 o 


CANTAR DE LAS BODAS 


Fabló rey don Alfons comino tan buen señor: 

*095 “Gragias, ^id, commo tan bueno, e primero al Criador, 
“quem dades vuestras fijas pora ifantes de Camón. 
"Daqui las prendo por mis manos don Elvira e doña Sol 
"e dólas por veladas a i fantes de Carrión. 

"Yo las caso a vuestras fijas con vuestro amor, 
aioo”al Criador plega que ayades ende sabor. 

"Afelios en vuestras manos ifantes de Carrióq, 

"ellos vayan convusco, ca d* aquén me tomo yo. 
"Trezientos marcos de plata en ayuda les do yo, 

"que metan en sus bodas o d*o quisiéredes vos; 
síes "pues fueren en vuestro poder en Valencia la mayor, 

"los yernos e las fijas todos vuestros fijos son: 

"lo que vos ploguiere, dellos fet, Campeador." 

Mió £id gclos regibe, las manos le besó: 

“Mucho vos lo gradesco, commo a rey e a señor! 

*no "Vos casades mis fijas, ca non gelas do yo.” 

Las palabras son puestas, los omenajes dados son , 
que otro dia mañana quando saliere el sol, 

•naques tomasse cada uno don salidos son. 

cuando Edmundo, rey de Inglaterra, y Canuto, rey de Di¬ 
namarca, contrajeron alianza, en la conferencia de Olney, 
cambiaron el vestido y las armas en señal de pacto de 
amistad. 

a 103 El señor debía dar a su vasallo ayuda de costa 
para las bodas. Por esto Ruy Velázquez, en la leyenda de 
los Infantes de Lara, se queja de que su señor el conde 
de Castilla no cumplió bien este deber, “me costaron mucho 
mis bodas, et el conde Garci Fernández non me ayudó 
y tan bien como yo cuidé et él deviera”. 

2104 nhtan, ‘empleen, gasten’. 


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CANTAR DE LAS BODAS 


2ÓI 


Aquís metió en nuevas mió £id el Campeador; 
tanta gruessa muía e tanto palafré de sazón, 
an6 tantas buenas vestiduras que d* alfaya son, 
aii S conpeqó mió £id a dar a quien quiere prender so don 
an 7 cada uno lo que pide, nadi nol dize de no. 

Mió £id de los cavallos sessaenta dio en don. 
lodos son pagados de las vistas quantos que y son; 
a : 10 partir se quieren, que entrada era la noch. 

£1 rey a los ifantes a las manos les tomó, 
metiólos en poder de mió £id el Campeador: [son; 
“Evad aquí vuestros fijos, quando vuestros yernos 
”de oy mas, sabed qué fer dellos, Campeador; 
"sirvanvos commo a padre e guórdenvos cum a se- 
ii*s—“Gradéscolo, rey, e prendo vuestro don; [ñor.” 
"Dios que está en qielo d evos dent buen galardón. 

ios 

El Cid no quiere entregas las hijas por si mismo. 

—Minaya será representante del rey. 

ai 3 i ”Yo vos pido merqed a vos, rey natural: 

”pues que casades mis fijas, así commo a vos plaz, 

2113 Aquís metió en nuevas, 'entonces hizo cosa seña¬ 
lada’. Bello: 'ganó fama i alabanza’; Hinard: 'alora ae 
mit á faire des larguesses’; loa otroa traductorea siguen 
a Bello (Adam) o a Hinard (Huntington, Bertoni). 

2116 d’alfaya, *de valor’. 

2i2i los tomó de la mano'. 

2123 Evad aquí, ‘he aquí’; comp. 253. 


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2Ó2 CANTAR DE LAS BODAS 

“dad mañero a qui las dé, quando vos las tomades; 

“non gelas daré yo con mi mano, nin de»d non se alabarán.” 
3 >35 Respondió el rey: “afé aquí Albar Fáñez; 

“prendellas con vuestras manos e daldas a los ifantes, 

“assí commo yo las prendo daquent, commo si fosse delant, 
“sed padrino dellas a tod el velar; 

“quando vos juntáredes comigo quem digades la verdat.” 
2140Dixo Albar Fáñez: ‘‘señor, afé que me plaz.“ 

106 

El Cid se despide del rey.—Regalos. 

Tod esto es puesto, sabed, en grand recabdo. 

“Ya rey don Alfons, señor tan ondrado, 

“destas vistas que oviemos, de mí tomedes algo. 
“Tráyovos treinta palafrés, estos bien adobados, 
sus ”e treinta cavallos corredores, estos bien enssellados; 
“tomad aquesto, e beso vuestras manos.” 

a 133 dad mañero, designad un representante’ o apo¬ 
derado (para dar, comp. 1405). Más generalmente se decía 
“dar por mañero a uno". 

a 137 daquent, ‘aquí’. El rey simula entregar efectiva¬ 
mente a las hijas del Cid, cogiéndolas de las manos, como si 
estuviese con ellas en Valencia, commo ti fosse delant. 

Asi también se simulaba la entrega material de una he¬ 
redad, como si se hiciese entregando la rama o el césped 
de ella, M e en tanto vos meto e apodero por esta carta, assi 
commo ssi estudiessemosen ello de piedes 
o en logar onde lo oviessemos a ojo" (documento de 1*97). 
ai 38 el velar 'la ceremonia de laa velaciones’. 


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CANTAR DE LAS BODAS 263 

Dixo el rey don Alfons: “mucho me avedes enbargado. 
w Reqibo este don que me avedes mandado; 

”plega al Criador, con todos los sos santos, 

*i 5 o”este plazer quem feches que bien sea galardonado. 
”Mio Cid Roy Diaz, mucho me avedes ondrado, 

”de vos bien so servido, e tengon por pagado; 

”aun bivo sed i endo, de mí ayades algo! 

”A Dios vos acomiendo, destas vistas me parto, 
axis ”Afé Dios del qielo, que lo ponga en buen recabdo.l” 

107 

Muchos del rey se van con el Cid a Valencia. 

Los INFANTES ACOMPAÑADOS POR PEDRO VbR- 
MÚDEZ. 

„, 7 Sobrel so cavallo Bavieca mió Cid salto dio; 
“Aquí lo digo, ante mió señor el rey Alfons: 

”qui quiere ir a las bodas, o reqebir mió don, 

3x30”daquend vaya comigo; cuedo quel avrá pro.” 

1IS 6 Yas espidió mió Cid de so señor Alfons, 
non quiere quel escurra, dessí luégoi quitó. 

Veriedes cavalleros, que bien andantes son, 
besar las manos, espedirse de rey Alfons: 
a,6o“Mer<;ed vos sea e fazednos este perdón: 

ei 47 embargado, 'abrumado' a fuerza de atenciones, 
ai48 ‘que me habéis otorgado’, 
ai52 tengon, 'téngome'. 

2157 ‘no quiere que salga a despedirle (v. 1067), allí 
xrismo se separó de él’. 

a 160 foseónos este perdón, ‘perdonadnos esto*. 


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264 


CANTAR DE LAS BODAS 


”h i remos en poder de mió £id a Valencia la mayor; 
"seremos a las bodas d’ ifantes de Carrióu 
"he de fijas de-st(p Cid, de don Elvira e doña Sol.” 
Esto plogo al rey, e a todos los soltó; 
a, 6$ la conpaña del £id creqe, e la del rey mengó, 
grandes son las yentes que van con el Canpeador. 

Adeliñan pora Valencia, la que en buen punto ganó. 
A Femando e a Díago aguardar los mandó 
a Per Vermudo* e Muño Gustioz, 

3170—en casa de mió Cid non a dos mejores,— 
que sopiessen sus mañas d’ ifantes de Carrión. 

E va i Ansuor Gonqált/ez, que era bullidor, 
que es largo de lengua, mas en lo al non es tan pro. 
Grant ondra les dan a ifantes de Carrión. 

**75Afelos en Valencia, la que mió Qid gañó; 

quando a ella assomaron, los gozos son mayores. 
Dixo mió Cid a don Pero e a Muño Gustioz: 

“Dad les un reyal a ifantes de Carrión, 

”e vos con ellos seed, que assí vos lo mando yo. 
ai«o”Quando viniere la mañana, que apuntare el sol, 
"verán a sus esposas, a don Elvira e a doña Sol." 

ai64 soltó, ‘dejó marchar libremente’ (comp. 1400). 
a 168 aguardar, ‘servir, acompañar’, 1449. 
ai 72 bullidor, ‘bullanguero’. Este Asur González era her¬ 
mano mayor de los infantes de Carrión; aunque el poeta 
no lo dice, los oyentes reconocerían inmediatamente, por 
el apellido, que se trataba de un hermano de Diego y Fer¬ 
nando. 

ai 78 reyal, ‘real, albergue’. 


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CANTAR DE LAS BODAS 


265 


108 

El Cid anuncia a Jimena el casamiento. 

Todos essa noch foron a sus posadas, 
mío £id el Campeador al alcáqer entrava; 

1 e^ibiólo doña Ximena e sus fijas amas: 

Venides, Campeador, buena qinxiestes espada! 
"muchos dias vos veamos con los ojos de las caras!” 
—'“Grado al Criador, vengo, mugier ondrada! 
"yernos vos adugo de que avremos ondranqa; 
"gradídmelo, mis fijas, ca bien vos he casadas!" 

109 

Doña Jimena y las hijas se muestran satisfechas. 

3190 Besáronle las manos la mugier e las fijas 
e todas las dueñas de quien son servidas: 

“Grado al Criador e a vos, (¡id, barba vellida! 
"todo lo que vos feches es de buena guisa. 

"Non serán menguadas en todos vuestros días!” 
, 195 —“Quando vos nos casáredes bien seremos ricas.” 

3185 Para la interrogación de saludo, v. 204. 

2 188 vos adugo, 'os traigo’. 

3193 'todo lo que vos hacéis está bies hecho’. 


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266 


CANTAR DE LAS BODAS 


IIO 

El Cid recela del casamiento. 


—“Mugier doña Ximena, grado al Criador. 

”A vos digo, niis fijas, don Elvira e doña Sol: 
"deste vuestro casamiento crearemos en onor; 
"mas bien sabet verdad que non lo levanté yo: 
a»oo "pedidas vos ha e rogadas el mió señor Alfons, 
"atan firme mientre e de todo coraqón 
"que yo nulla cosa nol sope deür de no. 
"Metivos en sus manos, fijas, amas ados; 

"bien me lo creades, que él vos casa, ca non yo.” 


III 

Preparativos de las bodas.—Presentación de los 

INFANTES.-MlNAYA ENTREGA LAS ESPOSAS A LOS 

infantes.—Bendiciones y misa.—Fiestas duran¬ 
te QUINCE DÍAS.—Las BODAS ACABAN; REGALOS A 
LOS CONVIDADOS.—El JUGLAR SE DESPIDE DE SUS 
OYENTES. 

aao5 Penssaron de adobar essora el palaqio, 
por el suelo e suso tan bien encortinado, 


2199 non lo levanté, *no lo inicié, no lo hice’. 

2200 rogadas, recuérdese que el rey fué rogador, del ma¬ 
trimonio, v. 2080. 

2206 ‘cubierto de tapices por el suelo y por las pare¬ 
des’. Los tapices de pared se usaron desde muy antiguo, 
pero los del suelo eran más bien un lujo de los pueblos 
orientales que no se propagó en Francia sino con las cru¬ 
zadas. 


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CANTAR DE LAS BQDAS 267 

/ 

tanta pórpola e tanto xámed e tanto paño preciado. 

Sabor abriedes de seer e de comer en el palacio. 

Todos sos cavalleros apriessa son juntados, 
ano Por iffantes de Camón essora enbiaron, 

ca valgan los iffantes, adelant adeliñavan al palacio, 
con buenas vestiduras e fuertemientre adobados; 
de pie e a sabor, Dios, qué quedos entraron! 

Recibiólos mió <Jid con todos sos vasallos; 
a«is a el/e e a ssu mugier delant se le omillaron, 
e ivan posar en un precioso escaño. 

Todos los de mió £id tan bien son acordados, 
están parando mientes al que en buen ora nasco. 

El Campeador en pie es levantado: 
asió ‘-Pues que a fazer lo avernos, por qué lo irnos tardando? 
n Venit acá, Albar Fáñez, el que yo quiero e amo! 

”affé amas mis fijas, métolas en vuestra mano; 

”sabedes que al rey assí gelo he mandado, 

”no lo quiero fallir por nada de quanto ay parado: 

«»s”a ifantes de Carrión dadlas con vuestra mano, 

”e prendan bendiciones e vavamos recabdando.” 

2207 pórpola, 'púrpura'; xámed, 'tela de seda’. 

22 1 2 fuertemientre adobados, 'muy bien ataviados’, esto 
es, ‘con lujo’. 

2217 acordado, 'prudente*, v. 1290. 

2220 'por qué lo vamos retardando?’ 

2222 'he aquí ambas mis hijas’. 

2223 'asi se lo he otorgado, o prometido*. 

2224 'no quiero faltar en nada de cuanto se halla con¬ 
certado con el rey*. 

2226 'reciban la bendición y vayamos despachando 
esto’. 


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268 CANTAR DE LAS BODAS 

■ — ■ .i ■ ■ ■ — — *■ ■■■ 

—Estoz dixo Minaya: “esto faré yo de grado.” 
Levántanse derechas e metiógelas en mano. 

A ifantes de Carrión Minaya va fablando: 

**3®“Afevos delant Minaya, amos sodes hermanos. 

’*Por mano del rey Alfons, que a mí lo ovo mandado, 
”dovos estas dueñas, —amas son fijas dalgo,— • 

”que las tomassedes por mugieres a ondra e a recabdo.” 
Amos las reciben d’ amor e de grado, 

3 *3$ a mío £id e a su mugier van besar la mano. 

Quando ovieron aquesto fecho, salieron del palacio, 
pora Santa María a priessa adelinnando; 
el obispo don Jerome vistiós tan privado, 
a la puerta de la eclegia sediellos sperando; 

«adióles bendictiones, la missa a cantado. 

Al salir de la ecclegia cavalgaron tan privado, 
a la glera de Valencia fuera dieron salto; 

Dios, qué bien tovieron armas el £id e sos vassallos 1 
Tres cavallos carneó el que en buen ora nasco. 
a,45Mió de lo que virfie mucho era pagado: 
ifantes de Carrión bien an cavalgado. 

Tómanse con las dueñas, a Valenqia an entrado; 

22a8 Ellas se ponen en pie y el Cid las entrega en 
manos de Minaya, el cual, teniéndolas asidas, habla a los 
infantes. 

2233 Minaya entrega las esposas como representante 
del rey (v. 2137), realizando la ceremonia civil del ma¬ 
trimonio antes que la religiosa. La Iglesia procuraba que 
la entrega de la novia se hiciese por mano del sacerdote, 
el cual la recibía de mano de los parientes. 

2238 tan privado, 'tan de prisa*. 

2243 tovieron armas, 'jugaron las armas’, v. 1577. 


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CANTAR DE LAS BODAS 


269 


ricas fueron las bodas en el alcaqer ondrado, 
e al otro día fizo mió £id fincar siete tablados: 

«so antes que entrassen a yantar todos los crebantaron. 

Quinze días conplidos en las bodas duraron, 
qerca de los quinze días yas van los fijos dalgo. 
Mió C*cl don Rodrigo, el que en buen ora nasco, 
entre palafrés e muías e corredores cavallos, 

«55en bestias sines al qiento ha mandados; 
mantos e pelliqones e otros vest : dos largos; 
non foron en cuenta los averes monedados. 

Los vassallos de mió Cid assí son acordados, 
cada uno por sí sos dones avien dados. 
arfoQui aver quiere prender bien era abastado; 

ricos tornan a Castiella los que a las bodas llegaron. 
Yas ivan partiendo aquestos ospedados, 
espidiéndos de Roy Díaz, el que en buen ora nasco, 
e a todas las dueñas e a los fijos dalgo; 

«65 por pagados se parten de mió Cid e de sos vassallos. 
Grant bien dizen dellos ca será aguisado. 

22 49 tablados, ▼. 160a. 

22SJ duraron, 'emplearon, gastaron', ▼. 1169. Las bo¬ 
das solían durar una o dos semanas, y hasta cinco y siete, 
tanto que, en el siglo xm, tuvieron las leyes que imponer 
restricciones a tan dispendiosos regocijos. 

22 56 vestidos largos, 'vestidos en abundancia 1 ; compᬠ
rese 804. 

3259 No sólo el padre, sino los parientes y los amigos 
de la novia regalaban pródigamente a todos los convida¬ 
dos a la boda. 

22 63 Nótese la mezcla de construcción: espedirse de 
y espedirse a. 


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270 


CANTAR DE LAS BODAS 


Mucho eran alegres Dídago e Ferrando; 
estos foron fijos del comde don Gonqalvo. 

Venidos son a Castiella aquestos ospedados, 

**70 el e sos hyemos en Valencia son rastados. 

Y moran los ifantes bien cerca de dos años, 
los amores que les fazen mucho eran sobejanos. 

Alegre era el Cid e todos sos vassallos. 

1 Plega a Santa María e al Padre santo 
»*7sques pague des casamiento mió Cid o el que lo ovo algo. 
Las coplas deste cantar aquis van acabando. 

El Criador vos vala con todos los sos santos. 


2270 son Tostados, *han quedado’. 

2272 'los agasajos que les hacen’. 

2275 *o el que lo estimó en algo’, frase que. sin duda, 
alude al rey, rogador del matrimonio. Es de lección nruy 
dudosa por estar estropeado el manuscrito en este pasaje. 
El juglar aparenta no conocer la suerte que aguarda a las 
hijas del Cid, para mantener asi despierto el intérés de sus 
oyentes. 


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CANTAR TERCRRO 


LA AFRENTA DE CORPES 


112 

Suéltase el león del Cid. Miedo de los infantes 
de Carrión. El Cid amansa al león.—Vergüen¬ 
za DE LOS INFANTES. 


En Valenqia sedí mió Cid con todos los sos, 
con el/e amos sos yernos ifantes de Carrión. 
jíSoYazies en un escaño, durmie el Campeador, 
cíala sobrevienta, sabed, que les cuntió: 
salios de la red e desatós el león. 

En grant miedo se vieron por medio de la cort; 
enbraqan los mantos los del Campeador, 

«85 e qercan el escaño, e fincan sobre so señor. 

Ferranf Gonqalvez, ifant de Carrión, 

2386¿non vido allí dos alqasse, nin cámara abierta nin torre; 


2280 Yasies, 'estábase echado’. 

2281 ‘mala sorpresa les aconteció’. 

2282 red, 'reja, jaula’. 

2285 sobre, 'alrededor de*, comp. 1053. 

2286 b dos alfosse, 'donde se escondiese’. 


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/ 

272 CANTAR DE CORTES 

mctiós sol escaño, tanto ovo el pavor. 

Dbg Gonqalvez por la puerta salió, 
diziendo de la boca: “non veré Carrión!” 

”9®Tras una viga lagar metiós con grant pavor; 
el manto e el brial todo suzio lo sacó. 

En esto despertó el que en buen ora naqió; 
vi do qercado el escaño de sos buenos varones: 
“Qués esto, mesnadas, o qué queredes vos?” 

»« 9 s—“Ya señor ondrado rebata nos dió el león.” 

Mió Cid fincó el cobdo, en pie se levantó, 
el manto trae al cuello, e adeliñó para’ Icón; 
el león quando lo vio, assí envergonzó, 
ante mió Cid la cabeza premió e el rostro fincó. 
>j«oMio Cid don Rodrigo al cuello lo tomó, 
e liévalo adestrando, en la red le metió. 

A maravilla lo han quantos que i son, 
e tornáronse al palaqio poja la cort. 

2289 Los infantes, en cualquier peligro, suspiran co¬ 
bardemente por su Carrión, v. 2322. 

2291 brial, véase p. 109. La suciedad de los vestidos 
del infante fué tema divertido para los refundidores y 
poetas tardíos; Quevedo dedicó a este asunto un romance, 
según el cual el Cid tiene hartos motivos para decir a su 
yerno: 

Ya que Colada no os fizo 
valiente aquesta vegada, 
fágavos colada limpio: 
echaos, buen conde, en colada. 

2295 Ya, 'oh'; rebata, 'sobresalto, susto'. 

2298 cusí, *de tal modo, mucho’. 

2299 'bajó la cabeza e hincó el hocico’. 

2300 Ho cogió por el cuello’. 

2301 *lo lleva como de diestro, lo metió en la jaula’. 


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CANTAR DE CORPES 



Mío por sos yernos demandó e no los falló; 
a30S maguer los están llamando, ninguno non responde. 

. Quando los fallaron, assí vinieron sin color; 
non vidtestes tal juego commo iva por la cort; 
mandólo vedar mió £id el Campeador, 

Muchos tovieron por enbaídos ifantes de Carrión, 
33 io fiera cosa les pesa desto que les cuntió. 

“3 

El rey de Búcar de Marruecos ataca a Valencia. 

Ellos en esto estando, don avien grant pesar, 
fuerqas de Marruecos Valencia vienen qercar; 
en el campo de Quarto ellos fueron posar, 
cinquaenta mili tiendas fincadas ha de las cabdales; 
aqueste era el rey Búcar, sil ovicstes contar. 

114 

Los infantes temen la batalla. El Cid 

LES REPRENDE. 

, JXJ Alegravas el (¿id e todos sos varones, 
que les creqe la gananqia, grado al Criador. 

3309 enbaídos, 'avergonzados, corridos*. 

*310 fiera cosa, 'fieramente, mucho'. / 

3311 don, ‘de lo cual*. 

3313 b Sobre el Quarto, v. 1711. 

3314 Búcar, p. 39. La frase sil oviestes contar, 'si 
oísteis de él*, es común en la poesía medieval. 

18 


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274 


CANTAR DE CORPES 


Mas, sabed, de cuer les pesa a ifantes de Cardón; 

ca veyen tantas tiendas de moros de que non avien sabor. 

Amos hermanos a part salidos son: 

332°“Catamos la ganancia e la pérdida no; 

"ya en esta batalla a entrar abremos nos; 

"esto es aguisado por non veer Cardón, 

"bibdas remandrán fijas del Campeador." 

Oyó la poridad aquel Muño Gustioz, 

>335vino con estas nuevas a mió £id el Campeador: 

"Evadtes vuestros yernos tan osados son, 

"por entrar en batalla desean Cardón. 

"Idlos conortar, si vos vala el Criador, 

"que sean en paz e non ayan i raqión. 

3330 "Nos con vusco la venaremos, e valer nos ha el Criador.” 

Mió £id don Rodrigo sonrrisando salió: 

“Dios vos salve, yernos, ifantes de Cardón, 

"en braqos tenedes mis fijas tan blancas commo el sol! 

"Yo desseo lides, e vos a Cardón, 

< 

2320 'Al casarnos con las hijas del Cid miramos tan 
sólo la ganancia’; recuérdese los v. 1374 y 1888. 

2322 Comp. 2289. 

2324 Recuérdese que Muño Gustioz estaba encargado 
de acompañar y observar a los infantes, v. 2169, 2177. 

2326 Evades, 'he aquí’, v. 253. 

2329 'que se queden en paz y no tomen parte en la 
batalla’. 

2333 Aunque ya hacía más de un año que los infantes 
se habían casado (v. 2271), el Cid les recuerda sus espo¬ 
sas, porque el caballero estaba excusado de ir a la guerra 
durante el año de sus bodas, según el fuero de tierra de 
León y de Carrión, confirmado por la reina doña Urraca 
el año 1109. 


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CANTAR DE CORPES 


275 


>335 ”en Valencia folgad a todo vuestro sabor, 

”ca d’ aquellos moros yo so sabidor; 

"arrancar me los trevo con la merqed del Criador.” 

/ * 

C 

Ir 5 

Mensaje de Búcar.—Espolonada de los cristianos. 
Cobardía del infante Fernando (Laguna del ma¬ 
nuscrito, 50 versos que se suplen con el texto de 
la Crónica de Veinte Reyes). — Generosidad de 
Pedro Veruúdez. 

Ellos en esto fablando, enbió el rey Búcar dezir al 
Qid que le dexase Valengia e se fuesse en par.; sinón, 
que le pecharle quanto y avie fecho. El Qid dixo a 
aquel que troxiera el mensaje: “id dezir a Búcar, a 
”aquel fi de enemigo, que ante destos tres dios le daré 
”yo lo que él demanda” 

Otro dia mandó el Qid armar todos los suyos e sa- 
llió a los moros. Los infantes de Carrión pidiéronle 
estonces la delantera *; e después que el Qid ovo pa¬ 
radas sus azes, don Ferrando, el uno de los infantes, 
adelantóse por ir ferir a un moro a que dizian Ala- 
draf. El moro quando lo vio, fue contra él otrossí; e 
el infante, con el grand miedo que ovo dél, bolvió la 
rienda e fuxó, que solamente non lo osó esperar. 

Pero Vermúdez que iva aqerca dél, quando aquéllo 
vio, fue ferir en el moro, e lidió con él e matólo. Desí 

3337 *me atrevo a vencerlos’. 

* la delantera, esto es, las heridas primeras; comp. 33 * 7 » 


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276 


CANTAR DE CORPES 


tomó el cavallo del moro, e fue en pos el infante que 
iva fuyendo e díxole: “don Ferrando, tomad este ca¬ 
vallo e dezid a todos que vos matastes al moro cúyo 
era, e yo otorgarlo e con vusco” 

El infante le dixo: “don Pero Vermúdez, mucho 
vos gradesco lo que dezides; 

2138 "aun vea el ora que vos meresca dos tanto.” 

En una conpaña tornados son amos. 

2340 Assi lo otorga don Pero quemo se alaba Ferrando. 
Plogo a mió Cid e a todos sos vasallos; 

“Aun si Dios quisiere e el Padre que está en alto, 
”amos los mios yernos buenos serán en canpo.” 

Esto van diziendo e las yentes se allegando, 
3 3*5en la ueste de los moros los atamores sonando; 
a maravilla lo avien muchos dessos cristianos, 
ea nunca lo vieran, ca nuevos son llegados. 

Mas se maravillan entre Diego e Ferrando, 

A 

2338 'ojalá os lo pueda pagar con creces’; literalmente, 
vos meresca dos tanto, 'merezca de vos el doble’.—No 
entendiendo esta frase, el hispanófilo inglés J. H. Frére, 
cuando estuvo de embajador en Madrid, propuso al marqués 
de la Romana la corrección que vos merescodes tanto. 
Luego, necesitando Frére comunicar secretamente de parte 
del Gobierno británico, con Romana, cuando éste servía 
con los franceses en Dinamarca, le envió a Mr. Robertson; 
mas, para no comprometer al enviado, le dió por única 
credencial el verso corregido: Aun vea el hora que vos 
mer escodes tanto, el cual aseguró ji Romana que Ro¬ 
bertson venía de parte de Frére. 

• 2342 Para Dios e el Padre, comp. v. 300. 

2347 Los tambores desconocidos de los cristianos, p. 107. 

2348 entre, v, 191, 


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CANTAR DE CORPES 


277 


por la su voluntad non serien allí llegados. 

3350 Oíd lo que fabló el que en buen ora nasco: 

“lAla, Per Vermudos, el mió sobrino caro! 
"cúriesme a Dídogo e cúriesme a Fernando 
"míos yernos amos a dos, la cosa que mucho amo, 

"ca los moros, con Dios, non fincarán en canpo.” 

Il6 

Pedro Vermúdez se desentiende de los infantes. 

—Minaya y don Jerónimo piden el primer puesto 

EN LA BATALLA. 

*355—“Yo vos digo, £id, por toda caridad, 

"que oy los ifantes a mí por amo non abrán; 
"curíelos qui quier, ca dellos poco m’ incal. 

"Yo con los mios ferir los quiero delant, 

"vos con los vuestros firme mientre a la qaga tengades 
a 3 6o "si cueta fuere, bfcn me nodredcs huviar." 

Aquí llegó Mynaya Álbar Fáñez: 

*36xb“Oíd, ya Cid, Canpeador leal*/ 

"Esta batalla el Criador la ferave, 

2351 Ala, ‘jola!’. Recuérdense los versos 216$ y 2177, 
en que Pero Verirúdez se encarga de los infantes jun¬ 
tamente con Muño Gustioz. 

23 56 amo, ‘ayo’ que cuida a un joven que hace sus pri¬ 
meras armas. 

3357 ‘pues de ellos poco me importa’, v. 230. 

2360 *si hubiere peligro bien me podréis socorrer’. 

2362 ftrove ‘hará’, con -e paragógica (comp. v. 15), de 
la cual ponemos aqui una muestra alrededor de la forma 
Trinidade que aparece en el manuscrito de Pedro Abad. 


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2 7 8 


CANTAR DE CORPES 


”e vos tan dinno que con él avedes partí. 

"Mandádnoslos ferir de qual part vos semejara, 

>3*5 ”el debdo que Aa cada uno a conplir serat/e. 

"Verlo hemos con Dios e con la vuestra auze.” 

Dixo mió Cid: “ayamos más de vagare.” 

Afevos el obispo don Jerome muy bien armado estove. 
Parávas delant al Campeador siempre con la buen auze: 
>370 “Oy vos dix la missa de sania Trinidade. 

0 

"Por esso salí de mi tierra e vin vos buscare, 

"por sabor que avía de algún moro matare; 

"mi orden e mis manos querría las ondrar, 

"e a estas feridas yo quiero ir delant 
2375 "Pendón trayo a corqas e armas de señal, 

"si plogiesse a Dios quémalas ensayar, 

"mió coraqón que pudiesse folgar, 

”e vos, mió Cid, de mí más vos pagar. 

2363 con él avedes part, ‘tenéis ^on él favor, acogida*. 

2364 ‘de la parte que os pareciere’. 

2365 ‘habrá de cumplirse la obligación que cada uno 
tiene*. 

2366 cuse, ‘ventura’, 2369, 1523. 

2367 ‘tengamos calma’, ‘esperemos*. 

2370 La misa de santa Trinidad , v. 319. 

2371 ‘y vine a buscaros’. 

2375 Verso dudoso. Parece que el obispo lleva en su 
pendón pintadas unas corzas por señal o blasón; armas 
de señal son armas con un emblema pintado, para que 
el caballero fuese conocido en la batalla por los que de¬ 
bían guardarle y seguirle. Téngase en cuenta que en tiem¬ 
po del Cid estas señales o blasones no eran todavía fijos 
y hereditarios en las familias. 

2367 ensayar ‘probar, usar un arma*, 2414, 3663. En 
los versos inmediatos se emplea este verbo con otras dos 
acepciones diferentes. 


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CANTAR DE CORPES 279 

*'Si este amor non feches, yo de vos me quiero quitar.” 
>3®° Essora dixo mió £id: “Lo que vos queredes plazme. 
”Afé los moros a ojo, idlos ensayar. 

”Nos d’ aquent veremos cómmo lidia el abbat.” 

11 7 

El obispo rompe la batalla.—El Cid acomete.— 

Invade el campamento db los moros. 

El obispo don Jerowi? priso a espolonada 
e ívalos ferir a cabo del albergada. 

* 3®5 Por la su ventura e Dios quel amava 
a los primeros colpes dos moros matava. 

El astil a crebado e metió mano al espada. 

Ensayavas el obispo, Dios, qué bien lidiava! 

Dos mató con lanqa e qinco con el espada. 

* 39 ° Moros son muchos, derredor le qercavan, 

dávanle grandes colpes, mas nol íalssan las armas. 

El que en buen ora nasco los ojos le fincava, 
enbraqó el escudo e abaxó el asta, 
aguijó a Bavieca, el cavallo que bien anda, 

3379 ‘si no me hacéis este favor, yo me alejaré de 
vos’. 

2381 ensayar, 'acometer’, 3318. 

3383 priso a espolonada, 'comenzó el ataque*. La es¬ 
polonada es la arremetida que unos pocos caballeros, ade¬ 
lantándose a su hueste, hacen contra el enemigo. 

3388 ensayarse, ‘esforzarse en la lucha', hacer proezas, 
3460; e irónicamente en 3746, 3781. 

3391 falssar las armas defensivas, v. 713. 


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28o 


CANTAR DE CORPES 


9395 í val os fcrir de corazón e de alma. 

En las azes primeras el Campeador entrava, 
abatió a siete e a quatro matava. 

Plogo a Dios, aquesta f o el arrancada. 

Mió £id con los sos cade en alcanza; 
a400 veriedes ere bar tantas cuerdas e arrancarse las estacas 
e acostarse los tendales, con huebras eran tantas. 

Los de mió Qid a los de Búcar de las tiendas los sacan. 

Il8 

LOS CRISTIANOS PERSIGUEN AL ENEMIGO.—El ClD AL¬ 
CANZA y mata a Búcar.—Gana la espada Ti¬ 
zón. 

Sácanlos de las tiendas, cáenlos en alcaz; 
tanto braqo con loriga veriedes caer a part, 

3405 tantas caberas con yelmos que poi el campo caden, 
cavallos sin dueños salir a todas partes. 

Siete migeros complidos duró el segudar. 

Mió £id al rey Búcar cadiól en alcaz: 

“Acá torna, Búcar! venist dalent mar. 

»4io”Veerte as con el Cid» el de la barba graut, 

3398 arrancada, Victoria’. 

2400 Para esta descripción comp. v. 1141-43. 

3401 con huebras eran tantas, 'tenían muchas labores 
o adornos'; comp. tendal obrado, 1783. 

3404 Esta descripción está imitada de las Chansons de 
geste francesas, p. 39-40. 

2407 'Siete millas completas duró la persecución de 
los fugitivos'. 


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CANTAR DE CORPES 


28l 


"saludar nos hemos amos, e tajaremos amistaf.” 
Respuso Búcar al £id: “cofonda Dios tal amistad! 
"Espada tienes en mano e veot aguijar; 

"así commo semeja, en mi la quieres ensayar. 

>415 "Mas si el cavallo non estropieqa o comigo non cade, 
"non te juntarás comigo fata dentro en la mar." 
Aquí respuso mió £id: “esto non será verdad." 
Buen cavallo tiene Búcar e grandes saltos faz, 
mas Bavieca el de mió £id alcanzándolo va. 

* 4 »o Alcanzólo el (^id a Búcar a tres brazas del mar, 
arriba alzó Colada, un grant colpe dádol ha, 
las carbonclas del yelmo tollidas gelas ha, 
cortól el yelmo e, librado todo lo al, 
fata la zintura el espada llegado ha. 

*4*5 Mató a Búcar, al rey de alien mar, 

e ganó a Tizón que mili marcos d’ oro val. 
Venzió la batalla maravillosa e grant, 

Aquís ondró mió £id e quantos con elle están . 

2411 ‘nos besaremos (comp. 3030) y pactaremos amistad*. 

2414 ensayar, ‘probar, emplear’, v. 2376. La persecución 
de Búcar, uno de los episodios má9 famoso del Poema, 
p. 49, 50,* n. y 51. 

2417 ‘esto no será así'; comp. 979. 

2422 Comp. 766. 


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282 


CANTAR DE CORPES 


ri 9 

Los del Cid vuelven del alcance.— El Cid satis¬ 
fecho de sus yernos; ístos avergonzados.— Ga¬ 
nancias DE LA VICTORIA. 

Con estas ganancias yas ivan tornando; 

» 43 <>sabet, todos de firme robavan el campo. 

A las tiendas eran llegados con el que buena nasco, 

2433 Mió Cid Roy Diaz, el Campeador contado. 

con dos espadas que él precava algo 

2435 por la matanqa ’vinía tan privado, 

la cara fronzida e almófar soltado, 

cofia sobre los pelos fronzida della yaquanto. 

# 

2455De todas partes sos vassallos van llegando; 

>438 algo vidie mió C«i de lo que era pagado, 
alqó sos ojos, estava adelant catando, 

3440e vido venir a Díago e a Fernando; 

amos son fijos del comde don Gon<jalt/o. 

Alegrós mió Cid fermoso sonrrisando: 

‘‘¿Venides, míos yernos, mios fijos sodes amos! 
"Sé que de lidiar bien sodes pagados; 

2445 J a Carrión de vos irán buenos mandados, 

”cómmo al rey Búcar avernos arrancado. 

”Commo yo fio por Dios y en todos los sos santos, 
”desta arrancada nos iremos pagados.” 

Minaya Albar Fáñez essora es llegado, 

2437 yaquanto, 'algo*. Para la cofia froncida, comp. 1744. 


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CANTAR DE CORPES 283 

>450el escudo trae al cuello e todo espadado; 

de los colpes de las lanqas non avie recabdo;. 
aquellos que gelos dieran non gelo avien logrado. 

Por el cobdo ayuso la sangre destellando; 
de veinte arriba ha moro^ matado; 

2455 “Grado a Dios e al padre que está en alto, 

"e a vos, £id, que en buen ora fostes nado! 

”Matastes a Búcar e arrancamos el canpo. 

"Todos estos bienes de vos son e de vuestros vassallos. 

2460 "E vuestros yernos aquí son ensayados, 

”fartos de lidiar con moros en el campo." 

Dixo mió Cid: “yo desto so pagado; 

"quando agora son buenos, adelant serán preciados.” 

Por bien lo dixo el (¿id, mas ellos lo touieron a escarnio. 

2465 Todos los ganados a Valencia son llegados; 
alegre es mió C*d con todos sos vassallos , 
que a la raqión ca dic de plata seys qientos marcos. 

Los yernos de mió Cid quando este aver tomaron 
desta arrancada, que lo tenien en so salvo, 

247oCuydaron que en sos días nunqua serien minguados. 

2450 El escudo colgado al cuello, p. 105. Como el es¬ 
cudo era de tabla, conservaba las señales de los golpes de 
espada 7 de latua. 

2452 ‘no hablan logrado su intento’, ‘no habían salido 
con la suya’. 

2456 Conjunción e plconástica, v. 300. 

2460 ‘aquí se han distinguido', v. 2388. 

2465 ganados, ‘ganancias’, v. 481. 

2467 El botín se dividía en raciones, que después se re¬ 
partían proporcional mente entre los combatientes. 

2469 en so salvo, ‘en su poder 1 , v. 119; ‘en seguridad'. 


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284 


CANTAR DE CORPES 


Foron en Valencia muy bien arreados, 
conduchos a sazones, buenas pieles e buenos mantos. 
Muchos son alegres mió Cid' e sos vassallos. 

120 

El Cid satisfecho de su victoria y de sus yernos. 

(Repetición). 

Grant io el dia por la cort del Campeador, 
a 47i después que esta batalla vencieron e al rey Búcar mató, 
alqó la mano, a la barba se tomó: 

“Grado a Cristus, que del mundo es señor, 

"quando veo lo que avía sabor, 

"que lidiaran comigo en campo mios yernos amos a dos 
"mandados buenos irán dellos a Carrión, 

"commo son ondrados e aver nos han grant pro." 

121 

Reparto del botín. 

Sobejanas son las ganancias que todos an ganado; 
lo uno es dellos, lo otro han en salvo. 

2478 ‘cuando veo lo que [tanto] deseaba'. 

2483 Verso difícil, que creo significa: ‘lo uno es pro¬ 
piedad ya antigua de ellos; lo otro, de esta batalla, lo 
tienen ya a buen recaudo^; Bertoni, aceptando nuestra 
corrección dellos entiende: ‘una parte era stata divisa sol 
campo (ed erano a ciascuno toccati seicento marchi), l’al- 
tra parte fu posta in sicuro’. Creyendo que sigue aún el 


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CANTAR DE CORPES 


285 

Mandó mío £id, el que en buen ora nasco, 

3485 desta batalla que han arrancado 

que todos prisiessen so derecho contado, 
e el so quinto de mió Qid non fosse olbidado. 

Assi lo fazen todos, ca eran acordados. 

Cadterónle en quinta al £id seys qientos cavallos, 
3490 e otras azémilas e camellos largos 

tantos son de muchos que non serien contados. 

.4 

122 

El Cid, en el colmo de su cloeia, medita domina* 
a Marruecos.— Los infantes ricos y honrados 

EN LA CORTE DEL ClD. 

Todas estas ganancias fizo el Canpeador. 

“Grado ha Dios que del mundo es señor! 

"Antes fu minguado, agora rico so, 

*495 "que he aver e tierra e oro e onor, 

”e son mios yernos ifantes de Carrión; 

"arranco las lides commo plaze al Criador, 

"moros e cristianos de mí han grant pavor. 

"Allá dentro en Marruecos, o las mezquitas son, 

discurso del Cid, traduce Hinard: ‘une partie est nótre, le 
reste leur appartient’, y Bello, más libremente: ‘guarda¬ 
mos lo nuestro i cuidemos de la seguridad común’. 

2488 acordados, ‘prudentes’, v. 1290. 

2490 camellos largos, ‘camellos en abundancia*; com¬ 
párese 804. 

2491 tantos son de muchos, ‘tantísimos son’. 

2495 onor puede significar aquí ‘heredades’, como en 
289, o bien ‘feudos*, como en 887. 


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286 


CANTAR DE CORPES 


> 5 °o”que abrám de mi salto quiqab alguna noch 
'"ellos lo temen, ca non lo piensso yo: 

"no los iré buscar, en Valencia seré yo, 

'‘ellos me darán parias con ayuda del Criador, 

"que paguen a mí o a qui yo ovier sabor.” 
aso 5 Grandes sbn los gozos en Valencia la mayor 
de todas sus conpañas de mió £id el Canpeador, 
3508 d’ aquesta arrancada que lidiaron de coraqón; 
aS o 7 grandes son los gozos de sos yernos amos a dos: 
2509valía de qinco mili marcos ganaron amos a dos; 
a 5 io muchos tienen por ricos ifantes de Carrión. 

Ellos con los otros vinieron a la cort; 
aquí está con mió £id el obispo do Jerow*, 
el bueno de Álbar Fáñez ca vallero lidiador, 
e otros muchos que crió el Campeador; 
25i5quando entraron ifantes de Carrión, 

recibiólos Minaya por mió Cid el Campeador; 
“Acá, venid, cuñados, que mas valemos por vos.” 
Assí commo llegaron, pagos el Campeador: 
“Evades aquí, yernos, la mi* mugier de pro, 

3530”e amas lar mis fijas, don Elvira e doña Sol; 
"bien vos abraqen e sírvanvos de coraqón. 

i 

2500 'Allá en Marruecos temen que quizá yo les asalte 
cualquier noche’. 

2504 ‘que paguen a mí o a quien yo quisiere*. 

2517 cuñado significaba, en general, ‘pariente por afini¬ 
dad’ ; por esto Minaya llama asi a los maridos de sus 
primas. 

2519 ‘He aquí’, v. 253. 


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CANTAR DE CORPES 


287 


*5*4 ''Grado a santa María, madre del nuestro señor Dios! 

2 s a 5 ”destos vuestros casamientos vos abredes honor. 
"Buenos mandados irán a tierras de Carrión.” 

I23 

Vanidad de los infantes.—Burlas de que ellos 

SON OBJETO. 

A estas palabras fabló ifant Ferrando: 

“Grado al Criador e a vos, £id ondrado, 

"tantos avernos de averes que no son contados; 

3530 "por vos avernos ondra e avernos lidiado. 

*S22 "venqiemos moros en campo e matamos 

3553 "a aquel rey Búcar traydor provado. 

353* "Pensad de lo otro, que lo nuestro tenérnoslo en saluo." 

Vassallos de mió £id sediense sonrrisando: 
quien lidiara mejor o quien fora en alcanqo; 
mas non fallavan i a Dídago ni a Ferrando. 

3535 Por aquestos juegos que ivan levantando, 

elas noches e los días tan mal los escarmentando, 
tan mal se conssejaron estos iffantes amos. 

2522 matamos a aquel rey Búcar es buena fanfarrona¬ 
da en boca de Fernando, y contrasta con el matastes a 
Búcar que antes dijo Minaya, v. 2458. 

2531 'cuidaos de otras cosas, que lo nuestro ya está 
a buen reeaudo'. 

2533 'o quien había ido en la persecución del ene¬ 
migo’. 

2536 elas noches e los dias, 'siempre, continuamente’; 
comp. 222. 


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288 


CANTAR DE CORPES 


Amos salieron a part, veramientre son hermanos; 
desto que ellos fáblaron nos parte non ayamos; 

>540—«Vayamos pora Carrión, aquí mucho detardamos. 

"Los averes que tenemos grandes son e sobejanos, 
"despender no Ioj podremos mientra que bivos seamos . 

124 

LOS INFANTES DECIDEN AFRENTA! A LAS HIJAS DEL 

Cid.—Piden al Cid sus mujeres para llevarlas 
a Carrión.— El Cid accede. Ajuar que da a sus 
hijas.— Los infantes dispónense a marchar.—Las 
hijas despídense del padre. 

—“Pidamos nuestras mugieres al Qid Campeador, 
"digamos que las llevaremos a tierras de Carrión, 

* 54 s "enseñar las hemos do ellas heredadas son. 

"Sacar las hemos de Valencia, de poder del Campeador 
"después en la carrera feremos nuestro sabor, 

"ante que nos retrayan lo que cuntió del león. 

"Nos de natura somos de comdes de Carrión! 

>5$°"Averes levaremos grandes que valen grant valor; 
"escarniremos las fijas del Canpeador." 

—“D’ aquestos averes sienpre seremos ricos omnes, 

3539 'en la maldad que hablaron ellos no tengamos 
nosotros parte ninguna’. D. Hinard cree que aquí empieza 
el discurso de los infantes, refiriéndose a las bromas de 
los del Cid: 'A ces mcchants propos ne nous exposons pas 
davantage’. Adam traduce bien. 

2548 'antes que nos echen en cara lo que sucedió con 
el león’. 


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9 


CANTAR DE CORPES 289 

^podremos casar con fijas de reyes o de enperadores 
"ca de natura somos de comdes de Carrión. 

> 5 ss ”Assí las escarniremos a fijas del Campeador, 

”antes que nos retrayan lo que f o del león." 

Con aqueste conssejo amos tomados son, 
fabló Ferranf Gonqált/ez e fizo callar la cort: 

“Sí vos vala el Criador, Cid Campeador I 
3 S 6 o”que plega a doña Ximena e primero a vos 
"e a Minaya Álbar Fáñez e a quantos aquí son: 
"dadnos nuestras mugieres que avernos a bendiciones; 
"levar las hemos a nuestras tierras de Carrión, 

*5*4-5 "meter las hemos en arras que les diqmos por onores; 
"verán vuestras fijas lo que avernos nos, 

"los fijos que oviéremos en qué avrán partición." 

>569 Nos curiava de fonta mió £id el Campeador: 
»s«“Darvos he mis fijas e algo de lo mió; 

* 57 ° "vos les diestes villas por arras en tierras de Carrión, 

2553 Para el orgullo de los infantes, v. p. 91-92. Obser¬ 
va acertadamente Lidforss que estos versos deben consi¬ 
derarse repartidos entre los dos hermanos; uno remeda 
neciamente las palabras del otro, produciendo cierto efecto 
cómico que, bien manejado por un juglar festivo, causaría 
gran risa en el auditorio. 

2564-5 meter en arrae, 'posesionar de las arras’; onores, 
'heredades', v. 289. Las arras son las villas y tierras que 
el varón da a la mujer al casarse con ella. La mujer 
no podia disponer libremente de las arras cuando te¬ 
nia hijos del donante, pues tenía que reservarlas para 
dejarlas en herencia a esos hijos; asi se explica el ver¬ 
so 2567, 'verán las heredades en que tendrán parte nues¬ 
tros hijos^. 

2569 El verbo enriar, comp. 329, se usa aquí reflexivo: 

'no se recelaba de que le preparasen una afrenta 1 . 

19 


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290 


CANTAR DE CORPES 


"yo quiéroles dar axuvar tres mili marcos de valor; 
"darvos e muías e palafrés, muy gruessos de sazón 
^cavallos pora en diestro fuertes e corredores, 

"e muchas vestiduras de paños e de qiclatones; 

2575 "darvos he dos espadas, a Colada e a Tizón, 

"bien lo sabedes vos que las gané a guisa de varón; 
"míos fijos sodes amos, quando mis fijas vos do; ' 
"al^ me levades las telas del coraqón. 

"Que lo sepan en Gallizia e en Castiella e en León, 
2580 "con que riqueza enbio mios yernos amos a dos. 

"A mis fijas sirvades, que vuestras mugieres son; 
"si bien las servides, yo vos rendré buen galardón.” 
Atorgado lo han esto iffantes de Carrión. 

Aquí reciben fijas del Campeador; 
as8 S conpie<;an a reqebir lo que el Qid mandó. 

Quando son pagados a todo so sabor, 
ya manda van cargar iffantes de Carrión. 

Grandes son las nuevas por Valencia la mayor, 

é 

todos prenden armas e cavalgan a vigor, 

*59° por que escurren fijas del Cid a tierras de Carrión. 
Ya quieren cavalgar, en espidimiento son. 

Amas hermanas, don Elvira e doña Sol, 

2571 axuvar, 'ajuar', bienes que los padres de la novia 
dan a ésta con ocasión del matrimonio. 

2583 vos rendré, *os daré en pago’. 

2583 Atorgado lo han esto, ‘asintieron a esto’. 

2585 mandó, ‘ofreció en don*. 

2588 Grandes son ¡as nuevas, ‘gran actividad o anima¬ 
ción hay’. 

2589 a vigor, ‘con presteza’, v. 1671. 

2590 escurren, ‘despiden’, v. 1067. 


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CANTAR DE CORPES 


29I 


fincaron los inojos antel Cid Campeador: 

“Merqed vos pedimos, padre, sí vos vala el Criador! 
*s 95 ,# vos nos engendrastes, núestra madre nos parió; 
”delant sodes amos, señora e señor. 

”Agora nos enviades a tierras de Carrión, 

”debdo nos es a cunplir lo que mandárede? vos. 

”Assí vos pedimos merqed nos amas a dos, 

2600 ”que ayades vuestros menssajes en tierras de Carrión/’ 
Abracólas mió Cid e saludólas amas a dos. 


125 

JlMENA DESPIDE A SUS HIJAS.—El ClD CABALGA PARA 
DESPEDIR A LOS VIAJEROS.—AGÜEROS MALOS. 

# 

El/e fizo aquesto, la madre lo doblava; 
t: Andad, fijas; d' aquí el Criador vos vala! 

”de mí e de vuestro padre, bien avedes nuestra graqia. 
a6o s ”Id a Carrión do sodes heredadas, 

”assí commo yo tengo, bien vos he casadas.” 

Al padre e a la madre las manos les besavan; 
amos las bendixieron e diéronles su graqia. 

Mió C*d e los otros de cavalgar penssavan, 

* 6,o a grandes guamimientos, a cavallos e armas. 

Ya salien los ifantes de Valencia la clara, 
espidiéndos de las dueñas e de todas sues compañas. 


2601 'Las abrazó y las besó en la boca’; comp. 3030. 
2610 *con magníficos vestidos, con caballos y armas’; 
comp. 1427. 


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CANTAR DE CORPES 


Por la huerta de Valencia teniendo salien armas; 
alegre va mió £id con todas sues compañas. 

36,5 Violo en los avueros el que en buena cinxo espada, 
que estos casamientos non serien sin alguna tacha. 
Nos puede repentir, que casadas las ha amas. 

126 

El Cid envía con sus hijas a Félez Muñoz.— Ul¬ 
timo adiós. El Cid torna a Valencia.— Los via¬ 
jeros LLEGAN 'K MOLINA. ÁBENGALVÓN LES ACOMPA¬ 
ÑA a Medina.— Los infantes piensan matar a Abrn- 

GALVÓN. 

“¿O eres mió sobrino, tú, Félez Muñoz, 

Aprimo eres de mis fijas amas d’ alma e de coraqón! 

>620 "Mándot que vayas con ellas fata dentro en Carrión, 
"verás las heredades que a mis fijas dadas son; 
"con aquestas nuevaá vemás al Campeador.” 

Dixo Félez Muñoz: “plazme d’ alma e de coraqón.” 

Minaya Álbar Fáñez ante mió £id se paró: 

26*5“Tornémosnos, Qid, a Valencia la mayor; 

"que si a Dios ploguiere e al Padre Criador, 

"ir las hemos vede r a tierras de Carrión." 

—“A Dios vos acomendamos, don Elvira e doña Sol 
"atales cosas fed que en plazer caya a nos." 

0 

2613 ‘salían jugando las armas’, v. 1577. 

2615 avueros, ‘agüeros’. Sobre el Cid agorero, v. p. 18. 

2626 a Dios e al Padre, corrp. v. 300. 

2629 ‘haced tales cosas que nos sea motivo de placer”. 


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CANTAR DE fORPES 


293 


36*0Respondien los yernos: “assí lo mande Dios!” 

Grandes fueron los duelos a la departiqión. 

El padre con las fijas lloran de corazón, 
assí fazían los cavalleros del Campeador. 

“Oyas, sobrino, tú, Félez Muñoz! 
a«35”por Molina iredes, i yazredes una noch; 

"saludad a mió amigo el moro Avengalvón: 

"reciba a mios yernos commo ell* pudier mejor; 

"dil que enbío mis fijas a tierras de Carrión, 

"de lo que ovieren huebos sírvalas a so sabor, 

36*0 ”desí escúrralas fasta Medina por la mi amor. 

' De quanto él fiziere yol daré por ello buen galardón." 
Quomo la uña de la carne ellos partidos son. 

Yas tornó pora Valenqia el que en buen ora nasqió. 
Piénssanse de ir ifantes de Carrión; 

,645 por Santa María d’ Alvarrazín la posada fecha fo, 
aguijan quanto pueden ifantes de Carrión; 
félos en Molina con el moro Avengalvón. 

El moro quando lo sopo, plógol de coraqón; 
saliólos recebir con grandes avorozes; 

3650 Dios, que bien los sirvió a todo so sabor! 

Otro día mañana con ellos cavalgo, 

con dozientos cavalleros escurrir los mandó; 

3633 asi fasian, ‘lo mismo hacían’. 

3635 ‘allí descansaréis una noche*. 

3639 Véase 1878, 'deles lo que necesiten’. 

3640 ‘después acompáñelas (v. 1067) hasta Medinaceli'. 
3645 Para Alvarratin véase 1463 

3649 avorotts, ‘alborozos, regocijos’. 


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294 CANTAJt DE CORPES 

ivan trocir los montes, los que dizen de Luzón, 

2656 trocieron Arbuxuelo e llegaron a Salón, 
o dizen el Anssarera ellos posados son. 

2654 A las fijas del Qid el moro sus donas dió, 

2655buenos seños cavallos a ifantes de Cardón; 

tod esto les fizo el moro por el amor del £id Campeador. 
Ellos vedien la riqueza que el moro sacó, 

2660 entramos hermanos conssejaron traqión: 

“Ya pues que a dexar avernos fijas del Campeador, 

”si pudiéssemos matar el moro Avengalvón, 

m 

”quanta riquiza tiene aver la yernos nos. 

”Tan en salvo lo abremos commo lo de Cardón; 

266 5 ”nunqua avrié derecho de nos el £id Campeador.” 
Quando esta falssedad dizien los de Cardón, 
un moro latinado bien gelo entendió; 
non tiene poridad, díxolo Avengalvón: 

“Acáyaz, curíate destos, ca eres mió señor: 

2670 ”tu muert odi cotissejar a ifantes de Cardón.” 

— - - - - ■ — - - - ■ • - - 

2653 'iban a atravesar los montes’; son las montañas 
fieras t ¿rondes del v. 1491. 

2656 ‘pasaron el valle de Arbujuelo’; v. 1493. 

2657 *1 Ansar era es lugar hoy desconocido, que tenia 
que estar situado entre Medinaceli y el río Jalón. 

3655 ‘sendos caballos buenos’. 

2660 ‘ambos hermanos maquinaron traición’. 

2665 ‘nunca lograría reparación de nuestra parte’, es 
decir, ‘quedaríamos impunes’. 

2667 latinado, ‘ladino, que sabe la lengua romance’. 

2669 AcAyfis, ‘alcaide’, lo mismo que alcayas, 1502. 


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CANTAR DE CORPES 


295 


127 

Abengalbón se despide amenazando a los infantes. 

El moro Avengalvón, mucho era buen barragán, 
con dozientos que tiene iva cavalgar; 
armas iva teniendo, paros ante los ifantes; 
de lo que el moro dixo a los ifantes non plaze: 

3677 “Si no lo dexás por mió £id el de Bivar, 

”tal cosa vos faria que por el mundo sonás, 

”e luego levaría sus fijas al Campeador leal; 
a 6 so”vos nunqua en Carrión entrariedes jamás. 

128 

El kobo se torna a Molina, presintiendo la des¬ 
gracia DE LAS HIJAS DEL ClD.—LüS VIAJEROS EN¬ 
TRAN EN EL REINO DE CASTILLA.—DUERMEN EN EL 

ROBLEDO DE CORPES.-A LA MAÑANA PUÉDANSE SOLOS 

LOS INFANTES CON SUS MUJERES Y SE PREPARAN A 
MALTRATARLAS.—RUEGOS INÚTILES DE DOÑA SOL.— 

Crueldad de los infantes. 

a 6 75 Dezidme, qué vos fiz, ifantes de Carrión! 

”yo sirviéndovos sin art, e vos conssejastes mié muort 
a 68 « ”Aquim parto de vos commo de malos e de traydores. 

”Iré con vuestra graqia, don Elvira e doña Sol; 

3671 buen barragán, ‘buen mozo’, 'esforzado'; compᬠ
rese 33 * 7 - 

2673 ‘iba jugando las armas’, v. 1577. 


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2g6 


CANTAR DE CORPES 


”poco preqio las nuevas de los de Camón. 

”Dios lo quiera e lo mandie, que de tod el mundo es señor, 
a68s”d* aqueste casamiento quej grade el Campeador.” 

Esto les ha dicho, e el moro se tornó; 
teniendo iva armas al troqir de Salón; 
quommo de buen seso a Molina se tomó. 

Ya movieron del Anssarera ifantes de Carrión, 
.^acójense a andar de día e de noch; 

a ssiniestro dexan Atienqa, una peña muy fuort, 
la sierra de Miedes passáronla estoz, 
por los Montes Daros aguijan a espolón; 
assiniestro dexan a Griza que Alamos pobló, 

2695 allí son caños do a Elpha enqerró; 

a diestro dexan aSant Estevan, mas cade aluon. 

Entrados son los ifantes al robredo de Corpes, 
los montes son altos las ramas pujan con las nuoves, 
elas bestias fieras que andan aderredor. 
s 7 oo Fallaron un vergel con una linpia fuont; 

2683 nuevas, ‘renombre’, v. 2084. 

2687 'iba jugando las armas al pasar el río Jalón'. Por 
esta parte, frente a Medinaceli, el Jalón tiene todavía muy 
poco fondo y se pasa sin necesidad de vado. 

2692 Sobre Miedes y Atienta, v. 415. 

2693 Montes Claros es hoy el rincón de la provincia de 
Guadalajara donde nace el río Jarama. Para que convenga 
al pasaje de nuestro Cantar que anotamos, este nombre de¬ 
bía extenderse por el Norte, dentro de la limítrofe pro¬ 
vincia de Soria hacia Caracena. 

2697 El robredo de Corpes ha desaparecido hoy (v. pᬠ
gina 88): existió al Suroeste de San Esteban de Gormaz, 
que es el Sant Estevan nombrado en el verso anterior. 

2698 Pujan con las nueves, 'suben hasta las nubes*. 


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CANTAR DE CORPES 


297 

mandan fincar la tienda ifantes de Carrión, 
con quantos que ellos traen i yazen essa noch, 
con sus mugieres en braqos demuéstranos amor; 
imal gelo cunplieron quando salie el sol! 

3 7<>s Mandaron cargar las azémilas con averes a nombre, 
cogida han la tienda do albergaron de noch, 
adelant eran idos los de criazón: 
assí lo mandaron ifantes de Carrión, 
que non i fincás ninguno, mugicr nin varón, 

*7*0 si non amas sus mugieres doña Elvira e doña Sol: 
deportar se quieren con ellas a todo su sabor. 

Todos eran idos, ellos quatro solos son, 
tanto mal comidieron ifantes de Carrión: 

“Bien lo creades don Elvira e doña Sol, 

*7«s”aquí seredes escarnidas en estos fieros montes. 

”Oy nos partiremos, e daxadas seredes de nos; 

”non abredes part en tierras de Carrión. 

2703 Aunque las hijas del Cid, según el pensamiento del 
poeta, eran de poca edad al desposarse (v. 2083), su ca¬ 
samiento es un matrimonio perfecto. Ellas son mugieres 
a bendiciones, 2362, 2581, y parejas pora en bracos de los 
infantes, 2761. El Cid dice a sus yernos: en bracos tenedes 
mis fijas, 2333, bien vos abracen e sirvanvos de coracon, 
2521. No tiene razón Angel de los Ríos para creer que se 
trata de un matrimonio no consumado (Revisto de España, 
t. 71, p. 330); esto amenguaría el efecto poético y qui¬ 
taría, como nota P. Corominas, importancia al hecho del 
divorcio que sobreviene como consecuencia del abandono 
de las mujeres (Revista de Legislación, Dic. 1900, p. 406). 

2707 los de criazón, sus familiares, las personas cria¬ 
das en su casa. 

2711 deportarse, 'solazarse', 'holgarse'. 

2713 comidieron, 'meditaron'. 


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298 


CANTAR DE CORPES 


"Irán aquestos mandados al £id Campeador; 

”nos vengaremos aquesta por la del león.” 

2720 Alli les tuellen los mantos e los pélliqones, 
páranlas en cuerpos y en camisas y en qiclatones. 
Espuelas tienen calcadas los malos traydores, 
en mano prenden las «jinchas fuertes e duradores. 
Quando esto vieron las dueñas, fablava doña Sol: 

*7*5 ‘‘Por Dios vos rogamos, don Díago e don Ferrando, nos 
”dos espadas tenedes fuertes e tajadores, 

”al una dizen Colada e al otra Tizón, 

”cortandos las cabeqas, mártires seremos nos. 

”Moros e cristianos departirán desta razón, 

2730 ”que por lo que nos merecemos no lo prendemos nos. 
”Atan malos enssienplos non fagades sobre nos: 

”si nos fuéremos majadas, abiltaredes a vos; 

"retraer vos lo an en vistas o en cortes.” 

Lo que ruegan las dueñas non les ha ningún pro. 

2720 pellxQones, v. p. 123. 

2721 páranlas en cuerpos, 'las dejan a cuerpo', con sola 
la ropa que ciñe el cuerpo, es decir, con sólo la camisa y 
el brial o ciclatón, v. 2750. 

272 9 ‘Todo el mundo (comp. 145) hablará de esto’, ‘lo 
censurará’. 

I 

2731 enssienplo, ‘hecho notable, acción’. 

2732 ‘si nosotras fuéramos azotadas os envileceréis a 
vosotros mismos’. 

2733 ‘os lo demandarán en vistas o cortes’. Las vistas , 
o entrevistas convenidas de antemano, a veces tenían ca¬ 
rácter judicial, como las juntas o asambleas judiciales de 
distrito que se mencionan en 2014, 2949; éstas, aunque a 
veces eran presididas por el rey, eran siempre menos so¬ 
lemnes que las cortes. 


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CANTAR DE CORPES 


299 


»7ssEssora les conpieqan a dar ifantes de Carrión; 
con las finchas corredizas májanlas tan sin sabor; 
con las espuelas agudas, don ellas an mal sabor, 
ronpien las camisas e las carnes a ellas amas a dos: 
linpia salie la sangre sobre los qiclatones. 

*740 Ya lo sienten ellas en los sos corazones. 

¡Quál ventura serie esta, si ploguiesse al Criador, 
que assomasse essora el £id Campeador! 

Tanto las majaron que sin cosimente son; 
sangrientas en las camisas e todos los ciclatones. 
» 74 sCanssados son de ferir ellos amos a dos, . 
ensayandos amos quál dará mejores colpes. 

Ya non pueden fablar don Elvira e doña Sol, 
por muertas las dexaron en el robredo de Corpes. 

129 

LOS INFANTES ABANDONAN A SUS MUJERES. 

(Serie gemela.) 

Leváronles los mantos e las pieles armiñas, 

3750 mas déxanlas marridas en briales y en camisas, 
e a las aves del monte e a las bestias de la fiera guisa. 

3743 sin cosimente, probablemente 'sin fuerzas, ago¬ 
tadas'. 

2746 'esforzándose (v. 2388) ambos sobre quién gol¬ 
peará mejor*. 

2750 marrido, generalmente significa 'afligido, apenado’; 
aquí 'desmayado*. 


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300 


CANTAR DE CORPES 


Por muertas lar dexaron, sabed, que non por bivas. 

I Quál ventura serie si assomas essora el £id Roy Días t 


130 

LOS INFANTES SE ALABAN DX SU COBARDÍA. 


, 7 54 . s liantes de Carrión por muertas las dexaron, 
que el una al otra nol toma recabdo. 

Por los montes do ivan, ellos ívanse alabando: 

“De nuestros casamientos agora somos vengados. 
a 759 _*o ”Non las deviemos tomar por varraganas, si non fossemos 
”pues nuestras parejas non eran pora en braqos. [rogados, 
”JLa desondra del león assís irá vengando.” 


275a Repetición de 2748. Al tono lirico de este pasaje 
convienen las repeticiones; asi 2749-50 son semejantes a 
2720-21, y 2753 es semejante a 2741-42. Véanse además las 
notas a 2754 y 2763. 

2754 Verso de encadenamiento, semejante al penúltimo 
de la serie anterior, y tercera repetición de 2748. 

2759-60 Los infantes creían que aun para tomar a las 
hijas del Cid por barraganas debían haber sido instados ■ 
por un rogador (v. 2080); comp. 3276. 

2761 'pues no eran iguales nuestras para ser nuestras 
mujeres legitimas’. Pareja se había hecho sustantivo, sig¬ 
nificando ‘mujer legitima’, 3277, y también se dice pareja 
Pora en bragos, 3449; comp. 255, 2333. 


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CANTAR DE CCRPES 


, 301 

131 

FÉLEZ MuftOZ SOSPECHA DE LOS INFANTES.—VtJELVB 
ATRÁS EN BUSCA DE LAS HIJAS DEL ClD.— Las RE¬ 
ANIMA Y LAS LLEVA EN SU CABALLO A SaN ESTEBAN DE 

Gormaz.—Llega al Cid la noticia de su des¬ 
honra.—Minaya va a San Esteban a recocer las 
dueñas. — Entrevista de Minaya con sus pri¬ 
mas. 

Alabandos i van i f antes de Carrión. 

Mas yo vos diré d’ aquel Félez Muñoz; 

3765sobrino era del £id Campeador; 

mandáronle ir adelante mas de so grado non f o. 

En la carrera do iva doliól el coraqón, 

de todos los otros aparte se salió, 

en un monte espesso Félez Muñoz se metió, 

3770 fasta que viesse venir sus primas amas a dos 
o que an fecho ifantes de Carrión. 

Víolos venir e odió una razón, 
ellos nol vidí’en ni dend sabien raqión; 
sabed bien que si ellos le vidiessen, non escapara de muort. 
3775 Vansse los ifantes, aguijan a espolón. 

Por el rastro tornos Félez Muñoz, 
falló sus primas amortecidas amas a dos. 

Llamando: “primas, primas!”, luego descavalgó, 
arrendó el cavallo, a ellas adeliñó; 

2763 Verso de encadenamiento, semejante al 2757. 

2767 doliól el coragón, le dió una corazonada, tuvo un 
presentimiento. 

2779 arrendó el caballo, ‘lo ató por la rienda'. 


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302 


CANTAR DE CORPES 


a 7 8 o ‘-y a primas, las mis primas, don Elvira e doña Sol, 

”mal se ensayaron ifantes de Camón! 

”A Dios plega que dent prendan ellos mal galardón!” 

Valas tomando a ellas amas a dos; 
tanto son de traspuestas que nada dezir non puoden. 
a 7*5 Partiéronsele las telas de dentro del corazón, 
llamando: “¡ Primas, primas, don Elvira e doña Sol! 
''Despertedes, primas, por amor del Criador! 

"mientra es el día, ante que entre la noch, 

”los ganados fieros non nos coman en aqueste mont! 

2 790 Van recordando don Elvira e doña Sol, 

, abrieron los ojos e vieron a Félez Muñoz. 

“Esforqadvos, primas, por amor del Criador! 

”De que non me fallaren ifantes de Carrión, 

”a grant priessa seré buscado yo; 

2 795 ”si Dios non nos vale, aquí morremos nos.” 

Tan a grant duelo fablava doña Sol: 

“sí vos lo meresca, mió primo, nuestro padre el Canpeador, 
”dandos del agua, sí vos vala el Criador.” 

Con un sombrero que tiene Félez Muñoz, 

2S00 nuevo era e fresco, que de Valenqial sacó, 
cogió del agua en elie e a sus primas dió; 
mucho son lazradas e amas las íartó. 

Tanto las rogó fata que las assentó. 

Valas conortando e metiendo coraqón 

• __ 

2781 ‘mala proeza hicieron’, v. 2388. 

2783 valas tornando, ‘las va haciendo volver en su 
acuerdo’. 

2804 ‘Las va confortando e infundiendo ánimos’. 


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CANTAR DE CORPES 


303 


l 

asojfata que esfuerzan, e amas las tomó 
e privado en el cavallo las cavalgó; 
con el so manto a amas las cubrió, 
el cavallo priso por la rienda e luego dent las partid. 
Todos tres señeros por los robredos de Corpes, 
3810 entre noch e día salieron de los montes; 
a las aguas de Duero ellos arribados son, 
a la torre de don Urraca elle las dexó. 

A Sant Estevan vino Félez Muñoz, 
falló a Diog Téllez el que de Albar Fáñez ío; 
jsisquando elle lo odió, pesól de corazón; 
priso bestias e vestidos de pro, 
hiva reqebir a don Elvira e a doña Sol; 
en Sant Estevan dentro las metió, 
quanto él mejor puede allí las cndró. 
a*™Los de Sant Estevan, siempre mesurados son, 
quando sabien esto, pesóles de corazón; 
a las fijas de! £id danles enffurqiow. 

Allí sovieron ellas fata que sanas son. 

Alabándos sedían ifantes de Carrión. 

3809 señeros, ‘solos’. 

2813 Esta torre de doña Urraca estaría en.el término 
que hoy se llama La Torre, siete kilómetros al Oeste de 
San Esteban de Gormas, y no lejos de un pago denominado 
Llano de Urraca, a orillas del Duero. 

2832 enfurción (igual en 2840) era el tributo de viandas, 
granos y vino que pagaba el pechero al señor por razón del 
solar que éste le daba. El que inicia la hospitalidad que 
los de San Esteban dan a las hijas del Cid es un Diego 
Téllez, vasallo o pechero de Albar Fáñez, v. 2814, y él y 
otros como él pagarían este tributo. 


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304 CANTAR DE CORPES 

Por todas essas tierras estas nuevas sabidas son; 
ai*sde cuer peso esto al buen rey don Alfons. 

Van aquestos mandados a Valenqia la mayor; 
quando gelo dizen a mío £id el Campeador, 
una grand ora penssó e comidió; 
alqó la su mano, a la barba se tomó; 
a«3o “Grado a Cristus, que del mundo es señor, 

”quando tal ondra me an dada ifantes de C&rrión; 
"par aquesta barba que nadi non messó, 

"non la lograrán ifantes de Carrión; 

"que a mis fijas bien las casaré yo!” 
a 8 3S Pesó a mió Cid e a toda su cort, 

>s is b e Albar Fáñez d’ alma e de coraqón. 

Cavalgó Minaya con Per Vermudos 
e Martín Antolmez, el Burgalés de pro, 
con dozientos cavalleros, quales mió £id mandó; 
dixoles fuertemientre que andidiessen de dia e de noch, 
aduxiessen a ssus fijas a Valencia la mayor. 

3 i«oNon lo detardan el mandado de so señor, 
apriessa cavalgan, andan los dias e las noches; 
vinieron a Gormaz, un castiello tan fuort, 

2828 'un gran rato’, v. 1889. 

3833 'no lograrán el fruto de la deshonra*, esto es, 'no 
lograrán deshonrarme’. 

3838 quales, 'los que’; comp. 2879. 

2839 'les dijo encarecidamente’, 'les encargó mucho'. 

2843 Gormaz, situado a orillas del Duero. Su gran cas¬ 
tillo es de la época árabe y tuvo capital importancia en la 
reconquista del siglo x, sobre todo en tiempo de los condes 
Fernán González y Garci Fernández, su hijo. V. pág. 100. 


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CANTAR DE CORPES 


3°5 

í albergaron por verdad una noch. 

>845 A Sant Este van el mandado llegó 

que vinie Minaya por sus primas amas a doi. 

Varones de Sant Estevan, a guisa de muy proas, 
reciben a Minaya e a todos sos varones, 
presentan a Minaya essa noch grant enffurqión; 

2* j0 non gelo quiso tomar, mas mucho gelo gradió: 

‘Graqias, varones de Sant Estevan, que sodes coñosqedores, 
,4 por aquesta ondra que vos diestes a esto que nos cuntió; 
“mucho vos lo gradeqe, allá do está, mió £id el Canpeador; 
”assí lo ffago yo que aquí esto. 
j8 55 ,, Affé Dios de los qielos que vos de dent buen galardón!” 
Todos gelo gradeqen e sos pagados son, 
adeliñan a posar pora folgar essa noch. 

Minaya va vear suas primas do son, 

en el le fincan los ojos don Elvira e doña Sol: 

>86o “Atanto vos lo gradimos commo si viéssemos al Criador; 
”e vos a él lo gradid, quando bivas somos nos. 

”En los días de vagar, en Valencia la mayor, 

3 *6>ft”toda nuestra rencura sabremos contar nos." 

2851 coñostedor, 'entendido, prudente’, 3137. 

2856 sos Pagados son, literalmente, ‘están satisfechos de 
él'; comp. 248. 


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306 


CANTAR DE CORRES 


132 

Minaya y sus primas parten de San Estiban.— 

El Cid sale a recibirlos. 

Llora van de los ojos las dueñas e Albar Fáñez, 
e Per Vermudos otro tanto las ha; 

•«s“Don Elvira e doña Sol, cuydado non ayades, 
”quando vos sodes sanas e bivas e sin otro mal. 
”Buen casamiento perdiestes, meior podredes ganar. 
”Aun veamos el día que vos podamos vengar!” 
í yazen essa noche, e tan grand gozo que fazen. 

870 Otro dia mañana pienssan de cavalgar. 

Los de Sant Estevan escurriéndolos van 
fata Rio d’ amor, dándoles solaz; 
d' allent se espidieron dellos, piénssanse de tomar, 
e Minaya con las dueñas iva cabadelant 

175 Trocieron Alcoqeva, adiestro de.ran Gormaz, 

—— — » ■ ■ — ■■ — ■ — ■ - 

2864 Verso difícil. Lidforss corrige: otro tanto conorta- 
do las ha. Pudiera ser: otro tanto foblado las ha, ‘asi las 
habló’. 

2867 El solo hecho del abandono y malos tratos basta 
para dar como disuelto él matrimonio, sino que se espere 
decisión ninguna eclesiástica ni civil. Lo mismo que aquí 
Pedro Vermúdez, se expresa luego el Cid, 2893, 3 * 56 - 57 » 
3206, y el segundo casamiento de Elvira y Sol se hace sin 
la menor dificultad. 

2872 Rio d’amor, hoy desconocido, debía estar al Este 
de San Esteban de Gormaz. 

2875 Alcoceva, hoy “barranco de Alcoceba", el cual dea- 
agua en la misma punta del gran recodo que el Duero forma 
alrededor del castillo de Gormaz. 


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CANTAR DE CORPES 


307 


o dizen Bado de Rey, allá ivan po¿sar, 
a la casa de Berlanga posada presa han. 

Otro día mañana métense a andar, 
a qual dizen Medina ivan albergar, 

3880e de Medina a Molina en otro día van; 
al moro Avengalvón de corazón le plaz, 
saliólos a reqebir de buena voluntad, 
por amor de mió £id rica cena les da. 

Dent pora Valenqia adeliñechos van. 

3885 Al que en buen ora nasco llegava el menssaje, 
privado cavalga, a reqebirlos sale; 
armas iva teniendo e grant gozo que faze. 

Mió Qid a sus fijas ívalas abraqar, 
besándolas a amas, tornos de sonrrisar: 

*890Venides, mis fijas? Dios vos curie de mal! 

”Yo tomé el casamiento, mas non osé dezir al. 
”Plega al Criador, que en qielo está, 

2876 Bado de Rey, hoy “Vadorrey", despoblado a la 
izquierda del Duero, en el cairino de Berlanga a Gormaz. 

2877 casa, ‘población, lugar’.— Berlanga, pueblo y casti¬ 
llo a la izquierda del Duero, distante de Gormaz 13 kiló¬ 
metros, y de San Esteban, 30. La segunda jornada de Ber¬ 
langa a Medinaceli es de 46 kilómetros, y la tercera, de 
Medina a Molina (2880), es de 58 kilómetros. Esta demasia¬ 
do larga jornada era corriente (1476-1534, *54*, 2657), J 
estaba impuesta por la importancia de los dos puntos ex¬ 
tremos. 

2879 a Q ua l disen Medina, ‘a la que llaman Medinaceli. 

2884 adeliñeche, participio irregular, sinónimo de adeli- 
nado, 1984, ‘en derechura*. 

2887 ‘jugaba las armas’, v. 1577. 

2890 j Venides? (comp. 204) y Dios vos curie (compᬠ
rese 1396), fórmulas habituales de saludo, 


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CANTAS. DE CORPES 


308 

”que vos vea mejor casadas d* aquí en adclant 
”De míos yernos de Carrión Dios me faga vengar!” 
**9S Besaron las manos las fijas al padre. 

Teniendo ivan armas, entráronse a la cibdad; 
grand gozo fizo con ellas doña Ximena su madre. 

El que en buen ora nasco non quiso tardar, 
fablós con los sos en su poridad, 

>900al rey Alfons de Castiella penssó de enbiar. 

133 

El Cid envía a Muño Gustioz que pida al »*y jus¬ 
ticia.—Muño halla al rey en Sahagún, y le ex¬ 
pone su mensaje. — El rey promete repara¬ 
ción. 

“¿O eres, Muño Gustioz, mió vassallo de pro. 
”en buen ora te crié a tí en la mi cort! 

”Lieves el mandado a Castiella al rey Alfons; 

”por mí bésale la mano d* alma e de corazón, 

>905 ”—quomo yo so so vassallo, e c Me es mió señor,— 
”desta desondra que me an fecha ifantes de Carrión 
”quel pese al buen rey d’ alma e de coraqón. 
”EUe casó miej fijas, ca non gelas di yo; 

”quando las han dexadas a granl desonor, 

>910 w si desondra y cabe alguna contra nos, 

”la poca e la grant toda es de mió señor. 

■ l ." “ .-i - 1. 

3907 bésale la mano quel pese, ‘ruégale que le pese', 
v. 179- 


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CANTAR DE CORPES 


309 


”Mios averes se me an levado, que sobejanos son; 
”esso me puede pesar con la otra desonor. 
”Adúgamelos a vistas, o a juntas o a cortes, 

*9 «s "commo aya derecho de i f antes de Carrión, 

”ca tan grant es la rencura dentro en mi coraqón.” 
Muño Gustioz, privado cavalgó, 
con él dos cavalleros quel sirvan a so sabor, 
e con él escuderos que son de criazón. 

> 9 ’° Salien de Valenqia e andan quanto puoden, 
nos dan vagar los dias e las noches. 

Al rey don Alfons en Sanf Fagunt lo falló. 

Rey es de Castiella e rey es de León 
e de las Asturias bien a San Salvador, 

3935 fasta dentro en Santi Yaguo de todo es señor, 
ellos comdes gallizanos a él tienen por señor. 

Assi commo descavalga aquel Muño Gustioz, 
omillós a los santos e rogó a l Criador; 
adeliñó poral palacio do estava la cort, 

3030 con el le dos cavalleros quel aguardan cum a sseñor. 
Assí commo entraron por medio de la cort, 
vídolos el rey e coñosció a Muño Gustioz; 

a$ri4 vistas o juntas, comp. 2733. 

2919 dt criazón, esto es, criados en casa de Cid. 

2922 Para la devoción de Alfonso VI al monasterio de 
Sahagún, v. 1312. 

2924 San Salvador es Oviedo, capital de Asturias, así 
llamado por tener su catedral consagrada a San Salvador. 

2925 Santi Yaguo, la ciudad de Santiago de Galicia. 
2928 omillós, ‘saludó reverentemente', v. 1396, j para 

la oración en el lugar de llegada, v. 1394. 


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3io 


CANTAR DE CORPES 


levantós el rey tan bien los recibió. 

Delant el rey Alfons los inojos fincó, 

*935 besábale los piedes aquel Muño Gustioz; 

“Merced, rey, de largos reynos a vos dizen señor! 
"Los piedes e las manos vos besa el Campeador; 

"elle es vuestro vassallo e vos sodes so señor. 

"Casastes sus fijas con ifantes de Carrión, 

> 94 o”alto f o el casamiento ca lo quisiestes vos! 

"Ya vos sabedes la ondra que es cuntida a nos, 
"quemo nos han abiltados infantes de Carrión: 

"mal majaron sus fijas del fid Campeador; 

"majadas e desnudas a grande desonor, 

>945 "desenparadas las dexaron en el robredo de Corpes, 

"a las bestias fieras e a las aves del mont. 

"Afélas sus fijas en Valencia do son. 

"Por esto vos besa las manos, commo vassallo a señor, 
"que gelos levedes a vistas, o a juntas o a cortes; 

3950 "tienes por desondrado, mas la vuestra es mayor, 

"e que vos pese, rey, commo sodes sabidor; 

"que aya mió £id derecho de ifantes de Carrión.” 

El rey una grand ora calló e comidió; 

2936 lar¿os reynos, ‘muchos reinos’; comp. 804. 

2941 ‘Ya sabéis cuánta honra nos ha proporcionado ese 
casamiento con familia tan noble’. Muño Gustioz se tiene 
él mismo por deshonrado, como todos los de la casa del 
Cid, v. p. 93, n. 1. 

2950 ‘se tiene por deshonrado, mas vuestra [deshonra] 
es mayor’; comp. 511 para el sustantivo embebido en el 
verbo. 

2953 ‘un gran rato’, v. 1889. 


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CANTAR DE CORPES 


3 11 


“Verdad te digo yo, que me pesa de coraqón, 

,955 ”e verdad dir.es en esto, tú, Muño Gustioz, 

"ca yo casé sus fijas con ifantes de Camón; 

"fizlo por bien, que ffosse a su pro. 

”¡ Si quier el casamiento fecho non fosse oy! 
"Entre yo e mió Cid pésanos de coraqón. 

39*0 "Ayudar le a derecho, sin salve el Criador! 

"Lo que non cuydava fer de toda esta sazón, 
"andarán mios porteros por todo el reync -mío, 
"pora dentro en Toledo pregonarán m\e cort, 
"que allá me vayan cuemdes e ifanqones; 

3965 "mandaré commo i vayan ifantes de Carrión, 

"e commo den derecho a mió Cid el Campeador, 
"e que non aya rencura podiéndolo vedar yo. 


134 

El rey convoca corte en Toledo. 

"Dizidle al Campeador, que en buen ora nasco, 
"que destas siet sedmanas adobes con sos vassallos, 
a97 o”vcngam a Toledo, éstol do de plazdo. 

"Por amor de mió C‘d esta cort yo fago. 


2958 Si quier!, ‘ojalá’. 

2959 ‘Tanto a mí como a mío Cid'. 

2963 El rey escoge la cort conro medio de enjuiciamien¬ 
to y reparación más solemne que las vistas o juntas .—El 
portero (v. 1380) es, naturalmente, el encargado de con¬ 
vocar la corte pregonada (3272) o solemne. 


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312 


CANTAR DE CORPES 


"Saludádmelos a todos, entrellos aya espacio; 

"desto que les abino aun bien serán ondrados.” 

Espidiós Muño Gustioz, a mió £id e s tornado. 

3975 Assi commo lo dixo, suyo era el cuydado: 
non lo detiene por nada Alfons el Castellano, 
enbia sus cartas pora León e a Santi Yaguo, 
a los portogaleses e a gallizianos, 
e a los de Carrión e a varones castellanos, 

3980 que cort fazie en Toledo aquel rey ondradó, 
a cabo de siet sedmanas que i fossen juntados; 
qui non viniesse a la cort non se toviesse por so vassallo. 
Por todas sus tierras assi lo ivan penssando, 
que non falliessen de lo que el rey avié mandado. 


135 

$ 

Los de Carrión ruegan en vano al rey que de¬ 
sista DE LA CORTE.—REÚNESE LA CORTE.—El ClD 
LLEGA EL POSTRERO. El REY SALE A SU ENCUENTRO. 

.-985 Ya les va pesando a ifantcs de Carrión, 
por que en Toledo el rey fazie cort; 


2972 espacio, ‘solaz, consuelo* (comp. espaciarse, sola¬ 
zarse) ; entrellos aya espacio, ‘alégrense’ (pues el rey pro¬ 
mete reparar el agravio). Esta traducción es aceptada por 
Bertoni, pero D. Hinard tradujo ‘saluez-les-moi tous, met- 
tant entre eux une certaine différence’, explicación capri¬ 
chosa que aceptaron Huntington, D’Ovidio y otros. 

2982 El vasallo tenia obligación de acudir al llama¬ 
miento del señor; comp. 2893. Por eso el rey de León de¬ 
cía al conde Fernán González “quel fuesse a cortes o quel 
dexasse el condado”, según la Crónica General. 


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CANTAR DE CORPES 


313 


miedo han que i vemá mió £id el Campeador. 
Prenden so conssejo, assí parientes commo son, 
ruegan al rey que los quite desta cort. 

3990Dixo el rey: “No lo feré, sin salve Dios! 

”ca i vemá mió £id el Campeador; 

”darlédes derecho, ca rencura ha de vos. 
r Qui lo fer non quisiesse, o no irá mi cort, 

”quite mió reyno, ca dél non he sabor.” 

3995 Ya lo vídieron que es a fer ifantes de Carrión, 
prenden conssejo parientes commo son; 
el comde don Garqía en estas nuevas io, 
enemigo de mió £id que mal siemprel buscó, 
aqueste conssejo los ifantes de Carrión. 
joooLlegava el plazdo, querien ir a la cort; 
en los primeros va el buen rey don Alfons, 
el comde don Anrric y el comde don Remond, 

—aqueste fo padre del buen enperador,— 
el comde don Fróila y el comde don Biródn. 
joosForon i de so reyno otros muchos sabidores, 
de toda Castiella todos los mejores. 

2988 assi parientes commo son, ‘tantos parientes cuantos 
son’, ‘todos ellos' comp. 3606, y léase acaso igual en 
2996. 

2994 dél non he sabor, literalmente, ‘no tengo deseo de 
él’, *no gusto de él’. 

2997 en estas nuevas fo, ‘tomó parte en este negocio’. 

3002 Sobre estos condes, v. p. 19. 

3004 Para el conde don Fruela, v. p. 19. Alvar Díaz, 
P- 23 - 

3005 sabidores, ‘peritos en derecho’; el nombre completo 
era “sabidor de derecho o del fuero de la tierra”, “sabi- 
dor legista”. 


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3*4 


CANTAR DE CORPES 


El cowtde don Garqía, el Crespo de Grañón, 
e Alvar Días el que Oca mandó. 
e Awsuor Gonqáli/ez c Gon<;alvo Ansuórez. 
e Per Ansuórez , sabet, allís agertó, 
a®»* e Díago e Ferrando í son araos a dos, 

e con ellos grand bando que aduxieron a la cort: 
enbair le cuydan a mió Cid el Campeador. 

De todas partes allí juntados son. 

Aun non era llegado el que en buen ora naqió, 
por que se tarda el rey non ha sabor. 
aoisAl quinto día venido es mió Qid el Campeador; 
Alvar Fáñez adelantel enbió, 
que besasse las manos al rey so señor: 
bien lo sopiesse que í serie essa noch. 

Quando lo odió el rey, plógol de coraqón; 

3020 con grandes yentes el rey cavalgo 

e iva reqebir al que en buen ora naqió. 

Bien aguisado viene el Qid con todos los sos, 
buenas conpañas que assí an tal señor. 

Quando lo ovo a ojo el buen rey don Alfons, 

3*5°firiós a tierra mió Qid el Campeador; 
biltar se quiere e ondrar a so señor. 

Quando lo vid o el rey, por nada non tardó; 


3008 Asur Goneáles es el hermano de los infantes, char¬ 
latán y comedor, que aparece en los v. 2172, 3373 y 367a. 
Gonzalo Ansúres, padre de los infantes, ilustre caballero 
leonés, hermano del conde Pedro Ansúres, p. 23-24. 

3011 enbair, ‘atropellar, maltratar*. 

3026 biltar, ‘humillar’. 


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CANTAR DE CORPES 


315 


"¡ Par sant Esidr*, verdad non será oy! 

”Cavalgad, Cid; si non, non avría dend sabor; 

3030 ^saludar nos hemos d’ alma e de corazón. 

”De lo que a vos pesa a mí duele el coraqón; 
''Dios lo mande que por vos se ondre oy la cortl” 
—“Amen”, dixo mió £id, el buen Campeador; 
besóle la mano e después le saludó; 

3°3s “Grado a Dios, quando vos veo, señor. 

”Omíllom a vos e al comde do Remond 
”e al comde don Arrie e a quantos que i son; 
”Dios salve a nuestros amigos e a vos más, señor! 
”Mi mugier doña Ximena, —dueña es de pro,— 

3040 ”bésavos las manos, e mis fijas amas a dos, 
”desto que nos abino que vos pese, señor.” 
Respondió el rey: “sí fago, sin salve Dios!” 

136 

El Cid no entra en Toledo. Celebra vigilia 

en San Servando. 

Pora Toledo el rey tornada da; 
essa noch mió Cid Tajo non quiso passar: 

3028 verdad non será oy, ‘no por cierto’, manifestando 
oposición al intento de humillarse que tiene el Cid; com¬ 
párese 979 .—sant Esidre, Santo de la devoción del rey, 
v. 134a. 

3030 saludar, ‘besar*, se entiende que es besar en la 
boca, como resulta del verso 3034 y como se dice en el 
2040. 

3041 bésavos la mano que vos pese, 'os ruega que os 
pese’, comp. 2907. 

304a fazer, verbo vicario: ‘rae pesa, así me salve Dios’. 


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3i6 


CANTAR DE CORPES 


3 ® 4 s “Merced, ya rey, sí el Criador vos salve 1 
”Penssad, señor, de entrar a la cibdad, 

;, e yo con los míos posaré a San Serván: 
r las mis compañas esta noche llegarán. 

''Temé vigilia en aqueste santo logar; 

3°so» cras mañana entraré a la qibdad, 

”e iré a la cort enantes de yantar.” 

Dixo el rey: “plazme de veluntad.” 

El rey don Alfons a Toledo va entrar, 
mió £id R 0 y Díaz en Sanf Serván posar. 

3 ° 5 sMandó fazer candelas e poner en el altar; 
sabor a de velar en essa santidad, 
al Criador rogando e f ablando en por idad. 

Entre Minaya e los buenos que í ha 
acordados foron, quando vino la man. 

3047 San Serván es el castillo de San Servando, sepa¬ 
rado de Toledo por el río Tajo (v. 3044) y por el puente 
de Alcántara. Tres años después de reconquistar a Toledo 
Alfonso VI donó el castillo al abad de San Víctor de Mar¬ 
sella, año 10S8. Los monjes marselleses ocupaban el monaste¬ 
rio del castillo cuando el Cid celebró allí su vigilia. El cas¬ 
tillo fue destruido en 1109 por los almorávides y reedifi¬ 
cado en 1113 por el arzobispo y el clero toledano. 

3049 vigilia, vela que se hace pasando la noche en ora¬ 
ción dentro de un lugar sagrado. Precedía a varios actos 
graves, por ejemplo, al armarse caballero, y era costumbre 
velar antes de la lid judicial; por eso los del Cid velan 
las armas antes del duelo, 3544. El que celebraba la vigi¬ 
lia iluminaba a su costa la iglesia, 3055, y permanecía toda 
la noche de rodillas o de pie. La vigilia acababa al amane¬ 
cer, con los maitines, la misa y las ofrendas del que vela¬ 
ba, 3060-62. 

3058-59 ‘Tanto Minaya como los buenos que hay allí, 
ya estaban preparados cuando vino la mañana’; para acor - 


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CANTAR DE CORPES 


317 


137 

Preparación del Cid en San Servando para ir a 
la corte.—El Cid va a Toledo y entra en la 
corte. El rey le ofrece asiento en su esca¬ 
lo. El Cid rehúsa.—El rey abre la sesión. 
Proclama la paz entre los litigantes.—El Cid 
expone su demanda. Reclama Colada y Tizón. Los 
DE CaRRIÓN ENTREGAN LAS ESPADAS. El ClD LAS 
da a Pedro, Vermúdez y Martín Antolínez. 
—-Segunda demanda del Cid. El ajuar de sus 
hijas. Los infantes hallan dificultad para el 

PAGO. 

3060 Matines e prima dixieron faza albor*.*, 
suelta io la missa antes que saliesse el sol, 
e ssu ofrenda han fecha muy buena e a sacón. 
“Vos Minaya Álbar Fáñez, el mió braqo mejor. 
”vos iredes comigo e obispo don Jerom* 

306» ”e Per Vermu doz e aqueste Muño Gustioz 
”e Martín Antolínez, el Burgalés de pro, 

*’e Albar Albaroz e Álbar Salvadórez 
”e Martín Muñoz, que en buen punto nació, 

”e mió sobrino Félez Muñoz; 

307<>”comigo irá Mal Anda, que es bien sabidor, 

dados, V. 3551. D. Hinard, ‘ils furent avertis lorsque vint 
le matin’. Bello parece creer que acordarse significa ‘jun¬ 
tarse* y siguen al crítico americano Adara y Bertoni (si 
riunirono alio spuntar del giorno). 

3070 Mal Anda debió ser personaje real, al menos un 
M molino de Mal Anda” se menciona en una escritura de 
1140, en Villahizán de Treviño, al Norte de Burgos. Era 
Mal Anda uno de los muchos sabidor es que concurrían a la 
corte, según el v. 3005. 


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CANTAR DE CORPES 


318 

”e Galind Garqiez, el bueno d* Aragón; 

"con estos cúnplansse qiento de los buenos que i son. 
"Velmezes vestidos por sufrir las guamizones, 

"de suso las lorigas tan blancas coramo el sol; 

2075 "sobre las lorigas armiños e pelliqones, 

"e que no parescan las armas, bien presos los cordones; 
"so los mantos las espadas dulqcs e tajadores; 

"d* aquesta guisa quiero ir a la cort, 

"por demandar mios derechos e dezir mi*? razón. 

S o8o "Si desobra buscaren ifantes de Carrión, 

"do tales qiento tovier, bien seré sin pavor." 
Respondieron todos: “nos esso queremos, señor." 

Assí commo lo ha dicho, todos adobados son. 

Nos detiene por nada el que en buen ora naqió: 

5085 calqas de buen paño en sus camas metió, 
sobrellas unos qapatos que a grant huebra son. 

Vistió camisa de ranqal tan blanca commo el sol, 
con oro e con plata todas las presas son, 
al puño bien están, ca él se lo mandó; 

3 o9oSobrella un brial primo de qiclatón, 

3073 Velmezes, v. p. 105. 

3080 desobro, voz desconocida que parece ‘demasía, 
desmán’. 

3085 camas, ‘piernas’. 

3086 a grant huebra, ‘con muchas labores o adornos’; 
eomp. 2401. 

3087 roncal, ‘tela de hilo’,’ v. 183. 

3088 presa, ‘presilla’ (?). 

3089 ca él se lo mandó (?); ‘car il l’a ainsi voulu’, 

D. Hinard; *denn er hatte es [so] befohlen’, Adam. 

3090 'un brial (p. 109) primoroso de seda’ o, mejor 
dicho, de ‘brocado’, como se ve por el verso siguiente. 


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CANTAR DE CORPES 


319 

obrado es con oro, pareqen por o son. 

Sobresto una piel vermeja, las bandas d’ oro son, 
siempre la viste mió £id el Campeador. 

Una cofia sobre los pelos d’ un escarín de pro. 

S095 con oro es obrada, fecha por razón, 

que nol contalassen los pelos al buen £id Campeador; 
la barba avie luenga e prísola con el cordón, 
por tal lo faze esto que recabdar quiere todo lo so. 
De suso cubrió un manto que es de grant valor, 
JIOO en el le abríen que vter quantos que i son. 

3091 ‘labrado es con oro, las [labores o huebras] re¬ 
lumbran por donde están’, según interpreta Bello. Para e! 
sustantivo huebras, embebido en el verbo obrado, comp. 51 x. 
Generalmente el ciclatón iba tejido con oro. 

3092 banda significa ‘ceñidor*; pero más natural sería 
entender ‘franja’. Los pellizuelos llevaban franjas en el 
cuello, en las bocamangas y en el borde de la falda. 

3094 escarín (en los otros textos que me son conocidos 
“escarí’*), tela muy fina de hilo. 

3096 Al vestirse tiene el Gd especial cuidado en pro¬ 
teger los cabellos; pone la cofia para recogerlos y que no 
puedan arrancárselos (esto debe significar contalassen , 
verbo desconocido), y además sujeta la barba, como dice 
el verso siguiente. 

3097 El mesar la barba era una de las más graves in¬ 
jurias (p. x i9 ig , n.), y temiendo el Gd un insulto, recoge la 
barba con un cordón para evitar que puedan asir de ella 
sus enemigos. La barba, asi recogida, era un gesto belicoso, 
una especie de desafio que preocupa a los que miran al Gd 
en la corte (v. 3124-25, 3273-74). 

3098 recabdar puede tener aquí el sentido de ‘lograr, 
conseguir* (Bello, Obras, II, 285 : ‘porque quería cobrar lo 
suyo’), o bien el de 'prevenir, disponer* (D. Hinard: ‘parece 
qu’il veut garantir toute sa personne*; igual Adam y Ber- 
toni). 

3099 cubrió un manto, ‘vistió un manto’, construcción 
usual hasta en el siglo xvn. 


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320 


CANTAR DE CORPES 


Con aquestos qiento que adobar mandó, 
apriessa cavalga, de San Servan salió; 
assí iva mió Cid adobado a lia cort. 

Ala puerta de fuera descavalga a sabor; 
3 «° 5 cuerdamientra entra mió £id con todos los sos: 
elle va en medio, elos qiento aderredor. 

Quando lo vieron entrar al que en buen ora naqió. 
levantós en pie el buen rey don Alfons 
e el comde don Anrric e el cowide don Remont 
a*«°e desí adelarit, sabet, todos los otros de la cort: 
a grant ondra lo reqiben al que en buen ora naqió. 
Nos quiso levantar el Crespo de Grañón, 
nin todos los del bando de ifantes de Carrión. 

El rey a mió £id: o las manos le tomó: 

31146“Venid acá seer comigo, Campeador, 

3115 "en aqueste escaño quem diestes vos en don; 
"maguer que algunos pesa, mejor sodes que nos.’’ 
Essora dixo muchas mcrqedes el que Valencia gañó: 
"seed en vuestro escaño comino rey e señor; 

"acá posaré con todos aquestos mios.” 

3105 Los adverbios terminados en -mientra son raros, 
pero existe esta forma en vez de -miente. 

3112 El Crespo de Grañón, el conde García Ordóftez, 
p. 21-22. 

3115 Omite el juglar decirnos cu&ndo hizo el Cid este 
regalo, p. 85. Las Crónicas omiten la mención de este don 
del Cid. 

3116 mejor sodes que nos parece excesivo en boca del 
rey, pero era frase usual de cortesía: el que más vale que 
nos, 1940; comp. por o valdremos más, 15**; tndr vale¬ 
mos por vos, 2517. 


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CANTAR DE CORPES 


321 


3 ,10 Lo que dixo el £id al rey plogo de coraqón. 

En un escaño tomiño essora mió (Jid posó, 
los qiento quel aguardan posan aderredor. 

Catando están a mió Cid quantos ha en la cort, 
a la barba que avié luenga e presa con el cordón; 
3 ,a sen sos aguisamientos bien semeja varón. 

Nol pueden catar de vergüenza ifantes de Carrión. 

Essora se levó en pie el buen rey don Alfons; 
“Oíd, mesnadas^ sí vos vala el Criador! 

"Yo, de que fu rey, non fiz mas de dos cortes: 
3 ' 3 °”la una io en Burgos, e la otra en Carrión, 

"esta terqera a Toledo la vin fer oy, 

"por el amor de mió Cid el que en buen ora naqió, 
"que reqiba derecho de ifantes de Carrión. 
"Grande tuerto, le han tenido, sabérnoslo todos nós; 


3121 escaño tomiño, ‘torneado’. Los Romances y las 
Crónicas suponen que este escaño lo ganó el Cid al rey 
Búcar o al rey Yúcef. Cervantes lo recuerda también como 
el asiento más honroso que podía imaginarse: “merecía 
el mismo escaño del Cid Ruidiaz Campeador” ( Quijote, 

II. 33 ). 

3124 Compárese v. 3097. 

3130 El juglar pa r ece referirse solo a cortes judicia¬ 
les. Alfonso VI había celebrado corte en Toledo y otros 
puntos con diferentes motivos. Estos versos del Cantar se 
perpetuaron, a través de Refundiciones, en la memoria < 1(1 
pueblo y se cantaban asi en el siglo xvi y siguientes: 

Tres cortes armara el rey, todas tres a una sazón, 
las unas armara en Burgos, las otras armó en León, 
las otras armó en Toledo, donde los hidalgos son, 
para cumplir de justicia al chico con el mayor. 

Nótese que también este romance se refiere a cortes judi¬ 
ciales. 


ai 


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3 22 


CANTAR DE CORPES 


3135 "alcaldes sean desto comde don Anrric e corade don Remond 
"e estos otros comdes que del vando non sodes. 

"Todos meted i mientes, ca sodes coñoscedores, 

"por escoger el derecho, ca tuerto non mando yo. 

"Della e della part en paz seamos oy. 

% 

3.40 "Juro par sant Esidre, el que bolviere mi cort 
"quitar me a el reyno, perderá mi amor. 

"Con el que toviere derecho yo dessa parte me so. 
"Agora demande mió £id el Campeador: 

"sabremos qué responden ifantes de Camón.” 

31 « 5 Mió £id la mano besó al rey e en pie se levantó: 
“Mucho vos lo gradesco como a rey e a señor, 

"por quanto esta cort fiziestes por mi amor. 

"Esto les demando a ifantes de Carrión: 

"por mis fijas quem dexaron yo non he desonor, 
;. ¿0 ”ca vos las casastes, rey, sabredes qué fer oy; 

"mas quando sacaron mis fijas de Valencia la mayor, 

"yo bien los quería d’ alma e de corazón. 

313S alcaldes, voz árabe, sinónima de la latina 'jueces*. 

Los alcaldes de la corte debian ser ricos hombres y eran 
generalmente condes. Por eso aquí el rey nombra jueces 
a todos los condes, sin más distinción que excluir a los que 
pertenecen al bando de los de Carrión (3136). El conde don 
Ramón, como yerno principal del rey (don Anric estaba 
casado con la bija bastarda del monarca), es el que lleva la 
voz de los alcaldes, 3208, 3237. 

3137 coñoscedores, ‘entendidos*. 

3138 'para hallar el derecho, que yo no mando injus¬ 
ticia*. 

3139 'De una y otra parte’, v. 1965. 

3145 Los litigantes debian estar de pie para hacer sus 
alegaciones. 


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CANTAR DE CORPES 323 

0 

”diles dos espadas a Colada e a Tizón 
”—estas yo las gané a guisa de varón,— 

3 » 55 ”ques ondrassen con ellas e sirviessen a vos; 

”quando dexaron mis fijas en el robredo de Corpes, 
”comigo non quisieron aver nada e perdieron mi amor; 
”denme mis espadas quando mios yernos non son.” 
Atorgan los alcaldes: “tod esto es razón.” 

3'*>D¡xo corode don Garqía: “a esto fablemos nos.” 
Essora salién aparte ifantes de Carrión, 
con todos sos parientes y el bando que i son; 
apriessa lo ivan trayendo e acuerdan la razón: 

“Aun grand amor nos faze el £id Campeador, 
3 i(S 5 ”quando desondra de sus fijas no nos demanda oy; 
”bien nos abendremos con el rey don Alfons. 
"Démosle sus espadas, quando assí finca la boz, 

”e quando las toviere, partir se a la cort; 

”ya mas non avrá derecho de nos el £id Canpeador.” 

3«70 Con aquesta fabla tornaron a la cort; 

“Merqed, ya rey don Alfons, sodes nuestro señor! 

”No lo podemos negar, ca dos espadas nos dió; 

3158 El cambio de armas era señal de parentesco y 
amistad, 2093. El Cid, no sólo había dado estas dos es¬ 
padas a los infantes, sino otras dos anteriormente. 

3163 ‘aprisa lo iban tratando y convienen la respuesta'. 
Acceden muy fácilmente, pues, como cobardes, no estiman 
las espadas que después les infundirán espanto (3643, 3665). 

Este adverbio apriessa contrasta con las graves dificultades 
que hallan después les infantes para responder a la otra 
demanda del Cid, la del dinero, y con las quejas en que 
prorrumpen, v. 3218, 3207. 

3164 grand amor , ‘gran favor’. 

3167 finca la bos, ‘acaba la demanda’; comp. 3211. 


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324 CANTAR DE CORPES 

”quando las demanda e dellas ha sabor, 

”dárgelas queremos delant estando vos.” 

3*75 Sacaron las espadas Colada e Tizón, 
pusiéronlas en mano del rey so señor; 
sacan las espadas e relumbra toda la cort, 
las maqanas e los arriazes todos d’ oro son; 
maravíllanse dellas los omnes buenos de la cort. 
A mió Cid llamó el rey las espadas le dio; 
3i8oreqibió las espadas las manos le besó, 
tornos al escaño donf se levantó. 

En las manos las tiene e amas las cató; 
non hw pueden carnear, ca el £id bien las connosqe; 
alegrósle tod el cuerpo, sonrrisós de coraqón, 
3*8sal<;ava la mano, a la barba se tomó; 

“par aquesta barba que nadi non messó, 

”assís irán vengando don Elvira e doña Sol.” 

A so sobrino don Pero por nómbrel llamó, 
tendió el braqo, la espada Tizón le dió; 
3 * 9:> “P ren d e tl a , sobrino, ca mejora en señor.” 

A Martín Antolínez, el Burgalés de pro, 
tendió el braqo, el espada Coládal dio; 

“Martín Antolínez, mió vassallo de pro, 

“prended a Colada, ganéla de buen señor, 

3 '9>”de Remont Verenguel de Barqilona la mayor. 
”Por esso vos la do que la bien curiedes vos. 

3173 dellas ha sabor, Mas desea’. 

3178 magaña, ‘pomo’; arrias, ‘gavilán*. 

31(76 Literalrrente, 'os la doy para que la cuidéis bien. 


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CANTAR DE CORPES 


3*5 


”Sé que si vos acaeciere o viniere sazón, 

31976 ”con ella ganaredes grand prez e grand valor.” 
Besóle la mano, el espada reqibió. 

Luego se levantó mió £id el Campeador; 

3aoo“Grado al Criador e a vos, rey señor! 

”ya pagado so de mis espadas, de Colada e de Tizón. 
,? Otra rencura he de i fantes de Carrión: 

”quando sacaron de Valenqia mis fijas amas a dos, 
”en oro e en plata tres mili marcos les dio; 

3105 ”yo faziendo esto ellos acabaron lo so; 

”denme mios averes quando mios yernos non son.” 

Aquí veriedes quexarse ifantes de Carrión! 
Dize el comde don Remond: “dezid de ssí o de no.” 
Essora responden ifantes de Carrión: 

3110 “Por essol diemos sus espadas al £id Campeador, 
”que al no nos demandasse, que aquí fincó la boz.” 
Alli les respondió el comdc do Remond: 

“Si ploguiere al rey, assí deziraos nos: 

”a lo que demanda el £id quel rccudades vos.” 
Dixo el buen rey: “assí lo otorgo yo.” 

3204 dio, ‘di yo’. 

3205 acabaron, ‘llevaron a cabo, hicieron*. 

3211 fincó la boz, como en 3167. Los infantes alegan que 
el Cid debió hacer su demanda de una ver, en un solo 
acto. La práctica formalista exigía que el demandante ex¬ 
pusiese consecutiva e inmediatamente todos los puntos de 
la demanda, so pena de perder su derecho. Por eso es ne¬ 
cesario que los alcaldes o jueces y el rey mismo autoricen 
esta segunda parte de la demanda civil del Cid, en los 
v. 3212-14, y que el Cid se ponga otra vez de pie y repita 
la demanda (3215) que antes se juzgó inútil. 

3213 recudadas, ‘respondáis', ‘deis satisfacción’. 


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326 


CANTAR DE CORPES 


3*nLcvantós en pie el Cid Campeador; 

“Destos averes que vos di yo, 

3»xó&”si me los dades, o dedes dello razón.” 

Essora salien aparte ifantes <ic Carrión; 
non acuerdan en conssejo, ca los averes grandes son: 
espesos los han ifantes de Carrión. 
i»»oTornan con el conssejo e fablavan a sso sabor: 
“Mucho nos afinca el que Valencia gañó. 

”quando de nuestros averes, assil prende sabor; 
”lpagar le hemos de heredades en tierras de Carrión.” 
Dixieron los alcaldes quando manfestados son; 

3 ”*“Si esso ploguiere al £id, non gelo vedamos nos; 
”mas en nuestro juvizio assi lo mandamos nos; 
”que aquí lo enterguedes dentro en la cort.” 

A estas palabras fabló rey don Alfons: 

“Nos bien la sabemos aquesta razón, 

3130 ”que derecho demanda el £id Campeador. 

3215 El Cid se dirige ahora directamente a los infantes 
y no a los alcaldes, como antes. Esta alternativa, según 
observa Hinojosa, representa una transición entre el proce¬ 
dimiento germánico primitivo, en que el juicio era una lucha 
entre las partes, a la cual asistían los jueces casi como me¬ 
ros espectadores, y el posterior, en que la intervención de 
los jueces era más eficaz. 

3216 b Sobre la conjunción si, véase 1922. 

3218 *no convienen en la solución, no hallan salida’. 

3219 los han gastado*. 

3222 ‘cuando así le domina el deseo de nuestras ri¬ 
quezas*. 

3224 ‘cuando hubieron confesado’, esto es. ‘cuando re¬ 
conocieron su deuda*. 

3226 jtiviaio, ‘juicio*, como en 3239, 3259. 

3227 ‘que le reintegren o le paguen aquí’. 


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CANTAR DE CORPES 


327 


”Destos tres mil marcos los dozientos tengo yo; 
"entramos me los dieron ifantes de Carrión. 
"Tornárgelos quiero, ca tan disfechos son, 
"enterguen a mió £id el que en buen ora naqió; 

3*35 "quando ellos los an a pechar, non gelos quiero yo.” 

Ferrand Gonqálz/ez odredes qué fabló: 

3 j36d“averes monedados non tenemos nos.” 

Luego respondió el conde don Remond: 

“el oro e la plata espendiésteslo vos; 

”por juvizio lo damos antel rey don Alfons: 

3240 ”páguenle en apretadura e préndalo el Campeador.” 

Ya vieron que es a fer ifantes de Carrión. 
Veriedes aduzir tanto cavallo corredor, 
tanta gruessa muía, tanto palafrc de sazón, 
tanta buena espada con toda guarnizón; 

3245 recibiólo mió Cid coramo apreciaron en la cort. 

3232 ‘entrambos infantes me los dieron’. Hinojosa opina 
que estos dosientos marcos son el regalo que el marido 
hacia, en señal de gratitud, al que le transmitía la potestad 
sobre la mujer, según el antiguo derecho germánico, en 
especial el de los Lombardos y Escandinavos. El rey había 
casado a las hijas del Cid y ahora, disuelto el matrimonio, 
no quiere retener ese regalo. Los infantes pagan su deuda 
descontando los 200 marcos, v. 3246; pero luego el Cid 
perdona al rey la devolución y aun le añade más regalos 
de su parte, v. 3502. 

3234 ‘paguen a mió Cid’, como en 3227. 

3240 aprcpiadura, ‘especie (opuesto a dinero), cosas 
equivalentes a una cantidad de moneda’; abajo se expresa 
que las apreciaduras en que pagan los infantes son ca¬ 
ballos, armas y vestidos. 

3241 *Ya vieron que hay que hacerlo’, esto es, que no 
hay más remedio que pagar. 


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328 


CANTAR DE CORPES 


Sobre los dozientos marcos que tenia el rey Alfons 
pagaron los ifantes al que en buen ora nació; 
enpréstanles de lo ageno, que non les cumple lo so. 
Mal escapan jogados, sabed, desta razón. 

138 

Acabada su demanda civil, el Cid fropowe el reto. 

3350 Estas apretaduras mió £id presas las ha, 
sos omnes las tienen e dellas penssarán. 

Mas quando esto ovo acabado, penssaron luego d’al. 

“Merqed, ya rey señor, por amor de caridad! 
"La rencura mayor non se me puede olbidar. 

3335"Oídme toda la cort e pésevos de mió mal; 

"ifantes de Carrión, quem desondraron tan mal, 

0 

"a menos de riebtos no los puedo dexar. 

139 

Inculpa de menos-valer a los infantes. 

"Dezid ¿qué vos merecí, ifantes de Carrión, 

"en juego o en vero o en alguna razón? 

3asQ6 ”aquí lo mejoraré a juvizio de la cort 

"¿A quém descubriestes las telas del corazón? 

3251 ‘y cuidarán de ellas’; corrp. 1413. 

3256 Literalmente: ‘a los infantes... no los puedo de¬ 
jar sin retarlos*. 


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CANTAR DE CORPES 


329 


”A la salida de Valencia mis fijas vos di yo, 
”con muy grand ondra e averes a nombre; 
”quando las non queriedes, ya canes traidores, 

”¿por qué las sacávades de Valencia sus honores? 
3*65 A qué las firiestes a «jinchas e a espolones ? 
"Solas las dexastes en el robredo de Corpes, 

”a las bestias fieras e a las aves del mont. 

"Por quanto les fiziestes menos valedes vos. 

”Si non recudedes, véalo esta cort.” 


140 

Altercado entre Garcx Ordóñez y el Cid. 

3*7° El comde don Garqía en pie se levantava; 
“Merqed, ya rey, el mejor de toda España! 
"Vezós mió £id a lías cortes pregonadas; 

"dexóla creqer e luenga trae la barba; 

”los unos le han miedo e los otros espanta. 

3»7s ”Los de Carrión son de natura tan alta, 

"non gelas devién querer sus fijas por varraganas, 
"¿o quien gelas diera por parejas o por veladas? 


326a ‘riquezas en abundancia’; nombre, ‘número’. 

3264 honores, ‘heredad’ v. 289. 

3268 menos valedes, ‘incurrís en infamia’. El denuesto 
de menos valer debía de preceder al reto, 3346, 3334. 

3269 ‘Si no dais satisfacción, juzgúelo esta corte’. 

3272 'Avezóse mió Cid a las cortes solemnes’; com¬ 
párese 2963. 

3277 '¿quién, pues, se las dió por mujeres legitimas?’ 
Recuérdense los v. 2759 y 2761. Este altercado entre el 




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330 


CANTAR DE CORPES 


"Derecho fizieron porque las han dexadas. 
"Quanto él dize non gelo preciamos nada." 

3**0 Essora el Campeador prísos a la barba; 

“Grado a Dios que qielo e tierra manda! 

"por esso es luenga que a deliqio f o criada. 

”¿ Qué avedes vos, conide, por retraer la mi barba ? 
”ca de quando nasco a deliqio io criada; 

3285 ”ca non me priso a ella, fijo de mugier nada, 
"nimbla messó fijo de moro nin de cristiana, 
"commo yo a vos, comde, en el castiello de Cabra. 
"Quando pris a Cabra, e a vos por la barba, 

"non í ovo rapaz que non messó su pulgada; 

3290 "la que yo messé aun non es egucda, 

”ca yo la trayo aquí en mi bolsa aleada.” 

Cid y los de Camón se perpetuó en los cantos populares^ 
hasta en un romance que empieza: “Yo me estando en Va¬ 
lencia.” 

3282 'es larga porque fué criada con regalo’. 

3283 ‘¿Qué tenéis que echar en cara a mi barba, que 
desde que nació fué criada con regalo ?’ 

3286 fijo de moro nin de cristiano es equivalente a 
fijo de mugier nada del verso anterior, 'hijo de nadie’, 
‘ninguno’; comp. 145. 

3289 pulgada , ‘pulgarada, porción de una cosa que se 
coge entre el pulgar y el índice’. El que mesaba tina barba 
debía pagar tantos sueldos cuantas pulgadas había mesado; 
si no podía pagar, debía ser mesado en su barba, y si no 
tenía barba, debían cortarle una pulgada de carne en la 
mejilla. Así disponen los fueros de Plasencia y de Se- 
púlveda. 

3290 ‘la parte que yo mesé aún no igualó sus cabellos 
con el resto de la barba’. El Cid pondera, no sólo lo fuer¬ 
te de su remesón, sino la prolongada impunidad de la 
injuria. Según el Fuero de Brihuega, el que afrentaba a 
otro en sus cabellos tenía que alimentar y vestir al afren- 


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CANTAR DE CORPES 


331 


141 

Fernando rechaza la tacha de menos-valer. 

Fcrrán Gonqálvez en pie se leíante, 
a altas vozes odredes qué fabló: 

“Dexássedesvos £id de aquesta razón; 

”de vuestros averes de todos pagado ssodcs. 

3395 ”Non creciés varaja entre nos t vos. 

”De natura somos de comdes de Carrión: 

”deviemos casar con fijas de reyes e de enperaderes, 
”ca non perteneqien fijas de ifanqones. 

”Por que las dexamos derecho fiziemos nos; 

3300 ”más nos preciamos, sabet, que menos no.” 

142 

El Cid incita a Pedro Vermúdez al reto. 

Mío £id Roy Díaz a Per Vermudoj cata; 

“Fabla, Pero Mudo, varón que tanto callas! 

tado “hasta que aya el cabello eguado como ante lo auie”. 

El verso siguiente procede de la Crónica de Veinte Reyes: 

‘la pulgada que yo mesé la traigo guardada en mi bolsa’ 
para testimonio de cuán grande fué el remesón. 

3295 ‘No crezca, o continúe, el pleito’; varaja, ‘ale¬ 
gación de dos partes litigantes ante el juez’, sentido deri¬ 
vado del primitivo de ‘pelea, disputa’, pues, como hemos 
dicho (3215), el juicio era una especie de lucha ante el 
juez. 

3298 Sobre este orgullo, v. p. 91. Como nuestra de la 
deformación que sufren los cantos populares citamos los 


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332 


CANTAR DE CORPES 


”Yo las he fijas, e tú primas cormanas; 

”a raí lo dizen, a tí dan las orejadas. 

3 joj”Si yo respondiera, tú non entrarás en armas.” 

143 

Pedro Vekmúdkz reta a Fernando. 

Per Verraudaz conpeqó de fablar; 
detiénesle la lengua, non puede delibrar, 
mas quando enpieqa, sabed, nol da vagar: 

“Dirévos, £id, costunbres avedes tales, 

33»° "siempre en las cortes Pero Mudo me llamades! 
”Bien lo sabedes que yo non puado mas; 

”por lo que yo ovier a fer por mí non mancará. 

"Mientes, Ferrando, de quanto dicho has. 

"por el Campeador mucho valiestes más. 

33 «s”Las tues mañas yo te las sabré contar: 

■ ■ ■■ ■!»■.— — ■ ■ ■ . I ■■ I » 

versos correspondientes a éstos en el romance aludido en 
la nota a 3277: 

Nos so iros hijos de reyes sobrinos de emperador, 

'¿merecimos ser casados con hijas de un labrador? 

3304 a tí dan las orejadas, ‘te lo echan en cara a ti 
indirectamente’; frase desconocida en otros textos, pero 
que tiene algo que ver con el lat. “aurem vellere”, y el 
cast. “orejear”, ‘tirar de la oreja, advertir’. 

3307 'no puede romper a hablar’. 

3308 ‘no 1 c da vagar, o reposo’ a la lengua. Nótese que 
el discurso de Pedro Mudo es el más largo que se pro¬ 
nuncia en la corte, más de cuatro o cinco veces mayor que 
el de los otros retadores que le siguen, Martin Antolinez 
y Muño Gustioz. 


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CANTAR DE CORPES 


333 


"miérabrat quando lidiamos qerca Valencia la grand; 
"pedist las feridas primeras al Canpeador leal, 
"vist un moro, fústel ensayar; 

33 "antes fuxiste que a él te allegasses. 

”Si yo non uviás, el moro te jugara mal; 

33 JO,, passé por tí, con el moro me of de aj untar. 

"de los primeros colpes ofle de arrancar; 

"did el cavallo, tóveldo en poridad: 

"fasta este día no lo descubrí a nadi. 

"Delant mió £id e delante todos ovístete de alabar 
33 is”que mataras el moro e que fizieras barnax; 
"croviérontelo todos, mas non saben la verdad. 
”E eres fermoso, mas mal varragán! 

"¡Lengua sin manos, quemo osas fablar? 


144 

Prosigue el reto de Pedro Vermúdez. 

"Di, Ferrando, otorga esta razón: 

"¿non te viene en miente en Valencia lo del león 


3316 miémbrat ‘acuérdate’. 

3318 ‘le fuiste a acometer’; comp. 2381. 

3319 *si yo no llegase, mal te hubiera burlado el moro’. 

3320 ‘pasé irás allá de ti (te dejé atrás), con el moro 
me hube de juntar (me junté)’. 

3321 ofle de arrancar, ‘hube de vencerle’. 

33 22 ‘dite d caballo, túvetelo en secreto’. 

3326 croviérontelo , ‘te lo creyeron’. 

3327 mal varragán, ‘cobarde’; comp. 2671. 

3329 otorga esta razón, 'confiesa esto'. 

3330 non te viene en miente, 'no se te acuerda?’ 


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334 


CANTAR DE CORPES 


”quando durmie mió £id y el león se desató? 

”E tú, Ferrando, ¿qué fizist con el pavor? 
n \ metístet tras el escaño de mió £id el Campeador 
"metístet Ferrando, por o menos vales oy. 

3335 ”Nós qercamos el escaño por curiar nuestro señor 
"fasta do despertó mió £id, el que Valenqia gañó 
"Icvantós del escaño e fos poral león; 

”el león premió la cabeqa, a mió £id esperó, 
"dexósle prender al cuello, e a la red le metió. 
334o”Quando se tornó el buen Campeador, 

"a sos vassallos, víolos aderredor; 

"demandó por sos yernos, ninguno non falló! 
"Riébtot el cuerpo por malo e por traidor. 

"Éstot lidiaré aquí ante rey don Alfons 
3345 ”por fijas del Qid, don Elvira e doña Sol: 

”por quanto las dexastes menos valedes vos; 

"ellas son mugieres e vos sodes varones, 

"en todas guisas más valen que vos. 

”Quando fore la lid, si ploguiere al Criador, 
33 ¿0 , ’tú lo otorgarás a guisa de traydor; 

3336 ‘hasta que despertó*. 

3339 ‘dejó que él le cogiese por el cuello*. 

3343 Riébtot el cuerpo, literalmente, 'te reto tu persona’, 
era fórmula del reto, v. 344a, asi como la que indicamos 
a propósito del verso siguiente. 

3344 ‘Esto te lidiaré’; lidiar significa aquí ‘sustentar 
por medio de una lid judicial, una acusación*. Era fórmula 
consagrada para el reto decir al retado: esto te lidiaré, 
esto lidiaré, 3359 b, o bien yo te lo lidiaré (yollo lidiaré, 
3367, lidiártelo, he, ego tibí litiabo). 

3350 ‘tu lo confesarás*. El vencido debía confesar con 


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CANTAR DE CORPES 


335 


”de quanto he dicho verdadero seré yo.” 
D’ aquestos amos aquí quedó la razón. 


145 

Diego desecha la inculpación de menos-valer. 

Díag Gonqáh/ez odredes lo que dixo: 

“De natura somos de los comdes más liwpios; 

335 S estos casamientos non fuessen aparecidos, 

”por consagrar con mió £id don Rodrigo! 

”Porque dexamos sus fijas aun no nos repentimos; 
”mientra que bivan pueden aver sospiros: 

”lo que les fizicmos seer les ha retraydo. 
3359 *’‘Esto lidiaré a tod el más ardido: 

”que por que las dexamos ondrados somos venidos .” 


su boca que tenía razón el vencedor, o debía perder la vida, 
Por esto el acusador dice al retar: por tu boca lo dirás 
que eres traydor, 3370, o bien facértelo he dcsir, 3389; 
y el que se desmentía públicamente, decía: “mentí por esta 
boca.” Oaro es que esta confesión basta que sea indirecta. 
En nuestro Poema basta que el vencido diga, por si o por 
persona autorizada, vengudo so, 3644, 3691, o que salga 
fuera del campo de la lid, 3667, para que se entienda que 
se da por traidor y reconoce la verdad de la acusación, 

3702, 3705. 

3354 Unpios ‘ilustres, puros, de limpia sangre’. 

3355 non fuessen aparecidos, ‘no se hubiesen efectuado*. 

3356 consagrar, ‘emparentar’, véase 1906. 

3359 *la afrenta que les hemos hecho se la echarán siem¬ 
pre en cara’. 

3360 mismos, ripio, igual que en 847. 


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336 


CANTAR DE C0RPE9 


146 

Martín Antolínez reta a Diego GowzAlex. 

Martín Antolínez en pie se jo levantar; 

“Calla, alevoso, boca sin verdad! 

”Lo del león no se te deve olbidar; 

"saliste por la puerta, metístet a! corral, 

3365 "fústed meter tras la viga lagar; • 

"mas non vestí st el manto nin el brial. 

"Yollo lidiaré, non passará por al: 

”fijas del £id, por que las vos dexastes, 

"en todas guisas, sabed, que mas que vos valen. 

3370 "Al partir de la lid por tu boca lo dirás, 

"que eres traydor e mintist de quando dicho has." 

147 

Asur González entra en i.a corte. 

Destos amos la razón ha fincado. 

Ansuor Gonqalz/ez entrava por el palaqio. 
manto armiño e un brial rastrando; 


3365 fústed meter, ‘fuistete a meter’. 

3366 'nunca más vestiste el manto ni el brial', porque 
los vestidos salieron del lagar sucios e inservibles, v. 2291. 

3367 Yollo lidiaré (yot lo lidiaré), ‘yo te lo lidiaré’, 
v. 3344; ‘no será de otra manera’, v. 675. 

3373 Este Ansuor Concálves es el hermano de los in¬ 
fantes de Carrión. Recuérdese que en 2172-73 el poeta 
le pintó también con rasgos festivos. 


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CANTA» DI CORP1* 




verme jo viene, ca era almorzado. 
En lo que fabló avie poco recabdo: 


148 

ÁSU* INSULTA AL ClD. 


“l Ya varones, quien vido nunca tal mal? 

”¿ Quién nos darie nuevas de mío Qid el de Bivar! 
*• ¡ Fosse a rio d’ Ovirna los molinos picar 
3580 ”c prender maquilas coramo lo suele far! 

”¿ Quil darie con los de Carrión a casar ?” 


3377 ‘Oh señores, cuando se vi6 cosa semejante? 
¿Quién diría que habíamos de recibir nobleza de parte da 
mío Cid?’ Los infantes eran de grandes nuevas, 2084, 2683, 
y no concebían que pudiesen ir adelant sus nuevas (com¬ 
párese 1881), ni que llegasen a valer más por el Campeador 
(3314), ni que las hijas del Cid valiesen más que ellos (3348, 
3369). Hasta el llamar el Cid con el nombre de su pueblo, 
el de Bivar, tenía en boca del deslenguado Asur González 
un sentido irónico; comp. 1376. 

3379 *Váyase al río Ubierna a picar sus molinos’. El 
Ubierna pasa por Vivar. El río recibe nombre de un lugar, 
Ovirna o Ubierna, cuyo castillo había sido granado a loa 
navarros por el padre del Cid y donde éste tenía here¬ 
dades también. 

3380 a prender maquilas, 'a cobrar maquilas 1 . Maquila 
es la cantidad de grano o de harina que se paga al mo¬ 
linero como precio de la molienda. La burla de Asur 
González no puede referirse sino a que el Cid tomase 
parte demasiado directa, como pequeño propietario, en el 
arreglo de los molinos y cobranza de la molienda; no 
puede referirse al hecho mismo de poseer molinos y per¬ 
cibir sus rentas, pues el molino era, desde los tiempos 
romanos, anejo a las grandes heredades. En la edad 
media, por lo general, pertenecía a los señores, los cus¬ 
as 


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338 


1 


CANTAR DE C0RPE8 


149 

Muflo Gustioz reta a Asur González.—Mensajeros 
de Navarra y de Aragón piden al Cid sus hijai 

PARA LOS HIJOS DE LOS REYES. DON ALFONSO OTOR¬ 
GA EL NUEVO CASAMIENTO.—MlNAYA RETA A LOS DE 

Carrión. Gómez Peláez acepta el reto, pero 

BL REY NO PIJA PLAZO SINO A LOS QUE ANTES RE¬ 
TARON.—El REY AMPARARÁ A LOS TRES LIDIADORES 

del Cid.—>El Cid ofrece dones de despedida a 
todos. —(Laguna. Prosa de la Crónica de Veinte Re¬ 
yes.) El rey sale de Toledo con el Cid. Manda 
a éste correr su caballo. 


Essora Muño Gustioz en pie se levantó; 
“Calla, alevoso, malo e traidor! 

"Antes almuerzas que vayas a oraqión, 

33 ís"a los que das paz, fártaslos aderredor. 

"Non dizes verdad (amigo ni a señor, 

"falsso a todos e más al Criador. 

”En tu amistad non quiero aver raqión. 
"Fazer telo he dezir que tal eres qual digo yo.” 


les frecuentemente obligaban a los villanos a servirse del 
molino, del homo y del lagar señorial, cobrando ese oso 
en especie (v. C. Koehnb, Das Recht der Mühlen bis 
sum Ende der Karolingerzeit, Breslau 1904, en las Un- 
tersuchungen de O. Gierke, Heft 71, P- 39*4® y 47 * 48 ; 
Luchaire, Manuel des institutions frangaises; Periode des 
Capitiens directs, París, 189a, p. 340-341). El Fuero Viejo, 
I o , 6.*, i.», habla del molino como de una de las hereda¬ 
des de los infanzones. El mismo rey cobraba maquila*, 
maquilas regis, Fuero de León del afio 1020. (Mu¬ 
ñoz, Colecc. de Fueros, p. 69.) 

3385 das pos, 'besas'. En la misa, cuando el sacerdote 
decía el p a x D o m i n i, los asistentes se besaban unos 
a otros. 


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CANTAR DE CORPES 


339 


3390 Dixo el rey Alfons: "Calle ya esta razón. 

”Los que an reptado lidiarán, sin salve Dios!” 

Assí comino acaban esta razón, 

Affé dos cavalleros entraron por la cort; 
al uno dizen O jarra e al otro Yéñego Simenonej, 
3395 el uno es del infante de Navarra rogador , 
e el otro es del ifante de Aragón; 
besan las manos al rey don Alfons, 
piden sus fijas a mió Qid el Campeador 
por scer reinas de Navarra e de Aragón, 

3400 e que ge las diessen a ondra e a bendición. 

A esto callaron e ascuchó toda la cort. 

Levantós en pie mió £id el Campeador; 

"Merced, rey Alfons, vos sodes mió señor! 

”Esto gradesco yo al Criador, 

3«o* ”quando me las demandan de Navarra e de Aragón. 
”Vos las casastes antes, ca yo non, 

”afé mis fijas, en vuestras manos son: 

”sin vuestro mandado nada non feré yo.” 

Levantós el rey, fizo callar la cort: 


3394 Ojarra es un nombre basco (otsoarra, 'lobuno'), 
muy apropiado para designar un personaje navarro. Yéñe- 
60, hoy Iñigo, es también nombre muy usado en Aragón y 
Navarra. Hubo un Enneco Scmenones (o Iñigo Jiménez), 
cuyas memorias van de 1107 a 1129, gobernador de Cala¬ 
horra y Calatayud, muy favorecido del rey de Aragón Al¬ 
fonso el Batallador. Los mensajeros son rogadores (v. 2080) 

a quienes.se otorgan y dan las hijas del Cid para que ello» 

$ 

las entreguen a los nuevós maridos; comp. 3418, 3421. 

3400 a ondra, esto es, en matrimonio que se considera 
honroso (comp. 3721), e a bendición f 'como müjer legítima’. 


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340 


CANTAR DE CORPES 


34 i»“Rucgovos, Cid, caboso Campeador, 

”que plega a vos, e atorgar lo he yo, 

”este casamiento oy se otorgue en esta cort, 

”ca créqevos í ondra e tierra e onor.” 

Levantós mió Cd, al rey las manos le besó; 
34 is M Quando a vos plaze, otórgolo yo, señor.” 

Essora dixo el rey: ‘‘Dios vos dé den buen galardón! 
”A vos, O jarra, e a vos, Yéñego Ximenoncy, 
”este casamiento otórgovosle yo 
”de fijas de mió Cid, don Elvira e doña Sol, 

34»o "pora los ifantes de Navarra e de Aragón, 

”que vos las dé a ondra e a bendición.” 

Levantós en pie O jarra e Yéñego Ximenow^í, 
besaron las manos del rey don Alfons, 
e después de mió C¡d el Campeador; 

34x0 caboso, ▼. sai 5 . 

3413 tierra e onor, algo asi como ‘feudos’, v. 887. 

3420 Estos segundos matrimonios de las hijas del Cid, 
que son los histórioos, están equivocadamente reseñados en 
el Poema. Nunca las hijas del héroe fueron reinas de Na¬ 
varra y Aragón, como dice el juglar, 3399. Cristina, la 
hija mayor del Cid, casó, efectivamente, con un infante de 
Navarra, con Ramiro, señor de Monzón, y el hijo de am¬ 
bos, Garcia Ramírez, ocupó el trono en 1134. La segunda 
hija del Cid, María Rodríguez, casó con el conde de Bar¬ 
celona, Ramón Berenguer III (sobrino de Berenguer Ra¬ 
món II, el vencido por el Cid, y al cual alude ¿1 Poema: 
firióm el sobrino, 963). La confusión del juglar se explica 
por el hecho de que Ramón Berenguer IV, hijo del yerno 
del Cid (pero no de María Rodríguez), llegó a ser príncipe 
de Aragón en 1137, por haberse casado con la hija de Ra- 
niro el Monje, formando desde entonces Cataluña y Ara- 
Sn un solo estado. 


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CANTAR DE CORPES 


341 


3425 metieron las fedes, e los omenajes dados son, 
que quemo es dicho assí sea, o mejor. 

A muchos plaze de tod esta cort, 
mas non plaze a ifantes de Carrión. 

Minaya Albar Fáñez en pie se levantó; 

3430 “Merqed vos pidb commo a rey e a señor, 

;, e que non pese esto al £id Campeador: 

”bien vos di vagar en toda esta cort, 

"dezir querría yaquanto de lo mió.” 

Dixo el rey: “Plazme de coraqón. 

3435 ”Dezid, Minaya, lo que oviéredes sabor.” 

—“Yo vos ruego que rae oyades toda la cort, 

”ca grand rencura he de ifantes de Carrión. 
”Yo les di mis primas por mano del rey Alfons, 
"ellos las prisieron a ondra e a bendición; 
u 4 o”grandes averes les dio mió £id el Campeador, 
"ellos las han dexadas a pesar de nos. 

"Riébtoles los cuerpos por malos e por traidores. 
"De natura sodes de los de Vani-Gómez, 

"onde salien comdes de prez e de valor; 

3445 "mas bien sabemos las mañas que ellos han oy. 
"Esto gradesco yo al Criador, 

"quando piden mis primas, don Elvira e doña Sol, 
"los ifantes de Navarra e de Aragón; 

3425 metieron las fedes, ‘prometieron’, como en 120.— 
omenaje, juramento feudal que se hada poniendo el que 
juraba sus manos entre las del que recibía juramento. 

3443 Los Vani-Gómes, o descendientes de Gómez Díaz, 
conde de Carrión 7 Saldaña, p. 25. 


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CANTAR DE CORPES 


342 

"antes las aviedes parejas pora en bracos las dos. 

3*50 "agora besaredes sus manos e llamar las hedes señor«, 
"aver las hedes a servir, mal que vos pese a vos. 
"Grado a Dios del qielo e aquel rey don Alfons. 

"assí creqe la ondra a mió £id el Campeador! 

"En todas guisas tales sodes quales digo yo; 

3455 "si ay qui responda o dize de no, 

"yo so Albar Fáñez pora tod el mejor." 

Gómez Peláyet en pie se levantó; 

“Qué val, Mi naya, toda essa razón? 

"ca en esta cort afartos ha pora vos, 

3460 "e qui al quisiesse serie su ocasión. 

"Si Dios quissiere que desta bien salgamos nos, 
"después veredes qué dixiestes o qué no." 

Dixo el rey: “Fine esta razón, 

"non diga ninguno della más una entenqión. 

3465 "Cras sea la lid, quando saliere el sol, 

"destos tres por tres 4 ue rebtaron en la cort." 

Luego fablaron . ifantes de Carrión: 

“Dandos, rey, plazo, ca cras ster non pu#de. 

"Armas e cavallos fiémoslos al Canpeador, 

3470 "nos antes abremos a ir a tierras de Carrión." 

Fabló el rey contral Campeador: 

“sea esta lid o mandáredes vos." 

3449 'antes las teníais como mujeres legitimas’; com¬ 
párese 2761. 

3460 ‘y quien otra cosa quisiese [afirmar?] seria para 
su daño'. 

3469 Alude al pago hecho al Cid, según los v. 3242-48- 


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CANTAR DE CORPES 


343 


En essora dixo mió Cid: “no lo faré señor; 

0 

"más quiero a Valencia que tierras de Carrión." 

3475 En essora dixo el rey: “Aosadas, Campeador. 

"Dadme vuestros cavalleros con todas guarnizones, 
"vayan comigo, yo seré el curiador; 

"yo vos lo sobrelievo, commo a buen vassallo faze señor, 
"que non prendan fuerza de comde nin de ifany’m. 

34«o”Aqui les pongo plazo de dentro en mi cort, 

"a cabo de tres sedmanas, en begas de Carrión, 

"que fagan esta lid delant estando yo; 

"quien non viniere al plazo pierda la razón, 

"desí sea venqido y escape por traydor." 

34*5 Prisieron el judizio ifantes de Carrión. 

Mió al rey las manos le besó: 

“Estos mios tres cavalleros en vuestra mano son, 

"d’ aquí vos los acomiendo comtno a rey e a señor. 

"Ellos son adobados pora cumplir todo lo so; 

3490 "ondrados me los enbiad a Valencia, por amor del Criador !" 

. Essora respuso el rey: “assi lo mande Dios!” 

Allí se tollió el capicllo el Cid Campeador, 

. 3477 curiador, ‘guardador, protector*. 

3478 sobrelevar ‘garantir, ser fiador*. El sefior tenía 
que amparar al vasallo de cualquier violencia o deshonra: 
comp. 1356-57. Las fuer sos o violencias y desmanes come¬ 
tidos por los condes y los infanzones que abusaban de su 
poder, son frecuentemente mencionados en los documentos 
de la época. 

3483-84 ‘pierda su derecho, además sea [declarado] ven¬ 
cido y quede por traidor*. 

3485 prisieron el judisio, ‘recibieron la sentencia, se dio- 
ron por notificados*. 


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344 CANTAR DE CORPES 

■ ^ ^■ ■■ ■»— ———— 

la cofia de ranqal que blanca era comino el sol, 
e soltava la barba e sacóla del cordón. 

34 fs Nos fartan de catarle quantos ha en la cort 
Adeliñó a cowtde don Anric e comde don Remond; 
abracólos tan bien e ruégalos de corazón 
que prendan de sos averes quanto ovieren sabor. 
A essos e a los otros que de buena parte son, 

33*a todos los rogava assi commo han sabor; 
tales í a que prenden, tales í a que non. 

Los dozientos marcos al rey los soltó; 
de lo al tanto priso quant ovo sabor. 

“Merqed vos pido, rey, por amor del Criador! 
3 s*5”Quando todas estas nuevas assi puestas son, 
”beso vuestras manos con vuestra graqia señor, 

”e irme quiero pora Valencia con afán la gané yo.” 

Entonges mandó dar el Cid a los mandaderos de 
los infantes de Navarra e de Aragón bestias e todo lo 
al que menester ovieron, e enbiólos. 

El rey don Alfón caualgó entonges con todos los 
altos omnes de su corte , para salir con el Cid que se 
iva fuera de la villa. E guando llegaron a Cocodo- 

3493 roncal, ‘tela de hilo’ v. 183. El poeta se contradice 
en cuanto a la tela de la cofía, p. 82. 

3494 El Cid, sintiéndose seguro ya de todo ultraje po¬ 
sible, suelta su cabello y su barba. Comp. v. 3097. 

3500 Literalmente: ‘insta a todos, asi como a cada uno 
place'. 

3502 los soltó, ‘los perdonó’. Para estos 200 marcos, 

323a. 

05 ‘Ya que todos estos negocies asi están arreglados*. 


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CANTAR DE CORPES 


345 


ver *, el Qid yendo en su covallo que dÍ2en Bavieca, di- 
xole el rey: l( don Rodrigo, fe que devedes que arre - 
”metadcs agora esse cavallo que tanto bien oí desir” 
El Cid tomóse a sonrreir, e dixo: “señor, aquí en 
”vuestra corte a muchos altos omnes e guisados para 
”fazer esto, e a esos mandat que trebejen con sus 
” cavados” El rey le dixo: “Qid, págome yo de lo que 
”vos decides; mas quiero todavía que corrades ese 
”cavallo por mi amor” 


150 


w 

El rey admira a Bavieca, pero no lo acepta en 
don.—Ultimos encargos del Cid a sus tres li- 
diadores. Tórnase el Cid a Valencia.—El rey 
en Carrión. Llega el plazo de la lid. Los de 
Carrión pretenden excluir de la lid a Colada y 
Tizón.— Los del Cid piden al rey amparo y sa¬ 
len AL CAMPO DE LA lid.-El REY DESIGNA FIELES 

DEL CAMPO Y AMONESTA A LOS DE CARRIÓN.—Lo» 
FIELES PREPARAN LA LID.—PRIMERA ACOMETIDA. PE¬ 
DRO VeRMÚDEZ VENCE A FERNANDO. 


El Cid remetió entonces el cavado, e tan de rezio lo 
corrió, que todos se maravillaron del correr que fizo. 

El rey alqó la mano, la cara se santigó; 

“Yo lo juro par sant Esidre el de León 
10 ”que en todas nuestras tierras non ha tan buen varón.” 
Mió £id en el cavallo, adelant se llegó, 

* El Zocodover (nombre árabe que significa ‘mercado re¬ 
dondo’), es una de las dos plazas principales de Toledo. 

3509 sant Esidre el de León, v. 134a. 


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346 


CANTAR DE CORPES 


io besar la mano a so señor Alfons; 

“Mandástesme mover a Bavieca al corredor, 

"en moros ni en cristianos otro tal non ha oy, 

3sis ”yo vos * e d° en don, mandédesle tomar, señor.” 

Essora dixo el rey: “Desto non he sabor; 

”si a vos le tollies, el cavallo no havrie tan buen señor. 

"Mas atal cavallo cum ést pora tal commo vos, 

"pora arrancar moros del canpo e seer segudador; 

35*0 "quien vos lo toller quisiere nol vala el Criador, 

"ca por vos e por el cavallo ondrados somo* nos.” 

Essora se espidieron, e luégos partió la cort. 

El Campeador a los que han lidiar tan bien los castigó: 

“Ya Martin Antolínez e vos, Per Vermudoz, 

3s»s”e Mupo Gustioz, mió vassallo de pro, 

3S«*i”firmes seed en campo a guisa de varones; 

"buenos mandados me vayan a Valenqia de vos.” 

Dixo Martín Antolínez: Por qué lo dezides, señor! 

"Preso avernos el debdo e a passar es por nos; 

"podedes odir de muertos, ca de vencidos no.” 

» 

3530 Alegre f o d' aquesto el que en buen ora naqió; 
espidiós de todos los que sos amigos son. 

Mió £id pora Valencia, e el rey pora Carrión. 

Mas tres sedmanas de plazo todas complidas son. 

3513 Sobre este mover el caballo, o cOremeterlo, como 
dice la Crónica de Veinte Reyes, v. 1592. 

3514 en moros ni en cristianos, ‘en ninguna parte’. 
Comp. 145. 

3519 'para vencer en campo y ser perseguidor'. 

3528 ‘Hemos tomado la obligación y queda a nuestro 
cargo’. 


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CANTAR DE CORPES 


347 


Felos al piando los del Campeador, 

3 s35cunplir quieren el debdo que les maridó so señor; 
ellos son en poder de Alfons el de León; 
dos dias atendieron a ifantes de Carrión. 

Mucho vienen bien adobados de cavallos e de guamizones 
e todos sos parientes con ellos acordados son 
3 540 que si los pudiessen apartar a los del Campeador, 
que los matassen en campo por desondra de so señor. 

El cometer fue malo, que lo al nos enpe^ó, 
ca grand miedo ovieron a Alfonsso el de León. 

De noche helaron las armas e rogaron al Criador. 
Troqida es la noche, ya crieban los albores; 
muchos se juntaron de buenos ricos omnes 
por veer esta lid, ca avien ende sabor; 
demás sobre todos i es el rey don Alfons, 
por querer el derecho e ningún tuerto non. 

35i oYas metien en armas los del buen Campeador, 
todos tres se acuerdan, ca son de un señor. 

En otro logar se arman ifantes de Carrión, 
sedielos castigando el comde Gar$i Ordóñez. 

Andidieron en pleyto dixiéronlo al rey Alfons, 

3555 que non fossen en la batalla Colada e Tizón, 
que non lidiassen con ellas los del Canpeador; 

3542 ‘El propósito (corap. 2073) fue malo, que lo otro 
(es decir, la ejecución del mal designio) no se empezó’. 

3544 Para la vela de las armas, v. 3049. 

3545 ‘La noche ha pasado, ya rompe el día’. 

3549 ‘para procurar el derecho y jamás la injusticia’. 

' 3550 meterse en armas, vestirlas, v. 986. 

3551 ‘los tres están preparados’; comp. 3058-59. 


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34 » 


CANTAR DE CORPES 


mucho eran repentidos los ifantes por quanto dadas son. 
Dixiérongelo al rey, mas non gelo conloyó; 

“Non sacastes ninguna quando oviemos la cort. 

3*60-’Si buenas las tenedes, pro abrán a vos; 

"otrosí farán a los del Canpeador. 

"Levad e salid al campo, i (antes de Carrión, 

"huebos vos es que lidiedes, a guisa de varones, 

"que nada non mancará, por los del Campeador. 

35 ** "Si del campo bien sal ides, grand ondra avredes vos; 

"e ssi iuéredes vencidos, non rebtedes a nos, 

"ca todos lo saben que lo buscastes vos." 

Ya se van repintiendo ifantes de Carrión, 
de lo que avien fecho mucho repisos son; 

357* no lo querrien aver fecho por quanto ha en Carrión. 

Todos tres son armados los del Campeador, 

• ivalos veer el rey don Alfons. 

Essora le dixieron los del Campeador: 


3558 ‘mas no se lo aprobó’. 

3559 ‘No exceptuasteis ninguna [espada] cuando tuvi¬ 

mos la corte*. Me parece más natural esta interpretación de 
ninguna (atendiendo al otro femenino buenas las, que 
sigue), que no la que como dudosa doy en el Cantar 319 ; 

ninguna [cosa], ‘nada’, tenida en cuenta por Adam: ‘ais 
wir die Versammlung abhielten, da spracht Ihr kein Wort 
davon’, y por Bertoni: ‘Non ne faceste parola quando te- 
nemnio la corte'. Bertoni propone también ‘non estraeste al- 
cuna spada, quando tenen mo la corte’. La Crónica General: 
“si vos tanto queriedes tirar estas espadas de la lid ¿por que 
non lo deziedes en la corte de Toledo?” 

3563 huebos vos es que lidiedes, ‘es preciso que lidiéis’, 
▼. 123. 

3566 ‘no nos culpéis’. 


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CANTAR DE CORPES 


349 


“Besámosvos las manos commo a rey e a señor, 
3575 ”que fidel seades oy dellos e de nos; 

”a derecho nos valed, a ningún tuerto no 
”Aquí tienen so vando ifantes de Carrión, 

”non sabemos qués comidrán ellos o qué non; 

”en vuestra mano nos metió nuestro señor; 

35«o”tenendos a derecho, por amor del Criador!” 
Essora dixo el rey: w d* alma e de corazón.” 

Adúzenles los cavallos buenos c corredores, 
santiguaron las siellas e cavalgan a vigor; 
los escudos a los cuellos que bien blocados son; 
35S3 e* mano prenden las astas de los fierros tajadores, 
estas tres lanqas traen seños pendones; 
e derredor dellos muchos buenos varones. 

Ya salieron al campo do eran los mojones. 

Todos tres son acordados los del Campeadora, 

3590 que cada uno dellos bien fos ferir el sove. 

Fevos de la otra part ifantes de Carrione, 

muy bien aconpañados, ca muchos parientes son*. 


3575 besámosvos las manos que, ‘os pedimos que’, v. 179. 

3576 'amparadnos en justicia, no pretendemos ninguna 
injusticia'. 

3578 ‘no sabemos qué maquinarán ellos o qué no ma¬ 
quinarán’. 

3580 ‘mantenednos en justicia’. 

3583 o vigor , ‘con presteza’, v. 1671. 

3589 ‘los tres están puestos de acuerdo’. 

3590 ‘fuese a herir al suyo’, esto es, a su contrario; 
so-ve t so t ‘suyo’, con la e paragógica de que ponemos aquí 
otra muestra. 


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35o 


CANTAR DE CORPES 


El rey dioles f ¡deles por dezir el derecho e al none; 
que non varagen con ellos de sí o de none. 
ssqsDo sedien en el campo fabló rey don Alfonsse: 

“Oid que vos digo i fantes de Carrione: 

"esta lid en Toledo la ñziérades, mas non quisiestes vose. 
"Estos tres cavalleros de mió £id el Campeadore 
"yo los adux a salvo a tierras de Carrione. 

3600 "Aved vuestro derecho, tuerto non querades vose, 

"ca qui tuerto quisiere fazer, mal gelo vedaré yove, 

"en todo myo reyno non avrá buena sabore.” 

Ya les va pesando a ifantes de Carrione. 

Los Fideles y el rey enseñaron los mojones, 

3*05 1 ibrávanse del campo todos a derredor. 

Bien gelo demostraron a todos seys commo son, 
que por í serie venqido qui saliesse del mojón. 

Todas las yentes esconbraron a derredor, 
de seys astas de lanqas que non llegassen al mojón. 


3593*94 ‘El rey les designó fieles para declarar lo justo 
y no otra cosa, que no disputen con ellos sobre sí o sobre 
no’. 

3599 los adux a salvo, ‘los traje bajo mi salvaguardia’; 
recuérdese 3476-79. 3488. 

3605 ‘quitábanse del campo*. 

3606 ‘a todos los seis que son’, ‘a todos ellos*; com¬ 
párese 2988. 

3607 'que quien saliese de los mojones sería vencido 
por ello’: comp. 3667. 

36^8 esconbrar, ‘despejar, dejar libre un lugar'. No 
significa que ‘las gentes se reúnen alrededor de seis astas 
de lanza’ (como cree Corominas, Rev. de Legislación, 1900, 
p. 400), sino que se apartan alrededor del campo, con la 
orden de no acercarse a los mojones en una distancia de 
seis astas de lanza. 




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CANTAR DE CORPES 


351 


3 «*<> Sorteávanles el campo, ya les partien el sol, 
salien los fíjeles de medio, ellos cara por cara son; 
desi vinien los de mío £id a ifantes de Carrión, 
e ifantes de Carrión a los del Campeador; 
cada uno dellos mientes tiene al so; 

3 6 *sAbra<;an los escudos delant los corazones, 
abaxan las langas abueltas con los pendones, 
enclinavan las caras sobre los arzones, 
batien los cavallos con los espolones, 
tembrar querie la tierra dond eran movedores. 

3 «»o Cada uno dellos miente tiénef al so; 
todos tres por tres ya juntados son: 
cuédanse que essora cadrán muertos los que están aderredor. 

Per Vermudo*, el que antes rebtó, 
con Ferr ánt Gonqalvez de cara se juntó; 

3 6a 5 firiensse en los escudos sin todo pavor. 

Ferrán Gowqalvez a don Pero el escudol passó, 
prísol en vázio en carne nol tomó, 
bien en dos logares el astil le quebró. 

Firme estido Per Vermudos, por esso nos encamó; 

3610 Se echaba a suertes cada una de las mitades del 
campo en que cada bando de los combatientes debia co¬ 
locarse, y se procuraba que ambas mitades estuviesen en 
iguales condiciones de luz; esto se conseguiría dividiendo 
el campo por un diámetro que siguiese la dirección de Orien¬ 
te a Poniente. 

361? dond eran movedores, 'cuando se pusieron en mar¬ 
cha'. 

3622 los espectadores pensaban que a cada instante cae¬ 
rían muertos los combatientes’. 

3625 ‘sin ningún pavor*. 

3629 'firme estuvo... no se ladeó por eso’. 


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352 


CANTAR DE CORPES 


361® un colpe recibiera, mas otro firió: 

rrcbantó la Woca del escudo, apart gela echó, 
passógelo todo, que nada nol valió. 

Metiól la lanqa por los pechos, qerca del coraqón; 
tres dobles de loriga tenie Fernando, aquestol prestó, 
3 6 ís las dos le desmanchan e la tercera fincó: 
el belmez con la camisa e con la guamizón 
de dentro en la carne una mano gela metió; 
por la boca afuera la sángrel salió; 
crebáronle las qinchas, ninguna nol ovo pro, 

3640 por la copla del cavallo en tierra lo echó. 

Assí lo tenien las yentes que mal ferido es de muort. 
En t\le dexó la lanqa e mano al espada metió, 
quando lo vido Ferrán Gonqalz/ez, conuvo a Tizón; 
antes que el colpe esperasse dixo: “venqudo so”. 
3 é4i Atorgaróngelo los fideles, Per Vermudo* le dexó. 

3635 ‘los dos dobleces se le desmallan y el tercero que¬ 
dó sin romper’. 

3636 Tal fué la violencia del golpe, que, aunque la lo¬ 
riga no se rompió del todo, entró por la carne con las 
ropas que tenía debajo. Para belmet, v. p. 105. 

3640 copla debe ser ‘cola’; ‘por las ancas del cavallo’ di¬ 
cen las Crónicas prosificando este pasaje. 

3643 conuvo, ‘conoció’. 

3644 Al darse por vencido, reconoce por su boca la 
verdad de las inculpaciones que le hizo Pedro Venrúdez; 
comp. 3350 - 


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CANTAR DE CORPES 


353 


151 

Mastín Antolínez vence a Diego. 

Don Martino e Díag Gnnqalrez firiéronse de las langas, 
tales foron los colpes que les crebaron amas. 

Martin Antolínez mano metió al espada, 
relumbra tod el campo, tanto es linpia e clara; 

3650 diol un colpe, de traviéssol tomava: 
el casco de somo apart gelo echava, 
las moncluras del yelmo todas gelas cortava, 
allá levó el almófar, fata la cofia llegava, 
la cofia e el almófar todo gelo levava, 
i 6 ss ráxol los pelos de la cabeqa, bien a la carne llegava; 
lo uno cayó en el campo e lo al suso fincava. 

Quando este colpe a ferido Colada la preciada, 
vido Díag Gonqálrez que no cscaparie con el alma; 
bolvió la rienda al cavallo por tornasse de cara, 

3663 espada tiene en mano mas no la ensayava. 

3 6 óoEssora Martín Antolínez reqibiól con el espada, 
un cólpel dió de llano con lo agudo nol tomava. 

3651 Este casco de somo parece una parte del yelmo, 
o el yelmo mismo. 

3652 moncluras, voz desconocida que parece significar 
las correas con que el yelmo se ataba al almófar. 

3655 'le rayó los pelos’; ráxo de raer, no de rajar . 

3659 tornasse, ‘tornarse’. 

3662 ensayava, 'empleaba*, v. 2376. 

2 3 


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354 


CANTAR DE CORPES 


3664Essora el ifante 


r:ii 


grandes vozes dava: 

,065 <# valmc, Dios gloriosq, señor, cúriam deste espada!” 
el cavallo asorrienda, e mesurándol del espada, 
sacól del mojón; don Martina en el campo fincava. 

Essora dixo el rey: “venid vos a mi compaña; 

*’por quanto avedés fecho venqida avedes esta batalla.” 
3 6;oOtórgangelo los fideles que dize verdadera palabra. 


152 

Muño Gustioz vence a Asur González. El padre 

DE LOS INFANTES DECLARA VENCIDA LA LID.- Lo» 

DEL Cid VUELVEN CAUTELOSAMENTE A VALENCIA. 

—Alegría del Cid.—Segundos matrimonios de 
sus hijas.—El juglar acaba su poema. 

Los dos han arrancado; dirévos de Muño Gustioz, 
con Anssuor Gonqali/ez cómmo se adobó. 

Firiénsse en los escudos unos tan grandes colpes. 
Awssuor Gonqal^ez, forqudo e de valor. 

3« 75 firió en el escudo a don Muño Gustioz, 
tras el escudo falssó/e la guamizón; 
en vázio fue la lanqa ca en carne nol tomó. 

Este colpe fecho, otro dio Muño Gustioz: 


3666 ‘refrena el caballo, y apartándolo de la espada, lo 
sacó de los mojones’. El que salía de los mojones quedaba 
por ese solo hecho vencido (v. 3607), sin necesidad de que 
él se confesase tal, como hacen los que caen dentro del 
campo, 3644, 3697. Por eso, en cuanto el infante se sale 
de los mojones, el rey y los fieles declaran terminada la lid. 

3672 ‘como se arregló con Asur*. 


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CANTAR DE CORPES 


355 


3680 por medio de la bloca el escúdol crebanto; 
nol pudo guarir, falssó/e la guamizón, 
apart le priso, que non cab el coraqón; 
metiól por la carne adentro la lanqa con el pendón, 
de la otra part una braqa gela echó, 

3683 con él dió una tuerta, de la siella lo encamó, 
al tirar de la lanqa en tierra lo echó; 
vermejo salió el astil, e la lanqa’ y el pendón. 
Todos se cuedan que ferido es de muort. 

La lanqa recombró e sobrél se paró; 

3690dixo Gonqak/o Anssudrez: “nol firgades, por Dios! 
'Venqudo es el campo, quando esto se acabó!” 
Dixieron los f¡deles: “esto odimos nos”. 

Mandó librar el canpo el buen rey don Alfons, 
las armas que i rastaron el le se las tomó. 

3695Por ondrados se parten los del buen Campeador; 
vencieron esta lid, grado al Criador. 

Grandes son los pesares por tierras de Camón. 

El rey a los de mió Cid de noche los enbió, 
que no les diessen salto nin oviessen pavor. 

3685 *dió con él un tirón, lo removió de la silla'. 

3689 ‘Recobró la lanza (volvió a usarla) y se puso so¬ 
bre él’. 

3691 Asur perdió el habla a causa de su herida, y no 
pudiendo darse por vencido, va a ser muerto por Muño. 
El padre de Asur (p>. 24) le salva la vida declarándole ven¬ 
cido ; comp. nota a 3350. 

3693-94 ‘El rey mandó despejar el campo; él tomó para 
si las armas que allí quedaron'. Según las Partidas, las ar¬ 
mas y los caballos de los vencidos por alevosos eran incau¬ 
tados por el mayordomo del rey. 


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356 


CANTAR DE CORPES 


3700 A guisa de menbrados andan días e noches, 
félos en Valenqia con mió £id el Campeador, 
por malos los dexaron a ifantes de Carrión, 
conplido han el debdo que les mandó so señor; 
alegre fo d* aquesto mió Cid el Campeador. 

37°sGrant es la biltanqa de ifantes de Carrión. 

Qui buena dueña escarnece e la dexa despuds, 
atal le contesca o siquier peor. 

Dexémonos de pleitos de ifantes de Carrión, 
de lo que an preso mucho an mal sabor; 
jjiofablemos nos d’ aqueste que en buen ora naqió. 
Grandes son los gozos en Valencia la mayor, 
porque tan ondrados foron los del Canpeador. 

Prísos a la barba Roy Díaz so señor; 

“Grado al rey del qielo, mis fijas vengadas son 1 
3 715"Agora las ayan quitas heredades de Carrión! 

”Sin vergüenza las casaré o a qui pese o a qui non.” 

Andidieron en pleytos los de Navarra e de Aragón, 
ovieron su ajunta con Alfons el de León. 

.Fizieron sos casamientos don Elvira e doña Sol; 

3707 siquier, *aun\ 

3709 'muy gran pesar tienen de lo que han recibido*, 
'del castigo que han recibido*. ' 

3715 heredad quita es heredad libre de gravámenes. E 3 
Gd habla con ironía. Recuérdese que los infantes, al sacar 
a sus mujeres de Valencia con intención de ultrajarlas, 
decían al padre que las llevaban a posesionarlas de las he¬ 
redades de Carrión, v. 2563-68. Estas heredades tenían, 
pues, para las hijas del Cid el gravamen de la afrenta, y 
ese gravamen queda redimido ahora con la venganza. 


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357 


CANTAR DE CORPES 

37 a0 los primeros foron grandes, mas aquestos son mijores; 
a mayor ondra las casa que lo que primero io. 

Ve*d qual ondra creqe al que en buen ora naqió, 
quando señoras son sues fijas de Navarra e de Aragón. 

Oy los reyes d’ España sos parientes son, 

S 7 a sa todos alqanca ondra por el que en buena naqió. 

Passado es deste sieglo mió Cid de Valengio señor 
el día de cinquaesma; de Cristus aya perdón! 

Assí ffagamos nós todos justos e peccadores! 

3721 'con mayor honra’. En el matrimonio se consi¬ 
deraba muy principalmente la ondra que de él resultaba, 
v. 1888, 1929, 3453, a 188, 2077. La frase tnugxer a ondra 
equivale a 'mujer legítima’, 3400, 3421, 3439, 223 3. 

3724 En el año 1140, estando para darse tina batalla 
entre el rey navarro Qarcia Ramírez (nieto del Cid, v. 3420) 
y Alfonso Vil el Emperador de Castilla, cesó la guerra 
por mediación de parientes y obispos, conviniéndose el 
casamiento de do9 niños: de la princesa Blanca de Navarra, 
biznieta del Cid, con el heredero de Castilla, Sancho. De 
este matrimonio, consumado en 1151, nació Alfonso VIII, 
primer rey de Castilla descendiente del Campeador. Las 
hijas de Alfonso VIII llevaron la sangre del Cid a la 
casa real de Portugal, en iao8, y a la de Aragón, en iaai. 

El verso que comentamos tiene su más solemne confirma¬ 
ción cuando Carlos V expedía una real cédula en 1541, 

"mirando a que el Cid es nuestro progenitor" (Bikganza, 
Antigüedades, I, 547 b). 

3727 cinquaesma, ‘la pascua de Pentecostés’ llamada así 
porque, según las Partidas, "es a cincuenta dias del dia 
de pascua mayor, la de cuaraesma”. El Cid murió el año 
1099, pero el dia no se sabe: en el mes de julio, según la 
Historia latina del héroe; en 10 de julio, según la Cró¬ 
nica Particular del Cid; en 15 de mayo, según la Primera 
Crónica General, o en 29 de mayo, domingo de Pentecos- S 

tés, según nuestro poeta. 


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358 


CANTAR DE CORPES 


Estas son las nuevas de mío £id el Canpeador; 

3730 en este logar se acaba esta razón. 

3730 El copista Pedro Abad puso este expücit al có¬ 
dice conservado: 

Quien escribió este libro 
del dios paraíso. 

Per Abbat le escrivió en el mes de mayo, 
en era de 1345 años. 

Es decir, año de Cristo 1307. Una mano posterior añadió 
otro expücit, en el mismo siglo xiv, que parece propio para 
que un juglar recitador de poemas lo dijese a sus oyentes: 

El romana es leido, 

dadnos del vino; 

si non tenedes dineros, 

echad allá unos peños, 

que bien vos lo darán sobr'ellos. 

Ronuxnz es neologismo desconocido al autor de Mío Gd, 
quien usa sólo las voces cantar y gesta. Tanto los poetas 
como los recitadores y los copistas, pedían vino en pago 
de su obra. También es conocida la costumbre de dar al 
juglar, en vez de dinero, peños o prendas, que consistían 
en galas y alhajas; el juglar vendía luego esas pren¬ 
das para convertirlas en dinero y en vino: ‘que bien 
os lo darán (el vino y los dineros) a cuenta de ellos (esto 
es, de los peños)*. 


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INDICE 


PÁGS. 


INTRODUCCIÓN 

Fecha del Poema y estado en que llegó a nos¬ 
otros. 7 

Argumento del Poema. 9 

Elemento histórico del Poema. 14 

Carácter local del Poema. Tradiciones locales 
que acoge. 27 


M 


Imitación francesa. 38 

Difusión y éxito del Poema. 48 

Valor artístico del Poema. 69 

Olvidos del juglar del Cid. 82 

Valor histórico y arqueológico del Poema. 86 

Valor nacional del Poema. m 

POEMA DE MIO CID 

Cantar primero: Destierro del Cid . 117 

Cantar segundo: Bodas de las hijas del Cid... 199 
Cantar tercero: La afrenta de Corpes . 271 


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ESTE LIBRO SE ACABÓ DE IMPRIMIR 
EN LA TIPOGRAFÍA DE “CLÁSICOS CASTELLANOS” 

EL DÍA VII DE FEBRERO 
DEL AÑO MCMXXIII 


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EDICIONES DE LA LECTURA 

PASEO DE RECOLETOS, 25. MADRID 


CLASICOS CASTELLANOS 

OBRAS PUBLICADA3 

SANTA TERESA.— Las Moradas : Prólogo y notas por don To¬ 
más Navarro. (Vol. x.° de la Bibl.) (3.a «lición.) 

TIRSO DE MOLINA. — T eatro (£/ Vergonsoso en Palacio y El 
Burlador de Sevilla.) Prólogo y notas por don Américo Castro. 
(Vol. a.* de la Bibl.) (a* edición.) 

GARCILASO. — Obras. Prólogo y notas por don Tomás Navarro. 
(Vol. 3. 0 de la Bibl.) 

CERVANTES. — Don Quijote de la Mancha. Prólogo y notas 
por don Francisco Rodríguez Marín, de la Real Academia Es¬ 
pañola. (Vols. 4.0, 6.*, 8.*, 10, 13, 16, 19 y aa de la Bibl.) 

QUEVEDO. — Vida del Buscón. Prólogo y notas por don Amé- 
rico Castro. (Vol. 5.* de la Bibl.) 

TORRES VILLARROEL. — Vida. Prólogo y notas por don Fe¬ 
derico de Onis. (Vol. 7.* de la Bibl.) 

DUQUE DE RIVAS. — Romances. Prólogo y notas por don Ci¬ 
priano Rivas Cherif. (Vols. 9.* y xa de la Bibl.) 

B .• JUAN DE AVILA. — Epistolario espiritual. Prólogo y no¬ 
tas por don Vicente G. de Diego. (Vol. 11 de la Bibl.) 

ARCIPRESTE DE HITA. —Libro de Buen Amor. Prólogo y 
notas por don Julio Cejador. (Vols. 14 y 17 de la Bibl.) 

GUILLEN DE CASTRO. — Las mocedades del Cid. Prólogo y 
notas por don Victor Said Arraesto. (Vol. 15 de la Bibl.) 

MARQUES DE SANTILLANA. — Canciones y decires. Prólogo 
y notas por don Vicente G. de Diego. (Vol. 18 de la Bibl.) 

FERNANDO DE ROJAS. — La Celestina. Prólogo y notas por don 
Julio Cejador. (Vols. ao y 33 de la Bibl.) 

VILLEGAS. — Eróticas o amatorias. Prólogo y notas por don 
Narciso Alonso Cortés. (Vol. ai de la Bibl.) 

POEMA DE MIO CID. Prólogo y notas por don Ramón Menén- 
dez Pidal, de la Real Academia Española. (Vol. 34 de la Bibl.) 

LA VIDA DE LAZARILLO DE TORMES. Prólogo y notas por 
don Julio Cejador. (Vol. 25 de la Bibl.) 

FERNANDO DE HERRERA. — Poesías. Prólogo y notas por don 
Vicente García di Diego. (Vol. 36 de la Bibl.) 

CERVANTES .— Novelas ejemplares. (Lo Gitanilla, Rtnconete y 
Cortadillo, La Ilustre Fregona, El Licenciado Vidriera, El Ce- 
loso extremeño y El Casamiento engañoso.) Prólogo y notas 
por don Francisco Rodríguez Marín, de la Real Academia Es¬ 
pañola. (Vols. 37 y 36 de la Bibl.) 

FRAY LUIS DE LEON. — De los nombres de Cristo. Pró¬ 
logo y notas por don Federico de Oída. (Vola. a8, 33 y 41 de 
la Bibl.) 

FRAY ANTONIO DE GUEVARA. — Menosprecio dk corte t 


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vi. Precio: 3 pesetas rústica. 

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tas por Domingo B arnés. Precio: 5 pesetas rústica. 

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ción y bibliografía por Domingo Barnés. Precio: 2 pesetas rús- 
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VIAL. Condorcet. Traducción por Domingo Barnés. Precio: 2,50 
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Posselló. Precio : 1 peseta rústica. 

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Gutiérrez del Arroyo. Precio: 5 pesetas rústica. 

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zano. Precio : 2 pesetas. 

HISTORIA UNIVERSAL .— Resumen, por Lavisse, traducción y 
adaptación por J. Deleito. Precio: 3 pesetas. 

HISTORIA NATURAL, por Francisco de las Barras. Precio*. 
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EL CONDE LUCANOR .—Adaptado para los nifios por Ramón 
M. Tenreiro, ilustrado por A. Vivanco. Agotado. 

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tado a manera de cuento por Ramón M.* Tenreiro, ilus¬ 
trado por F. Marco. Precio: 2 pesetas. 

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do Bazán, ilustrado por A. Vivanco. Precio: 2 pesetas. 

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por R.' M. Tenreiro, ilustraciones de P. Muguruza. Precio : 
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:ADOLFO POSADA, FELIPE CLEMENTE DE DIEGO y 

otros. Derecho usual. Precio: xo peseta» rústica. 

BARTH, Pedagogía. Tomos I y II: Parte general y parte espe¬ 
cial. Traducción del alemán, por Luis Zulueta. Precio: i. M 
tomo, 8 pesetas; 2.* tomo, 5 pesetas rústica. (2.» edición.) 

ABEL REY. Etica. Traducción por Manuel García Morente. 
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ABEL REY. Psicología. Traducción por Domingo Barnés. Precio: 
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inglés por Alicia Pestaña. Precio: y pesetas rústica, (a.* edi¬ 
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(monografías). Traducción y prólogo por Angel Regó. Precio: 
3 pesetas rústica, (a.• edición.) 

LAVISSE, MONOD, ALTAMIRA y COSSIO. La Enseñansa de 
la Historia (monografías). Traducción por Domingo Barnés. 
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EDMUNDO LOZANO. La Enseñansa de las Ciencias físicas y 
naturales. Precio: 3 pesetas rústica, (a.* edición.) 

COMPAYRE. Pestalossi y la educación elemental. Traducción 
por Angel Regó. Precio: a pesetas rústica. 

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tu. (2 tomos.) Precio: 7 pesetas rústica tomo. 

COMPAYRE. Hcrbert Spencer. Traducción por Domingo Bar¬ 
nés. Precio: 2 pesetas rústica. 

PESTALOZZI. Cómo enseña Gertrudis a sus hijos. Traducción 
del alemán por Lorenzo Luzuriaga. Precio: 5 pesetas rústica. 

HERBART. Pedagogía general y Escritos pedagógicos. Traduc¬ 
ción del alemán por Lorenzo Luzuriaga, y prólogo de José 
Ortega Gasset. Precio: 5 pesetas rústica. 

JULIAN BESTE 1 RO. Los juicios sintéticos “o prior»" según 
Kant. Precio: 2 pesetas rústica. 

LUIS DE ZULUETA. El maestro. Precio: x peseta rústica. 

PESTALOZZI. El Método. Traducción del alemán por Loren¬ 
zo Luzuriaga. Precio: x peseta rústica. 

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sfo. Precio: 1 peseta rústica. 

VIVES. Tratado del alma. Traducción por José Ontaüón. Pre¬ 
cio: 5 pesetas rústica. 

MONTAIGNE. Ensayos Pedagógicos. Traducción, prólogo y no¬ 
tas por Luis de Zulueta. Precio: 5 pesetas rústica. 

WELPTON. Educación física e higiene. Traducción por Ricardo 
Rubio. Precio: 7 pesetas rústica. 

GONZALO R. LAFORA. Los niños mentalmente anormales. Pre¬ 
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MANUEL B. COSSIO. El maestro, la escuela y el material de 
enseñansa. Precio: 1 peseta rústica. 

7 . SANCHEZ DE TOCA. Las cardinales directivas del Pensa¬ 
miento contemporáneo en la filosofía de la historia. Acotado. 


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alabanza de aldea. Prólogo y nota» por don M. Martine* de 

Burgos. (Vol. 2 q de la Bibl.) 

NIEREMBERG. — Epistolario. Prólogo y notas por don Narci¬ 
so Alonso Cortés. (Vol. 30 de la Bibl.) 

QUEVEDO. —Los sueños. Prólogo y notas por don Julio Ceja, 
dor. (Vols. 31 y 34 de la Bibl.) 

MORETO .— Teatro. (El ¡indo don Diego 7 El desdén con el 
desdén.) Prólogo y notas por don Narciso Alonso Cortés. (Vo¬ 
lumen 32 de la Bibl.) (2.* edición.) 

ROJAS. — Teatro. í Entre bobos anda el juego 7 Del Rey abaje 
ninguno.) Prólogo y notas por don Federico Rui* Morcuende. 
(Vol. 35 de la Bibl.) 

RUIZ DE ALARCON .— Teatro. {La verdad sospechosa 7 Las 
paredes oyen). Prólogo y notas J>or don Alfonso Reyes. (Volu¬ 
men 37 de la Bibl.) 

LUIS VEI.EZ DE GUEVARA. — El Diablo Cojuelo. Prólogo 7 
notas por don Francisco Rodrigue* Marín, de la Real Academia 
Española. (Vol. 38 de la Bibl.) 

LOPE DE VEGA .— Teatro. (El remedio en la desdicha 7 El 
mejor alcalde el Rey.) Prólogo y notas por don J. Gómez Oce- 
rín y don R. M. Tenreiro. (Vol. 39 de la Bibl.) 

CAMPO AMOR. — Poesías. Prólogo 7 notas por don Cipriano RJ- 
vas Cheriff. (Vol. 40 de la Bibl.) 

CASTILLO SOLORZANO .— La Garduña de Sevilla y Anzuelo 
de las bolsas. Prólogo y notas por don Federico Rui* Mor¬ 
cuende. (Vol. 42 de la Bibl.) 

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M. Tenreiro, ilustrado por A. Vivanco. 

LA VIDA ES SUEÑO. —Drama de Calderón de la Barca, adap¬ 
tado a manera de cuento por Ramón M. Tenreiro, ilustrado 
por Fernando Marco. % 

HERNAN CORTES Y SUS HAZAÑAS, por la Condesa de Par 
do Bazán, ilustrado por Fernando Marco. 

PLATERO Y YO. — Elegía andaluza, por Juan Ramón Jiménez, 
ilustrado por Fernando Marco. 

EL CALIFA CIGÜEÑA y otros cuentos, de W. Hauff, narrados 
por R. M. Tenreiro, ilustraciones de P. Muguruza. 


J. JÓRGENSEN 

SAN FRANCISCO DE ASIS 
. BIOGRAFIA 

tbaducida del alemAn pob RAMON MARIA TENREIRO 
Y revisada pob FR. JOSE MARIA DE ELIZONDO, 

MENOR CAPUCHINO 

PRECIO: En rústica, 6 pesetas; encuadernado en piel, xa. 

La misma obra con introducción y notas de fray José M.» Eli- 
zonoo. (a vols.) Volumen I, encuadernado en piel lujosa, xa pe¬ 
setas. 


SHAKESPEARE 

232 Tj REY LEAR 

TRADUCCIÓN DE JACINTO BENAVENTK 

PRECIO. En rústica, 3 pesetas; encuadernado en tela, 4. 


AUGUST F. JACCACI 

EL CAMINO DE DON QUIJOTE 

TRADUCCIÓN DE RAMÓN JAÉN 

Un volumen encuadernado en holandesa. PRECIO: 5,50 pesetas. 


José Francos Rodríguez. 



Precio: jo pesetas rústica. 


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UNIVERSITY OF MICHIGAN 



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